15
[ 2:5 ]
taehyung.
No tengo ninguna idea clara cuando abro el documento en blanco, y me planteo más de una vez solo apagar el portátil y echarme a la cama a leer. O a dormir. O a llorar.
Mi hermana está durmiendo, así que no puedo hablar en voz alta. Cosa que es un poco una mierda, porque hablar en voz alta me ayuda a organizar mejor mis ideas, aunque parezca un desquiciado y mis padres me pregunten si estoy hablando por teléfono con alguien cada que entran a mi habitación (nuestra habitación). Comparto cuarto con mi hermana menor desde que tengo memoria, pero dejamos de compartir cama cuando yo cumplí quince y ella diez, porque empezaba a ser un poco raro. No había espacio en el cuarto para otra cama, así que mis padres nos compraron una litera.
No está mal. Digo, si no te levantas con cuidado en la cama de arriba lo más probable es que te golpees la cabeza contra el techo, pero es bastante cómoda. Hyewon está durmiendo en la de arriba, y se mueve una y otra vez hablando bajito entre sueños. Me pongo audífonos y elijo cualquier canción al azar, solo para dejar de escucharla.
Starry Night de Jordan Critz.
Me gusta el piano. Me ayuda a concentrarme cuando escribo, o cuando dibujo, o cuando estudio. Me ayuda a dormir. Jake me dijo que sus padres lo metieron al conservatorio cuando tenía seis con la idea de que aprendiera a tocar el piano, pero (quizás demasiado tarde) descubrió que el instrumento que de verdad le hacía sentir cosas era la guitarra.
Un día lo vimos tocar cuando fuimos a su casa por un trabajo del colegio. Nunca voy a olvidar cómo le brillaron los ojos a Sunghoon al ver los dedos de Jake sobre las cuerdas, antes de que empezaran a cantar Don't Look Back In Anger de Oasis a dueto (Sunghoon canta como un ángel, Jake... no tanto, pero toca increíble la guitarra). Y Hanbin y yo nunca vamos a olvidar la mirada de cómplices que nos dimos, como diciendo Estos dos van a terminar casados, ¿no es obvio?
Decido cambiar la canción, y pongo Don't Look Back In Anger. Empiezo a escribir con la repentina ola de inspiración, y recuerdo lo que dijo Jungkook cuando nos dio las indicaciones para este trabajo. Esas dos palabras que hacen que me parezca el mejor maestro de Literatura que ha tenido el Saint Clair, hablando objetivamente (aún me desagrada, cabe aclarar).
Temática libre.
La señora Bang (a veces) nos hacía escribir cosas también. Pero Bang no nos hacía escribir historias, nos hacía escribir ensayos, artículos, textos informativos. Mierda, incluso nos hizo escribir una canción en primer año. Pero nunca historias. Y ella siempre elegía los temas.
Me gusta escribir historias. No precisamente por la parte de escribir (soy más de dibujar, siendo sincero), pero me gusta imaginar cosas. Pensar en escenarios imaginarios es mi parte favorita de mis noches de insomnio. Escribir cosas que desearía vivir (pero que nunca pasarán) es uno de mis pasatiempos. Las historias de amor, aunque no he tenido ni una sola experiencia en toda mi vida, son mi temática favorita.
Y parece que a Jungkook también le gusta como escribo. Porque todos los trabajos ridículos que nos ha hecho hacer esta semana han llenado mi boleta de 100 (estoy considerando perdonarlo por el incidente del 97 debido a eso).
Me pregunto si no solo sobre-reaccioné con todo lo de Jeon Jungkook y la feria, y el trabajo de las quince páginas. Es decir, sí, es un universitario jugando a ser profesor. Pero lo está haciendo bastante bien, para mi sorpresa. Su clase no estuvo tan mal. Solo fueron las emociones del momento. Ahora, escuchando a Oasis en mi habitación amortiguando el sonido de mis dedos sobre el teclado, creo que incluso disfrutaré de este trabajo. Me gusta escribir, y Jeon Jungkook nos hace escribir. ¿Quizás me equivoqué un poco con él... ?
Pienso en la sonrisa despreocupada que me da siempre que nos encontramos, y me da un escalofrío. Recuerdo la charla que me dio en su oficina, de que las calificaciones no son la cosa más importante del mundo. Y pienso en la forma en la que lo dijo, como si fuera algo fácil ser despreocupado y relajado como él.
Empiezo a teclear más rápido, aplastando cada tecla con más fuerza, hasta que me duelen los dedos.
Él no sabe cómo se siente. Seguramente el nunca ha llorado por un 80 (patético, lo sé), pero yo sí. Más de una vez. Y no sé cómo dejar de hacerlo.
Siento que alguien me toca en el hombro y veo a mi mamá cuando me volteo. Me quito los audífonos y ella me da un apretón en los hombros, inclinándose para ver la pantalla del portátil.
—¿Qué tal va todo?
Le sonrío, olvidándome de Jungkook por un momento. Veo que tengo ya cinco páginas escritas y que apenas son las cinco de la tarde. Podría llegar a acabar esto hoy. Es un trabajo grupal, recuerdo de repente. Aprieto los labios. Podría pedirle a Sunghoon que escriba el prólogo...
—Estoy avanzando. Intentando —alzo la mirada. Mi madre está leyendo lo que escribí, veo sus ojos moviéndose y el brillo de la pantalla reflejado en su mirada. Le doy un codazo (suave, muy suave, porque es mi mamá)—. No lo leas, me avergüenza.
—¿Tu maestro lo puede leer, pero tu madre no? —finge sentirse ofendida y ambos reímos— No te estreses demasiado, y pídeme ayuda si lo necesitas. Soy muy mala escribiendo, pero puedo investigar lo que tú quieras en dos segundos —chasquea los dedos, pavoneándose, y yo le sonrío.
—Gracias, mamá.
Me devuelve la sonrisa y me acaricia la mejilla, saliendo de la habitación. Cuando estoy por volver a ponerme los audífonos, ella vuelve y se asoma por la puerta.
—¿Crees que tengas un poco de tiempo hoy? Tu padre quiere salir a comer.
Pongo los ojos en blanco y niego con mi cabeza, tantas veces y tan rápido que siento que se me va a salir.
—No, definitivamente no. Me faltan cinco páginas, y hay que entregarlo el lunes —ella me ve con ojos de perro triste, porque detesta salir con mi padre y mi hermana sin mí. Somos algo así como las únicas personas normales dentro de la familia (normales significa no gritar y discutir cada dos segundos por cosas tontas), así que somos una especie de equipo contra el mal temperamento de mi padre y mi hermana. Pongo los ojos en blanco—. ¿A dónde?
—El Asian Bay.
Vuelvo a blanquear los ojos, resoplando y desconectando los audífonos. Apago el portátil, y la sonrisa de mamá brilla tanto que ilumina todo el cuarto aunque las luces estén apagadas. Guardo mis cosas y me dispongo a buscar ropa decente en el armario.
Ese restaurante es mi mayor debilidad. Y mi madre lo sabe.
Antes de cambiarme de zapatos, reviso que mi celular tenga batería suficiente como para sobrevivir lo que queda del día. Lo guardo en mi bolsillo y salgo después de ponerme unos zapatos viejos.
Mi madre me observa de pies a cabeza y el rostro se le descompone al llegar a mi zapatos. Y entiendo de inmediato que no son solo los zapatos. Es el cabello, es el suéter descolorido, son los pantalones holgados. Hace una mueca, y yo solo alzo las cejas.
—Estoy saliendo en contra de mi voluntad. Si les avergüenza que me vean así, puedo sentarme en otra mesa.
Cierra los ojos con evidente rendición y me pone una mano en el hombro.
—Está bien. Despierta a Hyewon y vámonos. Mientras más pronto salgamos, más pronto estaremos de vuelta.
¡Nos leemos luego! ♡
[ Noduru, 2024 ]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro