—Sarocha. Ya está todo listo para la conferencia.

—¿Crees que bastará con solo decir que estoy en una relación? —Cuestionó caminando hasta la puerta.

—Obviamente no, ya sabes cómo son esos reporteros.

Ambas salieron de aquella oficina y caminaron hasta el ascensor para poder bajar a la planta baja de la empresa, dónde varios reporteros junto con camarógrafos que estaban ahí sentados esperando que llegarán.

Sarocha caminó con Charlotte siguiéndole por detrás, inmediatamente varios fotógrafos empezaron a tomar fotos.

—Buenos días, ya me conocen, hoy vengo desmentir todas las noticias que hay sobre mí. Pueden hacer preguntas, uno por uno.

—Señorita Chankimha, ¿Es cierto que regresó con la señorita Nita? —Pregunta una mujer.

—No. Entre ella y yo ya no hay nada, lo nuestro terminó hace tiempo. —Respondió. —De hecho, en estos momentos estoy saliendo con alguien mucho mejor.

—¿La persona con la que salió de su departamento aquel día es su pareja actual o era la señorita Nita? —Cuestionó está vez un hombre.

—Era mi pareja y lo repito, Nita y yo ya no somos nada y mucho menos tenemos contacto. —Dijo ya algo enfadada de que le siguieran preguntando por la chica.

—Si usted ya no tiene nada que ver con Nita, ¿Por qué ella ha estado frecuentando su empresa?

—No tengo ni la menor idea, pero yo no la he visto desde nuestra ruptura.

La conferencia duró alrededor de dos horas, la pelinegra estaba algo fastidiada de que la mayoría de las preguntas estuvieran relacionadas a Nita. ¿No le podían preguntar sobre su osita?

—Antes de dar por finalizada está conferencia quiero desmentir aquellos rumores dónde dicen que estoy comprometida con Nita o de qué engaño a mi actual pareja con ella. —Habló mientras sonría. —Amo mucho a mi pareja y jamás seré capaz de serle infiel.

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Becky tenía su cabeza recostada en su escritorio mientras veía su teléfono. Aún no recibía ninguna llamada de su Freenky o algún mensaje.

—¿Vas a seguir mirando tu teléfono? —Cuestionó Gemini.

—Es que... No nos hemos comunicado desde hace casi cuatro días, estoy preocupada. —Dijo mientras hacía un pequeño puchero.

—Sarocha te tiene muy malcria...—Se calló al ver las varias publicaciones de sus redes sociales.

—¿Qué sucede, Gemini? —Cuestionó mientras volteaba a ver a su amigo.

El chico apagó su teléfono y sonrió nervioso, no quería que su amiga se sintiera mal o empezará a sentirse insegura.

—No es nada. Solo tonterías que sube la gente. —Soltó una risita.

—Quiero ver. —Se acercó a su amigo.

—Que chismosa... No te voy a enseñar nada, mejor mándale un mensaje a tu sugar.

Becky miró mal a su amigo y después le quitó su teléfono, lo prendió y agradeció que su amigo no tuviera una contraseña.

—¡Hey, Becky! —Intentó quitarle su teléfono.

La castaña corrió por toda la habitación mientras reía, pero se detuvo cuando vio la pequeña nota que había sacado un noticiero.

"Sarocha Chankimha le es infiel a su actual pareja"

La fotografía de miniatura era de su novia con la modelo Nita.

—Bec...

—Eso es mentira, obviamente que es mentira. —Trató de sonreír, pero solo le salió una mueca, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Deja leo el artículo. —Le quitó el teléfono a su amiga y se metió al enlace para leer la nota. —Sarocha no te puede hacer eso, cada vez que te ve pone ojos de borrego a medio morir además siempre te trata muy bien... Estoy seguro que es una noticia falsa.

Gemini empezó a leer, pero Becky salió de su habitación corriendo.

—¡Becky! —Gritó tratando de detener a su amiga, sin embargo, ya era tarde. Su amiga ya se había ido. Regresó a la habitación por sus cosas para irse a su casa.

Escuchó el teléfono de Becky sonar, se fijó en la pantalla para ver quién era.

Freenky bonita ♡🐇

Agarró el teléfono para responder llamada entrante.

—Maldita idiota, cuando te vea te voy a golpear.

—Primero que nada, ¿Qué haces con el teléfono de MI OSITA? Segundo, ¿Por qué me quieres golpear?

—Cállate el hocico. ¿Por qué engañas a Becky?

—¿Qué yo que? Yo jamás engañaría a Becky.

—Solo te voy a creer porque creo que esa noticia es falsa. Una nota dice que tú le eres infiel a Becky con una tal Nita.

—Eso es falso, de hecho, acabo de salir de una conferencia dónde hablé sobre eso.

