Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9

Capítulo 9

I blinked and suddenly, I had a Valentine

Qin Shi Huang era sin duda alguna un ser humano interesante. Cuando Ares lo vio e intentó sacarlo del lugar, antes de darse cuenta que iba como invitado de Hades, fue arrojado a un costado como si nada, quedando de cabeza contra una pared. Solo cuando Hades ingresó, Ares pareció volverse más civilizado y se quedó alejado de ellos. Zeus lo vio, manteniéndose en silencio, solo observando al humano que entraba con confianza a un lugar lleno de dioses. Incluso Odín lo miró, siendo solo sus aves las que se quejaron por el humano invasor. Hades no les prestó atención.

Por educación, compartió su asiento con Qin Shi Huang. El rey de los humanos miraba la arena donde Shiva y Raiden estaban luchando.

—Qué técnicas tan interesantes—comentó mirando...o bueno, Hades creía que miraba, después de todo Qin Shi Huang no se había sacado la venda.

Hades asintió, sin prestarle demasiada atención a lo que ocurría abajo. Hermes, como siempre, no decía nada al respecto y solamente se limitaba a servirles. Zeus se acercó a él para hablarle en voz baja.

—Hermano, ¿qué hace este humano aquí?

—Es mi invitado—dijo con simpleza, cruzando sus piernas para observar la pelea.

—¿Invitado? Hermano, no creo que sea un invitado muy grato en este momento. Lo mejor sería que se marche de aquí.

—Si causa problemas, entonces no me opondré.

Hades no veía ningún problema con dejar que este humano viera la pelea del ragnarok ahí. Luego de enterarse de que quien tenía el corazón de su hermano era un humano, sintió mucha curiosidad al respecto. Que un humano, un ser inferior, conquistara el corazón del dios de los mares, fue algo inaudito y no podía culparse a Hades por sentir curiosidad al respecto. Y luego de conocer a este humano, su curiosidad aumentó.

Qin Shi Huang era un rey humano, un hombre que destruyó una pared con los puños. O eso imaginaba Hades porque no veía que tuviera ningún tipo de armas en su mano. Pero era un rey humano al que no le importaban los dioses a su alrededor, se comportaba con orgullo y arrogancia incluso cuando la mitad de los seres que lo rodeaban podrían matarlo en un chasquido.

Sin duda alguna, era un rey.

—Buen hombre—dijo Qin Shi Huang llamando a Hermes—, has sido muy amable conmigo, así que me caes bien. ¿Sabes? Tengo un poco de sed, ¿hay algo aquí que pueda beber?

Hermes sonrió, pareciendo divertido con este humano.

—Tenemos hidromiel, ¿le gustaría un poco?

—Eso suena genial—Qin Shi Huang sonrió en grande.

Ares estaba en un rincón, apretando los dientes por la osadía de este humano. Pero como era invitado de Hades, no se animaba a acercarse de nuevo ni hacer nada en su contra. Zeus solo hizo una mueca, mientras Odín parecía disgustado mirando a este humano. Afrodita, por otra parte, miraba de mala manera a Qin Shi Huang. El humano parecía ajeno a todo esto.

Hermes sirvió hidromiel y se la dio. Qin Shi Huang dio un sorbo y pareció realmente feliz con esta nueva bebida que nunca antes había tomado.

—Buen hombre, sírvele un poco también de esta gran bebida a mi amigo—dijo Qin Shi Huang apuntando hacia Hades.

Los demás dioses, incluso Hermes, se mostraron sorprendidos por la confianza de este humano para tratar como un amigo al rey del inframundo. Pero Hades salió de su sorpresa para reír divertido y asentir hacia Hermes, aceptando el gesto del humano.

—Rey de los hombres, parece que te ha gustado mucho esta bebida—comentó Hades mirándolo.

Qin Shi Huang terminó su bebida, devolviendo el cuenco a Hermes.

—Es deliciosa, nunca antes había probado algo así en mi vida.

