38. Yoongi
Conforme el vehículo seguía avanzando los minutos de igual forma, pero a pesar de que la velocidad podía considerarse en un rango normal, sentía que todo parecía verse más lejano, removí mi cuerpo ligeramente sintiendo el leve dolor en mi retaguardia por estar sentado, llevamos posiblemente más de una hora dentro del automóvil, y en todo ese tiempo no he querido tener una conversación con Jimin, habíamos entablado una pequeña platica en mensajes de texto, pero fue interrumpida cuando Jimin contesto una llamada entrante, y por lo poco que había alcanzado a escuchar de su conversación, supe de inmediato que se trataba de su hermano, al parecer estaba igual que disgustado que él por asistir a la reunión familiar y le pregunto a Jimin si iba asistir o no.
Al parecer todo me dejaba claramente que las reuniones de la familia Park eran tan disgustantes que el solo pensar en asistir ya era como cargar una enorme roca a tres kilómetros de distancia sin ayuda y en medio del desierto con un calor infernal, era complicado, agobiante y totalmente irracional. Solté un pequeño suspiro y mire hacia Jimin quien permanecía con su ceño levemente fruncido mientras miraba su teléfono celular.
—¿Malas noticias? —quise romper con el silencio, porque estaba aburrido y el sonido leve del automóvil me estaba sacando de quicio.
El hombre a mi lado dejo de mirar el aparato móvil por breves segundos antes de mirarme.
—Pues —alargo un poco la palabra—, digamos que las malas noticias comenzaron con esta reunión —sonrió ladino, sin gracia alguna ante sus propias palabras y después miro al conductor—, haz una parada en el hotel que se encuentra a cinco cuadras adelante, tengo que hacer un par de cosas.
—Sí, señor Park —contesto el conductor.
—Y dale aviso a mi padre que llegaré allí en cuanto pueda —el conductor dio un asentimiento, haciendo que Jimin suelte un largo resoplido.
Eleve una ceja, ¿qué se supone que planea exactamente? Por unos momentos pensé que iríamos directamente a la reunión con su familia, pero al parecer quería hacer una parada, aunque la palabra "hotel" no me tenía del todo tranquilo, porque en cuanto lo dijo los recuerdos de la ultima vez que estuve con él en uno aparecieron fugazmente, no lo niego, el momento fue inolvidable, pero ¿acaso Jimin tenía planeado hacer algo allí antes de ir a la reunión? Quisiera no averiguarlo, pero estaba a dos calles más de averiguarlo.
No paso mucho cuando el conductor maniobro el volante para estacionarse frente a un hotel, mire por la ventanilla del automóvil, y entonces me percate de que se trataba de un pequeño edificio de no más de siete pisos, pintado de un rosa pálido y oscuro, y en el cual al parecer cada piso era una habitación, porque solamente mostraban un gran ventanal polarizado.
—Hemos llegado, señor Park.
—Excelente —dijo Jimin antes de disponerse a abrir la puerta. En cuanto vi sus acciones no dude en copiarlas, así que de inmediato jale levemente la manija de la puerta del vehículo y abrí la puerta, encogí ligeramente mi cuerpo para evitar un golpe en la cabeza, y salí sintiendo la ligera brisa del viento golpear mi rostro—, Yoongi —el llamado de Jimin me hizo mirarlo—, hay que entrar.
Bien, quizás había sido una mala idea acompañarlo, no quiero revivir nada de lo que paso la otra vez, pero... aprete ligeramente mis labios antes de dar un asentimiento, cerré la puerta del vehículo detrás de mí, mientras que Jimin rodeaba el automóvil para caminar hacia la seguridad de la acera, sus cabellos se movían levemente con su andar y el viento los despeinaba, en cuanto sus pies estuvieron sobre la acera, y el vehículo en el que veníamos viajando retomo su camino Jimin pudo soltar un largo suspiro, llamando por completo mi atención, parecía inclusive un poco más relajado que hace unos momentos.
—¿Paso algo? —pregunte al ver que la tensión sobre su cuerpo se disipaba un poco.
—Fue precipitada mi decisión —menciono Jimin para después sonreírme—, ¿sabes? Pensaba llevarte con mi familia, que la conocieras el primer día y todas esas cosas, pero sería aburrido —parpadee un poco al no entender lo que quería decirme con eso—, las reuniones familiares son aburridas y más cuando se trata de mi propia familia.
—Pero, se supone que tienes que asistir, si te han citado tiene que ser por algo, ¿no es así?
—En efecto, gatito —sonrió ladino—, pero antes —me miro de abajo hacia arriba de forma rápida—, quiero quitarme el estrés un poco.
Sentí como mi garganta se cerraba con sus palabras, maldita sea, esta sería una buena oportunidad para salir corriendo, pedir un taxi y escaparme de esa lujuriosa mirada que prácticamente Jimin me había lanzado desde un principio y que no había entendido hasta ahora.
—C-c-creo que —trague saliva antes de continuar, el nerviosismo y mi garganta cerrada no ayudaban—, lleg-gar a tiempo es m-mejor, ¿no?
—Llegar a tiempo —y entonces sus pies se movieron, comenzando a caminar hacia mí, quería retroceder, pero mi cuerpo parecía paralizado ante su presencia—, toda mi vida he amado la puntualidad, gatito —por inercia aprete la tela de mi pantalón con mis manos para evitar demostrar lo nervioso que me encontraba—, y más para mi familia —poco a poco detuvo sus pasos y el aroma de su exquisito perfume inundo mis fosas nasales, retuve la respiración por pocos segundos para permitirme disfrutarlo un poco—, pero estoy harto de ser obediente.
—Pero, tus padres...
—Mis padres pueden esperar —me interrumpió—, ellos siempre me hicieron esperarlos por muchos años —se encogió de hombros—, no es malo que esperen un par de horas o más por tener mi grata presencia con ellos.
Que modesto, pensé en mis adentros.
—Además —volvió a reducir la distancia entre nosotros, la punta de sus pies choco con los míos y fue cuando volvió a detenerse, se inclino un poco más hacia mi rostro—, pienso que es una buena idea pasar un rato a solas contigo antes de ir con mi familia —su voz era baja, como si estuviera por decirme el secreto mejor guardado del país y no quisiera que nadie más lo escuchase—, en verdad, gatito, no te imaginas lo espantoso que es una reunión de negocios familiares, y de solo pensarlo, me da dolor de cabeza, así que prefiero desahogarme un poco.
—¿D-de qué manera? —mi pregunta apenas fue audible, el sonrió al escucharme.
—Tengo muchas formas, gatito —relamió sus labios—, pero mi favorita de todas es —sentí como sus manos tomaron las mías con cuidado y las separaron de mis piernas para acariciarlas, sus dedos oprimían mi piel con delicadeza y daban pequeños masajes—, tenerte a ti para satisfacerme.
Sus ojos, oscuros y deseosos por tenerme de nuevo entre sus sabanas hicieron que mis piernas se blandearan ante su mirar, joder, Jimin podía hacer que todo mi cuerpo se derritiera en cuestión de segundos, sus acciones, sus miradas, sus palabras, esa voz suya que sabía como modularla para hacerme sentir deseoso por sus mismas intenciones, amaba como lograba tener mi aprobación de inmediato, y por supuesto no estaba nada dispuesto a negarme a su petición. No era nada arriesgado, simplemente me dejaría guiar por él hasta que me tuviera pidiéndole por más, me encantaba cuando teníamos sexo y él sacaba ese lado tan dominante en la cama que me hacía delirar en placer.
Pero quería ponerme algo difícil, esas simples palabras no me iban a convencer del todo, aunque ya lo había logrado, quería jugar con él, hacerlo mirarme como si fuera su presa preferida y él fuera el cazador dispuesto a no dejarme ir nunca, así que sonreí ligeramente, aleje mis manos de las suyas y las coloque sobre su pecho, subí y baje, arrastrando mis palmas por sobre la tela de su saco y luego no dude en subirlas de nuevo para después tomar su corbata y jalarla levemente, sus ojos permanecían atentos a mi rostro, lo mire de igual forma y allí estaba lo que quería ese pequeño brillo de deseo e interés que se estaba formando en él.
—Mmmm —dije y relamí mis labios con la punta de mi lengua—, ¿satisfacerte, dices? —sonreí ladino—. Me gusta la idea, Park —baje levemente mi voz—, pero, creo que no me convences del todo, ¿sabes? —solté una pequeña risa al verlo fruncir levemente el ceño—. Tendrás que hacerlo mejor si quieres que yo —ajuste un poco su corbata a su cuello—, me enrede contigo...
La confianza en mi propia voz me asustaba a mí mismo, y a pesar de mostrarme valiente con mis propias acciones, tenía un poco de miedo, antes había logrado insinuarme un poco, pero ahora en verdad estaba jugando con él, quería ver su desespero, su deseo por tenerme, él no es la clase de hombre que suplicaría por tenerme lo sé, pero quería que logrará que yo le suplicará, si quería ganarse y aprobación, tendría que mejorar un poco, aunque ya me haya convencido.
—¿De verdad? —sonreí y di un asentimiento al ver su mirada divertida, me estaba siguiendo el juego y eso ya era ganancia, a Jimin le gusta jugar, lo sé perfectamente—. ¿Y sí te digo todo lo que quiero hacerte, entonces vendrás? —me removí un poco en mi sitio, joder, su voz había sido ligeramente ronca y suave para mis oídos.
—Quizás... —mencione y mire sus labios por unos largos segundos antes de regresar mi mirada a sus ojos—, quizás logres convencerme.
—En ese caso —sentí mi cuerpo tensarse cuando sus manos tomaron mis caderas—, déjame convencerte de llevarte a la cama, bonito —mierda, sus manos fueron subiendo un poco hacia mi cintura—, imagíname a mí, tomándote con fuerza de esos lindos y finos cabellos tuyos —en cuanto llego a mi cintura la apreso con sus manos—, imagina mi polla dentro de ti, mi gatito, mientras te penetro duramente contra la cama —y en el momento menos esperado me atrajo a su cuerpo, nuestros pechos chocaron y mis manos quedaron prisioneras contra su pecho, solté un pequeño respingo por el movimiento—, de sólo imaginarte con ese leve sonrojo en tus mejillas, esos labios entre abiertos pidiéndome que te haga mío una y otra vez, y esa lechosa piel tuya llena de pequeñas marcas hechas por mí —mantuvo ese tono grave en su voz y retuvo un suspiro—, no sabes lo mucho que se me hace agua la boca de solo pensar en probarte, gatito.
—¿Qué tanto meterás tu polla dentro de mí, amo? —su mandíbula se tenso ante mi pregunta, y sentí como sus manos apretaron mi cintura en el proceso.
—Haré que te la tragues toda, gatito —sentí mi boca secarse por su respuesta, entrecerró levemente sus ojos mientras me sonreía ladino—, tanto como te gusta —sus manos volvieron a avanzar y esta vez dirigiéndose a mi espalda baja—, te hundiré mi polla hasta que me pidas parar.
—Posiblemente desee más —dije en voz baja, mientras sentía sus pulgares dar caricias en círculos a mi espalda baja, dándome escalofríos en el proceso, quizás estaba cometiendo un grave error al querer incitar más a Jimin a que me haga suyo, pero sé que valdrá la pena el riesgo que estoy tomando.
—No me negaré ante ti, gatito —la raspera en su voz no estaba ayudando a mi poca estabilidad mental, joder—, si me pides que te lo haga una vez más, no me negaré —sus manos bajaron un poco más—, te haré gemir las veces que desees —cerré mis manos en puños al sentir sus manos sobre mi trasero—, y no sabrás decir otro nombre que no sea el mío —apretó mis nalgas haciéndome reprimir un quejido, sonrió ladino ante mi reacción—, ¿qué pasa, gatito? ¿Quieres sentirme dentro tuyo?
Solté un suspiro al sentir sus manos sin dejar de apretar mis glúteos ir subiendo de a poco.
—Mmmmmhh —solté gustoso canturreando y alargando aquella simple letra y cerrando mis ojos ante su tacto—, amo —solté en un suspiro—, quiero su polla dentro de mí —lo miré a los ojos—, por favor —solté un suspiro cuando sus manos volvieron a mi espalda baja.
—Tranquilo mi dulce e insaciable gatito —una de sus manos abandono mi espalda baja para ir a mi rostro, acuno en primera instancia mi mejilla—, te daré lo que me pides —su mano se deslizo por mi mandíbula hasta que sus dedos tomaron mi mentón, apresándolo y obligándome a subir el rostro para después él unir nuestros labios en un pequeño beso—, hay que entrar —dijo cuando nos separamos.
No sabía lo que me había buscado por jugar de esa manera, pero sabía que esto me encantaría.
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