El día de la boda, el día en que mamá le dará el sí a Ricardo ha llegado. Se les ocurrió que la boda sería un día de semana, un viernes, en la iglesia. Creo que no habrá en el civil porque no creen en eso, piensan que son solo papeles inútiles que un notario que va a varias bodas aplica. No lo encuentran especial.
También hoy son las alianzas. Antes no tenía motivación en ello. La alianza que ganaba solo quedaban con el orgullo de ganar como premio, claro que en el colegio en que estaba antes. Aquí dan de premio un 7.0 para todos.
Me pongo la misma ropa de la otra vez, tomo desayuno junto a mi hermana (las dos atrasadas) y salimos. Desde que vivo aquí llego más temprano al colegio, creo que es cierto eso de que los que viven más cerca llegan más tarde y los que viven más lejos más temprano.
Entro a la camioneta de Ricardo y en varios minutos llegamos.
A las 9 de la mañana bajamos todos al patio, en donde se hacen los de las alianzas. Se hacen competencias que nos dejan en gran desventaja con las demás menos en el baile de la alianza que salió increíble. A la salida vamos directamente a la casa. Vinieron varios familiares de Ricardo que ya dejaron varias cosas arregladas en la iglesia y que también ayudan a Ricardo y a mamá a vestirse, claro que por separado. Yo me pongo el vestido de dama de honor y ayudo a mi hermana a ponérselo.
Esta vez no es como siempre: la novia termina primero. Mamá no espera a Ricardo (aunque no debe hacerlo) y sube al auto con las dos damas de honor, la mamá y la hermana de Ricardo.
Cuando llegamos a la iglesia, esperamos en la entrada con muy pocos invitados (los familiares de Ricardo, De mamá nadie) que poco a poco se van angustiando porque se acerca la hora.
Diez minutos después de la hora llega Ricardo.
—¿Por qué te demoraste tanto? —le pregunta mamá a Ricardo cuando sale de la camioneta.
—Tenía unos problemas con el traje, pero ya fue solucionado. —dice Ricardo.
—¿Y mi perrito? —interviene mi hermana acercándose a ellos.
—Él no puede ir a bodas. —le contesta Ricardo.
—Sí puede, les juro que no molestara. —le contesta mi hermana.
—Pero ya no podemos, hija. Estamos atrasados. —contesta mi mamá dando por cerrada la conversación de la forma más dulce que pudo.
Me pasan una almohada pequeña en que encima hay una cajita en que está el anillo y a mi hermana igual. Ricardo se pone al lado del cura y empiezan a tocar la marcha nupcial. Mamá va caminando hacia el altar en el pasillo en que todos la observan parados y dedicados. Ahí todos se sientan.
—Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para... —dice el sacerdote o cura, no sé.
Mamá y Ricardo se miran todo el tiempo durante la ceremonia.
—Tú, Belén Varas, ¿aceptas a Ricardo Lancaster para amarlo en salud, enfermedad, tristeza, felicidad, pobreza, riqueza, hasta que la muerte los separe?
—Acepto. —responde rápido y decidida.
—Y tú, Ricardo Lancaster, ¿aceptas a Belén Varas para amarla en salud, enfermedad, tristeza, felicidad, pobreza, riqueza, hasta que la muerte los separe?
—Acepto. —dice después de unos segundos de silencio.
Jamás me lo imagine.
—Pónganse los anillos. —dice el sacerdote.
Le paso la cajita a Ricardo. Él la abre y le pone cuidadosamente el anillo a mamá. Ahora mi hermana le pasa la otra cajita a mamá, ella la abre y se la pone a Ricardo.
—Puede besar a la novia. —dice el sacerdote.
Ricardo obedece y besa a mamá. Los demás se paran y aplauden. Es emocionante.
Los dos van caminando de la mano por ese pasillo que queda para los dos y las damas de honor. Luego me doy cuenta que tengo que caminar detrás de ellos junto a mi hermana de forma paralela. La gente que está afuera nos empieza a tirar arroz, la común tradición. Ellos, después de saludar y de despedirse de los familiares de Ricardo y mamá, se suben a un auto conmigo y mi hermana en que atrás en el capo dice RECIÉN CASADOS y hay latas. Cuando Ricardo empieza a conducir, suenan.
Después de unos minutos llegamos a una casa en que más rato empieza a llegar la gente. Ponen música y empiezan a bailar. Al día siguiente nos vamos a la casa. En el momento veo la autorización a Osorno y el lápiz. Cuando mamá entra le muestro la autorización y firma.
Ya solo quedan dos semanas antes del viaje a Osorno. En el colegio se planificara lo del viaje.
A Ricardo le pregunto por qué no tuvieron luna de miel. Me contestaron que será en vacaciones de verano conmigo y mi hermana, en sólo 3 semanas; que increíble la rapidez del tiempo.
Los ladridos del perro de Laura me interrumpen los pensamientos.
Sobre las alianzas, hoy nos reunieron a todos en el patio en el lugar que ocupó cada alianza y dijeron los lugares: primero "Eleanor & Park", segundo "Los juegos del hambre" y tercero "Bajo la misma estrella".
YO QUERÍA UN 7.0
Fue cargante cuando los ganadores gritaban "Eleanor & Park", "Eleanor & Park". Por algo quería estar en esa alianza pero mi lema es (el mismo que uso para los equipos de fútbol) "soy del equipo ganador". Funciona. Las semanas que pasaron (solo 2) vimos en el colegio películas, una de ellas fue "Desde mi cielo".
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