Se han cumplido 13 años desde la muerte del patriarca Yiling y todas las atrocidades de la secta Jin salen a la luz. Ya es tarde, pero al menos, Jin Guanyao muere y Jin Ling asciende como líder de secta. Nie Huaisang se convierte en el jefe cultivador, ya que Jin Ling es aun muy joven para siquiera pensarlo. Jiang WanYin ha estado aislado de las sectas por años. La secta Jiang prospera gracias a los acuerdos fluviales y sus derechos comerciales. También tiene buenos discípulos gracias a su primer discípulo bastante hábil. No es candidato a jefe cultivador. Lan Qiren esta viejo y amargado. Ha rechazado de plano cualquier cargo que le implique mas obligaciones de las que ya tiene. Las sectas Yao, Ouryang, Yu y otras, son demasiado pequeñas y débiles así que, Huaisang se convierte en jefe cultivador.

En algún lugar lejano, Lan Xichen se encuentra con un cultivador pícaro, aun sigue preguntando por su hermano. Estos años fuera de la secta Lan lo han vuelto más suave y tolerante, más relajado.

Nunca encontró a su hermano, pero descubrió maravillado el verdadero mundo a su alrededor. La vida fuera de las sectas, la sencillez de todo. No todo negro y blanco, todos los distintos tonos de grises.

El cultivador pícaro que ahora lo trata como si fueran amigos de toda la vida es bastante anciano. Se ríe de todo y toma vino como si fuera agua, jarra tras jarra. A Lan Xichen le recuerda a cierto joven promesa del cultivo. Lo pone triste.

El anciano ni siquiera parece darse cuenta, habla hasta por los codos contando sus aventuras y defenestrando a todas las sectas por igual.

Luego, cuando está realmente borracho, le cuenta la leyenda de la montaña mágica, dice que escuchó que allí vive un cultivador tan hermoso como un Dios, que solía ser un cultivador Lan y que era tan justo y noble que la inmortal decidió apartarlo del mundo mortal para prepararlo para la inmortalidad.

Las lágrimas caen por las mejillas de Lan Xichen. ¿Podría ser posible que estuviera hablando de su hermanito?

No puede pensar en nadie más para eso.

El cultivador pícaro se ríe, están comiendo juntos a la orilla de un rio, Xu Mei Yu sigue reflexionando:

- "El hermoso jade de la montaña mágica solo tiene un defecto; es un hombre muy celoso, no deja a su esposo ni a sol ni a sombra, nadie puede mirar dos veces a su esposo sin predisponerlo."

- "¿Esposo? ¿Él está casado con un hombre?". –

- "Lo está, tuve la oportunidad de verlos a ambos brevemente, el esposo del jade también es un hombre muy hermoso."-

- "¿Tú los viste? ¿Dónde?"-

- "Bueno, a veces abandonan la montaña para alguna cacería nocturna, generalmente están a donde ningún otro cultivador va, el esposo siempre está sonriendo y se ríe de todo."-

- "¿Puedes describirlos por favor?"-

- "Bueno, ambos son altos y delgados, el jade tiene unos extraños ojos dorados, el otro siempre juguetea con un disi, ambos visten túnicas negras y grises."-

Lan Xichen solo tiene una imagen posible en su cabeza y una esperanza enorme en su corazón. Su siguiente meta es encontrar la montaña mágica o encontrarlos a ellos. Así que sigue recorriendo los lugares más aislados en busca de cacerías nocturnas a las que nadie este interesado en acudir.

Lan Xichen hace ya 12 años que anda por los caminos como un cultivador pícaro, en busca de su familia. Ha pagado con creces su incapacidad para proteger a su familia. A veces se cruza con miembros de la secta Lan y evita que lo vean. No necesita que lo humillen o lo maltraten por su condición de auto desterrado y posiblemente traidor a Lan.

Un par de veces se encontró con su tío en algún lugar apartado y seguro. No es por su decisión, pero no reniega del pedido de su tío de encontrarse cuando pueden. Lan Qiren a envejecido tanto, esta triste y derrotado. Aun es el líder en funciones, pero no quiere serlo. Ha perdido a los dos sobrinos que crió como hijos propios. Permitió que asesinaran a su sobrino menor, que se lo llevaran, que lo flagelaran, que lo humillaran, por estar perdidamente enamorado de un mal hombre. Finalmente, Lan Qiren lo a comprendido, pero demasiado tarde.

Lan Xichen reflexiona al respecto, pero no puede encontrar lastima en su corazón hacia su tío, ni perdón. Siempre lo habría perdonado, en tanto su hermano estuviera a salvo.

En un pueblo perdido entre montañas escucha que necesitan ayuda para la maldición de un templo. Está tan lejos de los territorios de cualquier secta que de seguro nadie escucharía sus ruegos, Así que va al lugar.

El líder del pueblo se encuentra agradecido, pero le dice que ya llegaron cultivadores a ayudar y que se fueron hacia el templo. Lan Xichen va al templo, ayudará si es necesario y sino, verá quienes son los cultivadores que están ayudando.

Cuando sube el camino hacia el templo escucha la explosión y luego las voces. Apura el paso. Hay una risa como cascabeles que jamás podría olvidar, y una voz cantarina llena de picardía: - "Mi esposo se preocupa tanto por éste."-

Al doblar el recodo del camino los ve, Wei Ying de frente a él, que cierra la boca de golpe al verlo y reconocerlo. El otro hombre le da la espalda. Pero no es necesario que se vuelva para saber quien es, reconoce el largo y precioso cabello negro que se extiende por su espalda hasta mas abajo. Las espaldas anchas, la cintura fina, el cuerpo derecho y la mano hacia atrás sosteniendo... bichen. –

Se le aflojan las rodillas, Wei Ying salta los tres metros que los separan y lo sujeta del brazo con firmeza.

-" Zewu-jun, tu... espera, descansa."- Le dice Wei Ying ayudándolo a sentarse, sin ocultar su sorpresa por verlo. De pronto su mirada se cruza con la de su hermano, que se ha volteado y lo mira con asombro.

Lan Xichen cree que nunca mas podrá respirar, su hermano esta allí, vivo, saludable, feliz aparentemente. Las lagrimas salen imparables, la garganta se cierra en un nudo. Finalmente, lo a encontrado.

Permite que Wei Wuxian lo ayude a sentarse porque no encuentra fuerzas para nada más. Su hermano lo mira con asombro y cariño, anhelo tal vez. Ya no puede leerlo tan bien como antes.

Quiere hablar quiere decir todo lo que pensó decir durante años mientras lo buscaba. Su voz sale entrecortada y aguda: - "Wang..." Y se quiebra. Se tapa la cara con ambas manos y llora como un niño perdido. Se siente tan desconsolado que no puede parar.

La voz suave de su hermano: - "Estoy aquí,"- Las manos que se apoyan delicadamente sobre las suyas, sobre su cara. Son las manos grandes de su hermano.

Wei Ying esta sentado a un lado, en silencio, observando la escena entre ambos hermanos. Lan Wangji permite que su hermano llore y se desahogue por un largo tiempo.

Finalmente, Lan Xichen encuentra su voz: - "Wangji, te busqué tantos años, creí que estabas muerto..."-

- "Estoy bien."-

Cuya respuesta en realidad significa, estoy bien, soy feliz, no debes preocuparte, finalmente hago lo que me gusta.

Luego con suavidad: -"Hermano, está muy lejos de la secta y solo."-

Una afirmación, una pregunta. Cuanto a extrañado esto Lan XiChen.

-"Hace doce años que abandoné la secta para buscarte Wangji. Ya nunca voy a regresar. El camino hacia ti me demostró lo equivocado que viví en ese lugar. Poder verte, así como ahora es todo lo que anhelaba en esta vida. Quería pedirte perdón. Jamás debí permitir que te lastimaran, nada en el mundo era mas importante que tu seguridad y solo me di cuenta muy tarde."-

Lan Wangji lo abraza. Un acto aprendido en este tiempo, porque él nunca fue capaz de abrazar antes. Debe agradecérselo a Wei Wuxian mas tarde.

Finalmente, cuando puede nivelar su respiración, sonríe hacia los dos hombres, por primera vez en muchos años, una sonrisa real.

Wei Ying también le sonríe como el sol y luego pregunta: -"¿Y cómo supiste que estábamos en un lugar tan lejano de todo?"-

-"Tuve suerte, y aprendí muchas cosas útiles en estos años."-

-"Eso me gustaría escucharlo Lan Xichen"-

-"Dime hermano, puesto que eres el esposo de mi hermano, también eres mi hermano."-

Lan Wangji sonríe, y Lan Xichen cree que su pecho va a explotar de felicidad.

- "Viendo que eres un cultivador pícaro sin hogar aparente, puedes venir a vivir con nosotros, pero, hay una regla."-

Dice Wei Ying con seriedad.

- "Puedo seguir reglas."- Responde Lan Xichen con franqueza.

- "Puedes venir, pero si alguna vez decides relacionarte con alguna secta, incluso la secta Lan, entonces no podrás volver. Se que es una regla dura, pero necesaria."-

- "Lo entiendo. Nada me gustaría mas que vivir con mi familia que finalmente pude encontrar."-

Responde el primer jade mirando a los ojos cristalinos de su hermano.

Y es un trato, los tres comienzan a desandar el camino del templo, Wei Ying no se calla ni para respirar, le cuenta de como solucionaron lo del templo, de su hijo A Yuan, de su abuela, de sus amigos, de la felicidad que ahora tienen, de... una charla interminable.

Viajan por los senderos sin prisa mientras cae la tarde, Lan Huan es tan feliz que parece irreal, camina hacia su futuro sin arrepentimientos...

Fin.