Mi padre había llamado a primera hora del día, mencionando que tenía que ir a una reunión familiar. Ciertamente las reuniones familiares no eran algo que yo pudiera considerar como agradables, y eso era por el hecho de que algunos parientes más cercanos podían ser un poco —por no decir mucho—, presumidos, mi familia es una de las más poderosas en todo el país, y eso solamente quiere decir una cosa, todo son negocios, desde que era pequeño había sido de ese modo, desde el desayuno hasta la cena familiar, todo se trataba de negocios, mi hermano y yo a pesar de no ser tan participes en las conversaciones de los adultos, escuchábamos claramente que la mayor parte del tiempo las conversaciones se trataban de los bienes adquiridos por cada uno de nuestros tíos, por nuestro propio padre y por nuestros primos, las mujeres se dedicaban a tomar el té y hablar pestes de lo que fuera que iban a hacer las empresas rivales o las esposas de los dueños de tales empresas.

Y nada cambiaba, hasta ahora había estado evitando las reuniones familiares durante un buen tiempo, llevo casi siete años evitándolas a toda costa y aunque me he reunido con mi padre y hermano, no puedo considerarlas como una reunión totalmente familiar, ahora debía asistir, no solamente para hablar de negocios, sino que mi padre había sido muy claro, era ir o ir, nada más, no me dejaba opciones, y no es como si las tuviera, de hecho me había dicho que mamá me extraña al igual que los demás familiares, aunque sé perfectamente que lo único que quieren es saber si estoy llevando bien el negocio de mi padre y que no estoy a punto de llevarlo a la quiebra, pero por supuesto no les dejaré la satisfacción de burlarse de mí diciendo que no llevo bien el negocio familiar.

Después de esa llamada, mi humor se había ido por los suelos, pero había regresado de inmediato al recordar que tenía a cierta persona a mi disposición, y por supuesto ese se trataba de Min Yoongi, mi ahora asistente y por supuesto espero más pronto que tarde mi novio, mi familia lo tomaría por sorpresa, lo sé, pero les agradará.

—Entonces se supone que iremos a una reunión familiar —comento Yoongi y yo di un asentimiento, había pedido un taxi de la empresa, no quería que se nos hiciera tarde, mucho menos tener que conducir yo, además llevábamos algo de prisa, el lugar de la reunión quedaba a tres horas de viaje—, ¿no crees que se vería mal que yo vaya a dicha reunión?

—Yoongi —gire mi rostro para verlo—, por supuesto que no, jamás se verá mal que estés a mi lado, todo lo contrario, pienso que voy a causar una gran impresión al llevarte conmigo, conocerás a mis padres, a mis tíos y a algunos primos presumidos, por supuesto ya has tratado con mi hermano, estará presente en la reunión familiar —hice comillas con mis dedos al mencionar la última palabra.

Regrese mi mirada al frente, pero podía sentir la mirada de Yoongi sobre mí, quizás se preguntaba la razón de mis acciones, no lo culpo, a pesar de que a muchas personas les guste convivir con sus familias de vez en cuando sin tener que discutir por una tontería, a mi no me gusta en lo absoluto, tener a mi familia a mi alrededor no ha sido tan grato, ni siquiera de niño, a pesar de que muchas personas me decían lo afortunado que era por tener todo lo que algunos niños no tienen, yo quería lo que los demás tenían, y eso era aunque sea un poco de cariño paternal, de mi madre logré obtener una pequeña parte, pero no era suficiente.

—Para ser una reunión familiar no te ves tan animado por ir —la voz de Yoongi me saco de mis pensamientos, lo mire de soslayo, percatándome de su mirada sobre mí—, ¿hay algo que no te agrade?

—¿Recuerdas que te hable alguna vez de que a veces tener todo no es en realidad tenerlo todo? —Yoongi dio un corto asentimiento con la cabeza—. Nunca me ha emocionado la idea de una reunión familiar, de lo único que se habla allí es sobre el dinero y de los bienes de la familia, eso es todo —me encogí de hombros—, he evitado a toda costa ir a esas reuniones, porque para mí no tienen sentido y solamente causan dolores de cabeza, pero —sonreí un poco—, contigo allí no me aburriré.

Ante mis palabras, Yoongi dejo de mirarme, pude notar que jugaba con los dedos de sus manos sobre su regazo, quizás se encontraba nervioso por lo que pudiese pasar en aquella reunión, y no era solamente él quien se encontraba en ese estado, puede que no lo pareciera, pero me encontraba igual de nervioso que él, porque no sabía lo que me esperaba en esa reunión, y mucho menos la razón por la que mi padre en verdad parecía estar sumamente molesto y desesperado por tenerme allí, quizás se realice un anuncio familiar, uno importante y debía estar presente, sólo espero no se trate de una tontería, la ultima vez mi padre quiso comprometerme con la hija de uno de sus grandes amigos, pero claro resulto que aquella mujer lo único que buscaba era que le brindase todos sus caprichos en joyas y dinero, y por supuesto yo no estaba dispuesto a soltar dinero en alguien que lo derrocharía como si fuera basura.

Mi celular timbro dentro del bolsillo de mi saco, no tarde en sacarlo, y percatarme de que se trataba de un mensaje, eleve una ceja al ver el nombre de la persona que me lo había enviado, era de mi gatito, mire por el rabillo del ojo para ver si tenía su celular en sus manos y en efecto lo tenía.

No iba a contestar, estamos sentados prácticamente uno al lado del otro y nos quedaban casi dos horas de viaje dentro del vehículo, no entendía porque ahora Yoongi quería hablar por mensajes de texto cuando podíamos hacerlo entre nosotros de la manera más habitual y más cómoda, cara a cara, pero, de todas formas, conteste, no quería dejarlo así, además de que quería preguntarle la razón del porqué ahora había querido enviarme un mensaje así tan repentinamente.

Gatito: ¿Podemos hablar por aquí? Siento que el conductor esta escuchando y es incómodo.

Jimin: ¿Incomodo? Yoongi, los conductores de esta empresa tienen estrictamente prohibido prestar atención a las conversaciones que no les incumben, todo mi personal esta estrictamente capacitado, no deberías desconfiar.

Gatito: De todas formas, es incómodo.

Jimin: En ese caso, si te sientes más cómodo aquí, hablemos aquí.

Gire levemente mi rostro apartándolo de la pantalla para mirar a Yoongi, quien sonreía levemente a la pantalla mientras comenzaba a teclear algo, pronto me llego su mensaje.

Gatito: Tu familia sabe que iré a la reunión, o eso supongo.

Jimin: Quizás...

Gatito: Jimin... ¿si les dijiste?

Gatito: No me digas que no.

Jimin: Si lo hiciera diría una mentira.

Gatito: Entonces será incomodo estar en esa reunión.

Jimin: ¿Es tu palabra favorita?

Gatito: ¿?

Jimin: No será incomodo, estarás conmigo todo el tiempo así que no debe ser incomodo para ti, además a mi familia le dará igual que estés presente, mientras no estés involucrado en los negocios pasarás desapercibido.

Gatito: Eso no parece ser una buena idea, además, ¿cómo aseguras que no me harán caso? ¿Qué hay de tu hermano? Él me conoce, quizás hasta les diga lo que hago.

Jimin: Puede que así sea, pero ya ni siquiera haces ese trabajo, ahora eres mi asistente.

Escuche como soltaba un pequeño resoplido, sonreí levemente al escucharlo, seguramente se encontraba un poco molesto por el comentario que le escribí, pero era la verdad, además mi hermano no tenía porque importarle a Yoongi, no es como si fuera alguien que le encantase conversar acerca de otras personas.

Gatito: ¿Algo que tenga que saber antes de ir a la reunión?

Gatito: Ya sabes, no quiero causar mala impresión a la primera.

Gatito: Podría ser raro...

Jimin: Bueno, tienes que saber que hay que ir vestido de etiqueta, deberás de comer con los cubiertos correctos cada una de las comidas del menú.

Jimin: Y por último, de una vez te aviso que tendrás que peinarte diferente, a mi madre no le gusta que los hombres cubran su rostro con su cabello.

Gatito: ¡Por qué no me lo dijiste desde un principio, Park Jimin!

Solté una risa al ver ese ultimo mensaje, no pude evitarlo, de inmediato me había ganado una mala mirada de parte de mi querido Yoongi, pero solamente eso me causo aún más gracia, a duras penas pude teclear en mi teléfono para enviarle un nuevo mensaje.

Jimin: Era broma, gatito.

Gatito: A veces eres tan... pero tan...

Jimin: Sé que me amas a pesar de todo.

Gatito: Te odio...

Jimin: Ajá...

Ambos levantamos la mirada de los teléfonos, Yoongi me regalo una pequeña sonrisa y yo hice lo mismo, nuestras miradas indicaban perfectamente que éramos los cómplices del uno y del otro sin que nadie más supiera de nuestra conversación, definitivamente no pediría cambiar estos momentos nunca, estar con él es mucho más agradable que permanecer solo.