Capitulo 13. El partido de los jefes
Habían pasado veinte minutos desde que el partido empezó y lo más asombroso era que todavía no se habían producido altercados.
Jose miró el reloj, apenas faltaban más de cinco minutos para que sonase el timbre que indicaba el fin del recreo y por tanto finalizase el encuentro. Tal y como estaban las cosas el equipo de Matt y Sonia ganaría ya que iban dos puntos por encima del de Nora y Dafne.
Debía reconocer que el equipo del rubio había ideado una gran estrategia, prácticamente había dejado fuera del partido a Dafne haciendo que Sonia y Ann la marcasen continuamente, además de que Ann corría increíblemente rápido y también era capaz de bloquear a Triz en muchas ocasiones; Dan también era constantemente marcado por varios chicos pero sin lugar a dudas la que era el centro del marcaje era Nora, la morena apenas había tocado la pelota; Matt se encargaba personalmente de bloquearla para que no recibiese el balón. Al principio no entendió muy bien ese constante marcaje pero al ver cómo las veces que recibía el balón era capaz de analizar la situación y lanzarlo al compañero que estaba mejor posicionado para que éste marcase entendió perfectamente porque era la más controlada de todos.
—¿Cuánto queda? ―preguntó Triz mirando hacia las gradas.
—Cinco minutos―gritó Bel, Dan se llevó las manos a la cabeza exasperado mientras Sonia le guiñaba el ojo.
—¡Reunión!―exclamó Dafne convocando a todos los de su equipo bajo los postes de portería. Allí se juntaron todos los del equipo verde e hicieron un círculo dónde se pusieron a hablar.
—Podéis hablar todo lo que querías, ya hemos ganado.―habló Matt orgulloso mientras Sonia y Ann saludaban a las gradas que las vitoreaban y les lanzaban piropos.
—Mira Matt. ―llamó Ann, el rubio se giró hacia las gradas y Ann levantó la mano para luego bajarla, inmediatamente los alumnos que estaban en las gradas empezaron a hacer la ola.
Se levantó para continuar la ola y volvió a sentarse. Helena le ofreció patatas por lo que metió la mano en la bolsa y sacó un puñado, miró de nuevo al campo; el equipo de Dafne se dispersó y se fueron colocando en distintos lugares.
— ¿Creéis que tienen alguna oportunidad? ―preguntó Cris girándose hacia Bel, la muchacha se encogió de hombros.
—Tienen que hacer tres puntos en cinco minutos, lo veo bastante complicado. ―contestó Helena.―Y Matt ha ideado una forma muy efectiva de bloquearlos a todos.
—Pues yo le doy un voto de confianza al equipo verde.―dijo Evan bastante seguro, Jose asintió.
No sabía por qué pero la manera en la que Dafne y Nora se miraban le animaban a pensar que quizás tuviesen un plan entre manos. Ambas chicas sonreían y Nora le guiñó un ojo a Triz, la peliblanca le dio un golpe a Dan en la espalda antes de saltar sobre él. Estaba seguro, tenían un plan.
—¡Continuemos! ―gritó Dafne, Matt y Sonia regresaron al centro del campo y le entregaron el balón a Triz.
—¡Dan tu primera labor como mi esclavo será hacerte la cera en todo el cuerpo! ―contó Sonia con felicidad mientras iba dando saltitos hacia su campo, Dan refunfuño pero no dijo nada. ― Y cuando digo todo, digo todo.
—¡Preparados! ¡Un, dos, tres! ―gritó Dafne lanzando el balón hacia atrás a través de sus rodillas.
Dan atrapó el balón mientras Dafne y Nora corrían hacia el campo contrario, ésta última protegida por Triz. Dan mantuvo la posesión hasta que Sonia se lanzó sobre él con los brazos abiertos, sin embargo pudo lanzar la pelota a un compañero que nada más coger el balón salió corriendo como una bala. En ese momento Triz se separó de Nora y esquivó a varios alumnos, Dan por su parte se libró de Sonia y consiguió recuperar el balón gracias a un pase hacia atrás. Jose se fijo en que Dafne se había adelantado bastante mientras que Nora se mantenía bastante atrás, estaba clarísima su estrategia, le iban a pasar el balón a Nora para que ésta se lo pasase a Dafne. Y no era el único que se había dado cuenta, Matt corría hacia Nora para derribarla mientras Dan le lanzaba el balón a Triz que era perseguida por Ann. Triz fue derribada por la rubia pero el balón fue cogido por el jefe indio que avanzó entre los gritos de ánimo de todos sus compañeros indios.
—¡Oye Dan, ¿es cierto que le pediste salir a Nora?! ―gritó Dafne haciendo que Matt se detuviese y no derribase a la morena.
— ¡Cómo! ―chilló Sonia que al igual que Matt se habían puesto a observar a Dan.
— ¡Es un truco! ―espetó Ann demasiado tarde puesto que el indio le entregó el balón a Nora y ésta se lo lanzó a uno de los chicos con pañuelo en la cabeza que entró caminando dentro de la portería.
Dafne chocó las manos con el chico del pañuelo y ambos corrieron hacia su campo; se fijó en Matt y Nora, el rubio se quejaba mientras ella sonreía para luego ser arrastrada por Triz a su campo. Puede que acabasen de hacer un punto, pero aún les hacían falta otros dos para ganar y Matt y Sonia no caerían de nuevo en el mismo truco.
Sonia cogió la pelota y se colocó en el centro del campo en posición de saque. La pelirroja lanzó el balón hacia atrás mientras Dafne corría y derribaba a Ann, a su lado Nora y dos chicas más corrieron hacia Matt y lo tiraron al suelo mientras Dan inmovilizaba a Sonia. Sin embargo el equipo azul no perdió el balón ya que dos chicos corrían hacia la portería contraria mientras se pasaban el balón el uno al otro mientras Triz los perseguía.
—¡Triz! ―gritó Dafne histérica, la peliblanca se agarró a la pierna de uno de los chicos pero éste siguió corriendo llevándosela consigo por lo que se puso en pie e hizo pucheros. ―¡Quieres detenerlos de una vez!
—Lo intento. ―Triz corrió y se coloco delante de los dos chicos con los brazos estirados.
—¡Son hombres, enséñales una teta! ―apresuró Dafne causando carcajadas en el público.
—¡A tus órdenes! ―dijo Triz levantándose la camiseta poco a poco, los dos chicos se detuvieron y se quedaron estáticos mirando hacia Triz momento que aprovechó una chica del equipo verde y les quitó el balón. ― Hombres.
Triz corrió hacia Nora a la que ayudó a incorporarse para que la otra chica le entregase el balón, una vez que lo tuvo en sus manos se lo lanzó rápidamente al jefe de los indios que consiguió empatar el partido.
— No puedo creerlo.―murmuró Jose viendo como Nora y Triz cogidas de la mano bailaban alrededor de Matt. Ann por su parte estaba golpeando a los dos chicos que habían perdido el balón.
— ¡Estáis haciendo trampa! ―bramó Sonia a Dan, el chico le lanzó un beso antes de caminar hacia Triz y Nora. ―¡Matt, no podemos perder! ¡Como perdamos será culpa tuya!
— ¡Reunión! ―exclamaron Matt y Triz a la vez.
Una vez que todos terminaron la reunión de equipo Ann y Dafne caminaron al centro del campo donde se estrecharon las manos; Dafne cogió la pelota y se colocó en el centro del campo dispuesta a empezar la última jugada.
— Oye, oye.. Nora ¿por qué no sacas tú? ―preguntó Dafne volteando hacia su hermana, Nora se encogió de hombros y camino hacia Dafne que le entregó la pelota. ―Ann cuando seas mi esclava te pondré a limpiar mi dormitorio.
— Eso es muy cruel. Tu habitación es un estercolero. ―protestó Ann ―Tú me harás todos los deberes y jugarás con Matt a los videojuegos.
Nora envió el balón hacia atrás que fue recibido por Triz que salió corriendo enseguida defendida por Dafne y Dan aunque éste último fue rápidamente placado por Sonia. Triz entregó el balón a Dafne en las manos y salió corriendo mientras Ann la perseguía; Jose se fijó bien en la situación, la verdad era que el balón nunca había abandonado las manos de Triz, la peliblanca había fingido entregárselo a Dafne para que la persiguieran a ella. Sin embargo, Matt se dio cuenta y corrió hacia Triz al igual que varios de sus compañeros, en el otro lado del campo Ann derribó a Dafne y ambas empezaron a dar vueltas por el campo mientras que Matt estaba a punto de alcanzar a Triz.
—¡Dan! ―gritó Triz pidiendo ayuda a su compañero, pero éste estaba demasiado ocupado intentando que Sonia no se levantase del suelo; finalmente Matt alcanzó a Triz y la tiró al suelo mientras ella se daba la vuelta y escondía el balón entre ella y el suelo. No obstante Matt la levantó de un puñado quedándose pálido al igual que todos al comprobar que no había balón ninguno sino una bufanda negra envuelta con forma de balón. ―¡Sorpresa!
—¿Y el balón? ―preguntó Evan confundido
—¡Allí! ―gritaron varios alumnos señalando hacia Nora que caminaba junto con el jefe indio hacia la portería, la morena dejó caer la pelota al suelo dentro de la portería mientras los del equipo verde comenzaban a gritar eufóricos.
El jefe indio hizo la señal de la victoria mientras sus subordinados los aplaudían y corrían hacia él para levantarlo en brazos mientras cantaban un cantico indio. Los del equipo azul se quedaron sentados en el suelo deprimidos mientras los ganadores iban eligiendo a sus esclavos y les daban las primeras órdenes.
El timbre retumbó por todo el instituto indicando el final del largo recreo por lo que a regañadientes caminaron hacia sus respectivas clases.
—¿Por qué está todo el rato en nuestra clase? ―masculló Jose en voz baja al ver como Matt se sentaba sobre la mesa de Nora. Evan lo miró con curiosidad.
—¿Por qué te molesta tanto que venga? ―preguntó Evan luego chasqueó los dedos y sonrió con malicia. ―¿Es por qué no se separa de Nora? ¿Estás celoso?
—No digas gilipolleces, es sólo que no lo soporto. Me parece un idiota. ―murmuró Jose de mal humor, ¿celoso él? ¡Ja!
—Pero si es muy majo, hoy viene a mi casa a enseñarme unos trucos para pasarme Assanssin's Creed 2.―comentó Evan en tono jovial, Jose apoyó la cara en su mano y miró con los ojos entrecerrados a su supuesto amigo.
Primero se hacía intimo amigo de Bel, la chica que ostentaba el record Guiness a la más habladora del mundo y ahora quería hacerse amigo de Matt el mejor amigo de Nora y el chico más odioso del instituto.
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Cruzó el último paso de peatones antes de entrar en la calle del edificio de Evan, caminó en línea recta con las manos en los bolsillos hasta que a lo lejos vislumbró una figura femenina, sonrió eufórico.
—¿Qué haces por aquí? ―Nora se dio la vuelta e intentó golpearlo con el libro que llevaba en la mano, por suerte esta vez estaba preparado y la sujetó de la muñeca deteniéndola en seco justo antes de que golpease su cara. ―Por los pelos.
—¡Suéltame! ―exigió Nora zafándose de él y caminando con paso firme hacia el edificio de Evan. Jose rodó los ojos antes de seguirla, pensaba que ya habían pasado la etapa del "no me toques" pero parecía que estaba equivocado.
—Yo también voy a casa de Evan, ¿quieres que subamos andando?.―Jose evitó que ella tocase el botón del piso de Evan, si ella estaba ahí significaba que Matt todavía estaba en casa de su amigo. Nora se cruzó de brazos y lo miró con una ceja levantada.―Tardaremos un rato pero al menos así no tendrás que subirte en el ascensor.
Ella pareció sorprendida por su ofrecimiento pero enseguida negó con la cabeza. Nora sacó el móvil y marcó el número que supuso que sería de Matt, sin embargo no habló con él. Bien, tenía unos pocos minutos a solas con ella antes de que Matt llegase y pusiese en "on" el modo sobreprotector.
—Deja de hacer eso. ―dijo Nora sin apartar la mirada del libro.
—¿Hacer el qué? ―preguntó él de forma inocente aunque sabía a la perfección que ella se refería a su cercanía.
— Ya sabes a lo que me refiero. ―contestó Nora con cierto tono de irritación.
Jose sonrió con malicia y se acercó aún más a ella. Levantó la mirada y examinó su pelo, lo llevaba recogido en dos trencitas; sin embargo un pequeño detalle llamó su atención, una pequeña hoja estaba enredada en el comienzo de la trenza. Inconscientemente levantó la mano y la acercó a su pelo para quitarle la hoja.
—¿¡Qué crees que haces!? ―gritó ella golpeándolo en el brazo con el libro, él la miró sorprendido y señaló hacia su pelo.
—Tienes una hoja, ahí, en la trenza.―contestó Jose, ella se llevó la mano al pelo e intentó quitársela pero lo único que consiguió fue empezar a deshacerse la trenza. Jose suspiró y la detuvo por lo que ella lo fulminó con la mirada.―Estate quieta, si sigues así te quitarás la trenza.
Jose se acercó a ella y comenzó a apartarle mechones con cuidado de no deshacerle la trenza mientras ella lo miraba de reojo. Tenía el pelo suave y juraría que olía a naranja, metió los dedos entre su cabello y con cuidado comenzó a sacar la hoja intentando no desmontarle la trenza.
—¡Ay! Lo has hecho a propósito. ―protestó Nora al sentir un pequeño tirón.
—No seas quejica.―se burló Jose sacando la hoja de su pelo y colocándola sobre la palma de su mano para que Nora la viese, ella miró la hoja un par de segundos antes de mirarlo fijamente a él; Jose no pudo evitar sonreír satisfecho como si hubiese logrado una gran hazaña. Nora acercó su mano a la de él y cogió la hoja entre sus dedos. ―Creo que con un gracias será suficiente.
—¿Gracias por qué? ―preguntó Matt, Jose chasqueó la lengua molesto, ¿por qué tenía que interrumpirlos justo ahora? Notó como el rubio bajaba la mirada hacia sus manos que aún seguían unidas, Nora intentó soltarse pero él apretó su mano con fuerza.
No sabía por qué pero no quería soltarla, no frente a Matt. Sin embargo, Nora consiguió librarse de su agarre y caminó hacia Matt al que sonrió.
—¿Qué haces aquí? ―le preguntó Evan, Jose miró hacia su amigo sorprendido, ni siquiera se había percatado de su presencia.
—Estaba aburrido en mi casa, así que decidí pasarme por aquí.―respondió Jose viendo como Matt le deshacía las trenzas y le revolvía el pelo a Nora, Jose apartó la mirada de ambos y miró hacia Evan que lo observaba con curiosidad. ―¿Qué?
—Nada. ―murmuró Evan divertido.
—¿Qué has estado haciendo? Tienes hojas en el pelo.―indicó Matt señalando hacia dos hojas que tenía en las manos y que al parecer se las había quitado a Nora del pelo.
— Mi querida hermana le ordenó a la tuya que podase todos los árboles del parque y yo tuve que hacer de vigilante por si venía la policía o en su caso los jardineros. ―contó Nora, Matt se rió al igual que Evan.
¿Podar los árboles del parque? ¿Qué clase de criatura retorcida era Dafne?
—¿Te vienes? ―le preguntó Evan, Jose lo miró sin entenderlo. ―He quedado con Bel y Helena en la cafetería esa dónde hacen unos batidos riquísimos.
—Si, claro.―respondió no muy convencido, no le apetecía ir pero ya que estaba ahí sería muy estúpido de su parte negarse e irse a su casa.
—¿Y vosotros venís? ―preguntó Evan girándose hacia la parejita, Nora negó con la cabeza.
—Nosotros nos vamos a comprarle un libro y luego a casa a estudiar, que mañana tengo examen.―contestó Matt mirando hacia Nora. ―Espero que ese libro tuyo no me salga muy caro.
—Mis libros salen mucho más baratos que tus videojuegos.―indicó Nora, Matt colocó los brazos detrás de la nuca. ―Menos mal que gané yo, sino me hubieras arruinado.
—No, esta vez tenía otras prioridades; como saber de qué demonios lo conoces. ―dijo Matt bajando los brazos y mirando hacia Jose, él le devolvió la mirada con la misma dureza.
—Eso mismo me gustaría saber a mí también.―aseguró Jose, ambos chicos miraron hacia Nora encontrándosela con los brazos cruzados y los ojos cerrados pensativa, de repente abrió los ojos y chocó su puño derecho contra la palma de su mano izquierda.
—¿Por qué no venís? Podríamos seguir discutiendo todo esto en la cafetería. ―propuso Evan agitando las manos y señalando con ellas hacia el horizonte, al ver que ninguno se movía miró a Nora. ―Vamos a la cafetería esa donde fuiste ayer con Jose.
Jose volteó tan rápido hacia su amigo que casi se parte el cuello, ¿POR QUÉ recordaba eso? ¿Acaso le había hecho algo en una vida anterior para que quisiera que lo matasen? Su cara debía de ser un poema porque Evan lo observaba arrepentido y había empezado a sacudir el cuello de su camisa farfullando que hacía mucho calor ahí.
—¿¡Cómo!? ―gritó Matt mirando alternativamente a Nora y a él. ―¿Qué hacías con él en una cafetería?
No lo digas, por favor no lo digas. No digas que te lleve contra tu voluntad.
—Nos encontramos en la biblioteca y bueno luego él...―Nora miró a Jose y vio como él le suplicaba con la mirada que se mantuviese callada, sin embargo Matt supo interpretar el silencio de la chica como lo que realmente significaba, que Jose la había obligado a ir con él.
El rubio hizo un rápido movimiento y antes de que Evan o Nora pudiesen reaccionar había bloqueado a Jose contra la pared. Jose intentó zafarse pero Matt colocó su brazo horizontalmente sobre su clavícula impidiéndole así que pudiese moverse.
—¡Matt! ―exclamó Nora colocándose al lado del rubio.
—No sé qué pasó entre vosotros, pero quiero que la dejes en paz.―los ojos azules de Matt brillaron y apretó su brazo contra el pecho de Jose. Primero le daba las gracias por ayudarla en el ascensor y ahora lo amenazaba, este tío es bipolar.
—No la voy a dejar en paz hasta que descubra de que nos conocemos. ―aseguró Jose de mal humor apartando el brazo de Matt de un golpe, el rubio dio un paso hacia atrás pero siguió con el ceño fruncido y una mirada amenazante. ―Y la secuestraré las veces que hagan falta.
Bien, esa frase no había sido muy inteligente; más bien era lo más estúpido que había dicho nunca; pero estaba empezando a hartarse de ser un cobarde que no se defendía. Evan se acercó a ellos y se colocó delante de Jose para intentar defenderlo, Matt los examinó a ambos antes de encarar a Nora.
— ¿Y tú por qué no me dijiste nada? ―acusó Matt a la morena.
—Porque sabía que te ibas a poner así, eres un pelín exagerado.―explicó Nora con tranquilidad, Matt respiró hondo intentando ganar paciencia. ―Además, no paso nada; sólo me invitó a un batido.
—Cierto, y tienes a Bel de testigo.―apuntó Jose, Matt lo fulminó con la mirada.
—Tú mejor te callas, secuestrador de chicas.―gritó Matt señalándolo con el dedo, Jose se cruzó de brazos y lo miró enfadado; el rubio encaró a Nora. ―Estoy muy enfadado contigo, ¿por qué no me dices que te hizo para poder dar orden de que lo maten? No entiendo por qué lo estás protegiendo.
Jose volteó hacia la morena, él se preguntaba lo mismo. Nora se quedó pensativa durante unos instantes pero luego negó con la cabeza, Matt suspiró claramente molesto y se apartó de ella.
— El que lo sepas no va a cambiar nada, Matt.―contestó Nora encogiéndose de hombros. Jose la miró de reojo, el saberlo no iba a cambiar nada; ¿qué quería decir con eso?
