El de bufanda observaba el ocaso con preocupación, no había visto a su pareja desde el día anterior, sabía que no debía preocuparse pues le había avisado que tenía después de su horario nocturno, tener que ir directamente a administrar los recursos desde la capital, no obstante los temores siempre estaban.

Podía estar acompañado por los demás, pero era su novio, también era importante para su vida, y todavía no estaba acostumbrado a que le dejara por tanto tiempo, se acordaba de la soledad de su vacío.

Una sonrisa salió de sus labios al verle caminar con una caja entre los brazos, detrás de él habían otros que le estaban ayudando, no lo soportó más y se acercó hasta el sector donde colocaban los suministros para abrazarlo.

— Blard, llegaste tarde.

— Lo siento, tenía que traer más cajas para que durasen más. —Respondió sin estar tan sorprendido del abrazo sorpresa, rió con suavidad, correspondiendo— Buenas tardes, ¿Dormiste bien anoche? No quisiera que sufrieras del frío que hay a veces.

— Es lo de menos eso. —Dijo de inmediato— Lo importante es que llegaste, pero por favor, ve a bañarte primero.

Como siempre, risueño, el de gorro asintió.

— Bien. —Al apartarse, besó su frente— Te extrañé.

Su respuesta mental fue. "Yo también."