Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 41

Los días antes

[Jaylin Davis]

Los siguientes días fueron los más ajetreados de mi vida. Las clases pasaron a ser segundo plano, aunque muchas de ellas se suspendieron para prácticas, ensayos y últimos retoques -puesto que muchas de ellas estaban estrechamente relacionadas con el espectáculo y habían participado en su creación-. Dormir pasó a ser una cosa completamente secundaria y desconocida para mí. El té –o más concretamente la teína- pasó a ser mi alimento predeterminado, y el estrés y ajetreo mi pan de cada día.

Mí rutina se resumía en levantarme temprano para darme una ducha rápida antes revisar las largas y difíciles partituras de Ineffable, mientras tomando mi teína matutina que me mantendría despierta horas y horas desayunaba en mi habitación alguna pieza de fruta, que había robado de la cafetería la noche anterior, sin despertar a Julie. Cuando el alboroto de mis también estresados compañeros empezaba a resonar entre los pasillos, hacia un par de prácticas de esos trozos que más me costaban y poco después me encontraba corriendo hacia el instituto. Allí hacia alguna que otra clase, más concentrada en mis partituras escondidas en el cajón de la mesa que en la materia, e infinidad de prácticas cuando gran parte profesores nos dejaban la hora para que cada uno acabase o mejorase lo que tuviera que hacer. Al fin y al cabo, todos estábamos metidos. Guion. Organización. Bailes. Canciones. Luces. Sonido... Se nos necesitaba a todos.

Tras comer a toda prisa, me dirigía a Julliard para practicar individualmente antes de que llegaran Jake, Alice y Arthur. En ese momento practicábamos la canción que haríamos conjuntamente -y que teníamos completamente superada-, para posteriormente practicar las canciones individuales con Arthur. Hasta bien entrada la noche practicábamos sin descanso para finalmente irnos a casa -o a la residencia en mi caso- donde cenaba también con prisas y entre más litros de teína, practicaba hasta altas horas de la madrugada.

Uno de los días, Arthur nos anunció que el día después del intercambio partiríamos a Ámsterdam para conocer su conservatorio, pero no le presté mucha atención. Solo podía pensar en la exhibición y en practicar tanto como fuera posible hasta que llegara el día.

En todos esos momentos en que no podíamos practicar junto a Arthur nos juntábamos todos en la sala común -ahora sin más que algún espectador puntual, ya que todos tenían cosas a hacer- y lo repetíamos una y otra vez. Julie, Lee, Akin, William, Alice y hasta algunas veces Jake. Al final me había rendido ante ellos y les había tocado la canción. Akin como violonchelista y Will como violinista habían sido de gran ayuda.

Además del caos estaba él. Todo había cambiado con él. Se mantenía tan pegado como podía a mí a pesar de nuestras rutinas ajetreadas. ¡Hasta una vez comimos juntos en una cómoda conversación! Toda nuestra relación había cambiado des de que fuimos al Met. Me saludaba por los pasillos y buscaba temas de conversación. Me buscaba y cuando lo hacía no estaba desesperado o herido, o enfadado o ansioso. Parecía otro. Había cambiado completamente y había algo que no me cuadraba. Todo iba demasiado bien de pronto y no había motivo aparente que justificara el cambio. No sabía que era, no quería parecer pesimista o paranoica, pero había algo, había algo e iba a estallar. Pronto.

—¿Jaylin?

Su voz me sacó de mi ensoñación y allí estaba él. Sus ojos azules. Su pelo desordenado en largos mechones de oro. Su fina tez. Ese cuerpo estilizado que tanto lo caracterizaba.

—Eres... —mi frase se perdió en el aire y entonces su extraño y altivo humor -que había estado descubriendo en los pasados días- hizo acto de presencia.

—¿Hermoso? ¿Inteligente? ¿Increíble? ¿Fantástico?

—Bipolar —solté.

Sus ojos se entrecerraron, pero por su expresión supe que entendió perfectamente a que me refería. No respondió. No había tiempo.

Su expresión se mantuvo impasiblemente tensa y entonces ocurrió. Todos los deslumbrantes focos cayeron sobre mí y solo pude andar. Andar hasta colocarme en el centro del maldito escenario sin llegar a oír las palabras que él me dedicó.

—Ya no podía más Jaylin. Ya no podía seguir intentando olvidar.

Y empecé a tocar.

A interpretar la canción que solo cinco personas habían sido capaces de representar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro