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VII

Puso la pluma en su lugar mirando satisfecha la carta ante ella.

Kiel, su querido hermano hace 3 años se había ido a Arlanta a estudiar.

Estaba alegré por él pero lo extrañaba mucho, aunque siempre se escribían cartas y cada 6 meses se veían.

Y lo mejor de todo es que ella también comenzó su aprendizaje desde hace 3 años y se fue de viaje por toda Obelia con su tía Rosalía.

Por algún motivo su padre estaba paranoico de que se tenía que ir de la ciudad imperial.

Recordaba que eso sucedió después de haber escuchado esas extrañas voces, su padre fue al palacio a resolver unos asuntos con el emperador y cuando volvió la fue a ver a su cuarto diciéndole si no le gustaría ir de vacaciones a la mansión de su tía o irse a un viaje por toda Obelia como lo había pedido de niña.

Estaba sorprendida por el cambio de su padre, pensó que su madre se iba a negar pero ella también insistió en que tenía que hacer ese viaje con su tía.

Así que aceptó y al poco tiempo se fueron de viaje por toda obelia.

Incluso visitó la academia de su hermano aunque esté casi le da un paró cuando vio a su pequeña hermana tan grande y hermosa.

Y eso que solo había pasado 6 meses de que no se veían.

La figura apacible de Kiel casi fue echada a la borda gracias a la aparición de su hermana y a las miradas de los estudiantes masculinos de la academia.

Los hermanos Alfierce en esos tres años habían prometido que cada 6 meses volvieran a su hogar para estar en familia.

Luego de 3 años de recorrer todos los países, antiguos reinos, de Obelia regresaron a la ciudad imperial y ahora Adara debía de esperar 6 meses para volver a ver a su hermano mayor.

-Ada.

Miro hacia la puerta al escuchar a su prima.

-ya voy -avisó guardando los papeles en un sobre y abriendo la ventana, en el marco se posó un pájaro carmesí con amarillo y ella enrollo la carta poniéndola en un pequeño tubo.

El tubo tenía unos lazos negros, los cuales ató alrededor del pájaro el cual elevó sus alas permitiéndole tener más acceso para asegurar el tubo.

-gracias pequeño, ve a darle esto a Kiel -acarició su cabeza y el animal luego de trinar¹ voló lejos del lugar.

Ella lo miro irse y se volvió hacia la puerta.

Otra habilidad de Adara era ser cercana a las aves y algunos animales, ella había logrando que sus aves lleven sus cartas a su hermano y luego de 3 días él le contestaba, ese era el tiempo límite que habían acordado para que el ave descanse y se alimente para el nuevo viaje.

-una audiencia con la princesa?.


La rubia miro sorprendida a sus padres que asintieron.


La duquesa estaba apretando los cubiertos con nerviosismo.

-sí, el emperador se ha enterado que has hecho un viaje por el imperio y que estás estudiando para ser erudita y...quiere que aconsejes a la princesa ya que ella se está integrando en algunos asuntos de la política.

Le explicó su padre que tenía una gotita de sudor en su mejilla.

La princesa había empezado a integrarse en algunos asuntos del imperio como futura emperatriz y el emperador al saber sobre el viaje de Adara le ordenó que la llevé al palacio para una audiencia con la princesa.

Eso fue un golpe mortal para el duque.

Tantos años tratando de alejarla de la familia Real y ahora el emperador pedía que la llevé al palacio.

Aunque era inevitable que se reúnan pero si fuera por el haría todo lo posible para enviar a su hija a otro país y que jamás vuelva a ver al emperador.

Tal vez debería de enviarla nuevamente a otro viaje por el imperio, aunque eso los haría sufrir pero preferían eso a que el emperador se interesé más por su pequeña hija.

-entiendo...aceptó si ustedes están de acuerdo -los miro con una leve sonrisa haciendo sonreír a su padre.

Su pequeña hija había crecido y tenía la agudeza de la familia.

Era inteligente, audaz y hermosa.

Digna de una Alfierce.

-hija tememos de que algo te suceda pero es porque somos padres y siempre vamos a temer por tu seguridad o la de Kiel, ya sabes paranoia de padres -rió la duquesa igual que su hija y algunas sirvientas que sonreían al ver el extremo cuidado de los duques con su pequeña hija.

