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35. Jimin

En cuanto Yoongi deslizo el bolígrafo justo donde iba su firma para aceptar las clausulas del contrato, fue entonces que me permití sonreírle, me sentía aliviado de haber obtenido el consentimiento de mi gatito, en verdad me encuentro demasiado ansioso por tenerlo trabajando a mi lado, no es por el hecho de mantenerlo cerca de mí, ni nada por el estilo, Yoongi demuestra que puede hacer las cosas al pie de la letra, lo que muchos de mis empleados no hacen y mucho menos mis asistentes, podría pasar por alto algunos errores puesto que Namjoon se encarga de remediarlos lo más pronto posible, pero cuando se trata de personas que trabajan demasiado cerca de mí, no puedo evitar tener el control total, necesito eficiencia, y es lo que menos me han demostrado mis anteriores asistentes.

En cambio, puedo afirmas que Min Yoongi es diferente, el trabajo que llevo a cabo en la empresa hace ya casi un año, fue lo suficientemente efectivo, lleno por completo mis expectativas e inclusive puedo afirmar que las supero, tal y como debía ser, es por eso que pienso que, si trabaja a mi lado, será una buena oportunidad para aprovecharlo al máximo.

Y claro, su compañía haría de mis días tediosos unos más relajados.

—Bien, gatito —mencione mientras llevaba mis manos hacia las hojas del contrato, dirigí mi mirada hacia ellas y me percate de su impecable y fina firma, apreté ligeramente mis labios y volví mi mirada hacia él—, desde ahora puedo darte la bienvenida a la empresa.

—Sinceramente no creí volver allí —me dedico una pequeña sonrisa, sus mejillas blancas habían adquirido una pequeña tonalidad rosa que lo hacía ver sumamente delicado y adorable—, seré tu asistente —di un asentimiento—, Jimin, n-no se mucho de esas cosas yo...

Lo interrumpí.

—Es un trabajo sencillo —dije de inmediato—, no te complicarás la vida mientras sepas lo que tienes que hacer diariamente para mí.

—¿Y eso es...?

—Me encanta tu interés, encanto —sonreí ladino, esos ojos gatunos frente a mí parpadearon un par de veces, podía ver esa curiosidad tan palpable en todo su rostro, en verdad quería que le diera instrucciones, esos ánimos dentro de él me fascinan en demasía—, te daré instrucciones breves, así que quiero que me prestes tu total atención.

Me regalo de inmediato un asentimiento.

—El trabajo de mis asistentes puede ser duro, algunos lo consideran inclusive infernal, bárbaro y otros lo han descrito casi como algo imposible de hacer —la tensión sobre los hombros de mi gatito parecía no desaparecer con mis palabras—, no es mi intención tratar de atemorizarte, solamente te lo digo porque algunos creen que soy el mismísimo diablo en persona cuando se trata de trabajar a mi lado, ¿bien?

Quizás mi hermoso gatito si se estaba sintiendo algo intimidado por mis palabras, pero es lo normal, todos en la empresa saben que mi carácter no es el más amigable a la hora de asuntos importantes en el trabajo, no soy la clase de jefe que tiende a ser condescendiente con sus empleados, la amabilidad no debe estar presente en los trabajos importantes, mucho menos cuando se tratan de asuntos que requieren de la mayor concentración y disciplina de todas.

—Ahora —relamí mis labios con la punta de mi lengua—, debo dejarte en claro algo que siempre debes de tener en cuenta.

—¿Qué es?

—Mi agenda —mire a los ojos a Yoongi—, allí es donde encontrarás todo, desde los números de teléfono de empresas que hacen negocios con nosotros, las agencias automovilísticas, además de los abogados en caso de tener algunos problemas legales, también encontrarás lo que son los números más importantes dentro de la empresa, los cuales son el de Kim Seokjin, el de Kim Namjoon, el de mi hermano, y por supuesto el de mi padre, mi madre suele llamar de vez en cuando, pero no es a menudo, así que por ese numero no debes de preocuparte, pero por los demás sí, sobre todo con el de mi padre.

—Supongo que tu padre debe de estar muy al pendiente de lo que haces aquí en la empresa —di un asentimiento reafirmando sus palabras.

—En efecto lo esta —solté un resoplido—, mi padre siempre te pedirá que de inmediato pases la llamada directamente conmigo, no dudes en hacerlo —Yoongi me regalo un asentimiento—, también requeriré que te encargues de la revisión de mi correspondencia, cada semana la correspondencia correspondiente llegará a la oficina, serás tú quien se encargue de revisar toda y separarla, usualmente son listas de pedidos, cartas de la competencia, e inclusive solicitudes de empleo, las solicitudes de empleo se las harás llegar a la secretaría de Namjoon, mientras que las listas de pedidos y demás cartas las harás llegar a mí, ¿entendido?

—Sí —la serenidad en el rostro de Yoongi me dejaba muy en claro que había comprendido al pie de la letra mis instrucciones.

—Excelente, como mi asistente, necesitaré que me acompañes en todo momento, por lo que, si tengo que ir a la oficina de otra persona, me seguirás, si tengo que ir a una reunión, irás conmigo, no quiero excusas, y tampoco necesito que me ataques con preguntas de adónde me dirijo, en cuanto me veas salir de la oficina, es cuando de forma inmediata me seguirás.

—¿Y sí vas al sanitario? —pude esperarme otra clase de peguntas, no está, pero definitivamente creo que es la más divertida que alguien me ha hecho en mucho tiempo, no dude en soltar una suave risa al escucharlo, Yoongi me regalo una diminuta curvatura en sus labios.

—Gatito —mencione entre risas—, no deberías preocuparte por algo como eso.

—Pienso que sí debería, porque si sales y no vas a una oficina y te diriges a ese lugar, entonces yo me sentiría avergonzado ¿no lo pensaste de ese modo?

—Puede ser que te sientas incomodo —me encogí de hombros restándole importancia—, sólo no te preocupes por algo así, además ni siquiera voy a los sanitarios que usan los empleados, tengo uno en mi oficina, así que —sonreí ladino—, eso no es un problema, ¿tienes alguna otra pregunta?

Yoongi dejo de mirarme, bajo la mirada hacia sus manos las cuales entrelazaban sus dedos mientras se dedicaba a jugar con sus pulgares, doblándolos una y otra vez en un ligero movimiento.

—¿Tendré horario de entrada y salida?

—Lo tendrás, pero tengo algo que pienso será inclusive más beneficioso tanto para ti como para mí —mire como apretaba ligeramente sus labios—, no sé como lo tomes, pero creo que podrá ser muy benéfico.

—¿De qué se trata? —sus ojos marrones se enfocaron con mi mirada de inmediato.

—Sé que no vives cerca de la empresa y que el transporte público ha subido de precio en los últimos meses —me regalo un asentimiento con la cabeza—, en este caso, creo más conveniente dos opciones para ti, la primera es que puedo pasar por ti —sus mejillas no tardaron en colorearse—, o puedes vivir conmigo.

De inmediato sus ojos se abrieron de par en par, sus cejas se alzaron, y casi sus labios se abrían ante la sorpresa de mi ultima sugerencia, su rostro era la perfecta definición del asombro.

—¡V-vivir contigo! —termino por exclamar a duras penas, soltando un tartamudeo en el proceso, quizás había hablado demasiado, pero no podía evitarlo, esto era conveniente—. P-pero...

—No lo veas como algo terrible, gatito —solté un suspiro—, creo que es lo mejor, me haces ahorrar en el viaje, te hago ahorrar minutos perdidos, y por supuesto lo más importante, estarás conmigo, a mí me parece una solución adecuada, ¿no lo crees?

Su rostro no tardo en colocarse totalmente rojo, verlo así de sonrojado hasta las orejas me daba tanta ternura que no podía siquiera contener la risa, y es que en verdad parecía un pequeño niño que había recibido su primer regaño de sus padres frente a una multitud, tan avergonzado por los hechos.

—V-vivir contigo se-sería —escuche claramente como tragaba saliva, seguramente para tratar de destensar su cuerpo—, una l-locura, es decir —relamió sus labios ligeramente—, ¿n-no crees que eso pueda generar mucha d-d-distracción?

—No considero que seas una distracción, gatito —sonreí—, tenerte todo el día para mí es ambicioso, lo sé, pero dime —recargue mis codos sobre la mesa e incline un poco mi cuerpo hacia el frente para acercarme un poco hacia él—, ¿quién no querría estar cerca de un ser tan hermoso como tú?

De inmediato Yoongi aparto su mirada de la mía, y baja ligeramente la cabeza, mirando sus manos, está nervioso, lo sé porque puedo ver su pulso temblar, sonrió ladino, amo verlo de esa manera, me encanta ese comportamiento que tiene ante mis palabras.

—N-no sé si sea bueno —murmuro apenas.

—Para mí lo será, o dime —me atreví a llevar mi mano derecha hacia su rostro y en un movimiento rápido tome su mentón con mis dedos y lo hice levantar la mirada para que así vuelva a verme a los ojos—, ¿no te gustaría que seamos más cercanos, gatito?

—S-sí... —me respondió de inmediato, con eso tenía suficiente.

—Tan complaciente como siempre, encanto —lo solté y volví a acomodarme en mi sitio—, en ese caso, cuando estés listo para mudarte a mi departamento, solamente dímelo, por el momento, me dedicaré a ir a por ti.

—¿No te importa que nos vean llegar j-juntos?

—No me importa lo que piensen los demás.

Jamás me ha importado.

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