Ahh, maldita sea, Kirk, no progresas nunca.

Hice berrinches para que las señoras dejaran que Lars saliera a visitarme, por la puerta principal eso sí, aunque él insista en escalar... No sé cómo le hace si apenas camina, sigue siendo un profundo misterio.

Mis lloriqueos rindieron frutos y ligeras consecuencias, ¿cuáles? El tener que gastar tiempo en aprender sus cuidados básicos y qué actitudes tener con él, es una flojera tremenda. Es como tomar un curso para criar niños.

La inseguridad se apoderó de mí, digo, un momento creo estar bien y al otro, siento que cometí el peor pecado del mundo.

A él le gusta acariciar mi cabello, tiene una obsesión con éste. También con tocar las paredes, sentir la textura variar de muro a muro. Siento como si viviera otra vida en el instante en que empiezo a interactuar con él.

Quisiera... no. ¿Qué quiero?

No lo sé.

Nos juntamos sólo para que jugara con mi pelo, nada más, quisiera poder enseñarle a hablar o al menos a comunicarse, no entiende ni la mitad de las cosas que le digo, da la sensación de que lo único que conoce es "te buscan", "regresa a casa", ¿desde cuándo que quiere escapar y no lo ha logrado?

¿Tendrá algún sueño que quiere cumplir?

Tantas dudas y no hay forma de que me las conteste...