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Capítulo 2

Capítulo 2

When I see you again

Thor ingresó a la arena del Valhalla luego de que Heimdall hiciera su presentación. Demasiado para una pelea a muerte, pero si algo sabía él como dios era que a muchos dioses les gustaba lucirse. Y una presentación de este tipo era una manera de hacer una entrada inolvidable para demostrar poder. Eso y simplemente para ser llamativos.

Se quitó el abrigo de cuello alto. Si bien no limitaría sus movimientos, Thor sabía que sería más cómodo pelear sin él que con él.

Escuchó las voces de los dioses festejar luego de que fuera anunciado como el primer luchador, mientras que los humanos se mantenían callados. Ellos lo conocían también, sabían sobre su historia y por eso debían saber que no era un oponente sencillo. La confianza con la que ni siquiera habían ido ya se les había esfumado luego de que supieran que él lucharía primero.

No le importaba demasiado. Solo quería terminar con esto de una vez.

Heimdall presentó a su contrincante, haciendo lucir increíble a quien Thor pensaba en exterminar de una sola vez. Demasiadas palabras para describir a un guerrero que no sería la gran cosa. El único humano lo suficientemente fuerte que alguna vez conoció Thor llevaba muerto desde hacía siglos, y nadie sería capaz de igualarlo nunca. Ese hombre fuerte, el hombre que hasta el día de hoy seguía amando, era alguien incomparable. No había nadie ni en el Midgard o el Valhalla que se pareciera a él.

Thor no estaba interesado en nada de lo que Heimdall estaba diciendo, principalmente porque no le importaba mucho su contrincante. Sin embargo, hubo unas pocas palabras que Heimdall dijo que despertó el interés de Thor.

—¡El héroe más fuerte de China, el general Lü Bu!

De la entrada de la humanidad había entrado un hombre envuelto en vendas a caballo. El hombre extendió los brazos y las vendas se rompieron, dejando ver al humano debajo de ellas. Un humano que Thor pensó que jamás volvería a ver.

Lü Bu no se veía como el joven de veinte años al que había dejado atrás ni tampoco como el hombre canoso que vio por última vez. Este hombre se veía entre sus treinta y cuarenta, el punto máximo de su poder, su edad dorada. Este fue el hombre al que no había llegado a conocer por su estúpido viaje con Loki. Este hombre fuerte, en su mejor momento, fue el que no había podido conocer. Fue el hombre que se perdió por culpa de Mjölnir.

Miró a Lü Bu, tan fuerte y hermoso, más de lo que era en sus recuerdos. Se sintió el dios que había ido por primera vez a los límites de su territorio y conocido a un niño que solo buscaba un buen oponente. El dios que, sin saberlo, comenzó a enamorarse de un humano.

—Quien diría que te vería en estas circunstancias—dijo Lü Bu sonriendo y mostrando sus peculiares dientes—. Al fin voy a poder luchar contigo de verdad, tonto dios.

El insulto simple, que se había vuelto un apodo para Thor, hizo sentir una gran calidez en su pecho que llevaba tiempo sin sentir. Tantos años de frialdad, tantos años sintiendo en su pecho el vacío que la llama extinta dejó.

Una llama que estaba resurgiendo con fuerza en su interior.

—Lü Bu—susurró, una suave sonrisa formándose en su rostro—, sabes que no será fácil, ¿verdad?

—Eso espero o me decepcionaré mucho de ti.

—¿Eh? ¿Qué significa esto? ¿Acaso el gran dios Thor conoce al humano Lü Bu?—decía Heimdall sorprendido.

Hubo murmullos de parte de los humanos y de parte de los dioses. No era algo que a Thor fuera a importarle.

No ahora que tenía a Lü Bu de nuevo con él.

***

Lü Bu fue lanzado al campo de batalla antes de que siquiera le terminaran de explicar lo que tenía que hacer. Sabía que tenía que luchar contra un dios y ganar un punto para la humanidad, que si no lo hacía posiblemente la humanidad fuera exterminada y...eso había sido todo. También estaba la explicación de su arma divina, un arma que le ayudaría a luchar contra un dios y compensar su parte humana de alguna manera. Un clásico el que los dioses siempre fueran mejores que los humanos, lo había escuchado tanto de Thor que ya estaba acostumbrado.

No le dijeron quién sería su oponente, simplemente fue un: Aquí tienes tu arma, tu caballo y a luchar.

Y así fue. Lü Bu tuvo que salir al campo de batalla sin saber quién era su enemigo, solamente preparado para luchar contra quien fuera. No fue hasta que se quitó el vendaje que le pusieron y vio a su oponente que los recuerdos chocaron contra él.

El dios contra el que tendría que luchar sería Thor. Por un lado creía que era una mala broma y por el otro se sentía complacido.

El día que murió no fue capaz de darlo todo en su pelea, no solo por su edad sino también por la enfermedad que lo estaba matando. Eso hizo que la pelea fuera injusta en muchos sentidos y se había sentido mal por no ser capaz de darlo todo, porque sabía que había sido capaz de darlo todo, si tan solo Thor hubiera regresado antes lo hubiera dado todo. En aquel momento no pudo ser posible.

Ahora sí podría porque estaba en su mejor momento, una edad que Thor no había conocido por andar en su viaje buscando un martillo perdido. Años en los que se perdieron de muchas cosas, cosas mucho más valiosas que simples peleas.

Atrapó su alabarda, su arma divina contra la cual podría enfrentarse a Mjölnir, ese gran martillo que había alejado a Thor de él por muchos años.

Luego de unas palabras, Lü Bu comenzó a caminar hacia Thor, quien iba con su martillo arrastrándolo por toda la arena. Probaría que tan fuerte era su nueva arma, que tan capaz de luchar contra Thor sería.

Dio el primer ataque. Mjölnir bloqueó su alabarda, la cual resistió contra el gran martillo. Un poco más de fuerza y Thor fue lanzado hacia atrás. El dios le sonrió, una sonrisa suave y muy bonita que le llenaba el pecho de calidez. Una sonrisa que le recordaba la razón por la que se había enamorado de este tonto dios.

—No te contengas—le dijo a Thor apuntándole con la alabarda—. Soy capaz de resistir cualquier ataque tuyo.

Thor pareció dudar de atacar de verdad, Lü Bu insistía en que lo atacara, dando golpes tras golpes con su alabarda. Pero el dios se defendía sin lanzar ningún ataque. Era frustrante para Lü Bu quien en verdad quería luchar de igual a igual con Thor.

No fue hasta uno de sus ataques, donde consiguió acercarse a Thor, que susurró.

—No soy como el Lü Bu de tus recuerdos, así que no tengas miedo, solo ataca.

Thor siguió en duda, mirando hacia abajo, solo defendiéndose de los ataques de Lü Bu.

Viendo que era incapaz de hacer que Thor reaccionara de verdad, Lü Bu suspiró y puso el filo de la alabarda en su cuello. El dios abrió los ojos con sorpresa por esa acción.

—Si no vas a pelear de verdad, ¿vale la pena seguir luchando?

Sabía que era jugar sucio, sabía el motivo por el cual Thor se negaba a atacarlo, sabía que no querría hacerle daño otra vez como lo había hecho la última vez que estuvieron juntos. Sabía que Thor no quería lastimarlo, pero Lü Bu no quería un encuentro injusto con él.

Thor apretó el Mjölnir en su mano, los murmullos de la humanidad comentando entre ellos sin entender qué pasaba. El luchador humano se iba a suicidar ¿solo porque su oponente no estaba luchando? Era una completa locura.

Del lado de los dioses estaban sorprendidos también, pero pensaban que este humano era un idiota que no conocía las dimensiones del poder de Thor. No era como si a Lü Bu le importara mucho.

—Bien—dijo Thor, de sus brazos comenzaron a surgir pequeños rayos—, si es lo que quieres.

Lü Bu sonrió, alejando la alabarda de su cuello, emocionado por ser capaz de luchar contra Mjölnir de manera seria. Su estrategia había sido infantil, pero si quería tener una lucha seria con Thor tenía que hacerlo reaccionar para demostrarle que no era un humano frágil. Él podría aguantar sus golpes.

Observó a Thor prepararse, tomando a Mjölnir con ambas manos e inclinándose hacia atrás. Nunca lo vio hacer algo parecido y solo era porque, al pelear con su martillo, nunca era demasiado serio. Thor solía usar a Mjölnir para bloquear sus ataques, nada más. Esta sería la primera vez que pelearía en serio contra él.

El ambiente se tensó, leves corrientes de energía pasando por la arena a medida que Thor comenzaba a regresar. Su fuerza hacía que pudiera alzar el martillo, incluso en una posición tan incómoda como en la que había estado. Lü Bu esperó el ataque, impresionado por la gran energía que un solo ataque con un arma divina podía generar.

Usó la alabarda en el momento en que el martillo descendió sobre él, cubriéndose del golpe mientras era hundido en la arena con fuerza. Su cuerpo fue enterrado en la arena cuando resistió el golpe, como un pequeño clavo siendo martillado en la madera. La alabarda había conseguido hacer de un buen escudo como para que Lü Bu no hubiera conseguido rasguño alguno.

Cuando el golpe de energía pasó, Lü Bu tomó su oportunidad para golpear el Mjölnir y quitarlo de encima de él. Solo cuando el enorme martillo se balanceó hacia atrás, movió la alabarda para cortar el fornido cuerpo de Thor.

—Eres mejor de lo que pensaba—dijo alegre de poder estar peleando de esta manera con el dios del que estaba enamorado.

Thor vio la herida en su pecho y luego lo miró a él. Lü Bu notó la confianza regresando a sus ojos en el momento en que lo vio entero y bien. Sonrió desafiante, como en aquellas peleas que tenían y donde veía un gran avance en él.

—Bastardo, es una lástima que seas solo un simple humano—dijo Thor.

Lü Bu sonrió en grande y lo apuntó con la alabarda, emocionado por esta batalla. Emocionado por demostrarle a Thor lo que no pudo en su momento.

Entonces los ataques regresaron, con Lü Bu consiguiendo desviar el Mjölnir para ir directo por los guantes negros de Thor de los cuales nunca recordaba el nombre. Siempre le resultaron muy difíciles de pronunciar.

Sabía el motivo que hacía que Thor los usara, así que su meta era destruirlos para que el dios pudiera usar a Mjölnir despierto. Quería ver a ese martillo despierto. No lo había conseguido en vida, esperaba que al menos ahora sí fuera capaz de hacerlo.

La alabarda era fuerte, mucho más que cualquiera otra que hubiera tenido. No fue al instante, pero al mantener la alabarda contra el guante de Thor, este terminó por romperse. Había sido un logro para él que, como en los viejos tiempos, comenzó a atacar al dios para continuar la pelea. Thor dejó el Mjölnir a un lado, evitando sus ataques. Solo que uno de ellos lo hirió en el hombro como nunca antes había pasado, posiblemente porque las armas que Lü Bu usaba en ese entonces eran humanas.

La batalla parecía injusta, pero el humano sabía que no lo estaba siendo. Thor podía defenderse de otra manera, solo que estaba esperando algo. Había luchado contra él durante tanto tiempo que sabía que este dios no estaba siendo acorralado en absoluto.

No fue hasta que un sonido extraño llamó su atención que se detuvo. Un latido fuerte, un calor inigualable. Lü Bu se giró, viendo el Mjölnir latiendo y hundiéndose en la arena por el intenso calor que estaba irradiando. Era la primera vez que veía el arma divina de Thor hacer algo así.

Miró a Thor esperando una respuesta, pero los ojos de este estaban fijos en el martillo. Entonces se movió hacia su arma, como si no estuvieran en medio de una pelea todavía.

—Hasta que despiertas, dormilón.

Espera, ¿esto era que Mjölnir despierte?

El martillo latió y la superficie se rompió, dejando salir de entre las grietas un montón de masa carnosa que se asemejaban a venas hinchadas que latían. Latidos que venían de ese martillo como si estuviera vivo.

—Lü Bu, tengo que pedirte un favor—dijo Thor tomando su martillo con ambas manos—. No mueras.

Lü Bu sonrió, tan emocionado que sentía su cuerpo picar por la adrenalina. Thor no sabía de lo que era capaz. Se lo iba a demostrar.

El dios pronto balanceó el martillo, soltándolo y dejando que girara a una velocidad imposible hacia él. Lü Bu, quien había estado en incontables batallas, fue capaz de evitar el golpe haciéndose hacia atrás. El Mjölnir siguió su camino, pasando encima de él con tal rapidez que el calor que irradiaba le había quemado un poco la piel. No fue un problema. Se levantó casi al instante y corrió hacia Thor para continuar con la batalla.

Sin embargo, Mjölnir regresó para atacarlo por atrás. Si no fuera por su habilidad, Lü Bu seguramente hubiera recibido el impacto del martillo. Pero sus habilidades en lucha eran buenas y sus reflejos aún mejores. Usando la velocidad y el giro del martillo, Lü Bu lo esquivó. Thor atrapó el Mjölnir, siendo arrastrado medio metros hacia atrás. Lü Bu se abalanzó hacia adelante para atacarlo, pero entonces Thor balanceó el martillo y lo atacó.

El fuerte impacto pudo ser evitado con la valquiria, ya que sus reflejos trabajaron lo suficientemente rápido como para anteponer el arma delante del martillo.

No fue nada a lo que alguna vez se enfrentó. El poder de Mjölnir despierto contra el Mjölnir dormido era muy diferente. Se notaba la diferencia de fuerza y poder, con el martillo despierto era demasiado para soportar. Lü Bu podía darse cuenta del motivo que hizo que Thor no quisiera usar su martillo contra él cuando era más joven. Si su yo joven se hubiera enfrentado a esta fuerza, definitivamente hubiera muerto. Hubiera necesitado de más experiencia y batallas como para ser capaz de detener este poderoso ataque y resistirlo.

Porque resistir esto no estaba siendo sencillo. Lü Bu estaba usando toda su fuerza para evitar que el martillo lo hundiera y le rompiera los huesos. Nunca antes había usado la fuerza que estaba usando en este momento para detener un solo ataque de una sola persona.

Pero esa persona era un dios y su ataque no era un ataque normal. Lü Bu podía decirlo con seguridad, sobre todo luego de todas las batallas en las que participó. Gracias a eso podía asegurar que no había ataque que se igualara al de este dios.

Cuando los humanos pudieron ver lo que había pasado, descubrieron que Lü Bu había detenido el ataque de Thor con su arma divina, ejerciendo fuerza para evitar que el martillo lo aplastara. Muchos habían elogiado su fuerza y su resistencia, celebrando el que su representante continuara con vida luego de semejante ataque.

Solo Lü Bu sabía que su cuerpo humano no había resistido del todo este golpe de Mjölnir.

Una de sus piernas se quebró horrorosamente, sangre salpicando el suelo. Con sus brazos logró ejercer la fuerza suficiente para alejar al Mjölnir, pero al dar un paso, llevado por el empuje que realizó, su otra pierna terminó por quebrarse también. Un intenso dolor lo atravesó, pero no lo demostró en su cara. Había pasado por varias heridas de guerra, algunas quebraduras, aunque ninguna tan espantosa como estas.

Fue inevitable caer al suelo de rodillas, sujetándose de su alabarda mientras pensaba en que, al final, ni siquiera en su mejor momento era capaz de igualar a Thor. Aunque no quisiera admitirlo, su cuerpo humano había sido un problema. Su mayor debilidad. Su fuerza era similar a la de Thor, lo único que lo arruinaba era su cuerpo mundano.

Ahora entendía mejor que nunca la frase que Thor siempre le decía.

Alzó la mirada, notando que Thor había bajado el martillo y lo miraba. Sus ojos dorados veían sus dos piernas quebradas y ensangrentadas. Había algo en ellos que a Lü Bu no le estaba gustando ver, por eso quería levantarse, ponerse de pie y demostrarle que todavía era capaz de continuar luchando.

Quería quitar la culpa de sus ojos. No era lo que él quería conseguir. Solo quería luchar otra vez contra Thor, como en los viejos tiempos.

Tal vez se confió demasiado.

Un relincho llamó su atención. Liebre Roja se acercó a él, inclinándose hacia sus piernas rotas para lamerlas. Parecía haber llegado hacia él para convertirse en sus piernas, tal y como él alguna vez lo fue cuando lastimaron las piernas de Liebre Roja con flechas.

Liebre Roja estaba dispuesto a ser sus piernas esta vez.

Lü Bu sabía que debía levantarse, seguir adelante. No solo por los humanos que le pedían seguir adelante, sino porque quería quitar la culpa de los ojos de Thor. Esa culpa, ese dolor, al verlo con ambas piernas quebradas. Como si fuera un humano débil incapaz de seguir luchando. Lü Bu podía seguir adelante, podía seguir luchando. Siempre sería capaz de seguir adelante.

Sosteniéndose firmemente de la alabarda, se forzó a ponerse de pie una vez más, ignorando el dolor que atravesaba sus piernas y subía por su cuerpo. Los humanos festejaron cuando estuvo de pie, sosteniéndose de la alabarda con fuerza para no caer antes de poder subirse a Liebre Roja.

Pero todo quedó en silencio cuando, repentinamente, Thor soltó el Mjölnir y cayó de rodillas ante Lü Bu. El humano incluso se sorprendió de verlo en esa posición, con la mirada baja.

—Thor, ¿qué...?

—Me rindo.

El silencio que se formó en todo el Valhalla, nada podría igualarlo. Incluso Lü Bu había olvidado momentáneamente el dolor en sus piernas. Era una escena realmente impactante. Este gran dios que todavía podía seguir luchando, estaba de rodillas ante él rindiéndose cuando podría continuar. Se rendía cuando tenía más oportunidades de seguir luchando sin problemas que Lü Bu.

—¿Q-qué...? Thor...Thor se está rindiendo...

—Thor, ¿qué...?—Lü Bu siseó por el dolor en sus piernas y se aferró a la alabarda para no volver a caer.

—Dije que me rindo—repitió Thor pareciendo impacientarse—. ¿O acaso tú quieres tomar su lugar, Heimdall?

—¡N-no, no es eso! Yo...Ah, ehm...considerando que Thor ya no seguirá luchando, entonces... ¡El ganador de la primera ronda del ragnarok es Lü Bu!

Hubo un instante de silencio antes de que la tribuna por parte de la humanidad comenzara a vitorear. Lü Bu todavía estaba procesando lo que había pasado cuando Thor se levantó y lo ayudó a sentarse en el suelo para que dejara de forzar sus piernas. La alabarda se transformó en la valquiria y corrió hacia la entrada de la humanidad para solicitar la presencia de las enfermeras. Con las piernas de Lü Bu como estaban, lo mejor era que las enfermeras vinieran hasta él para llevarlo en la camilla y no forzar demasiado sus piernas.

—Espera a que vengan a ayudarte—dijo Thor quedándose a su lado, viendo sus piernas heridas—. Lo...

—No digas más, al menos mientras sigamos aquí—dijo Lü Bu intentando ignorar el dolor en sus piernas—. Ya podremos ponernos al día después.

Thor frunció el ceño, pero asintió. Las enfermeras no tardaron en llegar con la camilla. Lü Bu podría subirse con cuidado él solo, pero el dios lo ayudó, alzándolo mientras dos enfermeras mantenían sus piernas arriba para que no colgaran. Cuando ellas comenzaron a avanzar, con Randgriz y Liebre Roja siguiéndolas, Lü Bu notó a Thor ir por su martillo para comenzar a caminar detrás de ellos también.

Dios tonto. Sonrió el humano mientras las enfermeras lo llevaban.

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Título del capítulo parte de la canción: See you again de Wiz Khalifa ft. Charlie Puth 

Y aqui la esperada lucha de thor y lubu uwu

Señoras, era obvio que no moriria esta vez lubu sino pierdo a una de mis parejas TT-TT

Creo que en el manga y en el anime, si se rendian igual se morian, eso no cambiaba. Por eso yo he decidido aclarar que aqui eso no ocurriria, porque sino me quedo sin parejas y esto es un bl, aqui hay relaciones sanas y hermosas, nada de muertes, nada de romper nuestros corazones, todo es felicidad y amor <3

Obviamente aqui la cancion va dedicada solamente a ellos dos, esta si la elegi yo, pero es la unica, las otras las buscó mi hermana. Si pueden escucharlas, haganlo porque en verdad son geniales :3

En el siguiente capitulo estara la pelea de Adan y Zeus. No he detallado todas las peleas, solo las que he considerado de mi agrado, las otras que no detalle será porque son iguales al manga, salvo la de Okita y Susanoo, esa no la detallo pero desde ya aclaro que para mi el ganador es Okita (aunque muy posiblemente se muera y gane Susanoo, porque asi de malos son en Shuumatsu)

Ahora si me retiro, espero que les haya gustado el capitulo, nos vemos!

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