Capítulo 19
Capítulo 19
Just throw away the key, don't worry 'bout me
Se habían enterado que a la humanidad solo le faltaba un punto para ganar y que la décimo primera ronda del ragnarok daría comienzo en dos horas. Qin Shi Huang se sentía orgulloso de los humanos que trajeron la victoria, Hades, por otro lado, se sentía aliviado de que el humano no tuviera que pelear en el ragnarok. Realmente prefería que no lo hiciera.
—¿Qué es esto?—preguntó Hades viendo al rey humano sirviendo una bebida que desconocía en dos cuencos.
—Algo para celebrar, una pequeña celebración antes de nuestra victoria definitiva—dijo el rey humano ofreciéndole una de las bebidas.
Tan confiado como el rey que era. Hades encontraba un gran atractivo en esa actitud del humano.
—Nunca se debe celebrar antes de tiempo—de igual manera, Hades aceptó la bebida.
—La humanidad ganará, celebre antes o no—Qin Shi Huang sonrió, tan confiado y tan bonito.
Sus ojos brillando tan llamativamente que para Hades era difícil mirar hacia otro lado.
—Tienes mucha confianza—Hades dio un sorbo a la bebida.
Era fuerte, pero nada que no pudiera soportar. Había probado cosas peores, los dioses tenían bebidas alcohólicas peores que estas.
—¿Por qué no la tendría?—Qin Shi Huang bebió también—Ah, realmente buena. Mm, rey Hades, ¿se quedará aquí un rato más?
El rey humano caminó por la habitación, con su cuenco en mano mientras seguía dando algunos sorbos más.
—¿Te has cansado de mi presencia?—preguntó divertido.
El humano rio, mirándolo con sus ojos brillantes y claros.
—Para nada. Solo pensaba en invitarlo a un lugar, si lo desea, claro.
—Por supuesto.
Qin Shi Huang sonrió, esta vez parecía un poco travieso. Hades sentía la necesidad de besar esa sonrisa.
—Sígueme.
Hades así lo hizo, caminando detrás del humano lo siguió hasta una zona de sus aposentos que estaba dividida por una delgada pared. Detrás de la delgada pared había una cama con cortinas negras y doradas. El humano las abrió, dejando el cuenco en uno de los muebles cercanos. Hades lo imitó y se acercó a él. Qin Shi Huang se giró hacia él, tomándolo de los hombros y acercando su cálido cuerpo para pegarlo al suyo.
—¿Acaso quieres continuar con la celebración?
—Estaba pensando en continuarla, pero creí que en lugar de celebrar como siempre, podríamos ir hasta el final esta vez—la mano de Qin Shi Huang pasó por su cabello, mientras lo veía a los ojos.
Una mirada tan seductora y traviesa. Hades sentía que podía hundirse en ella por siempre.
—¿Estás seguro de eso?
—¿Acaso el rey del inframundo tiene miedo?
Hades lo alzó, haciendo que enredara sus piernas en su cadera. Sus manos apretaron las nalgas del humano por sobre el pantalón.
—Para nada, solo no quiero asustarte. La pasión de un dios es muy diferente a la de un humano, ¿crees poder seguirme el ritmo?
Qin Shi Huang sonrió, con su confianza intacta.
—¿Por qué no lo averiguamos?—el humano acarició su rostro, pasando el pulgar por su labio inferior—El rey del inframundo podría llevarse una gran sorpresa.
Y cuando le mordió el labio inferior, la mente de Hades se rompió.
***
La humanidad estaba atenta a esta última batalla. Lü Bu había dejado de hablar estupideces con Thor para prestar atención a esta ronda que podría darle la victoria completa a la humanidad o bien simplemente retrasar su victoria.
En esta ocasión, el hermano de Thor lucharía para representar a los dioses, enfrentándose contra un humano de nombre Michel Nostradamus. Thor estaba atento a esta pelea, posiblemente porque al estar involucrado alguien de su panteón podría significar alguna especie de problema para ellos. Además todavía estaba la amenaza de Loki y la advertencia de Freya con respecto al padre de Thor.
Su padre estaba sentado a su lado, atento también a la lucha luego de enterarse por su valquiria que quien lucharía sería el hermano de Thor.
Vio de reojo a Thor con su mirada fija en la pantalla donde pasaban la pelea. Parecía demasiado concentrado en eso, absorto en los futuros resultados de la pelea. Lü Bu tomó su mano y la apretó para darle a saber que estaba ahí para él. Thor no lo miró pero devolvió el apretón. Ya sabiendo que su mensaje había llegado, Lü Bu miró la pantalla.
Loki era un dios y como muchos de los dioses, tenía un arma divina que dio a conocer en ese momento. Dos largas cadenas plateadas que ondeaban en el aire a su alrededor, flotando inofensivas. Nostradamus, por su parte, no parecía tener ningún tipo de arma para defenderse.
Loki se burlaba del hombre rubio y menudo, quien solo sonreía divertido, diciendo que estaba feliz de tener esta oportunidad para pelear contra un dios. Mientras reía emocionado, sacó de algún lugar un báculo dorado con el que jugueteó. No hizo falta presentación para que todos supieran que ese era su volundr. El báculo brillaba como un arma divina podría hacerlo y era tan intrincado que cualquier herrero elogiaría el trabajo hecho en dicha arma. Lü Bu, como un guerrero que pasó por muchas guerras y vio cientos de armas, podía notar la delicadeza y fuerza de esa arma. Era sin duda alguna una obra maestra.
La pelea empezó con ataques físicos, las cadenas de Loki contra el báculo de Nostradamus. Los ataques de Loki eran feroces pero se notaba que como se trataba del comienzo, solamente estaba jugando. Nostradamus parecía jugar también, saltando de un lado a otro y esquivando los ataques. La agilidad del humano era de admirar, parecía diestro en el arte de la lucha a pesar de que su menudo cuerpo no dijera lo mismo. Tenía la apariencia de un adolescente, pero sus movimientos demostraban a un guerrero experimentado.
De repente, las dos cadenas que atacaban a Nostradamus se transformaron en cuatro, duplicando los ataques y obligando al humano a mejorar sus movimientos de defensa. El báculo se estiró, doblando su tamaño y facilitando su defensa. El palo dorado era capaz de alejar las cadenas cuando las golpeaba, pero estas eran como largas serpientes que tan pronto se alejaban volvían a atacar. Lü Bu podía notar la intención de Loki de apresar a Nostradamus con ellas, envolverlo en sus cadenas y torturarlo en un abrazo apretado. La locura en los ojos del hermano de Thor era aterradora.
Las cadenas chocaban contra las paredes, creando agujeros o grietas que hacían tambalear las gradas. Tanto la humanidad como los dioses que estaban de espectadores se quejaban de estos ataques. Nostradamus seguía evitando los ataques o bien usaba su volundr para defenderse, retrocediendo cuando el golpe era más de lo que su cuerpo podía soportar.
Todo iba bien, realmente estaba esquivando los ataques sin problemas, pero Loki sacó otra cadena que se mezcló con el montón. Para cuando Nostradamus la notó ya era tarde, la cadena había conseguido golpear su pierna y crear un corte profundo que manchó su ropa de rojo intenso. Cayó sobre el suelo, pero usó su báculo para hacer retroceder las cadenas que se acercaron a él, deteniendo momentáneamente los ataques de Loki.
Loki claramente estaba satisfecho de ver su resultado, sonriendo y dejando ver que las tres cadenas que salieron después de las primeras dos, solo habían sido ilusiones. Sin embargo, las heridas que habían causado en el cuerpo de Nostradamus habían sido reales.
—Ese es el poder de Loki—dijo Thor llamando la atención de todos los que estaban viendo la pelea cerca de él—. Es capaz de crear ilusiones como estas que se ven y se sienten reales, pero no lo son,
—Pero, si no son reales, ¿cómo es que logró herir al joven contra el que está peleando?—preguntó el padre de Lü Bu.
—Las ilusiones de Loki son extensiones de su propia energía a la que le da forma y movimiento. Si bien lo que Loki crea no es real, su energía sí lo es y es con ella misma con lo que hiere a sus oponentes.
Las cadenas no existían, es decir, no eran cadenas reales como las dos que estaba usando Loki para luchar. Pero la energía que usaba para darle forma lo era y esta energía era capaz de lastimar, por eso si bien esas cadenas no habían sido reales las heridas que era capaz de hacer con ellas sí lo eran.
—Entonces, ¿usa esas mismas ilusiones incluso con él mismo?—preguntó Lü Bu recordando el día que conoció a este dios.
—Sí, las usa como una especie de máscara para disfrazarse de quien él lo desee. Así es como muchas veces ha engañado a algunos dioses.
—Ahora entiendo mejor tus precauciones cuando estábamos en la enfermería.
Thor asintió haciendo que ambos continuaran viendo la pelea.
Nostradamus ató su herida con un trozo de su ropa, aunque eso no fuera demasiado de ayuda. Lo mejor sería que terminara antes con la pelea para que de esa manera no tuviera que seguir peleando. Mucha o poca, su sangre seguiría fluyendo y eso solo lo debilitaría poco a poco.
Sería cuestión de tiempo para que Loki tomara eso como una ventaja y lo matara.
Sin embargo, Nostradamus parecía todavía confiado, lo suficiente como para no verse intimidado por la herida en su pierna. Solamente sonrió y movió el báculo delante de su pierna herida. De un momento a otro, la herida en su pierna ya no existía, tampoco el trozo de tela utilizado. Eso sorprendió a todos ya que, al parecer, el humano tenía un don similar al de Loki. Si eso era así, entonces esta batalla se definiría con el luchador que mejor lograra engañar al otro.
Fue como si Loki se lo tomara personal. Tan pronto vio la habilidad de Nostradamus comenzó a crear más ilusiones, dispuesto a competir y superar a su rival. Del suelo comenzaron a ascender cadenas y cadenas, todas iguales a las armas divinas del dios que ya no estaban en sus manos.
—Dos de ellas son las reales—dijo sonriendo como un desquiciado—. Veamos si eres capaz de notar cual es cual.
El báculo de Nostradamus entonces giró, multiplicándose para que ambas manos del humano tuvieran un báculo cada una. Ahora con dos armas divinas era capaz de defenderse de los ataques excesivos de las cadenas del suelo. Las cadenas se movían como serpientes furiosas, lanzando latigazos erráticos hacia el humano quien con movimientos veloces tenía que sacarse de encima a estas cadenas enloquecidas.
El humano se movía por entre las cadenas, como si fuera un juego, esquivando cada ataque con la gracia de un niño que salta con un pie esquivando las grietas del suelo. El brillo de travesura en sus ojos era algo que no se apagaba, como si disfrutara de este juego mortal. Loki lo disfrutaba también, en especial cuando una nueva cadena salía del suelo y dificultaba los movimientos de Nostradamus. Era clara la sed de sangre que corroía las venas del dios, quien sonreía como un enfermo al ver una posibilidad de atravesar con su arma divina el cuerpo del humano.
Fue cuando todos creían que el humano no podría más que este se lanzó directamente hacia el dios, en una apertura que generó con el golpe de sus dos báculos. Con la cercanía ganada golpeó en el rostro a Loki con uno de sus báculos, mandándolo a volar hacia la pared. La humanidad festejó hasta que notaron que Loki había aparecido detrás de Nostradamus. La alegría desapareció cuando se dieron cuenta que el Loki que fue lanzado de un golpe no fue más que una ilusión.
Las cadenas falsas desaparecieron y solo quedaron las reales, las cuales estaban rodeando a Nostradamus. Las largas cadenas plateadas lo envolvieron, atrapando su menudo cuerpo para golpearlo contra el suelo con fuerza. La grieta que se abrió fue horrible y lo peor fue que Loki golpeó al humano un par de veces más contra el suelo. La humanidad gimió de terror al ver a uno de los suyos ser tratado de esa manera.
Por más fuerte que Nostradamus fuera, un hueso roto debió tener por los golpes.
Clap, clap, clap.
Los aplausos detuvieron los golpes que Loki le daba a Nostradamus contra el suelo. Al girarse, todos vieron a Nostradamus a salvo con un báculo en su mano, jugueteando con el mismo haciéndolo girar. En ese momento todos descubrieron que lo que Loki había estado golpeando contra el suelo había sido el segundo báculo el cual se volvió humo tan pronto se dieron cuenta del engaño.
Esto le estaba dando dolor de cabeza a Lü Bu. Tantas ilusiones eran desquiciantes y él hubiera optado por terminar todo de un solo golpe para evitarse dolores de cabeza.
La lucha se reanudó con más trucos por parte de ambos. Loki y Nostradamus parecían ser maestros en el arte del engaño, todos los que estaban viendo la pelea ya no sabían lo que era real y lo que no. Cuando creían que uno de ellos había sido lastimado, resultaba ser que no fue así y que todo se trataba de una ilusión. La humanidad no sabía si festejar o preocuparse, lo mismo pasaba con los dioses quienes simplemente se quedaban en silencio o cuchicheaban entre ellos sin saber cómo reaccionar.
—Me estoy mareando de solo ver esta batalla—comentó Lü Shang.
Randgriz palmeó su espalda en consuelo con una sonrisa pequeña.
Lü Bu suspiró y se levantó para servirse un poco de agua. Pareció a propósito porque en el momento en que le daba la espalda a la pantalla, se escuchó el sonido aterrado proveniente de las gradas. Olvidándose del agua, Lü Bu se giró para mirar lo que había pasado. En algún momento de la pelea, Loki tomó la ventaja y había conseguido herir a Nostradamus en el brazo. La herida no desapareció en ningún momento, lo que significaba que no se trataba de una ilusión. El humano respiraba por la boca, cansado por los movimientos que habría hecho anteriormente. Oh, esto se estaba tornando serio.
Regresó a su lugar y miró atentamente. Tal parecía ser que la habilidad del humano se estaba "agotando" por su propio cansancio, lo que hacía que las ilusiones que había creado anteriormente no fueran efectivas o no pudieran ser llevadas a cabo. En pocas palabras, estaba en desventaja contra un dios que se especializaba en ilusiones. Genial, este punto sería de los dioses, a menos que el humano sacara de su manga una carta especial que le permitiera ganar esta pelea.
Al ver su ventaja, Loki comenzó a atacar sin descanso a Nostradamus usando sus cadenas multiplicadas. El humano hacía lo posible por evadir todo usando el báculo, pero la fuerza de los ataques era demasiado y pronto se vio retrocediendo, creando inútiles ilusiones que ya no tenían el mismo efecto que las primeras. Estas se evaporaban antes o bien eran traslúcidas, cuando las primeras eran opacas. Sus trucos se estaban acabando claramente.
A pesar de los golpes, Nostradamus seguía de pie, soportando cada ataque de las brutales cadenas. Pero Lü Bu lo notaba, el cansancio y el desgaste en su cuerpo. No le quedaría mucho tiempo antes de que colapsara. Antes de eso tenía que hacer algo o terminaría mal.
Fue entonces cuando Nostradamus lo jugó todo en un último movimiento. Usando su báculo, invocó decenas de imágenes de él tal cual estaba en ese momento, para atacar a Loki. Debía estar usando hasta la última gota de sus poderes ilusorios porque estas imágenes se veían reales y podrían confundir a cualquiera. Era sin duda alguna un ataque impresionante.
Lo malo de eso, era que Nostradamus se estaba enfrentando al rey de los engaños.
Antes de llegar a Loki, este había desaparecido y, en su lugar, Nostradamus se encontró con una cadena que rompió el suelo. No era la única. Detrás de él y todas sus ilusiones, miles de cadenas cayeron del cielo, como una lluvia de largas flechas plateadas. Todas atravesaron a una ilusión diferente de Nostradamus, dejando solo la real intacta.
No fue por mucho tiempo.
Del cielo cayó Loki también, lanzando su cadena hacia el humano para atraparlo. Nostradamus interpuso el báculo pero la cadena había caído con tal fuerza que lo partió en tres partes. Randgriz jadeó sorprendida al ver el volundr del humano roto en el suelo. Al tiempo en que el báculo se disolvía lentamente en pequeñas partes verdes, la segunda cadena de Loki atravesaba la mitad del torso de Nostradamus. Sangre espesa y roja cayendo en grandes gotas al suelo. Las ilusiones de ambos disolviéndose y dejándolos solo a ellos y al arma divina en el suelo.
—Hermana—dijo su valquiria con la voz rota.
Lü Shang abrazó por los hombros a Randgriz, buscando darle algo de consuelo. Lü Bu frunció el ceño al ver que el bastardo hermano de Thor no había muerto como había esperado. Realmente prefería ver muerto a ese psicópata antes que a un humano al que no conocía. Al menos el humano estaba de su lado.
Atrapado en el suelo, el humano escupió sangre y miró a Loki, que estaba sobre él disfrutando de la vista.
—¿Últimas palabras?—preguntó divertido.
Oh, cuanto quería Lü Bu borrar esa diversión de su rostro con un buen puñetazo.
Nostradamus se aferró a la cadena y se levantó, la sangre cayó con más fuerza de la herida. Sonrió mostrando una hilera de blancos dientes manchados con su propia sangre.
—La humanidad...ganará.
Loki rio con burla.
—Lo dudo mucho.
Y con la otra cadena, con la que destruyó el volundr de Nostradamus, tomó del cuello al humano y le cortó la cabeza. La humanidad chilló de horror ante la escena, mientras Loki reía recuperando las cadenas. Lü Bu notó las manos de Thor apretarse inconforme con el resultado.
El cuerpo del humano comenzó a desintegrarse en fragmentos verdes, volando en el aire. Loki se tronó el cuello, disfrutando del resultado. Heimdall se acercó para dar el resultado final de la batalla cuando...
—Fu fu fu*—rio suavemente—, te dije que la humanidad ganaría.
Todos se sorprendieron ante la voz de Nostradamus, incluso Loki parecía completamente estupefacto. Thor, Lü Bu, Randgriz y Lü Shang prácticamente se acercaron a la pantalla para ver este dramático giro de los acontecimientos.
Nostradamus estaba sentado sobre la pared del lado de las gradas de la humanidad. Estaba con una pierna cruzada sobre la otra y su rostro apoyado en su mano, una mirada de diversión absoluta y una apariencia impecable, como si nunca hubiera luchado.
—Tú... ¿cómo...?
Al fin alguien dejaba sin palabras a Loki.
—Ahh, al final, los dioses no son inmunes a los engaños, fu fu fu—Nostradamus parecía encantado con todo, sus ojos brillando de emoción—. Pequeño tonto, caíste.
En un movimiento rápido, Nostradamus bajó de su lugar y se lanzó a Loki dándole un rodillazo en el estómago que lo obligó a caer de rodillas ante el humano.
—Imposible...yo...te maté—dijo tosiendo por el fuerte golpe.
—Fu fu fu, ¿en serio te creíste eso? ¡Ja ja ja! ¡Qué pequeño tan incrédulo!—rio burlón el humano sin dejar de sonreír—¿Al menos te has visto a ti mismo?
Parecía ser que en ese momento todos notaron que a Loki lo envolvían sus propias cadenas, manteniéndolo prisionero sin obedecer a su dueño. Por más que el dios quisiera deshacerse de ellas no podía, como si estas hubieran dejado de obedecerlo.
—¿Cómo? ¿Cuándo hiciste todo esto?
—Desde el inicio—Nostradamus sonrió acercándose a Loki—. Todo este tiempo solo has estado atado con tus propias cadenas. La pelea que les hice ver nunca ocurrió o bueno, sí hubiera ocurrido si hubiéramos peleado normalmente.
—¿Qué?—Loki parecía incrédulo ante eso—Pero ¿cómo hiciste que mi arma divina...?
—Las armas divinas están vivas, de cierta manera. Y si están vivas, eso significa que también pueden ser engañadas—Nostradamus acarició las cadenas—. Ellas creen que tú eres yo, por eso te tienen así atrapado, ¿verdad, pequeñas?
Las cadenas vibraron, como si respondieran a su voz. Loki se horrorizó por eso.
—¡Malditas basuras! ¿No ven que soy yo? ¡Basura inútil!—gritó removiéndose furioso para liberarse.
—Que boca más sucia—Nostradamus sonrió—. Mejor terminemos con esto de una vez.
No hizo falta ningún tipo de arma. Nostradamus saltó y con una sola patada envió a Loki a volar, estrellando su cabeza contra la pared. El golpe fue tal que el dios terminó inconsciente en el suelo, atado con sus propias cadenas.
Todo quedó en silencio mientras Heimdall comprobaba el estado del dios y seguramente comprobaba si esto no se trataba de otro engaño más. Cuando logró comprobar todo lo que había que comprobar, volvió a hablar por el cuerno.
—¡Y el ganador de la décimo primera ronda del ragnarok es el profeta de la humanidad: Michel Nostradamus! ¡Y con esta ronda, la humanidad consigue los siete puntos para su victoria!
Los gritos de alegría de la humanidad retumbaron en la arena del Valhalla. La felicidad por haber conseguido salvarse de la extinción era tal que muchos descorcharon botellas y se abrazaron con hasta sus mismos enemigos. No importaba mucho en ese momento, la felicidad de haber ganado los había unido a todos. No importaba raza, religión o género, todos se abrazaban y vitoreaban juntos.
Todo era perfecto.
—¡Un momento!—gritó Heimdall llamando la atención de todos, parecía que una divinidad con alas se había acercado a él y le estaba diciendo algo en el oído—Al parecer, hay un problema con la victoria de la humanidad. Los dioses están debatiendo esta victoria, por favor, dennos un momento.
Lü Bu miró a Thor, recordando lo que Freya le había dicho. Tal parecía ser que no dejarían que la humanidad ganara tan fácilmente. Randgriz fruncía el ceño, disgustada con esta decisión. La humanidad había ganado, ¿qué era lo que los dioses planeaban hacer?
***
Kojiro había celebrado en un inicio la victoria de la humanidad, hasta que esta noticia llegó. Poseidón había fruncido el ceño cuando Heimdall detuvo el festejo de la humanidad pero no dijo nada. Kojiro se volvió a sentar, esperando el resultado y temiendo que sus sospechas se hicieran realidad. Poseidón sabía que los dioses no dejarían que ganaran tan fácilmente el ragnarok, pero no sabía qué utilizarían para justificar el que tuvieran que seguir luchando...si era que les daban esa oportunidad.
La espera se volvía eterna, ya habían pasado poco más de veinte minutos y todavía no regresaba la mensajera con alas. Esto no le estaba dando buena espina, esperaba que su hermano no tuviera que ver en esto o estaba seguro que esta vez mataría a uno de sus hermanos. No importaba que tanto lo amaran Hestia y Hades, Poseidón iba a matarlo.
La divinidad regresó e informó algo al oído de Heimdall. El pequeño dios se sorprendió ante lo que le dijeron e intercambió palabras con la mensajera antes de carraspear para informar a través del cuerno.
—Ahm...A raíz de la relación previa entre los dioses y los humanos de la primera y tercera ronda, los dioses han considerado que las peleas fueron injustas. Por lo tanto, se les dará la opción de repetir la pelea hasta que uno de los dos muera. Pero si no aceptan esta opción, se sumará automáticamente un punto a los dioses, lo que dejaría a los dioses con seis puntos y a los humanos con cinco.
Kojiro se levantó sorprendido por esta decisión. Poseidón apretó los puños, ¿acaso tenía que repetir su pelea? ¡Pero él no quería matar a Kojiro!
No entendía por qué mierda los dioses estaban haciendo eso con él y Thor, más teniendo en cuenta que en la ronda de Belcebú este mismo se rindió y en la de Hércules pasó algo similar solo que fue el humano quien se rindió. ¿Por qué solo la pelea de Poseidón y Thor contaban como injustas pero las otras no?
¿Qué maldito plan tenían los dioses ahora?
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*Es la típica risita que siempre muestran en las traducciones de los mangas. La usé porque realmente no sabía cómo representarla por escrito y antes de poner la descripción sola (rio suavemente) preferí poner la risa.
Título del capítulo parte de la canción: Eyes closed de Imagine Dragons.
El volundr de Michel no es ningun tipo de arma como el baculo que dije. Su volundr es similar al de Raiden, algo que no es un arma como tal. En el caso de Michel, su valquiria lo que hizo fue potenciar su propio don. Paso a explicar cual es el don que le puse a Michel: Es simple, así como Loki de cierta manera era capaz de hacerles ver a las personas cosas que él quisiera, es de cierta forma que así conseguía convencerlos de sus visiones. Pero eso que él inventaba no era tangible, por lo que en una lucha contra un dios, simplemente sería un don inutil. Pero en el caso de los humanos, o para distraer a un dios menor, era un don muy bueno. La valquiria lo que hacía era brindarle la oportunidad de que estas visiones pudieran ser practicamente ilimitadas y poderosas. Tambien Nostradamus contaba con bastante fuerza y agilidad, sin contar con su don de ver el futuro, pero ese no era un don que sirviera en batalla. Al menos su don de ver el futuro no era tan genial, podía ver las cosas si estaba tranquilo y concentrado, no en medio de una batalla. Bueno, esta fue la forma en que lo hice para el ff.
Si, los dioses quieren que Poseidon repita su pelea y Poseidon no esta dispuesto a hacerlo. Thor menos, así que ¿qué creen que ocurra?
Nos vemos!
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