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taehyung.

—Llenen la hoja con mucho cuidado. Piensen bien cada respuesta y, si lo necesitan, pueden pedirme otra copia —el maestro Lee se pasea por el salón con una enorme cantidad de hojas entre sus manos. Sus lentes tienen un brillo especial hoy. Se detiene delante de cada columna de escritorios y le entrega a cada estudiante algunas hojas para que repartan al resto. Cuando me toca a mí, su sonrisa se vuelve paternal—. Tienen todo el periodo para trabajar en esto, y pueden llevárselo a casa si necesitan tiempo o la opinión de sus padres. Me lo entregarán mañana a primera hora. Por cierto, los lentes te quedan muy bien, Taehyung. Te dan un aire, ehem, intelectual —me dice en voz baja, acomodándose los suyos sobre la nariz. Me hace reír.

Trago en seco y tomo una hoja del manojo antes de pasarle el resto a Haneul, que se sientra detrás. Sunghoon le echa un vistazo a la hoja de todos los ángulos posibles y frunce profundamente el ceño.

—¿Qué es esto? —pregunta, mirando casi con repulsión la hoja. Lee se apoya contra su escritorio y deja encima las hojas sobrantes. Mira con diversión a Sunghoon.

—Es una ficha de orientación vocacional, señor Park—Sunghoon entrecierra los ojos y regresa su atención a la hoja, sacando un esfero de su estuchera—. El colegio necesita saber sus planes para el futuro una vez salgan de aquí. Queremos saber si podemos ayudarlos en algo.

Hago lo mismo que Sunghoon y saco un esfero para empezar a responder. Paso la sección de datos generales rápido (Mi nombre y fecha de nacimiento serán lo único fácil de esta ficha). Me salto algunas preguntas y escribo con determinación Universidad Hankuk en la línea entrecortada debajo de UNIVERSIDAD DE PREFERENCIA. Regreso a las preguntas de arriba y tomo aire.

CARRERA(S) DE PREFERENCIA.

Presiono la punta del esfero en el inicio de la primera línea, y mi mano queda paralizada. He pensado en esto muchas veces, he considerado millones de opciones. He visualizado mi futuro antes de dormir. Me veo recibiendo la condecoración a mejor graduado en la ceremonia, dando el discurso frente a todos y luego... Nada.

No veo nada. Veo mis años de universidad, atendiendo a diferentes clases y recorriendo el campus de la Universidad Hankuk, pero ¿a qué clases?

Vuelvo a tragar saliva cuando siento la garganta seca.

Las personas a mi alrededor terminan con su labor y poco a poco empiezan a entregarle a Lee las fichas. Él las recoge mientras suelta de vez en cuando un comentario sobre lo sorprendido y feliz que se siente al ver que estamos tan seguros sobre nuestros futuros. Ojea las fichas y sonríe con satisfacción, echándonos una mirada curiosa a los desgraciados que seguimos pensando antes de responder. Mis amigos no tardan en marcharse también. Primero Jake, seguido de cerca por Yunjin. Luego Xiaoting y Chaehyun, que desaparecen por la puerta entre risas. Yuqi y Chaewon no parecen convencidas, así que le dicen a Lee que lo terminarán en casa.

Entro en pánico cuando Hanbin entrega la ficha.

—Biotecnología —escucho decir a Lee—. Es una opción interesante, señor Sung. Y es la única carrera que escribiste... Estás decidido, ¿eh? Eso es bueno.

Hanbin se encoge de hombros.

—¿Por qué tendría que poner otras opciones si sé lo que quiero? Mi único problema ahora es la Universidad Bulgogi —dice él. Los miro de soslayo. El maestro Lee ordena las hojas sobre su escritorio y Hanbin está parado frente a él, con la mochila colgada de su hombro.

—Es la única en la ciudad con la carrera, ¿verdad? —Hanbin asiente— No te preocupes —lo reconforta con una sonrisa—. Lo harás bien.

