Hoy fue diferente, quise realizar un cambio a esa monotonía con el ocioso objetivo de saber qué mierda podía pasar, tenía la escoba para defensa personal en todo caso, Lars es un retardado, dudo que sepa pelear o... lo que sea.

Apenas sentí que trataba de escalar el muro, abrí la ventana y me eché para atrás, esperando a ver qué hacía... Se quedó sentado en la orilla, me miró fijo, como esperando a que le gritara. Negué moviendo la cabeza hacia los lados, confundido estaba el tipo.

Esperó por un rato y se impulsó hasta aferrarse al marco de mi ventana, por un momento pensé en extender mi mano y ayudarlo a entrar, mejor no, que haga lo que quiera.

Y sí, entró, sentí como pena y risa a la vez porque se tiró de cara contra el piso en vez de colocarse de pie, tomó apoyo en mi cama realizando movimientos toscos y ahí pudo estar parado como una persona normal.

No sé, por la manera en que actúa, yo sólo pienso en que así parten las películas de terror.

Cogí la escoba en caso de emergencia. ¿Qué va a hacer?

Contemplaba el entorno, el decorado de mi habitación; pósters de vídeo-juegos y cómics que me gustaban.

De la nada, empezó a caminar como un zombie hacia mí, alzó su mano, trató de tocarme, asustado, retrocedí, no le interesó.

Otra vez me cambié de sitio, gruñó y dejó su brazo estirado hacia abajo.

Movía su boca, emitía sonidos raros que no llegaban a palabras. Harto rato anduvo así, no dije nada ni le interrumpí, trataba de comunicarse conmigo de alguna manera, el problema es que no lo entendía.

Pasó un buen rato, y mi boca se abrió en impresión en el instante en que logró modular de manera entendible la palabra:

"Hola."