No había dudas de que los duques amaban con todas sus fuerzas a su hija.

-cuándo será la audiencia padre?.

-e-es hoy -contestó sonriendo nervioso.

La rubia lo miro por unos segundos y luego miro para otro lado pensativa.

Hace 5 días había vuelto a la ciudad imperial luego de su largo viaje y el emperador pidió verla de inmediato.
Su padre había llegado algo pálido del palacio, ahora entendía el motivo.

Pero...algo más había tras esa audiencia y el nerviosismo en sus padres.

Estaba tan metida en sus pensamientos que ni siquiera notó el estado de su prima a su lado.

Jeanette apretaba su falda y temblaba ligeramente.

Incluso su rostro lucia pálido.

Por qué su prima tenía que reunirse con el emperador ante que ella?.

Adara iba a hechizar al emperador tal como lo hacía con todas las personas que se cruzaban en su camino?.

Una vez ya había ido a ver al emperador y éste le regaló un libro, ahora volvería a ir a verlo e incluso vería a la princesa.

Por cuánto más debía de esperar para poder ver a su padre y hermana menor.

Sus ojos rubíes siguieron el camino repetitivo de la princesa.

-puedes dejar de caminar, le harás un hueco al piso.

-no puedo! -lo miro furica mientras Lucas bufo y mordió su manzana.

Su cabello estaba corto y había crecido unos metros.

La princesa tenía 9 años, había crecido saludable y tan brillante como siempre...y su nivel de agresividad hacia Lucas seguía intacto.

-"no puedo creer que papá haya acordado una audiencia con la hija del perro blanco justo hoy!, y encima de todo tengo que estar presente ya que ella fue designada como mi consejera temporal!".

Ahogó su grito en una almohada recordando la charla con su padre.

Flashblack.

-este es el mapa de Arlanta, debes de estudiar cada territorio y su cultura para saber cómo tratar con ellos en el caso de que te reunas con sus líderes a futuro.

Asintió ante el consejo de su padre que le había dado el mapa de Arlanta.

Hace unos meses su padre había empezado a hablar con ella de asuntos políticos.

Estaba contenta!, por fin haría algo de adultos, por fin sus estudios servirán para algo.

-...creo que necesitarás un consejero para saber sobre esto.

La idea de su padre llamó su atención y la de Felix, que por algún motivo miro con una gotita a su amigo.

-un consejero?, puedo decirle a Lucas si me puede ayudar con...

-ya tengo a una persona en mente, la hija de Alfierce sabe mucho sobre los territorios del imperio, ella será tu consejera temporal.

Ante su declaración abrió su boca con sorpresa.

Hace tres años había hablado de ella con su padre y no volvieron a tocar el tema.

Ella se había aliviado por eso pero parece que su padre aún seguía siendo informado de lo que sucediera con la hija del duque.

La oji verde era una tierna niña por lo que recordaba pero qué tan genial era como para hacer que su padre siguiera teniendo interés en ella.

Fin flashblack》.

Luego de esa charla Claude la dijo que hoy tendrían una audiencia con el duque y su hija haciendo que sus nervios subieran al máximo.

-tu padre está muy interesado en esa niña pero te sigue amando por sobre todas las cosas, tonta.

La miro aburrido al ver que todas sus dudas se pintaban en su cara con facilidad.

La rubia suspiro nerviosa y decidió irse a preparar para recibir a sus invitados.

-"así que volveremos a ver a la quimera rubia...interesante" -sonrió de lado al recordar los ojos brillantes de la menor.

Por algún motivo le hacían recordar a su pasado y eso lo inquietaba pero también le interesaba descubrir sobre esa mocosa que tenía algo de mana imperial pero que era mitad quimera.

Apretó sus manos nerviosa al lado de su padre, que estaba sentado en su trono con toda la comodidad del mundo.
Tras ellos estaba Felix.

El pelirrojo estaba ansioso por volver a ver a esa pequeña niña que ayudó en el pasado.

Hace 5 años que no la veía, su origen lo puso inquieto pero ella era una niña que no tenía culpa de nada.

