Se encontraba sentado en una de las mesas del parque, en el cuál no habían tantas personas y aquello era bueno pues Science no se sentiría tan nervioso, o tal vez sí teniendo en cuenta que estaría con solo una persona en casi todo el día. O al menos esperaba que pudieran estar juntos todo el día si es que el menor no se ocupaba en algún momento.

   Rascaba su mano nervioso, puesto que tenía la ropa más normal del mundo, pero también había elegido la más linda que tenía para provocarle una buena impresión a su contrario. O eso es lo que esperaba más que nada.

   —¿Ink?...— Al escuchar la suave voz de su contrario simplemente levanto la mirada del suelo, era lo único que veía intentando no decir ninguna tontería cuando lo viera.

   —¡Hola Science!— Se levantó al instante emocionado, dándose cuenta de la diferencia de altura que había entre los dos. No era mucha pero tenía que dirigir su mirada hacia él suelo.

   —Hola...— Sonrió nervioso, era la primera vez que estaba con alguien. Y mucho más en lo que parecía una cita y tal vez hasta que realmente lo era.

   —¡Anda, siéntate!— Comentó emocionado. El menor al instante hizo casi sentándose a un lado del mayor, quién no le quitaba la mirada de encima —Tus ojos son como diamantes, azules y lindos

   Oh dios de dónde salió eso.

   —¿Eh?...— Su piel de color blanco al instante se volvió roja al escuchar eso, jugando con sus manos nervioso mientras acomodaba sus lentes —Y..yo...

   —¡Espera! Oh dios, perdón... No quería incomodarte, es que tus ojos son demasiado hermosos...

   —Gracias...— susurró con timidez, aunque sintió un escalofrío al sentir una gota de agua caer en su cabello.

   —¿Mh?...

   En ese instante, el mayor sintió más gotas caer. Para después mirar al cielo.

   Y después, empezó a llover con intensidad.

   Oh no.