
Engatusando
THUNDERCATHIANS
Capítulo 10: Engatusando
Una figura alta y escuálida observaba con detenimiento varios paneles de control que indicaban numerosas variantes presentes y desarrollándose en la oscura y caída pirámide de Mum-ra. Una puerta se abrió y Buitro procedió con prisa a apagar los paneles de control.
Un avian con el cuerpo cubierto de plumaje celeste a diferencia del traidor avian ingresó al recinto y Buitro respiró aliviado.
―¿Qué sucede, Azulón? Por un momento creí que era el capitán Salamander.
―Lamento haber interrumpido, Su Excelencia ―dijo el avian con una reverencia, de la misma forma en que lo hacía cuando era el secretario de Buitro cuando este era el Presidente de la ciudad avian.
―¿Qué noticias traes? ―le interrogó el alto y desgarbado avian semidesplumado.
―Reptilio junto con Mandrilok y Chacalom están estancados en lo que era el reino de Claudus, no pueden con las tácticas de guerra urbana que realizan los barbaros felinos a mando de Linzo y Bengali.
―¿Pese a que Reptilio cuenta con mechas y cazas aéreos? Interesante.
―Así es, Su Excelencia, por lo que averigüé, Rodent, el que fuese el segundo de Ratalom y ahora comanda a las ratas debido a la muerte del caudillo, da paso libre por su territorio a los bárbaros.
―Las noticias que me traes son muy interesantes, ¿cómo es que no han descubierto el tránsito de los bárbaros felinos por el territorio controlado por las ratas?
―Su Excelencia, los bárbaros usan túneles que se prolongan por grandes distancias, es por esto que eliminarlos desde el aire resulta imposible, las barridas con mechas e infantería por la superficie resultan infructuosas.
―Puesto que Rodent es un aliado de Reptilio, el sangre fría no sospecha de la ayuda que le está dando el roedor a los gatos. ¡Qué acontecimiento más sorprendente! ¡Ratones y gatos llevándose bien! O debería decir..., conspirando juntos. Esos bárbaros felinos resultaron más mañosos de lo que supuse en un principio, se les da bien eso de..., engatusar.
―Su Excelencia, ¿cómo anduvieron las negociaciones con los bárbaros?
―Pese a que tuve que rebajarme a entablar pláticas con esos, debo decir que las negociaciones fueron de lo más productivas.
―¿Su Excelencia?
―Hay un nuevo jugador en escena mi leal Azulón. Uno que tiene la manía de engatusar cuando le es conveniente.
―Solo usted tiene el discernimiento ágil y preciso para estas situaciones, Su Excelencia.
―Tanto cuervos como gatos y ratas, comparten algo..., el gusto por las cosas brillantes. Los bárbaros y estos nuevos aliados felinos le entregaron una gran cantidad de tesoros a Rodent para que les proporcione su ayuda, pero la suma que yo recibí y los beneficios que obtendré con este trato serán..., astronómicos.
―¿Por qué Su Excelencia necesita tan exorbitante capital con tanta premura?
―Porque una vez caído Mum-ra junto a sus patéticos esbirros, planeo postularme para la presidencia de avian.
―¡Pero Su Excelencia, en avian no le ven con buenos ojos debido a...!
―Puedes decirlo, Azulon, no me ven con buenos ojos debido a mi negra traición..., no te preocupes, en las negociaciones se me aseguró que los acontecimientos previos a la caída de avian serían vueltos a relatar en la población para mi conveniencia.
―Aun así...
―¡Aun así me irá de maravillas!, ¡no olvides que en una contienda política, lo que vale es el dinero, con el puedes comprar propaganda que sature a cada momento al electorado! ¡No importa si tus contrincantes son mejores que tú, gana el que es más conocido debido a la propaganda! Propaganda que no es nada barata.
―Y el capital dado a Su Excelencia, ¿a qué viene a cambio?
―Tomé una posición sumisa cuando Mum-ra y Pumara repartieron responsabilidades varias. El hecho de que se me acusó de cobardía cuando Mum-ra se enfrentó a Leono, al final resultó en mi beneficio. Con Reptilio y Pumara lejos de aquí, tengo acceso a la eficaz distribución de la energía que se genera en la nave de Mum-ra, algo natural puesto que también esa era una de mis labores en avian.
―¿Y qué planea hacer, Su Excelencia?
―Es obvio. Me temo que primero debo informar a Pumara que la energización de Mum-ra tomará más tiempo de lo previsto.
―¿El capitán Salamander no tendrá algo que decir al respecto, Su Excelencia? Recuerde que la generación y distribución de energía también se usa para la fabricación de mechas y aeronaves..., si los informes de Salamander y los suyos no concuerdan...
―Me temo, Buitro que te he descubierto ―dijo de pronto un reptil que ingresó de improviso a la habitación y que apuntaba con un arma laser a los dos avians.
―¡Capitán Salamander! ―dijo Buitro―, no me diga que viene a inspeccionar mi trabajo.
―Más bien vine a inspeccionar los micrófonos ocultos que están instalados en los conductos de ventilación a lo largo de toda la pirámide.
Buitro y Azulon intercambiaron miradas nerviosas, pero luego notaron que Salamander les dirigía una mirada cómplice.
―Veo que organizan una partida de cartas entre los dos, ¿no saben que es mucho más interesante entre tres personas?
Salamander guardó su arma, y Buitro junto con Azulón bajaron los brazos.
―¿Así que pretendes jugar? Te advierto que la entrada cuesta mucho dinero para la primera partida ¿Qué fichas tienes para ofrecer? ―le preguntó Buitro con una sonrisa malévola.
―Unas interesantes, Su Excelencia... Los reportes de mi persona confirmando a Reptilio y Pumara que no solo la fabricación de tanques felinos es imposible, también el hecho que la producción de mechas auto cañón, aeronaves y demás junto con las armas laser sufrirán un lamentable retraso... No, no se preocupe, señor presidente, Rodent también se suma a la partida enviando sus disculpas por la baja producción de thundranio que enviará a la pirámide, ya sabe..., ya no tiene esclavos thundercats a su disposición ―le contestó Salamander con otra sonrisa igual de perversa.
―¿Qué gana usted con esto, capitán? ―le preguntó Azulón.
―Me canse de ser segundón, creo que mi pueblo debe tener otro líder, uno que permita a mis congéneres retornar a sus tierras y traerles además un merecido convenio con los thundercats y los otros gatos respecto a nuevas tierras en donde asentarnos, y no el erial en el que fuimos obligados a vivir. ¿Te imaginas el impacto que causará eso, Buitro? Creo que yo también puedo optar a ser..., presidenciable.
.
.
En la torre del augurio, Cheetara disfrutaba de todo un lujo: una noche de descanso luego de otro infructuoso intento de Pumara y su ejército por conquistar la torre.
Una pálida luz iluminaba la alcoba donde se hallaba la thundercat y esta giró el rostro para ver mejor la figura de Tigro quien se encontraba durmiendo.
«Me pregunto si lo que decidió Leono fue lo correcto», pensó Cheetara, al recordar como Yuubi convenció a Leono de sobornar a Rodent y Buitro para que traicionasen a Mum-ra. Soborno que provino de la bolsa mágica que perteneciera a Felino y Felina y que trajeron de la ciudad de los perros.
«Nunca vi a Tigro con una mirada más vulnerable», volvió a pensar Cheetara, cuando Leono por sugerencia de Yuubi, acordó que ayudaría a Rodent y Buitro a asegurar su dominio sobre sus respectivos congéneres. Es más, recién un lugarteniente de Reptilio se sumaba al plan de Yuubi, después de todo, era necesario ya que los micrófonos ocultos plantados por ella tarde o temprano serian descubiertos.
«Ratalom está muerto, pero no se encontró su cuerpo. Él y Reptilio, no nos sirven puesto que toman esta guerra como algo personal», recordaba Cheetara las palabras del cathian: "Buitro, Rodent y Salamander, no toman esto como algo personal, prefieren ser más pragmáticos. Debemos hacer un trato con ellos"».
Los demás thundercats y ella se mostraron contrarios a la idea, pero Yuubi les recordó la ventaja que tenía Mum-ra al contar con la mayoría de las piedras estelares y de su naturaleza inmortal y diabólica.
Nos enfrentamos a un enemigo que cuenta con la ayuda de demonios provenientes del vacío del espacio. Mum-ra está recargando su energía en este momento, pero cuando despierte tendremos problemas, dijo esa vez Yuubi. Si queremos ganar esta guerra, debemos exterminar nuestros propios demonios que son el honor, la piedad, la justicia y el juego limpio. Si esos demonios sobreviven, acabaremos derrotados, por lo tanto, esos demonios deben ser los primeros enemigos a abatir.
Hablas de hacer la paz con nuestros enemigos, dijo Tigro en esa ocasión.
Exacto, porque no se puede hacer las paces con nuestros amigos, por eso se le llama hacer las paces con el enemigo, puntualizó Yuubi.
No tengo ningún problema en hacer las paces, dijo Leono con gesto ceñudo. Lo que no me agrada es que debamos comprometernos a realizar acciones luego de la guerra que de seguro reprobaría mi padre.
El buen Rey Claudus, tu padre, Leono, seguro gobernó con lealtad, justicia, valor y honor. Sin embargo, no vislumbró que el reino cayera ante un enemigo tan temible y que pareciese invencible. Se debe ceder a ciertos aspectos con nuestros enemigos si lo que queremos es que ellos cedan otros, los cuales, nos asegurarán la victoria en una guerra de resultado incierto y lo más importante aún: una paz duradera en el futuro.
Leono dirigió una mirada suplicante a su hermano, pero Tigro le devolvió la misma mirada vulnerable. No había nada más que decir, los dos hermanos reales y Pantro cerraron los puños y con sus miradas bajas y su silencio, le dieron vía libre al cathiano para enviar agentes a las distintas fortalezas del enemigo para llevar a cabo las negociaciones de paz y la futura repartición del Tercer Planeta.
La respiración de Tigro se hizo más agitada y el thundercat despertó y se encontró con Cheetara abrazando su torso desnudo.
―¿No puedes dormir ,mi amor? ―le preguntó Tigro―, lamento no haber podido hacer más en la reunión con Yuubi, soy un inútil.
―No digas eso, no eres ningún inútil, de hecho, de no ser por ti, estaría muerta. ¿Recuerdas la flor que me regalaste en las puertas de la abadía de LLaga? Esa flor me dio las fuerzas para seguir adelante.
―Debí haber hecho más, debí darte comida y agua, debí acercarme más, pero me escondía como un niño tímido..., debiste pensar que era patético.
―Pensé que eras muy lindo y dulce... Gracias, gracias por lo que hiciste por mí.
―A ti te doy las gracias porque por ti decidí convertirme en un hombre más fuerte, alguien que podría protegerte, no fue la rivalidad con Leono la que me motivó a superarme, fuiste tú, siempre fuiste tú.
Los dos thundercats se abrazaron y decidieron que todavía les quedaban unas cuantas horas más para entregarse a ese amor que se sembró en su juventud y que ahora florecía solo para ellos.
CONTINUARÁ...
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