Capitulo 33. Dan y Sonia (1º parte)
¡Sonia estaba besando a Will!
Jose parpadeó un par de veces y se frotó los ojos con fuerza, no, su mente no lo estaba engañando; ciertamente Sonia estaba besando al rubio ligón de Quevedo. Escuchó a Bel mascullar "Oh, dios mío" y vio como Matt se llevaba las manos a la cabeza al igual que Ann, Ren y Damien; allí las únicas que parecían divertidas eran Nora y Dafne.
"¿¡Qué?! ¿¡Cómo que Sonia y Will se están besando?!"
El grito de Triz por los altavoces retumbó por todo el instituto e hizo que los dos protagonistas dieran por finalizado el beso.¿Cómo narices se había enterado la peliblanca si ella no estaba allí?
―¿¡Qué cojones te crees que estás haciendo?! ¡Apártate de él ahora mismo!―gritó Dan con furia, el chico caminó con decisión hasta dónde estaba Sonia y de un empujón la apartó de Will que miraba la escena con media sonrisa.―¿¡Te volviste loca?! ¡No puedes besarlo, es el enemigo!
―Puedo hacer lo que me dé la gana, tú y yo no somos nada; tú mismo lo dijiste.―recordó Sonia a gritos luego volteó hacia Will y se acercó a él de nuevo.―Así que si quiero besarlo, lo haré.
Sentenció la pelirroja antes de volver a besar al rubio con pasión mientras a Dan se le descomponía la cara observando la escena. Una vez que ambos se separaron, Will pasó el brazo por la cintura de Sonia y miró hacia Dan con soberbia.
―Fogosa y salvaje, como era de esperarse de Sonia.―comentó Will pasándose la lengua por el labio, Dan apretó los puños con ira.
Jose lo miró con pena y un poco de admiración, si esa hubiese sido Nora en vez de Sonia él ya hubiese saltado sobre el rubito ligón y lo hubiera ahorcado con sus manos.
― Bueno, creo que ya te has divertido bastante.―indicó Damien haciendo girar el palo sobre su cabeza y mirando hacia Will, el rubio agitó el pelo haciendo suspirar a varias alumnas de las que estaban en las gradas.―Ahora conquistemos Góngora, ¡preparad las armas! ¡"Oye, oye" este es tu fin!
La primera fila de alumnos se agacharon y sirvieron de base de apoyo a los de las filas de atrás que tenían bazucas caseros, catapultas y tirachinas. Damien levantó el palo y los alumnos cargaron sus armas.
― Pero no puedo atacar el instituto de mi novia.―se quejó Will besando la mano de Sonia, la pelirroja asintió y Damien entrecerró los ojos.
― ¡Will no me toques las narices! ¿Ya olvidaste las pintadas tuyas en la fachada del instituto?―protestó Damien golpeando a Will con el palo en la cabeza mientras Dafne y Ann chocaban las manos y se reían; Will negó con la cabeza y le dio un rápido beso a Sonia en la boca mientras de reojo miraba hacia Dan.
Dan apretó los puños con fuerza antes de hacerle un placaje a Will y tirarlo al suelo sorprendiéndolos a todos. Sin embargo, antes de que los demás actuaran se escuchó un fuerte pitido tan molesto que todos se llevaron las manos a los oídos para bloquearlo. Jose con las orejas tapadas buscó el origen de ese sonido y se encontró en la puerta del instituto a un hombre vestido con uniforme militar con unas cuantas medallas en el pecho. El hombre debía de tener unos cuarenta y algo, llevaba el pelo al estilo militar y tenía una cicatriz adornándole la mejilla izquierda. Una vez que dejó de pitar se dirigió el centro del patio a paso firme.
―¡He tenido que salir de una reunión porque a mi hijo le ha dado por ir a conquistar otro instituto! ¡¿Te parece normal saltarte las clases para invadir Góngora?!―exclamó el hombre acercándose a Damien y señalándolo con el dedo; Jose parpadeó con confusión, ¿ese era el padre de Damien? Militar, tenía que ser militar, ¿qué no había otra profesión? Nooo, toda esta gente tenía que tener padres que les permitiesen el acceso a las armas.―¡Al suelo y treinta flexiones!
― Pero papá...―intentó protestar Damien pero su padre señaló el suelo y el pelirrojo a regañadientes tuvo que tirarse y comenzar a hacer flexiones.
―¡Pero nada! ¡Y te he dicho un millón de veces que te quites esas ridículas lentillas rojas, Damián!―bramó su padre haciendo que Dafne se riese en voz baja por lo que el pelirrojo le lanzó una mirada asesina; muchos de los alumnos de Quevedo comenzaron a esbozar sonrisas divertidas algo que no le gusto al militar.―¿Os parece divertido? Muy bien, 30 flexiones todos los alumnos de Quevedo, ¡vamos! Vais a aprender que la guerra no es un juego.
Jose tragó saliva con miedo; ahora mismo no sabía quién daba más miedo si ese hombre o el padre de Nora. Vio como los alumnos se miraban unos a otros con dudas pero poco a poco fueron tumbándose en el suelo e iniciaron las flexiones.
― Desde luego Damián, venir a conquistar el instituto de Nora y Dafne, seguro que se han llevado un susto de muerte al verte.―comentó el militar señalando hacia las dos hermanas, Dafne tiró el bate con rapidez y asintió con pena mientras Nora la miraba de reojo.
¡Espera! ¿¡Qué?! ¿Cómo es que ese hombre conocía a Nora y a Dafne?
― Si, fue horrible; nosotras estábamos en clase estudiando como buenas chicas y de repente llegó Damián y se puso a gritar que iba a tomar el instituto por la fuerza.―explicó Dafne con su mejor voz de víctima y llevándose la mano a la cabeza para hacerse la desvalida mientras Ann la abanicaba.
― ¡Que soy Damien, "Oye,oye"! ¡Y ya deja de hacerte la mujer desvalida, no te pega nada! ―criticó Damien a gritos mientras la aludida miraba hacia el padre de Damien y se hacía la víctima.
― ¿¡Niñas que hicisteis hoy!? ―preguntó Óscar Castillo apareciendo de la nada acompañado por tres hombres más, Jose identificó enseguida a uno de ellos como el hermano de Sonia (Fran); pero los otros dos eran desconocidos; uno era más bajo que Fran, pero muy corpulento y bastante rechoncho, tenía el pelo negro y un enorme bigote a juego (tenía cierto aire a Mario Bross) e iba vestido de blanco y portaba dos enormes cuchillos en las manos; el tercero era esbelto, rubio de ojos verdes y sonrisa deslumbrante con porte de caballero inglés.―¿También te llamaron a ti?
―Óscar, cuánto tiempo.―el padre de Damien se acercó al comisario y lo saludo con un apretón de manos y luego un abrazo; imposible...¿esos dos eran amigos?. ―No nos vemos desde navidad, ¿verdad?
Los dos adultos comenzaron a hablar olvidando por completo por qué estaban allí; Jose vio como el hombre que se parecía a Mario Bross caminaba hacia Sonia y ella se escondía rápidamente tras su hermano.
―¡Papá antes de que digas que estas cosas no pasaban en Sicilia, tengo novio! ―exclamó Sonia con felicidad, su padre y su hermano voltearon hacia Dan.
―¡Joder Dan, ya era hora!―exclamó Fran levantando el pulgar en señal de aprobación pero el chico negó con la cabeza.
― Papá, hermano os presento a mi novio, Will.―dijo Sonia caminando hasta Will y haciéndolo levantar para presentarlo, el hombre de pelo rubio caminó hasta Will y le dio una palmada en la espalda con felicidad.
― ¡Ese es mi hijo! ―aseguró el hombre con orgullo, Jose los miró a ambos... eran padre e hijo, los dos parecían modelos sacados de revistas. Observó como Fran abría la boca de par en par y el padre de Sonia caminaba con el cuchillo en la mano hacia Dan.
―¿¡Por qué Sonia está saliendo con un rubio que no conozco?!―espetó el padre de Sonia amenazando a Dan con los cuchillos.
―Los padres de Nora y Damien son amigos, ¿quién lo hubiera imaginado?―habló Evan captando su atención; Jose asintió, era sorprendente que con la rivalidad que tenían Dafne y Damien sus padre fuesen amigos.―¡Adoro este instituto, siempre pasan cosas inesperadas!
"El director dice que las clases han finalizado por hoy, que se va a su casa a tomarse un whisky doble que con tanta presión no puede vivir. Señor, recuerde que tiene hijos, ¿qué clase de imagen les está dando?"
"¡Triz! Deja de inventarte cosas."
"¡Yo no me invento nada! Y ya que estoy aquí, ¡Noticias! ¡Tatata-chan!"
"¡Trae eso!"
* * * *
Se pasó buena parte de la tarde rodando por la cama cuál croqueta mientras abajo su padre le tejía una bufanda con las indicaciones que su abuela le había dejado. Jose volvió a ponerse bocarriba y dejó caer el cojín con el que estaba jugando sobre su pecho. Joder, se había declarado a Nora ¿es que estaba mal de la cabeza? ¿por qué hizo eso? Nada más de pensarlo sentía como la sangre se le concentraba en la cara y sentía las manos sudar, bien, vale se había confesado... ¿y ahora qué? Obviamente ella no iba a llamar a la puerta de su casa y se iba a abalanzar sobre él diciéndole lo mucho que lo quería y que no podía vivir sin él.
Escuchó como tocaban el timbre de su casa y se sentó sobre la cama mientras abrazaba el cojín, no podía ser ella, ¿verdad? Sintió como su corazón latía con fuerza y miró la puerta con esperanza hasta que Evan abrió de golpe sin llamar. Jose se echó hacia atrás y suspiró con tristeza... que Nora se plantase en su casa para proclamar su amor por él era una completa locura.
―¿Y bien? ¿Cómo te fue con Nora?―preguntó Evan cerrando la puerta y sentándose en una de las sillas, Jose enarcó las cejas y miró a su amigo con enojo.
―Saluda por lo menos, ¿no?―dijo Jose intentando posponer el tema de Nora lo máximo posible.
―Hola, ¿qué tal te fue con Nora?―preguntó Evan con una sonrisa ladina, Jose rodó los ojos.
―Le pedí perdón yledijequemegusta.―contestó Jose de sopetón esperando que Evan no hubiese escuchado la última parte pero al ver como en su rostro se dibujaba una enorme y brillante sonrisa supo que estaba perdido.
―Eso explica porque cuando te miraba de reojo se ponía roja.―contó Evan con diversión, Jose miró con vergüenza hacia la ventana pero al sentir la mirada fija de su amigo sobre él volteó hacia Evan que lo miraba con ojos brillantes.
― ¿Qué?―preguntó de mal humor
―¿Qué te dijo?
―Nada, llegó Dafne y tuvo que irse corriendo para que Sonia no matase a Dan.―contestó de mala gana, Evan asintió y pasó los brazos por detrás de su cuello mientras lo observaba con diversión.―¿Y ahora qué?
―¿Ya empezaste a ahorrar? Porque está clarísimo que vas a perder.―contestó Evan con descaro, Jose frunció el ceño.
―¿Y cómo sabes que el declararme no era parte de un ingenioso plan con el que conseguiría que ella se enamorase de mí?―dijo Jose intentando parecer seguro.
―¿Lo era?―inquirió Evan levantando las cejas.
―No...―masculló Jose entre dientes provocando una fuerte carcajada en Evan.
―Claro que no, de hecho estoy casi convencido que empezasteis a discutir y lo soltaste sin pensar, porque eres un impulsivo sin remedio.―habló Evan mirándolo fijamente para ver su reacción por lo que Jose intentó mantenerse neutro para que su mejor amigo no supiese que tenía razón.―¿Fue así, verdad?
― No.―masculló con vergüenza por segunda vez pero Evan rodó los ojos.
―Dios Jose, ¿es que no puedes estar con Nora ni cinco minutos sin acabar gritándole? Así no vas a conquistarla; por no mencionar tu reticencia a admitir que la quieres, cuanto antes lo reconozcas mejor para todos, incluido mi bolsillo.―dijo Evan en tono serio apartando las manos de su cuello y mirándolo fijamente.―Venga, reconoce que estás enamorado de ella para que pueda decir: "te lo dije".
― No lo estoy enamorado de ella.―negó Jose con vehemencia haciendo que Evan hiciese una mueca.―Y qué sepas que todavía no he perdido la apuesta, puede que me guste un poquito... ¡pero no estoy enamorado de ella!
―Ya, claro... lo que tú digas.―contestó Evan con sarcasmo poniendo los ojos en blanco pero enseguida sonrió de forma perversa. ―Me alegro que sólo te guste un poquito, así Matt tiene todo el camino libre... ellos dos hacen una pareja tan adorable. ¿Crees que a lo mejor sean novios en secreto?
―¡Que no son novios! Y ella no va a enrollarse con el idiota ese, no pienso dejar que eso pase y si tengo que...―pero se calló de pronto al darse cuenta de que había caído como un idiota en la trampa de su supuesto mejor amigo.
―Pero ella sólo te gusta un poquito, ¿cierto?―aseguró Evan con sorna, Jose chasqueó la lengua con irritación antes de tumbarse indignado en la cama y darle la espalda al pelinegro.
― ¡Déjame en paz! ―murmuró Jose a regañadientes, escuchó a Evan reírse y él entrecerró los ojos con enfado.
― ¡Jose mira! Ya hice la mitad de la bufanda.―exclamó su padre abriendo la puerta con media bufanda de lana tejida, Jose sonrió con desgana y su padre se la puso por el cuello para ver cómo le quedaba.―Este color te favorece, ¿no crees?
― ¿Ahora está haciendo bufandas?―se interesó Evan, su padre asintió con orgullo y Jose rodó los ojos.
―Cuando acabe con la de Jose puedo hacerte una a ti, ¿qué te parece?―propuso su padre, Evan asintió con felicidad y ambos chocaron las manos antes de que su padre se marchase al salón.
¡Joder! Lo que tenía que soportar.
* * * *
―No me lo puedo creer, es que no me lo puedo creer... ¡Sonia y William! Si es que aún sigo sin creérmelo, ¡Sonia y Will! ¿Qué crees que pasó después de que nos fuéramos? Vi como Sonia se iba agarrada a Will mientras Dan fruncía el ceño, ¿crees que se hicieron novios? Dios, espero que no; más le vale a Dan pelear por Sonia, ¡no llevó todos estos años esperando para que ahora Sonia acabé con Will y no con Dan! Ayer llamé a Triz y estuve como tres horas hablando con ella, estaba igual de indignada que yo porque me dijo que Dan se había encerrado en su casa y ni quería ver a Matt y eso que es su mejor amigo...―habló Bel atropelladamente, Jose había llegado quince minutos antes a clase y en maldita la hora. Bel se había acercado a él y no había parado de parlotear sobre Dan, Sonia y Will. Afortunadamente Evan llegó y saludó a su parlanchina novia con un beso haciéndola callar de una vez.
― ¿De qué habláis?―preguntó Evan sentándose a su lado, Jose se encogió de hombros y dejó que Bel hablase.
―De que Dan debería pelear por Sonia, si él no le hubiera dicho que ellos no eran nada Sonia no hubiera besado a Will, así que ahora Dan debe arreglarlo todo y luchar por su amor, ¿a qué tú no te rendirías y pelearías por Nora?―preguntó Bel a Jose que enseguida comenzó a toser con incomodidad.
¿Por qué le preguntaba a él por Nora?
―¿Por qué iba a pelear yo por Nora?―preguntó mirando de reojo hacia Evan que sonreía divertido.
― ¿Es que no es obvio? Todos nos hemos dado cuenta de cómo miras a Nora, está claro que ella...―pero Bel fue interrumpida por Dafne que entró a la clase y golpeó su mesa con un bate de béisbol.
―Oye, oye... ¿tu padre es el de las galletas, verdad?.―preguntó Dafne, Jose asintió lentamente y la morena sonrió con maldad antes de acercarse a él.―Mañana quiero una caja de galletas y veinte euros, o si no le cuento a todos que trataste de besar a mi hermana por la fuerza y que sepas que desde que nos enteramos que por tu culpa es claustrofóbica Matt está esperando una metedura de pata tuya para golpearte.
¿Estaba siendo chantajeado por una chiquilla de 15 años? Vio de reojo como Dafne se miraba las uñas hasta que se cansó de esperar por su respuesta, miró de reojo hacia Evan y Bel y vio que ambos lo miraban con curiosidad, joder, si Evan se enteraba de que encima de declararse casi la había besado no pararía de decirle que estaba locamente enamorado de ella, y no lo estaba.
―De acuerdo.―dijo con cierto temor al ver la mirada de la chica.
Sí, oficialmente estaba siendo chantajeado.
―Dafne, ¿qué te trae por aquí?―preguntó Matt acompañado de Dan
―Quiero ver la cara de Dan cuando vea a Sonia.―indicó la morena con maldad haciendo que Dan mirase hacia los lados buscando a la pelirroja como loco pero al no encontrarla bufó y se apoyó sobre la pared como alma en pena.
― ¿A qué te refieres?―preguntó Matt a Dafne.
― ¡Buenos días!―saludó Sonia, Jose giró hacia la pelirroja y lo que vio lo dejó boquiabierto.
Sonia vestía un vestido verde de tirantes y con encajes que le llegaba por la rodilla por lo que enseñaba sus piernas que acababan en unas bonitas sandalias beige con un poco de tacón, además llevaba el pelo suelto y ondulado perfectamente. Sonia era... era guapa, muy guapa. Joder, ¿de verdad esa era Sonia? No parecía ella para nada, por dios si parecía una chica, y vaya chica. Tras ella entraron Ann y Nora que se colocó al lado de Matt.
―¿¡Qué haces así vestida?! ―gritó Dan señalándola, ella agitó el pelo como si estuviera en un anuncio de champú y entró a la clase con elegancia.
―Es que después de clase he quedado con mi novio, porque tengo novio aunque algunas personas pensasen que eso era imposible; lo conseguí y es un novio guapísimo.―declaró la pelirroja con orgullo dando una vuelta sobre sí misma para que el vestido se levantase un poco y dejase ver un poco más de piernas.
―Estás horrorosa, pareces un travesti.―indicó Dan señalándola de arriba abajo, Sonia lejos de golpearlo sonrió con maldad.
―Si no te gusta, no me mires y para tu información la única opinión que me importa es la de Will, mi novio.―contestó Sonia haciendo hincapié en las últimas tres palabras, Dan la fulminó con la mirada y Sonia se puso a tararear una canción mientras caminaba a su sitio dando saltitos de felicidad.
Jose vio como la mirada de Dan se ensombrecía y le pegaba una patada a una mesa antes de abandonar la clase. Sintió lastima por él, se notaba demasiado que se moría de celos pero si quería que las cosas cambiaran con Sonia no debía seguir tratándola así. Miró hacia Nora y vio como Matt la abrazaba mientras lo miraba de reojo, Jose chasqueó la lengua... ¡ese maldito rubio como lo odiaba!
―¡No puedes salir con Will!―gritó Dan sorprendiéndolos a todos al entrar de nuevo en la clase, Sonia sentada en su silla se cruzó de brazos y levantó la mirada.
—¿Y por qué no?―curioseó la pelirroja intentando sonar lo más despreocupadamente posible.
―Porque es uno de los líderes de Quevedo, ¡es nuestro enemigo! ―contestó Dan haciendo que Matt y Nora negaran con la cabeza.
―Pues nuestro enemigo besa muy pero que muy bien.―afirmó Sonia haciendo que Dan apretase los puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos.―¿Me pregunto cómo se le darán el resto de cosas?
―¡Ah no! ¡Eso si que no! ¡Tú no vas a hacer nada con ese tipejo!―gritó Dan golpeando la mesa de Sonia con las manos y mirando a la pelirroja con ira, ella bostezó y se colocó un par de mechones de pelo tras la oreja.―¡Sonia, ¿me escuchaste?! ¡No vas a hacer nada con él!
―Escuchamos que Sonia está buena, ¿es verdad?―preguntaron varios alumnos arremolinándose en la puerta, Dan volteó hacia ellos y el grupo de estudiantes huyó despavorido entre las risas de Dafne y Ann.
―¡Cámbiate de ropa ahora mismo!―ordenó Dan, Sonia negó con la cabeza y se puso a juguetear con el pelo; al ver que no le hacía caso Dan señaló hacia su pecho.―¿Te pusiste papel higiénico para aparentar tener más? Porque todos sabemos que eres lisa como una tabla de planchar, pulga.
― ¡Te mato!―exclamó Sonia perdiendo la paciencia y poniéndose en pie de golpe para empujar la mesa contra Dan, el chico se puso a dar vueltas por la clase hasta que le arrebató un refresco a uno de sus compañeros y se lo roció por encima del vestido a Sonia; la pelirroja le lanzó una mirada asesina antes de tomar una silla y lanzarla contra Dan que la esquivó por los pelos, luego se tiró sobre él y lo hizo caer al suelo donde comenzó a golpearlo.―¡Manchaste mi vestido!
―Chicos, un poco de ayuda por aquí no me vendría mal.―pidió Dan por lo que rápidamente Dafne y Ann apartaron a Sonia de Dan.
―¡Soltadme! ¡Voy a matar a ese desgraciado!―reclamó Sonia peleando con ambas chicas logrando casi escaparse, por suerte la sujetaron bien y la obligaron a salir de la clase.
―Nora, ¿por qué la dejaste salir así vestida?―se quejó Dan señalando a la morena para luego dejarse caer como un peso muerto sobre las mesas de Sonia y Nora.
―Pero sí se ve muy bien.―contestó Nora ganándose una mirada asesina de Dan y haciendo reír a Matt.
―Matt, ¿qué tal me sienta este?―preguntó Sonia entrando en la clase con un vestido palabra de honor de color beige que le llegaba por encima de la rodilla, era un vestido muy bonito apretado hasta la cintura y luego suelto; Dan se levantó de encima de las mesas como si tuviera un resorte y miró hacia la pelirroja que en esos momentos daba una vuelta sobre sí misma.―¡Seguro que a Will le encantará! ¡Nora échame una foto y se la enviamos!
―¿¡Y ese vestido de dónde lo has sacado?! ―exclamó Dan poniéndose en pie y caminando hacia la pelirroja que posaba mientras Nora le hacía una foto con el móvil.
―Mi madre estaba tan feliz de que tuviese novio que me compró un montón de vestidos y lencería muy muy sexy.―dijo Sonia con ojos brillantes mientras Dan abría la boca con horror y se ponía a farfullar cosas inentendibles hasta que el móvil de Nora pitó; Sonia se acercó a la morena y se puso a revolotear con felicidad a su alrededor.―¿Qué dice mi novio? ¡Novio, novio... ays no me canso de decirlo!
Todos miraron hacia Nora y notaron como ésta se sonrojaba por lo que Matt le arrebató el móvil y sonrió con maldad antes de leer.
―Este Will... lo siento Sonia pero no puedo reproducir en voz alta lo que Will dice que va a hacerte. Mejor lo lees tú misma.―dijo Matt tendiéndole el móvil a Sonia pero Dan lo interceptó y se puso a leer el mensaje, Jose vio como la cara del chico se iba descomponiendo a medida que leía.
―¡Lo mato! ¡Yo lo mato!―gritó Dan estrujando el teléfono mientras Sonia tomaba el vestido entre sus manos y se ponía a moverlo con felicidad.―¡¿Y tú quieres cambiarte de una vez!? ¡Estas fea, ese vestido te sienta fatal, da miedo verte! ¡Por tu culpa tendré pesadillas esta noche!
―Si...todos sabemos el tipo de "pesadillas" que vas a tener.―comentó Matt con diversión mirando hacia Nora que se sonrojó a más no poder y le dio un golpecito en el hombro al rubio que comenzó a reírse.
―Dan, Matt a vuestra clase.―saludó la profesora de lengua entrando pero al ver a Sonia se detuvo y la examinó con admiración.―¡Te ves increíble Sonia!
―¡No le diga mentiras, y debería echarle la bronca por venir con esta pinta al instituto! ¿¡Qué clase de profesora es usted?!―protestó Dan con desesperación, la profesora puso los ojos en blanco y caminó hasta su mesa dónde depositó sus cosas.―¡Dígale que se cambie pero ya!
―¿Por qué? Está muy guapa, ¿Will va a venir a buscarte?―Sonia asintió con felicidad y la profesora le sonrió.―Que buen novio es Will, ¿verdad?.
―¿Por qué me mira a mí?―protestó Dan
―Pensé que a lo mejor tenías algo que decir sobre la relación de Sonia con Will.―indicó la profesora.
―¡Ya le dije todo lo que pensaba! ¡Le dije que no puede salir con el enemigo pero no quiere escucharme!―exclamó Dan haciendo que la profesora suspirase decepcionada.
―¿Y alguna otra razón por la que Sonia y Will no deban ser novios?―inquirió la profesora con voz paciente, Matt miró a Nora con asombro y la morena le asintió.
―Creo que ya le voy cogiendo el punto.―susurró Matt a Nora por lo que Jose frunció el ceño, ¿por qué tenía que acercarse siempre tanto a ella?
― ¡¿Le parece poco que sean de institutos rivales?! ¡Ya ve lo que le pasó a Romeo y Julieta! ¡Muertos, todos muertos!―continuó Dan haciendo que buena parte de la clase rodase los ojos.
―¡Eres un idiota Daniel!―declaró Sonia cruzándose de brazos con enfado y la cara roja, la pelirroja se fue a sentar no sin antes golpear una silla por el camino.―Ojalá venga Will cuanto antes, no puedo esperar a verlo.
La voz de Sonia sonó fría pero sobretodo dolida, como si hubiera estado esperando que pasase algo en concreto y eso no hubiera sucedido.
―Bueno, tengo que reconocer que Sonia y Will son una pareja un tanto peculiar, pero todos sabéis que mi pareja favorita son Nora y Matt.―declaró la profesora guiñándole el ojo a Dan pero el chico la ignoró ya que estaba demasiado metido en sus pensamientos pero Jose sí que lo escuchó y sintió como ardía de coraje.
― ¡Matt y Nora no son novios!―gritó Jose poniéndose en pie por lo que todos los presentes lo miraron con sonrisitas divertidas, todos menos Matt que rodaba los ojos y Nora que estaba tan roja que podría ser confundida con un semáforo.
― Interesante.―masculló la profesora mirándolo fijamente por lo que Jose tragó saliva y se sentó avergonzado mientras Evan le daba palmaditas en el hombro sin ocultar su diversión.
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