Hanbin se inclina en una reverencia y sale del salón, que cada vez parece más vacío a falta de caras conocidas. Lee se fija en que soy de los pocos que quedan y se levanta de su escritorio para acercarse a mí. Se apoya en mi mesa y se inclina para ver los manchones hechos con borrador sobre las tres líneas entrecortadas. Aparto la mirada con vergüenza. El maestro Lee me da unas palmadas en el hombro.

—No te preocupes, Taehyung. Piénsalo bien en casa. Todavía tienes tiempo.

Asiento con un movimiento tembloroso y empiezo a guardar mis cosas. Lee se para frente al salón y anuncia que falta poco para la hora de la salida y que le entreguemos las fichas mañana sin problema. Los otros tres chicos con los que compartí mi pequeño episodio de incertidumbre me imitan a lo que que cuelgo la mochila en el hombro y salgo del salón.

Jake, Sunghoon y Hanbin están esperándome afuera. Sunghoon, que estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas, se levanta de un salto y corre hacia mí.

—¡Por fin sales! Creímos que serías el primero en entregar esa estúpida ficha —dice, sonriendo con el ceño fruncido y pasándome un brazo por los hombros. Sunghoon me arrastra a la salida de la escuela con los otros dos pisándonos los talones. Yo no respondo, ni siquiera muestro reacción. Sunghoon lo nota e intercambia una mirada con Hanbin.

—¿Estás bien, Taehyung? —pregunta Hanbin detrás de mí. Lo observo por el rabillo del ojo y solo puedo recordar la determinación en su voz.

¿Por qué tendría que poner otras opciones si sé lo que quiero?

—Sí, todo bien. No sé qué me pasó —les digo, restándole importancia con una sonrisa mal fingida. Ellos, por supuesto, saben que miento, pero también saben cómo soy y que lo mejor no es excavar en una herida recién abierta, así que no vuelven a preguntar.

Nos encontramos al grupo de Chaewon de camino a la salida. Empiezan a hablar sobre lo que escribieron en la ficha, a qué universidades planean ir y qué pre-universitario eligieron. Jake, incluso con todos esos años de conservatorio detrás, planea estudiar Psicología. Sunghoon sí decidió irse por un camino artístico y estudiará Música. Él en el Instituto Seongcheom y Jake en la Universidad Hanyan. Yuqi estaba indecisa, pero parece que se lanzará por Enfermería. La mayoría también tiene varias opciones de respaldo, y me aparto disiculadamente de la conversación. Siento cada comentario como un taladro en la cabeza y ya percibo la migraña.

—¿Llenaste todas las líneas? —me pregunta Chaewon. Doy un respingo al notar su presencia a mi lado mientras caminamos. Estaba tan callada que creí que estaba solo. Se ríe con nerviosismo— Yo no he llenado ninguna.

Un poco del peso en mi espalda desaparece y me río también.

—Yo las he llenado tres veces y he borrado todo. Casi abro un agujero en la ficha —le respondo, y volvemos a reír.

Por lo menos no soy el único que no tiene ni la menor idea de qué hacer con su vida.

Las cosas no mejoran cuando llego a casa. Hyewon está en la mesa de la cocina haciendo tarea. Mamá y papá están muy callados mirando las noticias en la televisión. Podría notar a mil kilómetros la incomodidad en ella y la indiferencia en él. Es, sin dudas, un escenario que no habría imaginado ni en mi más retorcida pesadilla.

Papá casi nunca está en casa y, las pocas veces que nos honra con su presencia, hay una tensión horrorosa que es imposible de ignorar. Los saludo sin detenerme a conversar y subo las escaleras de dos en dos en dirección a mi habitación. Cierro la puerta con seguro y me tumbo en la cama tras dejar la mochila en el suelo y sacarme los lentes. No me vendría mal dormir un rato...

—Taehyung, hijo —escucho unos toquecitos en la puerta que me sacan violentamente de mi ensoñación. Me quejo con somnolencia y no respondo—. No olvides que hoy empiezas el pre-universitario. Saldremos en una hora.

Eso me hace abrir los ojos en un segundo. Me levanto de la cama y saco mi celular de mi mochila. Mierda, son las tres. Me planteo seriamente la idea de seguir durmiendo hasta que sea hora de marcharnos. De todos modos, ¿quién va a juzgar mi apariencia en el pre-universitario? No es un desfile de modas, es una reunión de chicos desesperados por pasar el CSAT. Nadie va a ir con sus mejores atuendos. Da igual si voy con el uniforme, de seguro un montón de chicos que tienen el horario hasta la tarde en sus escuelas harán lo mismo.

Vuelvo a quejarme y me paso una mano por el rostro. Jeon Jungkook. Jeon Jungkook estará en el pre-universitario, porque yo se le recomendé. Porque yo escribí la nota. Porque yo estaba aterrado ante la posibilidad de no volverlo a ver.

No puedo ir con el uniforme. Se supone que ya rompimos esa relación. Él ya no es más el maestro Jeon (nunca lo fue) y yo ya no soy más su alumno. Ir con el uniforme sería equivalente a continuar con esa máscara que tanto nos esforzamos por quitarnos.

Saco las cosas de mi mochila dispuesto a llenarla con las cosas necesarias para el pre-universitario. Llevo el texto de exámenes simuladores y el de Biología que nos entregaron el día en que me inscribí. Meto dentro mi estuchera y, ¿por qué no? Mi cuaderno de bocetos también. Observo la carpeta en la que metí de mala gana la ficha de orientación vocacional. La saco y la pongo entre las páginas de mi bocetero. Tengo que llenarla hoy, y quizás escuchar a los otros chicos discutir sobre las carreras a las que aspiran me ilumine (sí, claro, como si eso me hubiera ayudado cuando escuché a mis amigos decir exactamente lo mismo).

Dejo la mochila lista sobre mi cama y paso a la parte más complicada. Abro el clóset y me miro en el espejo adherido a la puerta. Noy soy muy alto, así que me cuesta aparentar mi edad (al contrario del problema de Jungkook, muchos creen que soy más joven). Jungkook que tiene la apariencia de un recién graduado/universitario, y seguramente se verá así esta tarde. No como un maestro de veinticinco como en el colegio, pero sí como un chico de veintidós. A mí, por el otro lado, usando el uniforme no me diferenciarían de un chico en su primer año de colegio.

Rebusco y rebusco en mi clóset por lo que parece una eternidad. Nada me convence, nada me hace imaginar el momento en el que Jungkook me mirará de pies a cabeza y dirá que me veo bien (eso nunca pasará, pero no me hace ningún daño imaginármelo). Me apresuro y el corazón me late con rapidez cuando mamá vuelve a tocar la puerta diciendo que me prepare para salir en veinte minutos. Una camiseta negra con el estampado de una carita feliz junto a unos pantalones holgados grises parecen ser la mejor opción. No es lo mejor del mundo (de nuevo, no es un desfile de modas. Si me arreglo demasiado me ganaré más de una mala mirada por parte de los otros chicos), pero no está mal. Me veo un poco más de mi edad.

Me miro una última vez en el espejo y me pongo mis lentes. No recuerdo la última vez que le puse tanto empeño a cómo iba a salir vestido. Nunca me preocupaba tanto cuando salía con mis amigos. Sonrío un poco a mi reflejo. Pensaré en Jeon Jungkook como una forma de soportar el pre-universitario un poco mejor en lugar de una distracción.

Jungkook...

Me pregunto qué usará él hoy. Sería ridículamente gracioso que use la misma sudadera del día de la feria. No importa lo que decida ponerse, yo ya lo veo por lo que es: Un chico de veinte que quiere entrar a la universidad igual que yo y del que me enamoré perdidamente. 

¡Nos leemos luego!

[ Noduru, 2024 ]

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