Capítulo 1
Lan Wangji se ha preparado para recibir los 33 azotes, el cree merecerlos porque no pudo proteger a Wei Ying ni aun enfrentándose a su secta, esta herido por su enfrentamiento a los ancianos y drenado de energía. Probablemente el castigo lo mate, pero si puede, va a sobrevivir para proteger a Wei Ying.
Al menos, aún está vivo. (Eso cree)
Su tío esta tan enfurecido que solo le repite a los gritos las reglas que ha roto: se ha asociado al mal, al hereje, no tiene perdón. Uno de los ancianos bloquea su núcleo para que la curación sea más dolorosa y lenta, nada de poder espiritual para sanar.
Lan Xichen esta horrorizado, no quiere que su hermano sea castigado así, pero teme que, si sigue intentando intervenir, no le permitan luego asistirlo en sus curaciones, la secta esta erizada de rabia contra el segundo jade.
Pese a ser el líder en funciones, Lan Xichen aún no tiene poder, puede sugerir y discutir, pero las decisiones importantes las sigue tomando el consejo de ancianos, aun es un líder figurativo.
El primer latigazo cae y arranca tiras de piel y sangre de la espalda de Lan Wangji, el jade a su pesar deja escapar una exhalación de dolor.
El segundo latigazo le sigue y también el tercero. La sangre a salpicado todo a su alrededor y baja empapando su túnica interior lentamente.
Y recién empieza. A pesar del dolor insoportable, Lan Wangji se mantiene erguido sobre sus rodillas, con la vista clavada en el piso delante de él.
Cada latigazo significa que Wei Ying está a salvo y que él mismo, es fiel a su juramento. Vale la pena.
Lan Wangji sabe que debe resistir hasta el final, pero sin su núcleo no sabe si va a lograrlo.
El cuarto latigazo va a caer sobre su espalda cuando un murmullo de sorpresa se alza y todos retroceden.
El látigo no cae. Las espadas alrededor de Lan Wangji se alzan apuntando atrás de él. Lan Qiren grita: - "¡Quién eres tú! -
Un anciano envuelto en una larga capa gris se ha materializado ante ellos, tiene la piel muy arrugada y los cabellos largos y blancos. Sus ojos parecen ciegos.
El anciano mira a Lan Wangji arrodillado a un par de metros de él y se ríe: - "Es gracioso jajaja, gracioso que no sepas mi nombre, creo que deberás averiguarlo. Mi negocio aquí es muy simple; Ustedes Lan, han decidido matar al único cultivador justo y noble de esta amarga tierra. Bien, es suyo para matar, aunque es una forma cruel, ninguno de ustedes sobreviviría a 33 azotes, menos aún sin su núcleo... tanto odio en un castigo hacia su propia sangre. Bueno, el tema es que si lo van a matar es porque ya no les sirve, entonces yo puedo disponer de él sin que lo estropeen tanto."-
Al mismo tiempo el anciano señala con un dedo al jade y una explosión de energía golpea al hombre arrodillado que cae inconsciente o muerto al suelo. Lan Xichen grita desesperado por agarrarlo: - "¡Wangji!"
Pero hay una burbuja de poder que rodea al segundo jade y al anciano, y que no permite a nadie aproximarse. El anciano llega hasta Lan Wangji que parece muerto y le arranca la cinta sagrada de su cabeza, arrojándola con desdén al suelo. Luego los mira con una sonrisa y lanzando un talismán de transportación desaparece junto con el jade.
La burbuja de poder también se ha ido y Lan Xichen se arrodilla a juntar la cinta de su hermano, no importa que sus rodillas descansan sobre las manchas de sangre fresca.
Los Lan se miran, descompuestos de sorpresa y miedo, alguien con tanto poder para traspasar sus protecciones y hacer eso es muy peligroso.
Lan Xichen está fuera de sí. Los mira con odio, él grita como jamás gritó en su vida: - "¡Esto es culpa de ustedes! ¡Quisieron tomar venganza en mi hermano con un castigo tan severo! ¡Lo dejaron indefenso! ¡Jamás voy a perdonarlos! Iré a reclusión, hasta que decida como voy a proceder."-
- "¡Xichen!" Su tío intenta detenerlo, además quiere que se disculpe de inmediato. El Líder se detiene y lo mira: - "Mi hermano, es todo lo que deseaba mantener a salvo. Hoy pueden dejar por sentado que lo mataron a latigazos, de todas formas, eso habría pasado, aunque el anciano no hubiera intervenido."-
Lan Xichen entra en reclusión.
Los ancianos se reúnen para saber los pasos a seguir. Deciden que buscarán al segundo jade y lo traerán de vuelta, castigo o no castigo, nadie fuera de la secta puede decidir por sus miembros.
Pronto parten tres comisiones dirigidas por ancianos para empezar a buscar. Pero el mundo de la cultivación es amplio y encontrar a alguien no identificado es como buscar una aguja en un pajar.
Una semana después, se realiza el asedio a los túmulos funerarios, Wei Ying ya herido por Jiang Cheng logra destruir el amuleto, y los cadáveres sin control se lanzan sobre él. Una onda expansiva de energía golpea a todos los cultivadores lanzándolos lejos y atontándolos.
Los cadáveres aun atacan a Wei Ying, o eso parece. En realidad, el anciano de cabellos blancos ha hecho una burbuja de energía rodeándolos, solo a sí mismo y al inconsciente Wei Ying y luego desaparecen con un talismán transportador.
Los cadáveres feroces están enloquecidos, se atacan entre ellos y atacan también a los cultivadores. Un fuego endemoniado se prende en todas las chozas y en la cueva mata demonios quemando todo a su paso.
Jiang Cheng siente un dolor espantoso en su dantian inferior y se siente tan débil que piensa que va a colapsar. Uno de sus hombres lo levanta y lo saca de allí rumbo a la secta. Los Jiang se retiran del lugar con su líder aparentemente herido. Los demás pronto lo siguen incapaces de enfrentar a los cadáveres que siguen atacando ciegos.
Donde Wei Ying cayó, hay restos de túnicas y de miembros y rastros de sangre y carne.
Los Jin volverían una semana después junto con otras sectas a revisar el lugar. Aún hay cadáveres en los túmulos, deambulando sin propósito, muchos, pero ya no están organizados ni dirigidos, el asentamiento esta destruido y vacío, nadie sobrevivió aparentemente.
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