—Volviste— dijo la asesina

—Lo pensé bien, si no le harás daño a nadie más podría... MATARTE— Y le lancé un rayo, pero de la nada sentí como me desmayaba y me transportaba a un mundo nuevo. Estaba mareada.

Pasaban aves tenebrosas, todo era oscuro, era un mundo terrorífico. Todo era oscuro, los árboles estaban muertos, había plantas carnívoras gigantes en todo el lugar. Daba miedo, era el mundo de las pesadillas.

—¿Dónde estoy? —Luego vi un castillo, con un cartel de luces que decía "Bienvenida a mi lado oscuro, Raiden" me dirigí y entré. La peor decisión de mi vida. Y lo dice alguien que comete malas decisiones el 90% de su vida.

—Bienvenida a mi lado oscuro— Era la asesina con un vestido blanco como de bodas, pero con gotas de sangre en todo el vestido, como si acabara de matar a mucha gente y la sangre salpico en su vestido de novia. — Este es mi mundo, yo mando acá.

 Mi poder es este mundo y es casi un mundo ilusionado. Tú estás en el suelo, desmayada en tu mundo mientras vives acá. Y adivina quien ha venido acá también. Tu madre, tu padre, tu hermana, la chica del duelo que ni su nombre sé, y Amara. Todos ellos han venido acá. 

Y resulta que si mato a alguien acá, por el miedo que siente, deja de respirar en el mundo "real"— Enfatizo las comillas con sus dedos.

—Por eso las heridas eran respiratorias— Me di cuenta. Eso explica mucho

—Tu hermana no murió de un accidente automovilístico. Yo la asesiné. Acá en este mundo. Y luego dije que fue un accidente de auto. Pobrecita, te quería mucho. Tu madre estaba orgullosa de ti, la abandonaste un día para ir a una universidad. Y murió. Acá. Créeme lo disfruté. Amara vino y fue difícil matarla, pero lo logré. Y a la chica esa, la dejé vivir, solo la herí para que dejara de respirar un poco y ustedes tuvieran que quedarse en S.S.

—¡Psicópata! – Le grité

—Awww el mejor alago que alguien ha dicho de mí.

—¿Qué quieres?

—Simple, te voy a atacar hasta que esos rayos azules salgan de ti y obtenga lo que quiero.

—No lo lograrás.

—Probémoslo— Movió sus manos como generando algo— Empecemos con esto— Salí disparada contra una pared, y me mantuve ahí.

—Lo mejor de todo, es que puedo hacerte lo que quiera.— Y empezó a electrocutarme, mientras yo gritaba por ayuda. Sentía como en el mundo real tenía la respiración entrecortada, estaba como Amara. Y recordé lo que dijo. "La única forma de salir de ahí es matándola en su propio mundo" Ella se refería a la asesina, tenía que matarla en su propio mundo, así saldría de acá.

—Suéltame y haré lo que quieras— dije en medio del dolor y sentí como paró. Me tiro al suelo.

—Ya sabes que quiero— Cogí una piedra y esperé el momento exacto de tirársela y le di en el brazo, gritó desde el alma y sentí como salía de ese mundo, apenas mis ojos enfocaron bien, vi a Jay, Fénix, Emma y Dayana mirándome y gritando por ayuda.

—Volvió— Dijo Jay abrazándome

—Busquen en la biblioteca a una chica y atáquenla, tírenla lo que sea, así saldré de esto.— Dije, tratando de recuperar la respiración. 

— ¿De qué? No entiendo— Dijo fénix

—De...— Sentí como me desmayaba nuevamente y volví a ese mundo, justo en la posición que quedé.

—Eres igual a Amara, difícil, molesta, pero yo siempre gano— Dijo la persona que más odiaba en el mundo. Esa persona sacó una pistola de su bolsillo en el vestido y me disparo en el brazo. — Ups, no era mi intención— Dijo sarcástica. Cuando sentí la bala en mi brazo grité y muy fuerte. Vi como salía la sangre. Pero no podía dejarme llevar por mis emociones, o por el dolor, o si no le daría lo que quería, tenía que mantener la cordura.

—No es suficiente— Dije, con alegría de no haberle dado lo que ella quería. Pero me empezó amarrar con plantas con espinas, sentía las espinas rasgándome la piel mientras gritaba, tratando de mantener la calma.

—Este es el poder de tu amiguita, la que maté. — Me estaba ahogando con las espinas mientras lloraba y gritaba llena de dolor y sangrando. Hasta que vi como la asesina se desmayaba y salí de ese mundo, estaba en la biblioteca. Seguro la lograron atacar y me sacaron de ahí.

—JAY NO- Escuche el grito de Emma seguido de un grito ahogado de Jay. Oh no, no lo haría. Estaba dolida y recuperando la respiración, pero salí corriendo al buscarlos seguido de los gritos de las chicas hasta que la vi.