—Es normal, la hidromiel es una bebida exclusiva de dioses—dijo Hades dándole un sorbo a su hidromiel.

—Entonces tiene sentido su sabor sublime. Es una pena que sea solo una bebida para dioses, muchos humanos realmente apreciarían su sabor—a pesar de sus palabras, no dejaba de sonreír mientras miraba hacia la arena del Valhalla—. Buen hombre, antes de pedirte algo más, ¿podrías decirme tu...?

—Lamento la interrupción—dijo Brunhilde de repente ingresando al sector VIP—. Emperador Qin, ¿no le dije que se quedara en su habitación esperando hasta que fuera su turno? ¿Qué hace aquí?

Qin Shi Huang ni siquiera se giró hacia la valquiria, tampoco dejó de sonreír.

Mei wenti. Mi amigo, el rey del inframundo, me invitó aquí a ver la pelea cuando estaba buscando un buen sitio para observar la quinta ronda—aclaró Qin Shi Huang.

—Señor Hades, lamentamos mucho la molestia—dijo rápidamente Brunhilde.

Hades se giró y la miró, estaba inclinada hacia él.

—No es una molestia. Yo mismo lo invité a venir.

Brunhilde alzó la mirada sorprendida.

—Es así. Como dije, mi amigo Hades me invitó a ver aquí la pelea—confirmó Qin Shi Huang sonriéndole a la valquiria.

En ningún momento se levantó de su asiento.

—De todas formas, no debiste haber roto tantas paredes para llegar aquí—dijo Brunhilde frunciendo el ceño y poniendo sus manos en su cintura—. ¿Por qué lo hiciste? Los pasillos no son tan complicados de entender.

Qin Shi Huang alzó su dedo índice y lo movió de un lado a otro.

—Recorro el camino de un emperador, el camino es hacia donde yo me dirijo.

La seguridad, la confianza, con la que este rey humano hablaba, no solo despertaba la curiosidad en Hades, sino también la diversión. Este humano era curioso y divertido, sin lugar a dudas.

—Además—agregó Qin Shi Huang—, ya me estaba aburriendo de esperar.

—Le dije que su turno llegaría pronto, solo debía quedarse en su habitación y esperar a que llegara.

—Tranquila, no tienes que preocuparte tanto. Si quieres que espere mi turno, lo haré tranquilamente aquí, ya no romperé nada más, le doy mi palabra de rey. Así que puedes regresar en paz, señorita Brunhilde.

Hades estaba seguro de que Brunhilde se estaba estresando con la actitud de este rey humano, aunque él la encontraba divertida. El humano estaba metido en un lugar lleno de dioses y se comportaba como uno de ellos, como si él no fuera uno de los luchadores de la humanidad que, en cualquier momento, debería enfrentarse a un dios.

Hades vio la sonrisa confiada del emperador. Qué humano más curioso y divertido.

***

Las piernas de Lü Bu estaban por terminar de curarse, Thor podía decirlo fácilmente. Lo único malo era el dolor agudo que lo azotaba en ocasiones y lo hacía gruñir. Agradecía al frasco que Freya dejó que permitía mermar el dolor del humano cada vez que lo aplicaba.

Mientras estaba hablando con Lü Bu, o mejor dicho, el humano hablaba de una pelea que había tenido en el pasado, la puerta del cuarto se abrió dejando entrar a Lü Shang. El hombre sonreía cálidamente, mirando a su hijo.

—Lü Bu, mi niño, lamento la tardanza.

El humano se tensó y miró a su padre con molestia. Thor no podía entender qué era lo que estaba mal.

—Dónde está mi padre—preguntó severo.

Thor estaba seguro que de poder caminar Lü Bu hubiera tomado del cuello a Lü Shang. O bueno, a este no-Lü Shang.

—No entiendo de qué hablas, hijo. ¿Acaso pasó algo desde que me fui?

—Dónde está mi padre—repitió más enojado Lü Bu.

Thor miró a este Lü Shang, intentando ver qué era lo malo en él. Desde que entró trató a Lü Bu de la manera en que podía recordar que lo había hecho antes. ¿Por qué...? Oh, ya lo recordaba. Cuando Lü Shang ingresó por primera vez al cuarto no llamó a Lü Bu de esta forma, sino que lo llamó Feng Xian. Si recordaba bien todavía, esta era la forma en que Lü Shang llamaba a Lü Bu normalmente. En muy contadas ocasiones lo había llamado por su nombre, pero si entraba para pasar tiempo con su hijo dudaba mucho que fuera a usar su nombre.

Sin perder tiempo se levantó y tomó del cuello a este falso Lü Shang para estamparlo contra la pared.

—Deja de jugar, Loki—dijo molesto.

El falso Lü Shang intentó respirar antes de mover sus manos.

—Bien, bien, lo dejo, lo dejo.

Thor lo soltó, dejándolo caer al suelo. En un chasquido Lü Shang se transformó en Loki, el dios que intentaba respirar de nuevo y recuperarse del ataque de Thor.

—Ah, apretaste demasiado fuerte—incluso mientras se recuperaba sonreía como un imbécil, Thor solo quería golpearlo otra vez—. Oh, vamos, solo estaba jugando, no tienes que mirarme así.

—Qué haces aquí.

—Vamos, ¿por qué esa cara? ¿Acaso no podía venir a conocer a tu amigo?

Thor no lo pensó dos veces cuando tomó del cuello de su ropa a Loki para sacarlo de ahí.

—Ya regreso.

—Sí, gracias por tirar la basura por mí—dijo Lü Bu.

Thor sonrió divertido, en especial cuando vio la mueca de disgusto de Loki. Se lo merecía.

Al salir encontró a la valquiria de Lü Bu y su padre acercándose al cuarto. Randgriz miró a Loki, frunciendo el ceño y apresurándose en entrar. Lü Shang la imitó, esperando recibir alguna explicación al respecto. Thor siguió su camino por el pasillo, dirigiéndose a la salida para patear libremente a Loki y hacerlo volar fuera de la arena del Valhalla.

—Si vuelves, te mataré—amenazó antes de lanzarlo contra una pared.

—Padre es el que quiere matarte a ti luego de lo que hiciste—Loki lo miró, sonriendo como el enfermo que era—. No está muy contento de que decidieras salvar a ese humano.

—¿Eres su mensajero? Vete y no vuelvas—Thor se dio media vuelta para marcharse, no le importaba lo que Loki tuviera para decirle.

—No va a perdonarle la vida, Thor, y tú no estarás siempre a su lado para protegerlo.

Thor no se giró hacia Loki, solo siguió caminando hacia el cuarto de Lü Bu.

***

Poseidón iba caminando apresurado por los pasillos de la arena del Valhalla. Kojiro le había dicho que iría un momento al baño y que regresaría antes de que comenzara la quinta ronda. Pero la quinta ronda había comenzado hacía rato y él no volvía. Poseidón creía firmemente tener algún trauma al respecto porque se preocupó como nunca antes y un suave temor se alojó en su corazón. La última vez que perdió de vista a Kojiro por unos meses este había muerto. ¿Y si ahora por unas horas había resultado herido? Poseidón podría llegar a matar a alguien de ser así.

Al final encontró al humano en uno de los pasillos, hablando con su valquiria distraídamente. Fue casualmente esta misma mujer la que se dio cuenta de su presencia y la cual advirtió a Kojiro. El humano lo miró un poco sorprendido antes de sonreír nervioso.

—Poseidón, ya estaba regresando al cuarto.

Poseidón se cruzó de brazos y miró a la valquiria, la cual lo miraba con un poco de desconfianza.

—Vamos—prácticamente ordenó antes de guiar el camino de nuevo a la enfermería.

Escuchó a Kojiro pedirle a la valquiria que no se preocupara y se quedara atrás. Ella no parecía muy segura pero lo dejó ir. Fue cuando Poseidón escuchó los pasos apresurados del humano que lo estaba siguiendo.

—Lo siento, me costó hallar el baño.

—No me mientas, Kojiro.

El humano suspiró caminando a su lado.

—Estaba aburrido de estar encerrado en ese cuarto, eso es todo.

—Tienes que recuperarte.

—Deja de decir eso, ya hasta parece un mantra—Kojiro se detuvo provocando que Poseidón también se detuviera—. Mira, sé que estás preocupado y todo, pero sé cuidarme bien solo. Lo hice por muchos años, lo puedo seguir haciendo ahora. Además la herida ya ni siquiera me duele, puedo moverme y caminar libremente.

Poseidón se acercó a Kojiro y con el índice tocó la zona de la herida ejerciendo un poco de presión. Kojiro hizo una ligera mueca, posiblemente aguantando demostrar más de lo que sentía.

—Todavía le falta curar, solo serán unas horas más y luego podrás caminar tanto como quieras.

Kojiro suspiró pesadamente antes de asentir y seguirlo hacia la enfermería. Durante todo el camino el humano no dijo una sola palabra y cuando se acomodó en la camilla para ver la quinta ronda del ragnarok siguió sin decir una sola palabra. Poseidón sabía muy bien que se había molestado con él por sus excesivos cuidados, pero el humano tenía que entender que por más hábil y fuerte que fuera, una herida todavía podía ser mortal para él.

—Kojiro—suspiró—, solo debes quedarte un par de horas más. Luego podrás moverte tanto como quieras.

—¿Desde cuándo te preocupas tanto por mí? Antes me hubiera podido ahogar frente a ti en el mar y no se te hubiera movido un solo pelo por eso.

El silencio que siguió a las palabras del humano fue profundo y denso. Poseidón no tenía manera de refutarle porque era verdad, si no fuera por las palabras de Hestia que lo hicieron pensar, posiblemente nunca se hubiera dado cuenta de lo importante que era Kojiro para él.

Su repentina preocupación debía ser algo nuevo para el humano, así como lo era para el dios que no acostumbraba a preocuparse demasiado por los demás. No entendía cómo Kojiro no lo echó todavía luego de que Poseidón se autoinvitara a pasar todo el tiempo a su lado. Su presencia solo aseguraba que nadie se acercaría al humano, principalmente porque nadie se quería acercar a él. Podía entender si Kojiro estaba aburrido. Poseidón no era de hablar demasiado y el humano había sido un alma libre que acostumbraba a ir de un lado a otro y conocer gente. Era todo lo contrario a él.

—Lo siento—dijo entonces el humano—, no debí decir eso.

—No fue una mentira.

—Pero tampoco fue apropiado—Kojiro suspiró jugando con sus manos—. Es solo que...Agradezco tu preocupación, en verdad que la valoro, pero es solo que...

—¿Es raro?

Lo cual tendría sentido si se tenía en cuenta que Poseidón no le había hablado a Kojiro hasta ahora.

—No, bueno, un poco sí, pero eso no es lo importante. El caso es que me cuidé por muchos años yo solo, lidié por mucho tiempo con mis heridas, aprendí a curarme a mí mismo porque no tenía a nadie más, conocí los límites de mi cuerpo mejor que nadie. Y ahora vienes tú a querer...limitar mi vida, como si yo no supiera mis propios límites. Es frustrante.

Si lo decía de esa manera, Poseidón tenía que reconocer que sí, era frustrante. A él mismo no le gustaría ser obligado a descansar cuando sentía que no lo requería. Tal vez debería escuchar más a Kojiro en lugar de hacer lo que siempre hacía, lo cual era hacer que los demás hicieran lo que él quería que hicieran.

Tomó la mano de Kojiro, apretándola suavemente.

—Perdón, no era mi intención—Poseidón miró a los ojos a Kojiro para que supiera que estaba siendo sincero—. Me preocupa tu salud porque luego de regresar y encontrarte muerto, temo que pueda volver a pasar lo mismo en cuanto me dé la vuelta. Fue gracias a mi hermana que me di cuenta de lo importante que eres para mí y ya había sido tarde. Pasé cuatro siglos soñando contigo, deseando volver a verte otra vez, y ahora que te tengo temo volver a perderte en un mínimo descuido.

»No es excusa para mi accionar. Yo solo quiero que sepas el motivo por el cual fui exagerado en mi cuidado y también quiero que sepas que comprendí mi error y lo cambiaré. Debí preguntarte antes a ti al respecto y no hacer las cosas como usualmente las hago. Quiero que nuestra relación avance bien y tomando todas las decisiones por ti no es la forma. Así que ahora te escucharé y respetaré tus decisiones siempre y cuando estas no te metan en peligro. Realmente no deseo volver a perderte, Kojiro.

El humano lo miró con los ojos abiertos, Poseidón le sostuvo la mirada para que su sinceridad fuera creíble. Pero entonces Kojiro giró su cabeza hacia la pared, cubriendo con su mano libre su rostro, incluso cuando Poseidón no podía verlo.

Tal vez sus palabras no habían sido las indicadas o bien Kojiro no le había creído. Tal vez debía buscar otra manera de expresarse cuando notó las orejas del humano completamente rojas igual que su nuca y parte de lo que podía ver de su rostro.

Oh.

Tal vez ya comprendía lo que estaba pasando.

—Kojiro—llamó sintiendo un burbujeo de diversión en su pecho—, ¿te ofendió lo que dije?

—N-no, n-no, para n-nada—balbuceó el humano sin girarse a mirarlo.

—Entonces, ¿por qué no me miras?

—Y-yo... ¡vi un bicho en la pared!—exclamó subiendo innecesariamente la voz.

Poseidón se inclinó un poco para ver el "bicho" en la pared.

—No veo nada.

—¡Porque ya se fue!

—Y si ya se fue, ¿por qué no me ves?

—Eh...mm...hay otro bicho...

Poseidón se levantó, todavía sin soltar la mano que sostenía de Kojiro, y con su mano libre lo tomó del mentón para girar su rostro. Tal y como pensaba, Sasaki Kojiro estaba completamente rojo, tanto que su piel parecía brillar. Se veía adorable, tan hermoso que Poseidón no podía dejar de mirarlo.

—¿Qué fue lo que dije mal?—pasó sus dedos por las mejillas calientes del humano el cual movió los labios sin soltar palabras por un tiempo antes de dar una respuesta sensata.

—Nada...solo...fuiste tan sincero que...me tomó por sorpresa...

Tal vez debería tomarlo por sorpresa más veces si así Poseidón conseguía ver más este rostro en Kojiro.

—Te ves hermoso así—dijo no solo porque lo pensaba sino porque quería ver la reacción de Kojiro.

El humano volvió a balbucear sin sentidos mientras mantenía el intenso rojo en su rostro. Hasta que cansado se inclinó hacia Poseidón, apoyándose contra él para esconder su rojo rostro.

—No te burles—pidió escondido contra su pecho, Poseidón llevó su mano libre hacia el cabello blanco de Kojiro para acariciarlo—. Hubiera preferido al desconocido callado que conocí en la playa que a este dios que solo se burla de mí.

—No me burlaba, estaba siendo sincero.

—Solo...cállate.

Poseidón sonrió mientras mantenía al humano contra su pecho, apretando su mano y disfrutando de su calor...literalmente porque el rojo en la cara de Kojiro todavía no había pasado.

***

Al final Brunhilde se fue y los dejó de nuevo a que miraran la quinta ronda del ragnarok. Hades no le prestó mucha atención a la pelea, ya que Shiva no era de los dioses que tuviera su simpatía para nada. Así que si moría Shiva o no, le daba totalmente igual. Lo único interesante de la quinta ronda fue ver como la sonrisa de Qin Shi Huang mutaba a una concentración absoluta cuando la batalla comenzó a tornarse más seria. En ese momento, pareció concentrarse solo en la batalla y en observar el intercambio de golpes entre los dos peleadores en la arena.

Al final, cuando el humano murió, notó la forma en que apretó los labios. No sabía si por disgusto o qué, solo sabía que había apretado los labios sin demostrar nada más. Fuera cual fuera el sentimiento en su interior, solo Qin Shi Huang lo conocía a la perfección.

Fue durante el final de esta quinta ronda que el rey humano se levantó de su asiento y se acercó a él.

—Mi buen amigo, ya que has sido tan amable de invitarme a ver la pelea aquí, déjame que te invite a mis aposentos a pasar el rato hasta que la sexta ronda empiece—el humano le extendió su mano, sonriéndole en grande.

Hades pensó que no tenía muchos motivos para estar ahí más que para ver las batallas del ragnarok, después de todo él no era parte de la lista de los trece dioses que participarían. Tampoco sentía la necesidad de participar, sus hermanos estaban vivos todavía y los humanos contra los que pelearon no los asesinaron, así que Hades debería regresar al Helheim para continuar con su trabajo, ignorando los consejos de su hermana mayor.

Pero Hades no quería negar esta invitación. No por educación, sino porque la curiosidad sobre este humano era grande y quería conocerlo más. Además, el Helheim no se arruinaría porque Hades no estuviera ahí por unas cuantas horas más.

—Bien, rey de los humanos, dime dónde están tus aposentos—dijo Hades parándose y bajando la mirada para ver al humano.

Qin Shi Huang sonrió.

Hao.

El rey de los humanos lo guio a través de las paredes rotas que algunas divinidades estaban comenzando a reconstruir. Parecía recordar el camino que destruyó desde sus aposentos. Mientras pasaban, Hades admiró las gruesas paredes destruidas por este humano y se preguntó cómo había logrado hacer algo así. Era interesante y ya quería verlo pelear para saber cuál sería el alcance de su fuerza.

Al llegar a los aposentos de Qin Shi Huang, notó un par de mujeres vestidas como sirvientas antiguas de China. Ellas se inclinaron ante el humano y este les pidió que prepararan té y bocadillos para su invitado. Cuando ellas se marcharon, él lo guio por la habitación hasta una mesa baja rodeada de almohadas.

—Dime, rey del inframundo, ¿alguna vez has jugado eso?

Qin Shi Huang señaló a un costado de la mesa, cerca de donde se debían sentar, un tablero cuadriculado en blanco y negro. Frente tenía dos pequeños cuencos con fichas de dicho color. Hades no conocía el juego, pero se le hacía parecido a uno que conocía.

—Parece un ajedrez—comentó.

—Se llama weiqi—dijo Qin Shi Huang acercándose a la mesa donde estaba el tablero—. Si quieres, puedo explicarte las reglas. Es un juego de estrategia, quizás te pueda interesar.

Un juego de estrategia. A Hades le divertían esos juegos y el único ser con el que jugaba era un ave, uno de los pocos seres vivos en el Helheim con la capacidad cerebral suficiente.

—Bien, rey de los humanos, enséñame las reglas.

El humano sonrió y lo llevó a la mesa, donde le explicó con detenimiento las reglas del weiqi y le ofreció una partida de práctica. Fue cuando comenzaban la partida que las sirvientas llegaron y dejaron las cosas al lado de ellos, marchándose poco después.

—Espero que el té de jazmín sea de tu agrado—dijo Qin Shi Huang tomando un bocadillo—. Mm, estos pasteles de osmantus huelen bien. Prueba, son deliciosos.

—¿Acaso es una estrategia para distraerme y ganarme?—preguntó divertido Hades tomando uno de los pasteles.

—Oh, no, claro que no. No necesito distraerte para ganarte.

Las palabras de Qin Shi Huang eran un desafío que Hades aceptaría con gusto. Si el humano creía que por ser su primera vez jugando weiqi perdería, se llevaría una gran sorpresa.

—Ya veremos.

***

Tras la derrota del humano y de pasar a ver a Shiva, Zeus caminó por los pasillos del Valhalla pensando en las palabras que el padre de la humanidad le había dicho en el momento en que había ido a verlo.

Abuelo, cometes el mismo error que tu padre Cronos.

Su padre había sido siempre un tema delicado a tratar para Zeus, incluso si demostraba que no le importaba, la verdad era diferente. La ausencia de una familia real en su infancia había sido un golpe duro para él, algo que solo notó con el tiempo, cuando el tema salía a la luz y se sentía incómodo. Por supuesto, jamás lo demostraba.

Como padre de los dioses, Zeus debía ser el soporte y la fuerza que impulsara a los demás. La debilidad no era una opción. Si se mostraba débil alguien más buscaría tomar su lugar y sacarlo de su trono. Luego de haber vivido encerrado en un sitio, entrenando para ser capaz de derrotar a Cronos y ver la luz, Zeus no estaba dispuesto a ceder su lugar a nadie. No iba a volver a ser encerrado en ningún sitio ni iba a ser degradado por nadie.

No lo sería, él no volvería a la oscuridad nunca más.

Cronos no supo ser un buen padre y tú estás siguiendo sus pasos.

¿Él un mal padre? ¡Él jamás había encerrado a sus hijos en el rincón más oscuro del universo y se había alimentado de ellos para debilitarlos! Había reconocido a todos sus hijos, incluso los que tuvo fuera del matrimonio. Los había tratado bien, les había dado un lugar en el Valhalla y eran venerados por los humanos. ¡Tenían muchos privilegios que Cronos jamás les hubiera dado a ninguno de ellos!

Sin embargo, ninguno de ellos había ido a verlo luego de su pelea.

Luego de la pelea, Hermes fue por motivos ajenos a sus heridas, y su hijo mayor Ares solo se quedó a ver las peleas, sin importar que su padre estaba en un cuarto de enfermería malherido. Los demás ni siquiera habían aparecido a saludar o ni siquiera se enteró de ninguno que preguntara por él. Estaba solo, ni siquiera su esposa había ido a verlo.

Ten cuidado o solo llevarás a los demás a la ruina, tal y como tu padre hizo.

¿En serio? ¿A la ruina? Zeus estaba que quería reír. En verdad quería, incluso si no sentía las cosquillas previas de una risa en su vientre. Un simple humano que no lo conocía, ¿cómo podía compararlo con su padre? Qué estupidez.

—¿Mi querido Zeus?

Se detuvo al escuchar esa voz. Al girarse vio a su hermana Hestia, tan cálida y hermosa como siempre. De todos sus hermanos, Hestia era a la que más quería. Era un rayo de luz al que adoraba y admiraba. Una diosa bella y fuerte a partes iguales.

—Hestia, ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos.

Ella sonrió y se acercó a él, inclinándose para poder abrazarlo. Zeus correspondió al abrazo porque no podía rechazar a Hestia, nunca a ella.

—Mi amado hermano—ella se separó, sus ojos parecían un poco tristes—. ¿Cuándo volveré a ver a mi pequeño hermanito y no a esta versión anciana de ti? Este no eres tú, mi pequeño y adorado Zeus.

—¿Qué haces aquí en el Valhalla? No pensé que las peleas fueran lo tuyo—dijo evitando darle una respuesta a su hermana.

No podía darle una de todas formas. Simplemente había optado por esa forma porque consideraba que sería una forma más respetable que la de un fortachón gigante. Un anciano era sinónimo de sabiduría y respeto, un mocoso musculoso era solo un idiota impulsivo que no podía hacerse cargo de nada.

—He decidido venir a conocer al humano que luchó contra mi querido Poseidón. Es un humano maravilloso. También he pasado a hablar contra tu oponente. Le agradecí el que te perdonara la vida. Realmente valoro el poder seguir teniendo a todos mis hermanos conmigo.

Zeus sonrió, su hermana era siempre tan cálida. No podía decirle nada por querer ir a ver a esos humanos y hablar con ellos. Era bien conocido por todos el amor que Hestia sentía por estas criaturas y el respeto que les tenía. De todos, era la que más los apreciaba y admiraba. Nadie podía entender el por qué.

—Tienes que dejar de ser tan amable con ellos, Hestia.

—Mi hermano, estás pidiendo algo imposible—sonrió ella acariciando su cabeza.

Ten cuidado o solo llevarás a los demás a la ruina...

—Hestia, necesito hacerte una pregunta.

Hestia tomó su mano y la acarició con cariño.

—Cualquier cosa, mi preciado hermano.

Zeus lo pensó un momento antes de dejar salir su duda a la única divinidad a la que sentía que podía preguntar.

—¿Crees que estoy cometiendo los mismos errores que Cronos?

Hestia se quedó paralizada un segundo por la repentina pregunta que su hermano le hizo. Podía entenderla, nunca tocaba el tema de su padre, mucho menos con algo relacionado a él.

—No creo que estés siguiendo exactamente los mismos pasos que Cronos—Hestia torció la boca pensativa—. Pero hay cosas que...sí me recuerdan a él.

—¿Puedes decirme qué son esas cosas?

Zeus no había conocido por mucho tiempo a Cronos, así que debía depender de alguien que lo conoció por más tiempo que él.

—Su fuerza, por ejemplo. Él tenía la firme creencia que la fuerza era lo más importante para liderar. No lo es y no aprendió que eso no es lo que se necesita para ser un buen líder. La fuerza, por sí sola, no trae unión. Y yo creo que estás yendo por ese mal camino, mi amado hermano—Hestia acarició sus manos—. Pero todavía puedes torcer tu destino.

—Hestia, creo que hay algo que no ves. Yo no soy como Cronos, no he encerrado a mis hijos ni los he debilitado. Les he dado libertad y títulos que Cronos no hubiera estado dispuesto a ceder.

—¿Ha sido lo que ellos han querido?—Zeus iba a responderle que , pero entonces se dio cuenta que no lo sabía realmente—El error de Cronos fue no haber sido un padre para sus propios hijos. Él no supo criarnos, amarnos ni cuidarnos. Y me temo que tú estás cometiendo esos mismos errores—Hestia tomó su rostro con cariño y besó su frente—. Ser padre significa mucho más que brindar un título y riquezas materiales a tus hijos. Estoy segura que sabrás descubrirlo antes de que sea demasiado tarde.

Hestia acarició su mejilla antes de dar media vuelta y marcharse de ahí, dejando a su hermano menor con más dudas de las que hubiera deseado tener.

.

.

.

Título del capítulo parte de la canción: Valentine by Laufey 

La cancion esta relacionada con hades y qin, las canciones de laufey son hermosas, si las pueden escuchar haganlo jaja La del capitulo seis, de la pelea de Jack y Hercules es en verdad magica, y cuando Jack hablaba del baile en las calles de Londres con Hercules me lo imaginaba con esa cancion en realidad.

Zeus tiene muchas cosas que pensar, aqui es donde empieza su desarrollo de personaje, lo cual lo hago solamente porque consideré que sería lindo, nada mas jajaja

Hades y Qin ya estan avanzando en su relacion jajaja por quienes no conocen el weiqi, es mas conocido como go. Por lo que se, es un juego chino antiguo y su nombre chino es weiqi, go es la version japonesa. Sé, o al menos lei varios libros donde pasa, que los emperadores jugaban a este juego por esto mismo de que es un juego de estrategia

No sé si Lu Shang llamó siempre a Lubu como Feng Xian pero lo deje como que aca si :D Por eso notó el engaño

En el proximo creo que ya esta la pelea del iluminado y el pequeño adorable, no recuerdo bien, olvide fijarme ajajaj Es probable que ese capitulo si lo suba a la madrugada, por cuestiones de mi horario de trabajo uwu

Nos vemos! 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro