La pareja yacía en los campos de flores del Oasis, habían una gran variedad de plantas que Blard recolectaba pero en ese instante solo estaban pasando el rato. Al de bufanda le gustaba el aroma del lugar, floral. 

— ¿Estas plantas no tienen la misma propiedad que las Echo?

— No la poseen, pero algunas tienen buenos componentes para cremas.

— ¿Como el bloqueador solar?

— Sí, más o menos como ese.

Ambos se recostaron sobre la manta que a Geno se le ocurrió llevar, y Blard tomó una flor echo entre las otras hierbas susurrando bajo algunas palabras que el contrario no pudo entender, no pudo preguntar cuando Blard le entregó la flor guiñándole un ojo.

"¿Te imaginas la felicidad que tengo cada vez que veo tu sonrisa? ¿Te imaginas la tristeza que me causa ver las lágrimas por tu cuenca caer? Eres lo más importante para mí, te amo, Geno."

Era cierto que antes había entendido algunas palabras sueltas, pero completo hacía el mensaje más único, sonrió avergonzado.

— Eres un cursi. —Tras una pausa, agregó— Pero también te amo.

— No lo escuché. ¿Me lo puedes repetir con la flor?

— Oh, Blard, no. —El aludido rió y al no tener otra, dijo casi a regañadientes lo anterior mencionado.

El mayor al escucharle le tomó la mano, sonriendo de esa forma que le derretía el alma a Geno.

— No te preocupes por el mensaje. Puedo volver a repetirlo cuantas veces quieras.

— ¿Para qué necesito una flor echo si te tengo a ti?