Capítulo 23
Amigos
[Jaylin Davis]
Las notas por fin empiezan a fluir. Ineffable empieza a parecerse a Ineffable, aunque queda mucho a hacer.
El hecho de que hace tres semanas que no hablo con Alice, que no quedo con ella, ha ayudado a mis prácticas dándome más tiempo para practicar. Más horas. Mis días se han resumido a estudiar y practicar ignorándola tanto como me es posible, aunque no es difícil puesto que ella hace exactamente lo mismo. Ignorarla a ella y a Jake. Jake, quién no me ha dirigido ni una palaba, quién me mira con indiferencia cada vez que cruza la mirada conmigo. Jake, al primero que busco cuando entro a una habitación, porqué su opinión me importa. Porqué quiero que un día cambie su expresión al verme.
Lo más incómodo son las clases conjuntas con Arthur, quien parece haberlo notado, aunque no ha hecho ningún movimiento, cosas que realmente agradezco. Nos limitamos a tocar e interactuar con él, no hablamos entre nosotros. Al principio Alice y Jake mantenían alguna conversación, pero cada vez eran menos frecuentes, más tensas y ahora ya ni lo intentan. Algo ha pasado entre ellos. Presiento que algo grave.
Por suerte, los conocí. Julie, William, Akin y Lee han pasado a formar parte de mi vida con rapidez. Cada día desayunamos y cenamos juntos -puesto que mi horario de comidas es diferente al de ellos-, y estos momentos junto a las tutorías individuales con Arthur han pasado a ser los mejores momentos de mi vida. Por primera vez des del jardín de infantes he conectado con un grupo que respeta mis decisiones, un grupo con quien puedo compartir conversaciones tanto profundas como superficiales, un grupo con el que me divierto, un grupo que me incluye en sus planes y si no me viene de gusto participar me dejan no hacerlo sin compromisos ni recelos. Un grupo al que entiendo, que me entiende. Mi grupo.
He encontrado a mi grupo, y aunque me duela haber perdido a Alice, lo que tengo ahora es mejor. O al menos trato de convencerme de esto, aunque incompresiblemente me duela.
Este pensamiento me lleva al día en que me peleé con ella, al día que tras tres años tuve otro ataque de pánico. Al día en que William me salvó. Al día en que Alice dejó de luchar por disculparse. Al día en que perdí toda oportunidad de descubrir por qué Jake me odia, por qué no me quiere aquí.
Estoy atrapada en mis cavilaciones mentales cuando alguien llama a la puerta, haciéndome reaccionar.
Con pasos ligeros dejo el violín -con el que supuestamente estaba practicando- encima la mesa y estoy a punto de atrapar el pomo cuando la puerta se abre.
—Buenas tardes, enana.
William entra como quien entra en su casa, dirigiéndose directamente al puff que trajo Julie un par de días tras encontrarlo en una tienda de segunda mano a muy buen precio, pero parece repensárselo y se queda de pie.
Se toma unos segundos antes de hablar.
—¿Cómo estás?
—¿Cómo estoy de qué? —pregunto con algo de incomodidad haciendo mella en mí.
—Bueno, Julie me ha dicho que últimamente has estado un poco chafada y como no he estado mucho por aquí por todo el tema de las prácticas para el intercambio...
—¿Hablas con Julie de mí? —le pregunto con incredulidad, escepticismo y vergüenza a partes iguales.
—Bueno, eres nuestra enana, tenemos que cuidarte. Y, además, tú y Julie también habláis ¿verdad? —me pregunta, pero eso no es precisamente lo que quiere saber. Se me escapa una risita. Julie está coladísima por el aire educado pero duro de William y parece ser que Will siente lo mismo...
—Bueno... Primero de todo tan enana no soy. Tengo un año menos que tu...
Me interrumpe.
—Dos, dos años —especifica—. Aunque no me refería a eso —comenta mientras señala con la mano mi poca estatura.
—Y bueno... Hablar con Julie hablo de muchas cosas... Al fin y al cabo, es mi compañera de habitación ¿no? Hablamos muchísimo sobre tantas cosas...
—¡Jaylin!
—¿Qué? —pregunto haciéndome la inocente.
Nuestra conversación se interrumpe.
Un conjunto de salutaciones son dichas en tropel cuando Akin, Lee y Julie entran en mi habitación hablando animadamente y tras quitarse las ligeras chaquetas de inicios de otoño y acomodarse entre la cama, la silla y el suelo, reparo en que llevan unas cuantas cajas de pizza.
Aún no he procesado la entrada cuando Lee me tiende una de las cajas.
—Una vegetariana para la dama.
—Gracias —contesto distraídamente mientras mi mente vuelve a la conversación que estaba manteniendo con Will, pero una exclamación por su parte hace que todos centremos nuestra atención en él.
—¿¡Vegetariana?! ¿Quién demonios es una pizza vegetariana? —pregunta remarcando pizza, con un tono de sorpresa y medio-burla en la voz—. Aún puedo entender que alguien sustituya el pepperoni por bacón o jamón York, incluso puedo entender que sea solamente de quesos. ¿Pero vegetariana? ¿De verdad?
—Si solo lleva queso es vegetariana —rebate Akin con una ligera sonrisa en el rostro.
—Ya me habéis entendido —contesta él sacándole la lengua.
Nigo lentamente con la cabeza, intentando parecer seria, sin que se note la sonrisa que lucha por aparecer.
—¿A no enana? ¿A no? —responde levantándose velozmente y de repente me encuentro tendida en el suelo muerta de risa por sus cosquillas.
—¡Para! ¡Para! —vocifero intentando sonar amenazadora, pero mis risas me lo impiden, haciendo que él las intensifique.
Mis risas y gritos incrementan y solo para cuando finalmente se cansa de luchar contra mí.
—Verduras... ¿Quién le pone verduras a una pizza? —murmura para si mismo con incredulidad.
Sigo riendo cuando empezamos a comer, la conversación empezando a surgir de nuevo
Discutimos sobre la última practica de orquesta en que participamos Lee, Akin, William y yo, Julie nos cuenta sobre sus duros entrenos en preparación para el intercambio, hablamos sobre mil temas diferentes y finalmente toca el mío.
—¿Y cómo va Ineffable? —me pregunta Julie con curiosidad. Normalmente no practico delante de ella y evito hablar del tema, ya que, aunque empiece a sonar como debería no significa que no suene mal.
Me remuevo ligeramente incómoda y antes de que pueda responder tengo a Will delante.
—Haznos una demostración. Por favor —suplica—. Puede que a ti no te suene bien, pero nunca antes he visto una interpretación en directo de la pieza y no tengo el nivel para hacerlo. Ni lo tendré. Por favor...
Niego con la cabeza.
—Jaylin... ¿Porfi?
—Se le está pegando tu vocabulario —le susurra Julie a Lee expresamente para que todos lo escuchemos.
—No me compares con esta... Cosa —responde él con asco fingido en la cara. Suelto una risita, pero William se coloca a pocos centímetros de mí, ocupando todo mi espacio visual.
—Di que sí. Di que sí. Di que sí, enana.
Vuelvo a menear la cabeza negativamente.
—Ya lo verás en la actuación —respondo en un tono de mutua confianza, pero no conmigo. Por qué no saldrá, lo tengo clarísimo. Faltan dos semanas, y lo veo tan crudo como... como... No lo sé, muy pero muy crudo.
Saldrá lo suficientemente aceptable como para no quedar como "la patética que se atrevió a intentarlo" pero no será memorable, lo tengo ya asumido.
William pone los ojos en blanco mientras recula hasta su sitio, donde se sienta -abatido-.
—Si no nos vas a interpretar la maravillosa pieza, al menos cuéntanos algo que nos distraiga, por favor.
Mi cerebro empieza a buscar algo que decir, algo importante, pero no encuentra nada. Julie interviene.
—¿Ha pasado alguna cosa memorable estos últimos días? ¿Pasará algo en los próximos?
Mentalmente reviso mi agenda hasta encontrar algo digno de mención.
—Dentro de tres días Arthur va a dar una conferencia en New England Conservatory of Music* y nos llevará con él.
El viaje se hará muy largo, evito añadir.
*El conservatorio New England, ubicado en Boston (Massachusetts) es uno de los mejores conservatorios de estados unidos, contando con unos de los mejores programas en composición, jazz y cuerdas.
Se encuentra a cuatro horas en coche de Nueva York.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro