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Capitulo 14. Un acto heroico.

Llegó al instituto y depositó la mochila sobre la mesa para luego sentarse, por primera vez en lo que llevaba de curso Evan estaba sentado en su sitio y no hablando con Bel, aunque el motivo de tal suceso era que la chica se encontraba al final de la clase conversando animadamente con Iván. 

 —¡Buenos días!―saludó Helena acercándose a ellos y dándole dos besos a cada uno a modo de saludo. ―¿Qué tal estás Jose?

—Bien, ¿y tú? ―preguntó él con amabilidad, ella sonrió feliz y se llevó las manos al pelo; Evan se apoyó sobre su mano y los observó con interés.

—Genial.―contestó la rubia para luego irse a sentar nada más ver a la profesora entrar. ―Nos vemos luego.

La profesora los mandó sentar a todos golpeando el libro sobre la mesa, examinó la clase y se puso a escribir la fecha en la pizarra, cuando acabó sacudió las manos y cogió el libro de la mesa. Les indicó que fueran a la página treinta y dos; y mandó a Bel a leer en voz alta.

Sin embargo, la lectura de la pelinegra fue interrumpida por un fuerte ruido fuera de la clase seguido de un millón de insultos a cada cual más obsceno; Sonia acababa de llegar.

—¡Que te den, cariño! ―exclamó Sonia abriendo la puerta y entrando a la clase mientras enseñaba el dedo corazón al que todos supusieron que sería Dan, la pelirroja caminó hasta su sitio y se sentó enfadada.

—Sonia estábamos en clase. ―indicó la profesora a modo de regañina, la pelirroja asintió y sacó sus cosas sobre la mesa mientras seguía profiriendo insultos.

— ¡Buenos días profe! ―saludó Matt alegremente escoltando a Nora hasta la puerta, a su lado también estaba Dan que le mandaba besos a Sonia.

—¡Nos vemos después mi amor! ―se despidió Dan provocando que Nora y Matt se llevasen las manos a la cabeza y que Sonia le lanzase el estuche, el chico atrapó el estuche al vuelo y se lo entregó a Nora que caminaba avergonzada hacia su sitio.

Llevaban así toda la semana; gritos, insultos, golpes y más insultos. Al parecer Dan era masoquista o le tenía poco aprecio a su vida, porque le encantaba ir a incordiar a Sonia; por suerte la semana estaba llegando a su fin y no tendría que volver a verlos hasta el lunes. Los dos chicos se despidieron y cerraron la puerta permitiendo que la profesora pudiese seguir con las clases.

Miró de reojo hacia Nora, no había vuelto a hablar con ella desde que tuvo la pequeña discusión con Matt pero claro la morena pasaba la mayor parte del tiempo tratando de evitar que Sonia le arrancase la cabeza de un bocado a Dan. Y a eso había que añadir que el rubio se había vuelto más sobreprotector que nunca, revoloteaba alrededor de ella y le lanzaba miradas asesinas cada vez que lo veía (aunque según Evan eso eran imaginaciones suyas). 

 El sonido del timbre lo sacó de sus pensamientos y vio como sus amigos recogían sus cosas, él hizo lo mismo y los siguió al patio. Siguió a Bel, Cris y Evan iban los primeros hablando sobre lo que iban a hacer el fin de semana, detrás de ellos iban Sonia farfullando métodos para torturar a Dan, y Nora que jugaba a la nintendo ds; miró a los lados en busca de Matt, al no verlo aceleró el paso, sin embargo Helena le dio un golpecito en el hombro captando su atención.

—¿Qué vas a hacer mañana? ―le preguntó la rubia con las mejillas levemente sonrosadas, él la miro y siguió caminando.

—No sé. ―respondió él acariciándose la nuca

—Pues si no tienes nada que hacer, podríamos ir al cine.―propuso Helena, Jose la miró sorprendido, ¿le estaba pidiendo una cita? Agitó la cabeza descartando esa idea, era imposible que Helena le estuviese proponiendo una cita.

—Si, ¿por qué no? ―contestó finalmente sacando su bocadillo de la mochila, volteó hacia Evan que hablaba con Bel. ―¿Os venís mañana al cine?

—Claro que sí. ―contestó rápidamente Bel. ―Hace tanto tiempo que no voy al cine, por lo menos desde el verano; creo que la última película que vi fue la de Linterna Verde, ¿te acuerdas Nora? Anda que no era mala la dichosa película, creo que desde entonces no hemos vuelto a pisar un cine, ¿os importa que invite a Iván? El pobre no tiene muchos amigos, es muy majo pero un poco tímido.

Jose frunció el ceño, no le hacía ninguna gracia que fuese Iván, le caía mal y aún no descifraba exactamente qué era lo que le daba mala espina de ese chico; sin embargo no fue él el que habló.

—No creo que debas juntarte más con Iván.―opinó Nora sin apartar la mirada de la nintendo, Jose la observó sorprendido, ¿puede ser que ella haya descubierto algo?.

—¿Por qué lo dices? No lo conoces, no has hablado con él ni una sola vez.―puntualizó Helena, Nora cerró la nintendo y miró hacia sus dos amigas; parecía algo preocupada pero se mantuvo firme.

—Tiene algo, no puedo explicarlo pero no me gusta y creo que es mejor que os mantengáis alejadas de él. ―explicó la morena, Helena la miró incrédula y se cruzó de brazos, Bel parecía un poco más contrariada.

No le gustaba admitirlo pero estaba de acuerdo con ella, Iván no le gustaba.

—¿Eso es todo lo que tienes en contra de él? ¿Una corazonada? ―preguntó Helena con desconfianza, Nora asintió y se puso en pie. Bel miró a Helena y luego a Nora, al parecer no sabía a cuál de las dos darle la razón. ―No vamos a dejarle de lado sólo porque tenga algo que no te gusta, eres demasiado desconfiada.

¿Por qué era tan brusca con Nora? Ella sólo se preocupaba por Bel, no estaba mal que les dijese que no se fiaba de Iván.

—Lo siento Nora, pero Helena tiene razón. Iván es un buen tipo, si lo conocieras te caería bien. ―expresó Bel mirando con tristeza a Nora, la morena se encogió de hombros como si no le importase.

— Yo ya os avisé. ―murmuró Nora comenzando a caminar, Jose la vio alejarse poco a poco y sin saber cómo ni por qué acabó corriendo tras ella hasta que la alcanzó y la agarró del brazo para obligarla a darse la vuelta, ella se sorprendió y se dispuso a golpearlo con la nintendo pero él le agarró la muñeca para detenerla.

Debía admitir que sus reflejos estaban mejorando considerablemente, ya iban dos veces seguidas que la detenía justo antes de que lo golpease. 

—Suéltame. ―ordenó Nora, Jose le soltó ambas manos y luego suspiró; hablar con ella era siempre tan difícil. ―¿Qué quieres?

—No seas tan borde. ―dijo Jose rascándose la nuca y alborotándose el pelo desquiciado. ―Creo que tienes razón, Iván tiene algo raro; no sé qué es ni cómo explicarlo pero no me fio de él.

—Entonces vigilalo mañana.

—¿No vienes al cine con nosotros?―preguntó Jose, ¿por qué había sonado un tanto decepcionado? Se aclaró la garganta y tosió con fuerza.

—No, tengo cosas que hacer. ―contestó Nora secamente, la muchacha se dio la vuelta dispuesta a marcharse pero él la detuvo de nuevo sujetándola del brazo. ―¿Y ahora qué quieres?

— ¡Dios por qué eres tan borde! ―exclamó Jose, intentaba ser simpático con ella de verdad que lo intentaba pero era tan terca, reservada y borde que le daban ganas de estrangularla. ―¡Sólo trato de ser agradable contigo! No creo que vayas a morirte por ser un poco más simpática.

Nora entrecerró los ojos molesta y comenzó a mover el brazo con brusquedad para librarse de él, suspiró irritado y apretó la mano alrededor de su brazo. Tiró de Nora para tratar de llevársela lejos de allí, sin embargo ella se detuvo en seco.

—Como no me sueltes gritaré.―amenazó Nora, Jose paró y se dio la vuelta para encararla; si gritaba estaba perdido, todo el instituto se lanzaría sobre él.

La morena abrió la boca pero antes de que pudiese emitir algún sonido le tapó la boca con la mano acercándose a ella y juntando sus frentes.

—Está bien, tú ganas.―murmuró Jose a regañadientes soltándole el brazo y apartando lentamente la mano de su boca y retirándose hacia atrás; Nora le pegó con la nintendo en el brazo. ―¡Ay! ¡¿A qué ha venido eso?!

—Quiero que me dejes en paz.―dijo ella con voz contundente guardando la nintendo ds dentro del bolso, él se frotó el brazo dolorido y la fulminó con la mirada.

—¿Te has planteado que si me dijeras que te hice te dejaría en paz? ―preguntó Jose con voz desafiante, ella se cruzó de brazos y lo miró con superioridad. ―Pero aquí doña perfecta sólo sabe decir: "Descúbrelo por ti mismo" ¿Qué coño significa eso? Llevo dos meses dándole vueltas, ¡dos meses! ¿Y sabes que he descubierto? ¡Nada!

—¡Nora! ―ambos se giraron buscando al dueño de la voz, Matt la saludaba mientras caminaba hacia ellos acompañado de Dan―¿Te vienes a jugar al WoW? Necesito que nos consigas un par de pociones.

Jose bufó molesto, no sabía cómo lo hacía pero el rubio siempre los interrumpía, ¿acaso los espiaba?. Nora levantó la mano para saludarlo y sonrío.

— ¡Ya voy! ―gritó Nora agitando la mano de un lado a otro, la muchacha se dio la vuelta y comenzó a caminar dejando a un Jose enojado y apretando los puños.

—¡Cuidado! ―exclamaron varios alumnos, Jose vio como la pelota de baloncesto se dirigía hacia Nora que ajena a eso seguía caminando como si nada.

—¡Nora! ―gritó llamando su atención, la morena se dio la vuelta justo cuando él se abalanzaba sobre ella cayendo ambos sobre la grada y evitando por los pelos que la pelota los golpease.

Todo había sucedido tan rápido que no tuvo tiempo de pensar, sólo sabía que antes de darse cuenta se estaba lanzando sobre ella para evitar que fuese golpeada; Jose miró a Nora a la que estaba abrazando, la joven estaba tumbada de medio lado al igual que él y tenía los ojos cerrados aunque poco a poco fue abriéndolos.

—¿Estás bien? ―preguntó Jose en un susurró, ella lo observó confusa para luego ponerse a mirar a su alrededor, seguramente intentaba buscar una explicación a su situación actual. Los ojos de la morena brillaron y Jose supo que ya recordaba que había pasado, apartó la mano que tenía sobre su cintura y le apartó un mechón de pelo de la cara, quería ver su cara al reconocer que acababa de evitar que se llevase un pelotazo pero ella no dijo nada. ―Acabo de salvarte la vida, al menos podrías darme las gracias.

—No exageres.―murmuró la morena levantando la cabeza de encima de su brazo y sentándose en la grada; suspiró irritado y se puso en pie.

Miró a su alrededor y vio como todas las miradas se centraban en ellos dos, se rascó la nuca nervioso. 

—¡Eso ha sido increíble! ―exclamó uno de los jóvenes que estaba jugando al baloncesto, a continuación empezaron a vitorearlo y a aplaudirle.

Sintió como le daban una fuerte palmada en la espalda y se dio la vuelta para encontrarse a Evan con el pulgar en alto y dándole la enhorabuena por su hazaña al igual que Helena y Bel; ambas chicas no paraban de felicitarlo y decirle que había sido toda una proeza.

—¡Tienes un reflejos increíbles! ―aplaudía Helena

—Sí, bueno... no ha sido para tanto. ―respondió nervioso, no estaba acostumbrado a ser el centro de atención, al menos no en ese instituto.

—¿Qué no ha sido para tanto? La pelota iba hacia Nora y tú de repente te lanzaste sobre ella para protegerla, sin dudarlo ni un solo segundo. Con lo mal que os lleváis por un instante pensé que dejarías que la golpeará pero no, te portaste como todo un héroe. ―dijo Bel abrazándolo eufóricamente para luego soltarlo y ponerse a gritar con orgullo que él era su amigo. ―¡Ha sido como ver una película en directo!

—Eres todo un héroe―le dijo Helena con voz coqueta.

—Cualquiera hubiera hecho lo mismo.―contestó Jose feliz, la rubia no pareció muy satisfecha con la respuesta pero le dio un abrazo; una vez que se separó de ella miró de reojo hacia Nora que seguía sentada y mirándolo con interés.

Jose se dispuso a agacharse para preguntarle de nuevo cómo estaba pero antes de que pudiese hacer algo la morena dejó de mirarlo y centró su atención en Sonia que se había puesto a golpear a los que habían lanzado la pelota hacia ellos. Además, Matt y Dan llegaron corriendo.

—¿Estás bien? ―preguntó el rubio con preocupación, Nora asintió y sacó la nintendo ds del bolso.

— Creo que rompí tu nintendo. ―contestó Nora entregándole la nintendo a Matt, el rubio sonrió y la cogió, intentó encenderla pero como ella había dicho, estaba rota.

—No te preocupes, la podemos arreglar en una tarde. ―dijo Dan revolviéndole el pelo como si fuese una niña pequeña, Matt a su lado se cruzó de brazos y los dos se quedaron mirando hacia ella hasta que Sonia llegó y se apoyó sobre el hombro de Matt.

—Caíste sobre el bolso, ¿cómo está tu pierna? ―se interesó la pelirroja.

Nora miró hacia el suelo avergonzada.

— ¡Nora! Cuando te pregunto cómo estás es para que me digas si te hiciste daño, no para que me digas que rompiste la nintendo.―regañó Matt dándole un capirote en la frente, ella lanzó un pequeño quejido antes de acariciarse el lugar dónde Matt le había dado; Sonia y Dan se lanzaron miradas cómplices antes de comenzar a reírse. ―Siempre igual.

—Por cierto Jose, estuvo guay el placaje que le hiciste.―felicitó Sonia dándole una fuerte palmada en la espalda que le cortó la respiración durante una milésima de segundo. ―Un poco exagerado, pero moló.

Jose asintió pero no apartó la mirada de Nora, él también le había preguntado cómo estaba, ¿por qué no le dijo que se había hecho daño? 

—Al final te vas a hacer famoso.―dijo Cris a modo de saludo, Jose se encogió de hombros y vio como Evan se ponía a contarle a Cris su heroico acto.

—No exageres, no fue para tanto. ―cortó Jose al escuchar a Evan decir que sus reflejos habían sido más rápidos que la velocidad de la luz.

— Y mientras caía con Nora entre sus brazos golpeó la pelota con el pie para desviarla y lanzarla al espacio sideral.―añadió Bel, Jose puso los ojos en blanco y se masajeó la sien; empezaba a entender porqué esos dos se llevaban tan bien, eran los dos unos cuentistas exageradores.

—¡No! ―el gritó de Nora lo sacó de sus pensamientos e hizo callar a Bel y Evan que al igual que él miraron hacia Matt y vieron como el rubio la había cogido entre sus brazos y la levantaba del suelo; Nora se sonrojó y comenzó a moverse. ―¡Bájame!

—Déjame que lo piense...¡No! Nos vamos a la enfermería. ―contestó Matt caminando hacia el instituto.

—¡Sonia dile que me baje! ―exclamó la morena levantando la mano hacia dónde estaba la pelirroja.

—Te recuerdo que ganamos el partido.―habló Dan echándole así un cable a la morena que sonrió victoriosa mientras Matt fulminaba a su amigo. Sonia por su parte le pegó un codazo en las costillas mientras le murmuraba "chivato".

—¡Matt bájame, es un orden!―el rubio se detuvo inmediatamente y depositó a Nora con cuidado en el suelo. ―Y te prohíbo que te vengues de Dan por recordármelo.

—Pues súbete en mi espalda, pero tienes que ir a la enfermería.―dijo Matt en tono serio, ella se negó y a paso lento caminó hacia dónde estaban Sonia y Dan.

Tenías que fijarte muy bien para darte cuenta de que cojeaba ligeramente de la pierna derecha. Odiaba reconocerlo pero Matt tenía razón, Nora debía ir a la enfermería a que le echasen un vistazo a su pierna, ¡estúpida chica! ¿Por qué no le dijo que le había hecho daño?

Jose dio un paso al frente, si hacía falta la llevaba él mismo a que la examinaran, sin embargo Evan lo detuvo con la mano. ¿Por qué lo detenía? ¿es que no se daba cuenta de Nora debía ir a la enfermería sí o sí? Pero rápidamente supo porque Evan lo paró, Dan se había agachado delante de Nora para que ella sin tener que hacer esfuerzos se pudiese subir en su espalda. Una vez que ella estuvo bien sujeta el chico se puso en pie y comenzó a caminar hacia el instituto seguido de Sonia y Matt.

—Me obligas a bajarte para poder subirte sobre Dan, eres una traidora. ―comentó Matt haciéndose la victima mientras Sonia le daba palmaditas en la espalda para consolarlo. ―Mira incluso se sonroja con él, ¡la he perdido!

—Tranquilo Matt, siempre me tendrás a mí. ―consoló Sonia, Dan se dio la vuelta y los encaró por lo que Nora se agarró con fuerza a su cuello.

—Matt como tú mejor amigo, te digo que puedes aspirar a alguien mejor que Sonia.―comentó Dan, Sonia apretó los puños enfadada pero no hizo nada. ―Una chica tan poco femenina y tan plana no es apropiada para ti.

—¡Rápido baja! ―exclamó Matt a Nora, la morena se soltó rápidamente del cuello de Dan y se dejó caer en el suelo justo en el momento en que Sonia golpeaba a Dan en el estómago, el muchacho cayó de rodillas al suelo con la mano sobre la barriga. ―¿Te llevo?

Nora asintió y se subió sobre la espalda de Matt antes de que Dan profiriera insultos hacia Sonia y ambos saliesen corriendo.

— Lo de Sonia y Dan empieza a ser desesperante, no paran ni un minuto. ―opinó Helena viendo como la pelirroja le quitaba una raqueta de tenis a otro alumno y con ella en la mano perseguía a Dan. ―Cada año van a peor.

—Por cierto, ¿te vienes mañana al cine? ―le preguntó Bel a su amigo, Cris la miró sorprendido durante un par de segundos antes de asentir. ―¡Genial!

El sonido del timbre les indicó que debían volver a clase, por lo que dejaron de discutir sobre la película que verían al día siguiente y caminaron hacia la clase. Tomó asiento y esperó a que el profesor llegase; vio como Sonia entraba a la clase cruzada de brazos y murmurando insultos, miró hacia la puerta esperando a que Nora llegase pero la morena no apareció hasta unos diez minutos después acompañada de Triz.

La peliblanca intentó hacerle una entrevista aludiendo que era una reportera en busca de la verdad, por suerte para él Nora le dio un coscorrón y la echó de clase. Sin embargo la peliblanca regresó al acabar las clases y lo arrinconó en una esquina bombardeándolo a preguntas hasta que Dan y Sonia comenzaron a gritarse, captando así la atención de Triz que tras murmurar algo parecido a "encerrarlos habitación acolchada" lo dejó en paz y se acercó a dónde estaban Matt y Nora admirando la pelea.

—Creo que te has hecho famoso.―murmuró Evan con orgullo apoyando su mano sobre el hombro de Jose, él apartó la mano de su amigo y guardó las libretas dentro de la mochila, algo que por culpa de Triz no había podido hacer.

—No entiendo por qué, no fue para tanto.―se quejó Jose lanzando los bolígrafos dentro de la mochila con fuerza.

Cerró la mochila y la cargó sobre su espalda, buscó a Evan con la mirada y vio como su amigo hablaba animadamente con Bel, ambos estaban decidiendo a qué hora iban a quedar el día siguiente para ir al cine. Esos dos... organizaban todo por su cuenta sin contar con los demás.

Sintió como alguien le daba un golpecito en el hombro por lo que se dio la vuelta para encontrarse con una sonriente Helena, sin embargo no pudo hablar con ella puesto que sintió dos pares de brazos que lo sujetaban y lo obligaban a sentarse en la silla. Tragó saliva nervioso, Dafne y Ann estaban frente a él examinándolo concienzudamente; la pelinegra acercó su cara a su rostro quedándose a escasos centímetros, se separó de él y lo golpeó con el dedo en la frente.

—Oye, oye...¿por qué no me suena su cara? ―preguntó Dafne cruzándose de brazos y mirando hacia Ann.

—Porque es de los nuevos que entraron este año y aún no lo habíamos amenazado. Igual que a aquellos dos. ―indicó Ann señalando a Evan y Cris. ―Vosotros, ¡sentaos!

Cris y Evan asintieron y rápidamente tomaron asiento al lado de Jose. Empezaba a entender porque aquellas dos chicas eran las jefas supremas, desprendían un aura de terror inmenso cuando se ponían serias y eso que ahora ni siquiera llevaban los bates de beisbol en las manos. 

—Espera un momento, yo a éste lo conozco. ―dijo Dafne señalando hacia Cris. ―Tú fuiste al que los indios ataron a un palo y querían quemar en su fuego purificador.

Cris asintió avergonzado y Jose se rió por lo bajo por lo que su amigo le dio un codazo.

—¡Es verdad! ―exclamó Ann dando una fuerte palmada, luego la rubia señaló hacia Jose. ―Y éste es el que entró con tu hermana y Matt en la casa del terror.

¡Oh, oh! Recordaba ese día, Ann se había dado cuenta de que se había quedado mirando a Nora cuando salía de la piscina de agua roja. 

—¿Qué hacéis vosotras aquí? ―preguntó Nora, las dos chicas dejaron de prestarles atención por lo que Jose suspiró aliviado.

—Oye, oye... sólo veníamos a ver quién era el famoso chico que te había salvado la vida.―se defendió Dafne cruzándose de brazos mientras por detrás Ann los amenazaba con el puño en alto.

—Ann te estamos viendo.―dijo Matt en tono despreocupado, la rubia escondió el puño tras su espalda y empezó a reírse falsamente. 

— Míralos, están acojonados. Son adorables, ¿no crees? ―dijo Ann divertida acercando su cara a la de Evan para luego sonreírle como si fuera un demonio y darle un beso en la mejilla.

— Uy, el beso de la muerte. Fue un placer conocerte Evan.―Sonia se puso a lanzarle besos a su amigo mientras lo saludaba con la mano, a su lado Triz había sacado un pañuelo blanco y lo agitaba.

—¿Qué quieres decir con qué fue un placer conocerlo? ―le preguntó Dan a la pelirroja alzando las cejas significativamente, ella rodó los ojos y lo ignoró. ―Bueno, me imagino que no debo preocuparme, él parece un chico inteligente, no se liaría con alguien como tú.

—¿Qué quieres decir con "alguien como yo"? ―espetó Sonia a gritos, Dan la miró de arriba abajo como si la respuesta fuera obvia.

—Por cierto, olvidaste referirte a mí como "mi amor" o "cariño". ―recordó Dan, tanto Nora como Triz y Matt se golpearon la frente con la mano; Sonia dejó el bolso en el suelo y comenzó a arremangarse la sudadera.

— Corre.―sugirió Matt a Dan en un susurro, al joven no hubo que repetírselo dos veces pues huyó despavorido del lugar antes de que Sonia terminase de recogerse el pelo y saliese corriendo tras él.

— Bien, por dónde íbamos...―dijo Dafne haciendo crujir sus nudillos frente a la cara de Jose, gracias a dios vio como Nora se acercaba a su hermana.

—Déjalos, ya los asustaste bastante. ―habló Nora con seriedad, Dafne les lanzó una última mirada asesina antes de recoger el bolso de Sonia y salir con Ann por la puerta.

— ¡Bien! ¡Ya puedo seguir con mi reportaje! ―exclamó Triz alzando los brazos al cielo y sacando una pequeña libreta del bolsillo del pantalón. No obstante, Matt la agarró del cuello de la camisa y le impidió correr hacia Jose. ―¡Déjame!¡La noticia me llama! ¡Debo informar al mundo de este suceso!

—  Hermanito, ¿vais a tardar mucho? Todavía estamos a tiempo de pillar a Sonia y a Dan antes de que lleguen a sus casas. ―preguntó Ann asomando la cabeza por la puerta, Matt asintió y arrastró a Triz con él mientras la peliblanca protestaba.

—¡Nooo! ¡Mi noticia!

—Sabes yo lo vi todo, no fue para tanto.―comentaba Matt saliendo por la puerta seguido de los demás.

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