05. Yoongi
El frio estaba haciendo estragos en mi cuerpo, deseaba inclusive que el astro rey bajara se hiciera pequeño y rondase a mi alrededor para darme algo de calor, a pesar de que me gustaba mucho la sensación del frio sobre mi piel, esto era demasiado, me gusta el frio, pero no me gusta cuando no siento casi nada de mi rostro por culpa del mismo, pero era de esperarse, después de todo habían dicho que inclusive una próxima nevada podría caer en la ciudad, y a pesar de eso, mis padre eran los más emocionados, las personas casi siempre tenían esa tendencia de querer tomar un café afuera de casa a pesar del frio, parecía ser que los hacía sentirse mucho más cálidos, rodé los ojos ante mi pensamiento, era ridículo.
Seguí mi camino, despacio, no llevaba prisa alguna, iría a la cafetería de mis padres, aunque les había dicho que necesitaba un pequeño descanso, pensar en mí sentado en el sofá de la estancia mirando películas mientras me envolvía en una cobija, hacía que me sintiera extraño, me había acostumbrado en los últimos meses a trabajar junto a mis padres que ahora me era difícil estar un solo día en casa, así que lo mejor para mí en ese preciso momento era mantenerme ocupado, y dejar de divagar en mis propios pensamientos.
Ha pasado poco desde que Mina me dijo que hablo con Jimin, solté un resoplido por mi nariz, uno largo, pensar en ese chico me tenía demasiado mal, esa noche no pude dormir por lo que mi hermana dijo, quizás Mina si se estaba volviendo loca, o quizás era yo quien quería creer que sus palabras eran ciertas, aunque ciertamente no quería creerlas, Jimin no es alguien a quien yo consideraría que le gustase acercarse de nuevo con las personas que tuvo sexo, y lo peor era que me incluía en esa lista de personas, aunque... cuando lo volví a ver, ni siquiera me ignoro, detuve mis pasos.
Sacudí mi cabeza levemente, alejando esos pensamientos, no, estaba loco, aunque...
—Deja de pensar en estupideces, Min Yoongi —me dije a mí mismo en voz baja, y continue mi camino.
Era una tontería, debía dejar de indagar en todo lo que ha pasado en estos últimos días, no era importante, mis pasos eran lentos, como si no quisiera llegar a mi destino, pero quería relajarme, mis padres no me estaban obligando a asistir al trabajo a pesar de que sabían que habría más clientes en estos días, pero les había pedido el permiso de descansar, y para mi gran fortuna aceptaron, Mina ya debía de estar haciendo las entregas de los primeros pedidos matutinos, mientras que yo me dedicaba a caminar hacia el trabajo para brindarles un poco de ayuda.
Seguía mi camino, importándome poco lo que pasará a mi alrededor, o bueno, casi, porque mi atención se coloco en la carretera cuando vi a un automóvil de color negro estacionarse a unos metros de mí, no pude despegar mi mirada del vehículo, pues se veía inclusive que el automóvil era nuevo, muy nuevo, estaba impecable, y ni siquiera había hecho algún ruido, las luces seguían encendidas, los vidrios no estaban polarizados, mire el logotipo de la marca del automóvil y casi me paralizo al percatarme de que se trataba de un Park's, trague saliva, por un breve momento el pensamiento de que Jimin era el conductor de dicho vehículo se paso por mi mente, pero lo descarte de inmediato, maldición, debía dejar de pensar en ese tonto, pero parecía que todo mi ser me llevaba siempre la contraria, porque era inevitable para mí no pensar en él.
De todas formas, no despegue mi mirada del vehículo, y no era como si fuese mi plan, estaba a pocos pasos se acercarme, y cuando logré estar lo suficientemente cerca, mire los asientos de atrás, no había nadie, pero cuando mire a los asientos del conductor y el copiloto, sentí que mi respiración se cortó, detuve mis pasos por unos momentos y parpadee un par de veces, era él, maldición, maldición, ¡maldita maldición!
Allí estaba él, sentado detrás del volante, mantenía sus manos sobre el volante, apretándolo un poco, sus cabellos de ese rubio grisáceo se veían levemente alborotados, llevaba puesto un suéter negro de cuello de tortuga y sobre este mismo llevaba puesto un saco de color rojo el cual llevaba abierto, no debí quedarme mirándolo, él giro su rostro hacia mi dirección, di un paso hacia atrás, y me maldije a mí mismo por haber hecho eso, parecía un tonto adolescente con miedo de haber sido descubierto robando la cartera de mi padre, patético.
Estaba dispuesto a seguir con mi camino, pero mis ojos me traicionaron al ver al que fue mi amante de nuevo, Jimin me dedico una pequeña sonrisa haciendo que yo frunciera el ceño en el proceso, ¿qué carajos?
Cuando menos me lo esperé, lo vi acercar su mano al tablero de su vehículo y accionar un botón, haciendo que la ventanilla del lado del copiloto se comenzará a bajar, en su totalidad, demonios.
—Yoongi —y allí estaba yo, escuchándolo decir mi nombre de nuevo, y sintiendo como si mis piernas quisieran colapsar en el proceso, volví a apartar mi mirada, no le hablaré—, Yoongi...
Relamí mis labios y comencé a caminar. No voy a responderle, no quiero hacerlo y no debo hacerlo, él lo dijo, debemos ser como perfectos desconocidos, eso es todo, nada más, aunque ¿por qué me estaba hablando? Joder, camine un poco más, pero también Jimin había puesto en marcha su automóvil, haciendo que rodase los ojos en el proceso, ahora podía ver como aquel automóvil avanzaba a la par de mí, despacio y sin importarle mucho si había otros vehículos detrás del suyo o delante de él, aunque para mi mala fortuna, Jimin tenía la suerte de no tener a nadie detrás ni delante de él.
¿Qué hice para merecer esto? Quizás me había portado muy mal en mi vida anterior, y esto era el castigo, ¡gracias!
—Yoongi —volvió a hablarme haciendo que avanzará un poco más rápido, pero él también avanzo más, haciendo que soltase un suspiro—, sé que me escuchas.
Sonreí ladino al escucharlo, quería reírme en su cara, quería reírme de mí mismo por haber hecho tal estupidez, demonios, volví a mirarlo por breves instantes, encontrándome con sus ojos marrones que me enfocaban sin siquiera mirar mucho el camino, negué con la cabeza y seguí caminando.
No le voy a hablar.
—Yoongi —de nuevo su maldita voz, y esta vez lo mire con el ceño fruncido.
—¿Qué? —ahora quería darme una bofetada, se suponía que no debía hablarle, pero no, ahí va Min Yoongi a darle una respuesta, ¿acaso no podía ser más inteligente? Solté un resoplido y dejé de mirarlo.
—¡Vaya! —dijo haciendo que lo mirase de nuevo—. Ahora si me escuchas.
Rodé los ojos, haciendo que él me dedicara una sonrisa, pero volví a ignorarlo.
—No tienes que fingir que no estoy aquí, Yoongi.
—Se supone que debo hacerlo —comente en voz alta, relamí mis labios, este frio era espantoso, y no quería correr porque si no sentiría el viento frio cortando la piel de mi rostro, odio esto—, ¿podrías ser más responsable y dejar de conducir despacio? —Jimin elevo una ceja—. Hay personas que les gusta llegar temprano al trabajo.
—¿Crees qué con eso dejaré de seguirte? —detuve mis pasos y él freno el automóvil.
Correr si se estaba volviendo una buena opción ahora, cerré mis ojos por unos momentos, ¿por qué le hablé? Soy un idiota, me gire sobre mis talones parar poder encarar a Jimin quien parecía estar esperándome para que le respondiera algo, pero la verdad era que no sabía que demonios decirle, no quería verlo, no quería hablar con él, pero aquí estaba yo, hablando con el chico que me rompió el corazón, ¿podía ser más estúpido? No lo creo.
—¿Qué quieres? —pregunte.
—Entra al auto —demando, fruncí el ceño y negué con la cabeza—, vamos, te morirás de frio allá afuera, puedo llevarte a la cafetería de tus padres.
—¿Cómo sabes que...? —solté un resoplido—. Olvídalo, no subo a autos de desconocidos.
—Soy Park Jimin —dijo sin dejar de sonreírme—, un gusto conocerte, no necesitas presentación, sé tu nombre —rodé los ojos ante su presentación—, ya nos conocemos, ahora ¿entrarás?
—No —dije sin más y volví a caminar.
Aunque claro parecía que hablé en un idioma desconocido, porque él volvió a avanzar para quedar de nuevo a la par de mí, haciendo que rodase los ojos.
—Por favor, Yoongi.
—No estaré en el mismo vehículo que tú —dije sin mirarlo, él soltó un resoplido, escuche cuando la ventanilla del automóvil subía de nuevo, y cuando menos lo espere él puso el vehículo en marcha para alejarse.
Detuve mis pasos, eleve ambas cejas, había sido más fácil de lo que creí, sonreí, contento de que logré librarme de él, y seguí mi camino a pasos un poco más apresurados, estaba sumamente orgulloso de mí, este había sido un logró, mi logró, podía inclusive hacer que me hicieran una fiesta en donde todos me aplaudían y felicitaban por haberme librado de ese pesado, aunque claro también me reclamarían porque le hablé a ese tarado, no debí hacerlo, era consciente de eso, pero de alguna forma, no pude evitarlo, él estaba allí, y era muy insistente, aunque caí demasiado rápido, debí ignorarlo.
Pronto llegué a uno de los cruces, para mi mala suerte el semáforo no estaba a mi favor, y pude haber esperado el tiempo que quisiese, aunque cuando la luz roja desapareció para permitirme el paso, sentí como unas manos se colocaban sobre mis hombros, deje de sonreír al sentirlas y gire mi rostro para fijarme de quien se trataba.
—No me jodas —dije en un quejido al percatarme de la mirada de Jimin y su estúpida sonrisa.
Me removí apartando sus manos de mis hombros y me giré sobre mi eje para al fin encararlo, mi ceño estaba fruncido, inclusive sentía que el frio se había ido a la mierda debido a lo enojado que me encontraba de verlo, pero él... él parecía estar sumamente tranquilo y no dejaba de regalarme esa pequeña sonrisa que hacía que sus labios se curvarán tenuemente.
—¿Qué te pasa? —pregunte de mala gana.
—Como dijiste que no estarías en el mismo vehículo que yo, pensé que lo mejor era salir y estar contigo.
—Tampoco es como si quisiera estar contigo —solté un resoplido, aparte mi mirada de él—, vete.
—Oh, vamos, encanto —dejé de fruncir el ceño al escuchar ese apodo, volví a mirarlo—, necesito hablar contigo.
—Yo no quiero hablar contigo.
—Yoongi, por favor —no pude evitar verlo a los ojos, y allí lo vi, era ese pequeño toque de suplica en su mirada, Jimin ahora parecía ser un pequeño cachorro que me pedía que lo dejase entrar a mi casa para que pudiera dormir sin pasar frio, esos ojos brillantes y llenos de peticiones me estaban haciendo querer ceder ante él, pero, ¿era lo correcto? Negué de nuevo con la cabeza, pero no podía dejar de mirarlo a los ojos—, te lo pido en verdad, Yoongi, necesito hablar contigo.
—Yo... y-yo... —lleve mis manos a mis labios, tapando mi boca en el proceso, quería maldecirme por haber tartamudeado de esa forma, pero no podía evitarlo, apenas me había percatado de que nuestra cercanía era mucha, Jimin invadía mi espacio personal y a pesar de que nuestros rostros estaban alejados, sentía que estaba demasiado cerca de mí, me ponía nervioso, sentía que mis piernas flaqueaban, y mi corazón comenzó a latir más rápido, haciéndome ver que todavía no lo había superado por completo, seguía haciéndome sentir las mismas sensaciones que antes.
—Por favor —volvió a pedir, llevo sus manos hacia las mías que estaban en mi boca, su tacto sobre mi piel, tan cálido, bajo mis manos despacio y no apartaba su mirada de la mía, demonios—, quiero hablar contigo.
—No tengo nada de que hablar contigo —dije en voz baja.
—Pero yo sí...
—No —dije y negué con la cabeza de nuevo—, ni siquiera sé porque estás aquí, no quiero hablar contigo, tu dijiste que...
—A la mierda con lo que dije, ¿bien? —me dejo con las palabras en la boca, estaba sorprendido, Jimin no era alguien que dijera groserías en voz alta a menos que estuviera enojado por el trabajo, o teniendo sexo, y ahora... era extraño escucharlo—. Necesitamos hablar, por favor.
¿Acceder o negarme a hablar con él?
Ciertamente no me sentía del todo bien con su presencia por el hecho de lo que había pasado, los recuerdos iban y venían por mi mente una y otra vez, los buenos, y aquel momento en el que me rechazo...
Pero sus ojos... me estaba pidiendo que aceptase hablar con él, aunque yo no quisiera hacerlo, una parte de mí quería escuchar lo que él tenía que decir, pero la otra no, quería alejarse de él, correr y no volver a verlo jamás, estaba en un dilema conmigo mismo, y quería salir de allí, mire el semáforo, quedaban siete segundos para cruzar la calle, volví a mirar a Jimin, y no lo pensé mucho, jale mis manos con fuerza haciendo que de ese modo me soltará, Jimin se impresiono por mi acto y antes de que siquiera pudiera reaccionar, salí corriendo para cruzar la calle, mire el semáforo, tres segundos.
—Yoongi —la voz de Jimin me llamo la atención.
En cuanto mis pies tocaron la salvación del otro lado de la acera, pude escuchar el sonido del claxon de uno de los vehículos, y me gire para mirar lo que pasaba, Jimin tenía un pie sobre el asfalto, pero lo volvió a subir cuando se percato de que el semáforo no estaba a su favor, mi corazón latía como loco, mientras que mi respiración era agitada debido a la pequeña carrera que hice para alejarme de él, no estoy listo, no estoy nada listo para hablar con él, lo mire a lo lejos, el vapor salía de mi boca, y antes de que él pudiera decir o hacer algo, me gire de nuevo para continuar mi camino.
—¡Yoongi! —lo escuché gritar mi nombre, pero no quise voltear a verlo.
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