—Escucha. Becky se fue corriendo de su casa mientras lloraba, no sé dónde pueda estar.

—Voy a colgar, necesito buscar a Becky.

Sarocha terminó la llamada y Gemini dejó el teléfono en el escritorio.

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Becky llegó con la respiración agitada a la recepción, pidió que la dejaran entrar, pero lamentablemente le negaron la entrada. Estaba llorando mientras le pedía a la señora que lo dejara entrar. Necesitaba aclarar todo este malentendido.

En eso Charlotte iba entrando al edificio y pudo reconocer a la castaña, más bien ¿Como no reconocerla? Su amiga tenía una foto de ella en su cartera, en su escritorio y en su fondo de pantalla. Se acercó a la menor y puso su mano en su hombro mientras le sonreía a la señora.

—Ella viene conmigo, vamos Armstrong. Tenemos que resolver unos asuntos. —Jaló a la menor hasta el ascensor. —¿Por qué lloras?

—¿Dónde está Sarocha? —Sollozó.

—Salió... Regresará en varios minutos. —Respondió observando a la chica. —Es peligroso que la visites.

—Lo sé, pero esto es urgente. —Limpio sus lágrimas con la manga de su blusa.

—Ella no está, pero puedes hablar conmigo en mi oficina en lo que regresa.

—De casualidad... ¿Ella se fue con... Nita?

La mayor frunció su ceño.

—¿Qué te hace pensar eso? ¿Dudas del amor de mi amiga? —Las puertas del ascensor se abrieron. —Sígueme.

La castaña siguió a Charlotte mientras miraba todo a su alrededor. Entraron a una oficina, la amiga de Freen tomó siento al igual que la menor.

—Ahora sí, dime. ¿Qué te hace dudar del amor de Sarocha?

—Vi una nota donde decían que ella ha venido aquí a verla y ella la recibe personalmente... También que... El amor entre ellas nunca terminó. —Habló bajito.

—No dudes de ella y tampoco dudes de su amor. —Miró fijamente a la castaña. —Ella si ha venido varias veces aquí, pero Sarocha nunca la ha recibido, no soy quién para contarte su historia, pero lo que si te puedo decir es que Sarocha no es del tipo de personas que engañaría a su pareja.

—Lo sé, me lo ha demostrado, pero...

—¿Pero?

—Esa chica, no me da buena espina. —Dijo.

—A mí tampoco, pero créeme, no tienes nada de qué preocuparte. —Se levantó del asiento y fue a servir un vaso de agua para la menor. —No vuelvas a dudar del amor de Sarocha.

—No dudo de su amor solo que esa chica tiene algo que hace que tenga miedo y los noticieros no ayudan. —Hizo un mohín.

Charlotte le extendió el vaso de agua el cual Becky aceptó.

—Becky, confía en ella. Sarocha te va a proteger de todos y todo, no te preocupes. La traes loquita, es capaz de hacer cualquier cosa por tu bienestar.

Becky sonrió tiernamente mientras veía a la mayor, en eso la puerta fue abierta con brusquedad.

—¡Char, ayúdame a encontrar a Becky!

Sarocha se quedó quieta cuando vio a la castaña ahí sentada, sin dudarlo un poco se acercó a abrazar a la menor.

—Becca... Te extraño mucho, Gemini me contó. —Acarició el suave cabello de la menor. —No te estoy engañando ni nada por el estilo.

—Saro, tranquila. Te creo y no tienes nada que explicarme.

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—¿Mamá te dio esa foto? —Cuestionó viendo la fotografía que tenía Sarocha en su cartera.

—Sí. Te ves muy tierna en esa foto. —Depósito un pequeño beso en el cuello de la menor.

—Te amo mucho, Freenky. —Dijo.

—Yo igual, ¿Quieres algo de la cafetería? Te puedo comprar lo que quieras de la cafetería o solo toma dinero de mi cartera.

—No puedo hacer eso, además, no tengo hambre. —Habló depositando un pequeño beso en los labios de su novia.

Sarocha escucho como la panza de Becky hacía ruido, provocando un lindo sonrojo en las mejillas de la castaña.

—Vamos, no seas tímida. Te puedo comprar todo lo que se te antoje. —Se levantó del pequeño sofá y ayudo a su novia a pararse.

—Mamá dice que ya no me compres muchas cosas porque me estás convirtiendo en una malcriada caprichosa. —Abrazó a su novia.

—No importa, te seguiré amando mucho, además, tengo dinero suficiente para todos tus caprichos. —Sonrió tiernamente mientras tomaba por la cintura a Becky acercándola a su cuerpo.

—Dame muchos besitos, por favor.

—Todos los que quiera mi osita caprichosa.