—Nora...―murmuró Matt con enojo, ella negó con la cabeza.―Eres tan testaruda.
—Mira quién va a hablar.―contestó la morena, Matt le lanzó una mirada asesina.― En serio, es mejor dejarlo así.
—No, no es mejor.―habló Jose metiéndose en la conversación.―Me golpeas, me insultas y tus amigos quieren matarme, necesito saber porque me odias.
—¿Y cuando lo sepas que vas a hacer?―se interesó Matt, Jose lo fulminó con la mirada, no estaba hablando con él.
—No lo sé.―contestó el castaño con sinceridad, volteó hacia Nora y se fijó en que ella estaba nerviosa.―Pero al menos si lo sé puedo poner remedio.
— No puedes remediarlo, por tu culpa...―la chica se calló de repente y bajó la mirada; Jose la miraba fijamente, por su culpa ¡¿qué? ¡Qué demonios se suponía que había hecho!
—Está bien, lo dejaremos así por ahora.―dijo Matt acercándose a Nora, la chica suspiró aliviada y comenzó a hacerse las trenzas. Sin embargo, antes de que Nora pudiese hacerse la otra trenza, comenzaron a sonar móviles; Matt sacó el suyo del bolsillo y lo descolgó mientras que Nora tardó un poco más en descolgar ya que tuvo que buscar el móvil en el bolso.
—¡Qué demonios hicisteis esta vez! ―exclamó Matt, Jose miró hacia Evan, su amigo estaba concentrado en las conversaciones pero no conseguía escuchar nada a parte de gritos procedentes del teléfono de Matt. ― Y dile a Sonia que deje de gritarle a Dan, si me concentro puedo oírla sin necesidad de teléfono.
— ¿Qué crees que paso? ―le susurró Evan, él se encogió de hombros. Si se trataba de Dafne, Ann y Sonia podía haber pasado cualquier cosa.
—¡¿Y tú que hacías con una pitón por el pasillo de cosméticos?! ¡Y no me digas que era inofensiva! ¡Es una jodida serpiente pitón! ―gritó Matt, si le fuera posible el rubio metería la mano por el auricular para estrangular a su hermana.
Nora colgó el teléfono y se llevó las manos a la cabeza, volteó hacia el rubio y al ver que seguía ocupado echándole la bronca a su hermana guardó su móvil y el libro en su bolso.
—¿Va todo bien? ―le preguntó Jose acercándose a ella, después de la bronca con Matt no iba a dejar pasar ni una sola oportunidad más. Nora agitó la cabeza y se tocó el cabello que tenía suelto recordando que no terminó de arreglarse el pelo.
—Sí, bueno....―contestó la morena comenzando a trenzarse el pelo, no obstante Jose se acercó a ella y la detuvo.
—Espera, aún tienes hojas en el cabello. ―Jose le deshizo la trenza y le sacó una hoja del pelo, Nora entrecerró los ojos sin creerlo por lo que él le entregó la hoja que había sacado de su pelo como muestra.
Mintió, esa hoja era la que le había quitado antes pero necesitaba una excusa para acercarse a ella. Acarició con cuidado su corto pelo en busca de cualquier rastro de hojas, pero Matt ya se las había quitado todas.
— Déjalo, no importa.―murmuró Nora separándose de él, se soltó la otra trenza y se alisó el pelo como pudo.
Ambos se fueron hablando entre ellos en voz baja ideando la forma en que iban a sacar a sus hermanas y amigos sin tener que llamar a sus padres. Evan le colocó la mano sobre el hombro por lo que giró para encontrarse a su amigo sonriéndole de oreja a oreja.
—Cómo digas que me gusta o que me estoy enamorando de ella, te juro que te parto la cara.―amenazó Jose de mal humor, Evan levantó las manos en señal de rendición, Jose enarcó una ceja y se cruzó de brazos. ―¿No habías quedado?
Evan miró el reloj que tenía en la muñeca izquierda haciendo una mueca de horror al ver que ya iba con retraso.
¿Por qué no huyó cuando tuvo oportunidad?
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