25. Yoongi
Mi horario de trabajo había terminado, pero en mis pensamientos no podía dejar de repetirse la misma escena una y otra vez, reencontrarme con Kihyun ha sido algo que definitivamente no quería que pasará, no por el momento, no ahora, no cuando me siento tan... ¡agh! Aprieto con fuerza mis dientes, ¿acaso el destino quiere ponerme más obstáculos en mi camino? Porque parecía que estaba totalmente dispuesto a hacerlo a toda costa, pero debía tranquilizarme, quizás la llegada de Kihyun de nuevo, no era tan malo, no es como si lo pueda seguir viendo.
Aunque... el pedido que hizo, eso podría considerarlo como una señal, una que definitivamente no era nada buena, ¿por qué se había atrevido a pedir lo mismo que yo pedía en casi cada una de nuestras citas? ¿Por qué tan siquiera había recordado aquello? ¿Tenía algo planeado o simplemente quería dejarme en claro que no me había olvidado por completo? ¡Esto era lo peor que me ha pasado en la vida! Pero debía relajarme, quizás estaba llevando mis pensamientos demasiado lejos, sí, quizás era eso, debo calmarme, no es como si todo lo que sucede es alrededor mío, lo sé, pero de todas formas no puedo dejar se sentir como un pinchazo de preocupación se instala dentro de mí, porque sí, estoy preocupado, y no sé que demonios pasará a futuro.
Lleve mis manos a mi rostro, restregándolas levemente, sintiéndome totalmente desubicado ante todo lo que estaba aconteciendo, quizás le estaba tomando demasiada importancia a un asunto del que seguramente me reiré en el pasado, pero por el momento, debía mantenerme alerta a todo lo que pueda ocurrir, Kihyun estaba aquí, en la ciudad, y no sabía si eso era una buena o una mala señal.
Mi teléfono celular logró que me distrajera por unos momentos de mis propias preocupaciones absurdas, lleve mi mano derecha al bolsillo de mi pantalón, sacando de ese modo aquel aparato móvil y mirando la pantalla, ¿Jimin?
Parpadee un par de veces, ¿debería atender la llamada? Algo dentro de mí me pedía a gritos que no lo hiciera, que dejará que la llamada se perdiera para así obtener a un Jimin mucho más enojado por no contestarle, pero... tampoco era como si quisiera recibir un castigo de parte suya, ¿o sí? ¡Contrólate, Min Yoongi! Me regañe a mí mismo y sacudí mi cabeza frenéticamente para eliminar por completo esos pensamientos de mi cabeza, y deslice mi dedo sobre la pantalla para contestar la llamada.
—¿Bueno? —la duda en mi voz me hacía querer golpearme.
—Usualmente te regañaría por no contestarme rápido, pero no es como si fuera alguna clase de jefe tuyo, ¿no crees, gatito? —solté un resoplido, bueno, se escuchaba tranquilo, eso era bueno—. ¿Ya saliste del trabajo?
—Acabo de hacerlo —mencione y mire hacia la cafetería, Mina se quedaría un rato más, le toca la limpieza esta semana—, ¿por qué lo preguntas?
—Iré por ti, gatito —siento mi cuerpo tensarse al escuchar su tono de voz, era levemente grave, joder, trague saliva para tratar de destensar mis nervios, pero era imposible—, no sé si tengas planes para esta noche, pero en verdad quiero salir contigo.
—¿A-a dónde? —maldita sea, ¿por qué tuve que tartamudear? Necesito ir a un lugar o leer algo sobre control de emociones, porque definitivamente lo necesito.
—Hay un restaurante al que me gustaría ir contigo —menciono—, y no debes preocuparte por la ropa, no es de etiqueta ni nada por el estilo, es un lugar sencillo, pero que sirve muy buena comida.
¿Aceptar o decirle que tengo planes, aunque sea mentira?
No estaba seguro de que hacer exactamente, porque por una parte no quería ir, porque sinceramente me siento cansado, y además no quería permanecer ni un solo minuto más fuera de mi departamento, porque puede que haya una pequeña probabilidad de que me encontrase de nuevo con Kihyun, sé que no debería de esconderme de mi ex novio, pero quiero hacerlo, porque sinceramente siento que algo planea, y no quiero saber exactamente lo que planea, por otra parte, estaría con Jimin, no sé si podría considerarlo como mi nuevo novio, de sólo pensarlo mi rostro es golpeado por la vergüenza, estar con Jimin es relajante, quizás inclusive me ayude un poco a olvidarme del asunto de Kihyun, sí, quizás no era tan mala idea salir después de todo, pero... ¿y sí encuentro a Kihyun? ¡Odio esto!
—¿Esta lejos de aquí? —pregunte, esperaba que estuviera algo lejos, peor no tan lejos, no quiero llegar tarde a casa.
—A unos veinte minutos en carro —menciono Jimin, bueno, si estaba algo lejos, pero, no tan lejos—, ¿qué? ¿Te preocupa llegar tarde a casa?
—¿Acaso ahora sabes leer mentes, Park Jimin? —pregunté y no pude evitar sonreír al escuchar una risa corta escapar de sus labios, al parecer estaba con un buen humor el día de hoy—. No tengo planes, así que si me gustaría ir contigo.
—¡Excelente, gatito! —su voz animada solamente lograba que me sintiera igual de feliz—. Estaré allí en menos de cinco minutos, iré por ti a tu trabajo y de allí nos vamos al restaurante, ¿bien?
—Sí, tonto —apreté mis labios, sé que posiblemente me este ganando una buena reprimenda a base de latigazos, pero no me importa.
—¿De verdad vas a llamarme así, gatito? —soltó un resoplido, como si se le fuera el aire de un momento a otro—. Debo decir que me decepciona eso.
—Tú dijiste que podías soportarlo, ¿recuerdas? —lo escuche soltar una risa, casi podía ver su rostro, mostrándome una radiante sonrisa y una negación de cabeza, como diciéndome que estaba arrepentido de sus palabras, pero no tan arrepentido—. Aquí te espero, Jimin.
—No tardo, amor —sí, quizás tampoco pueda acostumbrarme a eso.
¿Por qué mi corazón se acelera cada que lo escucho decirme de aquel modo?
Estar enamorado no es malo, a veces es doloroso, otra es increíble, y con Jimin no la he pasado muy bien, pero él quiere remediar sus errores, y no voy a negar que quiero que lo haga, porque en verdad me gusta como me esta tratando ahora mismo, es muy dulce.
—Por cierto —de nuevo su voz me saco de mis pensamientos—, quiero hacerte una propuesta.
—Sí es para un nuevo contrato, ni creas que aceptaré —le advertí, no estaba dispuesto a ser de nuevo su sumiso, y posiblemente eso ya se le habrá pasado por la cabeza de nuevo, aunque tal vez no.
—No es para que seas de nuevo mi lindo sumiso, gatito —rodé los ojos, mentiroso—, de hecho, pensaba más en algo profesional.
—¿Profesional? —esta bien, ha captado mi atención, ahora estaba como un pequeño gato mirando a un ave sobre el árbol, curioso por lo siguiente que haría—. Te escucho.
—Últimamente mi nueva asistente me esta sacando de mis cávales más de la cuenta —su tono de voz se volvió más directo, lleno de confianza—, y por supuesto, no va pasar mucho para que la despida.
—¿No crees qué eres muy exigente? —pobre de esa chica, recordé cuando la vi por primera vez en la tintorería, en verdad que se veía muy aterrada, cansada y muy nerviosa, ¿acaso Park no podía tener un poco más de compasión por sus empleados? Bueno, se trata de un jefe sumamente cruel y despiadado, uno que seguramente le podría hacer una buena competencia al diablo, aunque conmigo es diferente.
—No soy exagerado, sé cuando una persona es eficiente o no en cuanto al trabajo, y ella no es para nada eficiente, es torpe en todos los sentidos, en cambio tú —hizo una pequeña pausa—, creo que serías perfecto.
—Aguarda un minuto —mencione antes de que siguiera hablando—, ¿a qué viene todo eso, Park Jimin?
—Quiero que trabajes conmigo, siendo mi asistente.
Oh no, no, no y no.
Si acepto, seguramente no solamente me querrá para que atienda sus llamadas, agende sus citas, y esas cosas, sí, posiblemente después me llame a su oficina para que me encargue de asuntos fuera del trabajo, no, no quiero, prefiero trabajar en la cafetería de mis padres, no quiero trabajar con él, puede que inclusive se vuelva un maldito monstruo cuando me regañe, y no quiero recibir más regaños, no cuando tuve que soportarlo como mi amo, debo decir que me gusta verlo molesto, es demasiado atractivo y muy seductor, pero definitivamente no soportaría verlo molesto todo el día por culpa de un error mío, o también estaba el hecho de recibir un regaño, no, no quiero recibir sus gritos, porque seguramente va a querer castigarme de una forma muy distinta, nada de despidos, pero sí unos no tan lindo azotes con la fusta, sí, ya podía verme a mí mismo recibiendo los castigos de parte de Park Jimin, no, definitivamente no quiero eso.
—Preferiría que no me metas de nuevo en tu empresa, por favor —pedí, aunque sabía perfectamente que este hombre no aceptaría un no como respuesta.
—¿Seguro? Te pagaré bien —demonios, maldito seas dinero que sí necesito, pero no es para tanto, relamí mis labios.
—No, gracias —volví a decirle—, escucha, no creo que sea bueno que tengas a tu novio cerca de ti como tu asistente, ¿sabes?
—¿Acabas de decir que eres mi novio, gatito? —mierda...
Sí, no lo pensé mucho cuando abrí la boca, demonios, siento como el calor va subiendo por mi rostro poco a poco, seguramente ahora mismo puedo ser comparado con una manzana roja, joder.
—Y-yo...
—Para mí no sería un problema tenerte conmigo, gatito, no serías un distractor para mi trabajo, jamás los has sido, de hecho, para mí serías más un gran estimulante —apreté mis labios con fuerza al escucharlo decir eso—, inclusive se me iría el malhumor, tal vez ni siquiera piense en tratar mal a mis empleados si es que me enojo, piénsalo Yoongi, serías la salvación de todos en la empresa.
—No, y gracias de nuevo por la oferta, pero no quiero hacerlo.
Miro hacia la carretera cuando un automóvil de color negro llama mi atención, reconozco bien ese vehículo, es Jimin, miro hacia el vehículo.
—Te ves adorable, Yoongi —menciona él y yo ruedo los ojos—, sube, hay que irnos, ya tendremos tiempo de hablar más a detalle sobre el trabajo.
—¿Sí escuchaste que me negué?
—Sí, pero tengo mis formas para convencerte, amor.
Joder... mi piel se eriza con tan sólo escuchar sus palabras, Park Jimin sabe muy bien como convencerme, así que lo más seguro es que logré su objetivo, detesto ser tan débil ante él, pero amo cuando me trata como me gusta, demonios.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro