Capítulo 16

The calm before the storm

Nada ni nadie podrá cambiar lo que siento por ti,

presente o ausente,

no necesito tu cuerpo para amar tu alma eternamente.

J. Guerrero.

Thor regresó luego de cuarenta y cuatro años, un quinto día del mes. En su corazón no esperaba ver a Lü Bu, porque luego de cuatro décadas era muy probable que el humano tuviera su vida hecha. Posiblemente luego de los primeros meses, quizás el primer año, se rindió y dejó de venir. Pero Thor no podía dejar de hacerlo, necesitaba ver por su cuenta que ese humano se había rendido.

El árbol destruido ya no era más que un tronco seco y quebrado, pero a su lado había otro mucho más joven que crecía con fuerza. Cuando lo notó, notó también la pequeña choza de madera que estaba a varios metros del árbol. Tal parecía ser que la civilización se había extendido hacia esos lugares y ahora estaban comenzando a habitar cerca del límite. No era de extrañarse, luego de tantos años sería normal.

Miró las ramas del árbol. Era joven, pero parecía saludable y fuerte. Tal y como había sido el árbol ya seco y destruido a su lado.

—Hasta que decides aparecer, dios tonto.

La voz sonaba un poco gastada y grave. Thor miró hacia el lugar de la choza, viendo a un hombre caminar tranquilamente hacia donde él estaba.

Incluso con las cuatro décadas que pasaron, Thor todavía podía reconocer a Lü Bu. Su cuerpo fornido, incluso todavía con la edad, y su largo cabello. Pero su cabello ahora estaba repleto de canas y los tatuajes en su cuerpo se veían desgastados. En su rostro había varias arrugas que delataban su avanzada edad y una cicatriz que anteriormente no había estado. Si Thor hacía bien los cálculos, descubriría que Lü Bu ya tenía sesenta y cuatro años.

—Lü Bu—dijo dando un paso hacia él.

Miró al hombre que se acercaba. Vestía un pantalón blanco y estaba descalzo. Lü Bu casi siempre luchaba descalzo. Parecía ser un hábito en él.

—Pensé que no regresarías jamás. Me hiciste esperar mucho por ti, Tonthor.

Thor sonrió un poco por el apodo, pero en su mente no podía dejar de pensar en que Lü Bu lo había estado esperando.

No tenía la obligación de hacerlo, pero lo había hecho. Lo había esperado incluso cuando su regreso era incierto.

—Si fuera así, si realmente pensaste que jamás volvería, no me hubieras esperado.

Lü Bu sonrió, parándose enfrente de él.

—Sabía que eras un poco inteligente—bromeó, acariciando la mejilla de Thor—. Lo que sea que te tomó mucho tiempo te volvió más sabio.

Thor mantuvo esa mano sobre su rostro, disfrutando el contacto. Había soñado con ese contacto, con esa mano, con esas caricias. Había soñado con volver a ver a ese humano, con volver a sentirlo. Y ahora estaba aquí, con la oportunidad de sentir su mano en su piel.

Repentinamente Lü Bu la quitó para cubrirse la boca porque empezó a toser. Al separar su mano, Thor notó una mancha de sangre en su palma.

—Estás enfermo—concluyó mirándolo preocupado.

Entonces se dio cuenta de que era estúpido. Lü Bu era humano y los humanos eran propensos a enfermarse llegada una edad avanzada.

—Sí, desde hace años. Pero soy terco, no pensaba morir antes de verte una vez más. Deseaba volver a pelear contigo otra vez.

—En tu estado eso es peligroso.

—Thor, voy a morir de todas formas—suspiró Lü Bu mirando el árbol joven—. Prefiero morir luchando contigo que morir por esta estúpida enfermedad.

Thor no quería luchar contra Lü Bu, no ahora que su condición era delicada. Él no quería esto. Ahora, con la edad avanzada del humano, era más frágil y posiblemente sus golpes lo matarían de una sola vez. No volvió para ver morir a Lü Bu, no era lo que él quería. Solo deseaba estar a su lado, hablar como en los viejos tiempos y estar juntos mirando el cielo. No quería luchar. Por primera vez en su vida no quería luchar.

Pero era el deseo de Lü Bu.

—No es necesario pelear, no me interesa hacerlo—soltó.

Lü Bu sonrió y asintió, mirando el cielo.

—¿Por qué tardaste tanto en regresar?

—Loki perdió el Mjölnir y tuvimos que buscarlo.

Lü Bu asintió de nuevo, frunciendo el ceño mientras seguía mirando el cielo. Thor admiró su rostro mientras permanecía en silencio. Intentó recrear en su mente la imagen de Lü Bu más joven, en su mejor momento. Pensó en lo fuerte que debía ser, en cuántos hombres habría derrotado en el campo de batalla y cuantas victorias disfrutó.

Seguro era un hombre tan reconocido, con un gran futuro por delante, muchas oportunidades frente a él. Seguro hubiera podido ser parte de los generales del emperador, casarse con una bella mujer y tener muchos hijos.

No ser un hombre solitario que vivía en una choza de madera esperando la llegada de un dios.

El pecho de Thor dolía al darse cuenta de que Lü Bu había dejado atrás su vida solo para esperarlo a él, incluso sin saber con exactitud si regresaría algún día.

Quería abrazarlo y llevarlo lejos, darle todo lo que dejó atrás por él. Este hombre había abandonado tanto solo por un dios que fue a buscar un martillo. Nadie que conociera, ni siquiera su propio padre, sería capaz de algo así. Y por eso, Thor quería darle el mundo a este hombre.

Pensaba en dárselo antes de regresar de su extenso viaje, cuando se dio cuenta de que estaba enamorado de Lü Bu. Ahora, simplemente sentía que era una necesidad dárselo.

Sin embargo, el tiempo de Lü Bu se estaba agotando y, por más que quisiera, Thor no sería capaz de llevarlo al Valhalla con él.

—No trajiste a Mjölnir—dijo Lü Bu mirándolo de nuevo.

—No creí que fuera necesario.

—Mn, una lástima, realmente quería ver a Mjölnir despierto—Lü Bu suspiró—. Bien, todavía recuerdo como pelear sin necesidad de un arma.

—Lü Bu...

—Thor—interrumpió el humano—, moriré, eso es un hecho. Pero no quiero morir en una cama como un viejo inútil. No es lo que deseo. Si voy a morir, lo haré en batalla.

Thor cerró los ojos, su corazón dolía demasiado. No quería, no quería, no quería.

Pero era el deseo de Lü Bu.

—Bien, luchemos como en los viejos tiempos.

Lü Bu sonrió y atacó. Thor apenas tuvo tiempo de cubrirse del golpe. A pesar de la edad, Lü Bu seguía siendo muy fuerte, incluso era más fuerte que desde la última vez que se vieron. Pero Thor sabía que no lo sería tanto como en su mejor momento. La enfermedad y la vejez debieron debilitarlo.

Realmente quería regresar el tiempo atrás y dejar que solamente Loki se encargara de buscar a Mjölnir.

Lü Bu atacó, dando un golpe tras otro, pero Thor no podía devolverlos. Sabía que uno solo de sus golpes dejaría a Lü Bu en el suelo. Él no quería eso. No quería matarlo.

—Thor, debes atacarme también—dijo Lü Bu dándole una patada.

Thor la esquivó y retrocedió, apretando los labios para no hablar. El humano se detuvo, bajando sus puños para acercarse a él. Thor también dejó de estar a la defensiva y simplemente lo miró. Lü Bu acarició su rostro.

—Deja de pensar tanto, eso solo hará que dejes de pelear—dijo llevando la mano a sus ojos para cubrirlos—. No pienses tanto y solo golpea.

Thor sintió esa callosa mano sobre sus ojos. Sus párpados temblaron, sintiendo el dolor en su pecho aumentar. No quería esto, él no quería esto. No quería matar al único hombre al que amaba.

Sin ser capaz de hablar, porque el dolor subía hasta su garganta y apretaba en un nudo grande, Thor asintió y la mano se retiró de sus ojos. Pronto los golpes volvieron y Thor comenzó a evitarlos, todavía con dudas, sintiéndose asfixiado por esto.

No quiero, no quiero, no quiero.

Evitó uno de los golpes de Lü Bu y recibió otro en su costado. El humano buscaba arrinconarlo, buscaba que devolviera los ataques.

Por favor, no quiero.

Una patada casi lo derribaba, pero Thor se mantuvo en pie, esquivando los ataques desenfrenados de Lü Bu.

Lü Bu, te lo ruego.

El humano se detuvo, tomándose el pecho y comenzando a toser. Sangre escurría de su boca cuando volvió a atacarlo, queriendo pelear hasta el final.

Lo siento tanto.

Thor bloqueó uno de los ataques de Lü Bu con su brazo y antes de darle un fuerte golpe en el pecho, cerró con fuerza sus ojos para no verlo. Sintió el impacto en su puño, la queja de Lü Bu por el dolor, pero se negó a verlo. No podía verlo. No podía ver el daño que le hacía.

Thor no era tan fuerte después de todo.

Lü Bu tomó su mano.

—Está bien...lo hiciste bien—dijo con dificultad.

Thor entonces abrió los ojos. Sangre escurría desde la boca del humano, mientras este le sonreía y se sostenía de él. Las piernas le fallaron y cuando sus rodillas casi tocan el suelo, Thor lo atrapó y fueron las suyas las que lo hicieron. Sus brazos acunaron al humano, cuya sangre escurría de su boca y cuyas extremidades parecían demasiado cansadas como para levantarse.

—Lü Bu—en ese momento la mente de Thor era un caos.

Tenía tantas cosas para decir, pero no podía decirlas.

—Está bien...no tengo miedo de morir...—Lü Bu hablaba, sus ojos brillaban con calidez cuando lo miraba—tenía miedo de morir...pero...solo porque no quería morir...sin verte una vez más...

Por favor, detente.

El hombre que moría en sus brazos alzó la mano con mucha dificultad para llevarla a su mejilla. Thor la sostuvo en su lugar, sintiendo el tacto en su mejilla. Tan cálido y tan dulce.

—Te extrañé tanto...pero está bien...te perdono por tardar tanto...tonto dios—Lü Bu seguía sonriendo, incluso cuando la vida se le escapaba poco a poco.

—Lo siento—susurró Thor porque sentía que no podía hablar más alto sin romperse.

—Está bien...Si muero en tus brazos...todo valió la pena...

Por favor, no lo hagas.

Sostuvo ese cuerpo, el cuerpo del hombre que más amaba y que se estaba llevando su felicidad consigo.

La única razón importante para regresar de su largo viaje por Mjölnir, el único motivo por el cual quería volver antes, era solo para estar con este hombre.

¿Por qué tardó tanto? ¿Por qué se preocupó por volver por Mjölnir?

—Lü Bu...por favor...—susurró, sosteniendo la mano del humano contra su rostro.

—Thor...no llores...—el pulgar de Lü Bu se movió con dificultad, pero intentó limpiar las lágrimas del dios que caían sin parar.

No me dejes.

Thor no recordaba cuándo fue la última vez que lloró o si alguna vez lo hizo. Pero ahora lo estaba haciendo, derramando lágrimas como si nunca fuera a detenerse, mojando la mano de Lü Bu quien inútilmente intentaba secar las lágrimas que caían sin cesar de sus ojos.

El humano le sonreía. Tan amable, tan cálido. Thor no podía sentirse bien por más que lo intentara. El dolor en su pecho crecía con cada segundo y sentía que su corazón se desgarraría hasta desintegrarse.

—Dios tonto... ¿por qué lloras?...está bien...no duele...—decía Lü Bu, sus ojos perdiendo brillo cada vez un poco más—Si tú me abrazas...ya no duele...

Se aferró más a él, deseando un milagro, algo que permitiera que este hombre siguiera a su lado por la eternidad.

—Lü Bu...—su voz se rompió al fin, ya incapaz de seguir conteniéndose.

—Thor...—el brillo de los ojos de Lü Bu se extinguían y Thor sabía que ya no le quedaba mucho más.

Y entonces el brillo se apagó y la mano del humano perdió fuerza, solo manteniéndose en el rostro del dios porque este lo sostenía. Thor abrazó su cuerpo, llorando amargamente mientras el dolor en su pecho lo desgarraba por dentro. Como garras que se clavaban profundamente en su carne y abrían su pecho. Dolía, dolía, dolía tanto.

Su dolor llamó un gran grupo de nubes que oscurecieron repentinamente el cielo. El sonido fuerte y estremecedor de los rayos ocultaron el grito más agónico que alguna vez se escuchó de boca de un dios. Un grito que salía desde lo más profundo y parecía no tener fin. Las gotas de lluvia, por su parte, ocultaron el llanto de un dios que se había olvidado lo que era llorar.

Era patético. Sufrir tanto por un humano era patético.

Thor era patético.

Amar a un humano era una estupidez. Thor lo sabía, fue algo que tuvo en claro desde el momento en que se dio cuenta de sus sentimientos. Pero amar a Lü Bu fue lo mejor de su vida.

Tan estúpido, tan patético, tan enamorado.

Thor no se arrepentía de amar a Lü Bu. No lo haría jamás. Incluso si dolía demasiado, incluso si sentía que su vida había perdido sentido. Thor jamás se arrepentiría de haberse enamorado de un humano.

—Lü Bu...yo también te extrañé mucho—murmuró con la voz rota, sabiendo que ya no había nadie capaz de escucharlo—. Hice todo lo posible por regresar antes. Yo realmente...quería verte de nuevo. Quería que supieras que...

Thor se detuvo, pensando que confesar sus sentimientos a un hombre incapaz de escucharlo, no tenía sentido. Lü Bu debió escucharlo cuando todavía estaba con vida, no ahora que se decidía a hablar.

Apretó los labios y siguió abrazado al humano que le robó el corazón, llorando amargamente bajo la lluvia y los rayos.  

Y con esto doy fin a esta pareja...cuyo reencuentro sera en la parte dos uwu

Mañana capitulo final del PoseidonxSasaki

Nos vemos!