Capítulo 13: Pequeña trampa
Llegaron las nueve de la noche del tercer día que llevaba viviendo con la familia de Bruno. Me habían tratado muy bien y estaban felices de tener una chica en la casa. Bruno tenía otros dos hermanos mayores y tres menores. Era bastante divertido convivir con ellos, aunque los mayores solían pasarse el día trabajando en el campo.
Lo cierto es que echaba de menos a la princesa, y también tenía ganas de saber cómo se encontraba el príncipe.
Esa noche recibí una carta de la princesa. Quería que volviera. La carta tendría que haber llegado antes pero como ella no sabía dónde me encontraba, al parecer tuvo que dárselo a Bruno para que me la enviara, pues no le quedó otra alternativa después de estar dos días intentando dar con otra solución. Quería mandarla ella misma, pero no le fue posible.
Me pasé días y noches preguntándome si debía contestar a la carta, y en caso de que la respuesta fuera afirmativa, no sabía qué debía contestar. Me había prometido a mí misma no volver, pero ya no lo tenía tan claro.
Entonces un día apareció Bruno para traerme noticias y visitar a su familia. Les trajo regalos a todos y se alegraron mucho, sobre todo los más pequeños. Lo que más me sorprendió fue que una vez a solas, en el pequeño jardín de la familia, yo también recibí un regalo: una preciosa pinza para el pelo.
- Es de parte del príncipe. Quiere que sepas que se encuentra como nuevo. Dice que vayas a comprobarlo por tí misma. Vamos, que es una excusa para que vuelvas.-me explicó.
- No sé...- vacilé.
- La princesa también está preocupada y se encuentra muy sola, sobre todo desde que el príncipe volviera a su país.- eres su única amiga. No me digas que eres más feliz aquí que con ella.
- Pues sí.
- ¿No la echas de menos?
- Voy a contarte la verdad, Bruno, el problema es que ella está celosa de mí y es algo que no acabará porque el príncipe no deja de hacer cosas que crean malentendidos y parece como si yo le gustara aunque no sea así. Y yo no puedo evitar admirarle por haberme salvado y lo bien que me trata siempre... Por eso siento que yo también quiero hacer algo por él pero mi princesa también lo malinterpreta y...
- ¿Seguro que no hay nada entre vosotros dos?- preguntó Bruno.
- Que yo sepa no. Sólo simpatía.
- Si el príncipe oyera eso se pondría muy triste- murmuró él para sus adentros.
- ¿Has dicho algo?
- Si es eso lo que sucede, ¿por qué no aclarárselo a la princesa?
- No, porque no voy a volver.
Me recogí el pelo con la pinza y me miré en una pequeña fuente que había en medio del jardín.
- Estás preciosa.- se oyó la voz del príncipe, que salió de detrás de un árbol.- Por fin te encontré.
Me sobresalté. ¿Cuánto tiempo llevaría allí? ¿Habría oído todo lo que dije? Miré a Bruno, que no parecía haberse sorprendido en absoluto. Lo habían planeado todo...
Capítulo escrito por FlightOfFantasy
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