5.
Blard se bajó el gorro suspirando agotado, había sido una difícil noche y casi fue lastimado por las amalgamas, pero era lo de menos, se acercó directamente a la tienda donde compartía cama junto a su pareja, para encontrarle acurrucado allí mismo.
Su hermoso rostro dormido le hacía sonreír como idiota, dándole ánimos para seguir trabajando.
Se acercó, acariciando delicado cual flor frágil su pómulo, y se inclinó para besar su mejilla con amor. Solo recibió un indefenso suspiro.
No esperó más para recostarse a su lado y dormir con él.
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