Cuando entre a la tienda escuche una canción bastante llamativa por lo empece a mover la cabeza poco a poco según su ritmo. El chico que atendía cambio la canción, así que le pedí que la repita.

Después de Diez minutos de estar moviendo mi cabeza como el exorcista decidí pedir lo que necesitaba. —Me llevare una bolsa de arena para gatos olor vainilla por favor.

 —Seguro, asi no olerá muy fuerte los chocolates de tu gato —, comento el chico cuando caminaba hacia muchas bolsas de arena. 

Busque la marca favorita y el la llevo hasta la caja mientras yo sacaba el dinero para pagar. Me entrego el cambio junto con la factura de compra la cual guarde en el bolsillo.

  —¿Deseas que te ayude en llevarla? —, pregunto con amabilidad.

—No gracias, yo puedo sola —, respondí con orgullo.

Levante la bolsa con todas mis fuerzas pero cayo a mis pies haciéndome gritar del dolor. 

—No creas, probaba que tan amable eres —, le dije con una sonrisa forzada.

El estaba por reírse pero resistió, supongo que debo ser menos orgullosa en ciertos asuntos como estos. 

El alcanzo la bolsa y la llevo como si se tratase de un kilo de azúcar en sus brazos, caminamos todas las calles necesarias hasta llegar a casa. 

  —Gracias —, le comente cuando el dejo la bolsa sobre el suelo dentro de casa.

Note como observaba la decoración de casa con bolas de juego dispersas en el suelo, la jaula de las aves quienes le hablaban en su idioma.

  —Disculpa el atrevimiento, pero ¿Que es esto? —, dirigió su mirada hacia mi.

—Es una guardería para mascotas —, Respondí con mis manos en la cadera con emoción. El, por su parte asintió, se despidió y cerro la puerta tras de el.

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Hola, soy yo espero que les guste esta historia. Intentare publicar dos capítulos por día, porque suelo ser compulsiva y termino publicando todo en uno xdxd 

Es todo por hoy. ¿Les atrae el inicio? 7u7