Capitulo 11
23 Diciembre año 2018
Abrí los ojos ni bien había comenzado a escuchar el sonido de los pájaros cantando. Quise levantarme pero fue prácticamente imposible, el brazo del albino me tenia agarrada a su cuerpo.
-Toru- llame a lo que el contrario solo tarareo en respuesta- hay que despertar, ya es veintitrés- dije dándome la vuelta, soltó un bufido y solo hizo que me acercara mas a su cuerpo.
-Quiero seguir durmiendo- murmuro- quedémonos un rato mas así- pidió, reí negando. Me acerque y le di un pequeño beso en los labios, a lo que sonrió aun con ojos cerrados- eso si me gusta.
-Iré a preparar el desayuno- como pude me quite de su agarre a lo que se quejo.
-Eres complicada- solté una risita por eso. Sali de la habitación para ir a la pequeña cocina, no había nada allí. Mire el teléfono para pedir servicio a la habitación, no me quedo de otra por lo que llame.
-Hola- escuche del otro lado.
-Hola, si... era para pedir servicio a la habitación?- dije con algo de duda, peque un respingo cuando las manos de Satoru rodearon mi cintura casi cubriéndola por completo.
-Claro, ¿Qué numero?- pregunto.
- ¿Qué numero de habitación es?- le pregunte al albino quien rio un poco.
-Ciento ocho- respondió.
-Eh.. la ciento ocho- dije.
-Enseguida les llevaremos el desayuno- contesto la chica.
-Gracias- murmuré cuando la llamada se cortó. Mire al albino por sobre mi hombro, era extraño verlo sin nada que cubriera sus ojos- ¿No te cansa?- pregunte.
- No si estoy contigo- murmuró bajando su cabeza escondiendola en mi cuello, comenzando a repartir besos.
-Hace cosquillas- dije divertida alejándolo. Este soltó una risita y se aparto.
-Ire a bañarme- dijo a lo que asentí. Fue al baño por lo que me quedé esperando a que llegara el desayuno.
No tardo mucho, tomé el carrito con las cosas y lo dejé en la mesa. Tomé lo que yo comería y fui directo al pequeño balcón con vista a la Torre Eiffel.
-Esto una linda vista- dijo el albino sentándose allí.
-Gastaste absurdamente mucha energía maldita para venir aquí- dije frunciendo el ceño viendolo- mañana pelearas contra Sukuna y es lo primero que haces.
-Tranquila- dijo divertido- Utahime utilizará su técnica para aumentar mi poder.
-Eso no tiene nada, aún así lo hiciste- deje las cosas- Sukuna tiene en su poder ahora la técnica de diez sombras de Megumi, lo que significa que también tiene a Mahoraga en su poder.
- ¿Que sabes al respecto de ese shikigami?- pregunto.
-No mucho- conteste.
-Se supone que ves el futuro, así que ya viste la pelea de mañana, ¿Verdad?- pregunto.
-Solo fragmentos, nada es completo- mire pensativa todo- si te dijera que la única forma de salvar a Megumi del control de Sukuna, es Itadori... ¿Me creerías?- pregunte volteando.
-¿Enserio?- pregunto incrédulo.
-Yuta también debería de estar, sus técnicas mejoraron considerablemente- murmure- Mei Mei me comentó el que estuviste entrenando con él antes de que yo llegara.
-Logro copiara parte de mis técnicas- voltee a verlo.
-¿El infinito?- pregunte.
-Algo así... La verdad es que es muy poderoso- admitió- podría superarme si se lo propone.
-Vaya, la primera vez que admites el que alguien puede ser más poderoso que tu-menciono- me burle. Este se levantó y rodeo mi cintura con sus manos.
-No- nego divertido- ya lo había admitido antes- murmuró cerca de mis labios. Dejo un pequeño beso en estos lo cuál me resultó demasiado corto a lo que me queje y Satoru se rió- este shikigami, aohara o como se llame.
-Mahoraga- corregí.
-Como sea- rodó los ojos a lo que solté una risita por su comportamiento infantil- ¿Cuál es su técnica?
-Si algo uno aprende cuando viajas en el tiempo o ve el futuro, es que no debe decir las cosas, sino no se cumplirán.
-Pfff- se quejo- ¿Por qué no me dices?
-Tienes los seis ojos, lo sabrás cuando lo veas- se quejo y me abrazo por la espalda apoyando su cabeza en mi hombro.
-Ya hay que volver- dijo. Asentí y salimos de allí. Fue lindo ver París aunque sea una vez.
-Yo ahora gastaras más energía- dije quejándome. Este río y negó.
-Claro que no, pero si iremos muy rápido- me acerco a su cuerpo y cerré los ojos. Parecía una ventisca, no duró más de tres minutos- ya puedes abrir los ojos, bonita.
Cuando lo hice estábamos ya devuelta. Entramos al complejo, allí la mayoría se volteo a vernos.
-Hasta que se dignan a aparecer- se quejo Maki. Solté una risita por eso. Mire al albino que pasaba con una sonrisa triunfante en el rostro.
-¿Problemas en el paraíso?- pregunto en cambio Shoko.
-Yo no lo vería así- dijo Satoru mirándome y guiñando un ojo. Fuimos a donde entrenaríamos. Pasamos casi todo el día allí, Satoru me atacaba y yo buscaba como esquivarlo para poder "Huir" en caso de que las cosas se complicaran.
Mi técnica era como la de Shoko y eso ya todos lo sabían, solo servía para defenderme lo necesario y escapar. El ritual me lo había mostrado, sabia que sucedería, y ayudaba el entrenar con Satoru, ya que llegado el momento... tendría que escapar de Sukuna.
Me agache y volvi a ver donde Satoru golpearia, por lo que a puras penas logre esquivarlo. No usaba su infinito, ya lo habia logrado romper varias veces por lo que no lo vio necesario mientras luchabamos.
Si le preguntaban a mi yo mas joven, nunca hubiera imaginado alguna vez siquiera el que duraria mas de cinco minutos luchando con Gojo Satoru. Mala jugada distraerme con eso cuando volvi a caer al suelo, cerre los ojos por el impacto.
-¿Eso es todo?- pregunto divertido, lo mire dudando.
-Quiero... probar algo- dije a lo que me miro dudoso-¿Confías en mí?- pregunte.
-Siempre- contesto. Me acerque y acaricie su mejilla.
-Extension Dominio Dirigido- dije viendolo. Enseguida mi poder lo rodeo- bien.
Me aleje un poco, me arrodille en el suelo, el reloj se formó a mi alrededor. Satoru me miraba con sus ojos al descubierto.
-¡Sensei..!- Itadori se acercaba corriendo con una sonrisa a saludar. Mies ojos en cambio siguieron en el peliblanco.
-Extension Dominio completo- todo comenzó a ser cubierto por mi energía maldita- Pausa- y como lo dije, todo se detuvo.
Las aves que volaban se detuvieron en el cielo como una fotografía, Itadori quien venía también lo hicieron, el sistema solar, la tierra y el universo se detuvo.
Exepto yo. Yo y Satoru quien miraba alrededor impresionado.
-¿Cómo?- noto que aún podía moverse- el dominio dirigido a mi cuerpo permite que pueda moverme en el completo- dijo al notarlo.
-Si- frunci el ceño- Continuo- dije con cansancio y el dominio se rompió, también el de Satoru- no sabía si funcionaria.
-Eres tonta- dijo regañandome mientras se acercaba.
-Oh... Lamento si interrumpo- dijo el pelirosa. No se había dado cuenta de nada.
-No, está bien- dije mirando al chico.
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