Además de que era muy adorable.

De seguro seguía siendo igual de tierna.

Las puertas se abrieron gracias a los guardias y el duque sostenía con suavidad la mano de una joven rubia.
Cuando la luz del sol iluminó el rostro de la joven la princesa contuvo su respiración.

Por Dios...era hermosa.

Parecía un Ángel caído del cielo, esa joven sí que era un Ángel!.

Miro de reojo a su padre que estaba igual de sorprendido que ella, incluso Felix lo estaba.

Por algún motivo ese momento le dejo un mal sabor en la boca.

Eso ya había pasado.

Roger presentó a Zenit y...todo se derrumbo para la princesa Attanasia.

Ella capturó la atención del emperador, ella fue aceptada por el imperio entero, ella...fue amada, ella siempre fue amada y fue aceptada por todos.

Claude la amaba y...asesinó a Athanasia.

Tragó saliva con fuerza manteniendo una sonrisa tensa en su bello rostro.

-gloria y bendiciones su majestad, su alteza -hizo una reverencia el duque igual que su hija -les presentó a mi hija, Adara Alfierce, es un honor para nosotros ser llamados por el sol de Obelia.

Claude se contuvo para rodar los ojos por su falacia y miro atento a la hija del duque.

Esa mocosa había madurado en esos años y toda timidez y temor se había esfumado de sus ojos.

-...interesante.

Esa simple palabra corto la respiración del duque, la princesa y el caballero.

-"se está repitiendo ahhhh!!!".

Grito internamente la rubia oji cerúleo al recordar la escena de la novela.

-duque, desde ahora tu hija será la consejera temporal de la hija de Jim, he oído que tienes bastante conocimiento sobre los territorios de Obelia.

Miro fijamente a la rubia que ni siquiera tembló por su mirada brillante, eso lo hizo arquear una ceja.

Que divertido.

-he recorrido algunos países del imperio pero no me declaró una persona que conoce cada esquina del glorioso imperio, aún me falta mucho por conocer su majestad.

Le sonrió amable haciendo que Claude alzará el costado de su boca.

-Athanasia, vamos -el emperador se levantó del trono y bajo de las escaleras seguido de su hija -puedes ir a resolver tus asuntos duque, cuando Athanasia terminé de resolver sus dudas enviaré a mis caballeros a dejar a tu hija a su mansión.

El duque sonrió tenso e hizo una reverencia.

-muchas gracias su majestad, gloria y bendiciones.

El duque miro a su hija y ella le sonrió serena, el albino salió de allí sintiendo que en cualquier momento su lado paterno dejaría de lado toda ética y se llevaría corriendo a su hija de ese lugar.

Cuando quedaron los cuatro solos, la rubia oji verde miró a la princesa que no la había dejado de analizar.

-gloria y bendiciones su alteza, futuro sol de obelia.

Su sonrisa la deslumbró y miro con la boca abierta a la rubia oji verde ante ella.

Podía jurar que había flores y ángeles rodeando a la rubia.

-lamento no haberla saludado antes estaba algo nerviosa -admitió sonriendo con pena.

Qué era eso, acaso era cupido que usó su corazón de tiro al blanco para lanzar una flecha?.

Lo más seguro que sí.

-m-mucho gusto Lady Adara, espero que nos llevemos bien! -sonrió brillante haciendo que la oji verde la mire con suavidad.

-haré todo lo posible para responder sus dudas y ayudarla con su labor su alteza -poso su mano en su corazón sonriendo brillante.

Otra flecha fue insertada en su corazón,  acaso tenía magia del amor en cada sonrisa que le daba al asqueroso mundo que la rodeaba?.

Incluso Felix había sido flechazo por cupido, desde que la vio entrar quedó sorprendido y había un leve rubor en sus mejillas.

Felix pedófilo!, era una pequeña de su misma edad!.

Luego miro a su padre y abrió su boca en shock, Claude no había dejado de mirar a la rubia oji verde.

Incluso Claude fue flechado!.

Que todos los dioses la ayuden porque ante ella estaba una digna hija de los dioses de la belleza.

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¹Es el canto de los pájaros.

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