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It will take a while to make you smile.

— Space Song, Beach House.

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Primera parte:

Our solar system

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[ 1:1 ]

taehyung.

Lo primero que escuchamos este agitado y caluroso viernes de enero (muy caluroso. Para mí, al menos, que llevo un enorme abrigo negro que me llega hasta más abajo de los tobillos y me asfixia como una bolsa de dormir. Me derretiré en cualquier momento) fue que la señora Bang renunció. Había sido la maestra de Literatura del colegio Saint Clair por unos veinte años, si no era que más. Se decía que este colegio la recibió poco después de abrir sus puertas, por allá de 2001, y que las paredes del Saint Clair la habían visto casarse, hacer una maestría y tener a sus dos hijos. Era una leyenda, un ícono, todos creíamos que moriría enseñando la diferencia entre verbos y verboides.

Pero no. La mujer ya no estaba, la odiada y admirada y temida y querida señora Bang había dejado el Saint Clair.

Se escuchaban murmullos poco disimulados por todo el patio.

Algunos creían que la despidieron por las innumerables quejas que recibía la vicerrectora acerca de la maestra de Literatura y su estúpida costumbre de tomar en los exámenes temas que nunca explicó en clase. O que la señora Bang renunció porque se habían atrasado demasiado en pagarle su sueldo, o que le habían ofrecido un trabajo mejor. La teoría más sonada era que simplemente cumplió su edad y quiso jubilarse para viajar a la isla Jeju.

La administración debía ser un completo caos en este momento. Estábamos a la mitad del año escolar y ya habían perdido a una maestra. Mucho peor: Hoy es la Feria de los Estudiantes, y es difícil lograr que los estudiantes se callen y se concentren en la feria con una noticia así de sorprendente.

Sunghoon está colgando el cartel en nuestro puesto, subido en un banco de madera, mientras Jake le ayuda del otro extremo sin la necesidad de ningún banco.

—Sigo sin creer que Bang se haya ido —dice Jake, sonriendo. Sostiene su celular con la mano derecha y usa la izquierda para sostener la punta del cartel contra la pared—. Quizás este año no tenga clases extra de Literatura después de todo.

Hanbin arranca un pedazo de cinta adhesiva con los dedos y se lo pasa a Sunghoon.

—No celebres aún —dice Hanbin, dejando la cinta sobre la mesa y cruzándose de brazos. Sus cejas gruesas se unen en su entrecejo mientras frunce el ceño—. Probablemente nos pongan a un suplente, o ya hayan conseguido otro maestro. Y lo más seguro es que sea igual de insoportable que Bang. O peor.

Jake aprieta los labios, ladeando un poco la cabeza y entrecerrando los ojos, regresando a su celular. Sunghoon suelta un gruñido, extendiendo la mano para que Hanbin le entregue otro pedazo de cinta. Viendo que él se tarda, Sunghoon le arrebata la cinta, casi cayendo del banco en el proceso, y arranca un largo pedazo con los dientes.

—Por Dios, Hanbin, eres tan lento —usa los nudillos para pegar bien la cinta y baja del banco de un salto, caminando dos pasos hacia atrás para revisar el cartel. Hanbin suelta un bufido, sonriendo. Sunghoon tiene arrugada la nariz y los labios entreabiertos en una mueca frustrada—. A mí me parece un poco una mierda que Bang se haya ido justo antes de la Feria. Nos hizo hacer todo esto para nada.

—A mí me preocupa más la calificación —digo yo, jugando con el cierre del abrigo—. Y hacer el ridículo —añado, viendo lo que traigo puesto por la pequeña abertura del cierre. Hago una mueca y vuelvo a subirlo hasta el cuello—. Son unos imbéciles por hacerme usar esto, los odio.

—Tú fuiste quien dijo que nos disfrazáramos porque Bang mencionó que una buena producción traería puntos extras —responde Hanbin, viendo hacia otro lado y sonriendo con los labios fruncidos en un gesto inocentón. Le quiero lanzar la cinta en el rostro, pero me contengo.

—Dije que todos deberíamos disfrazarnos. Todos, no que quería hacer el ridículo.

—¿Quién fue el único que quería los puntos extras? ¿Quién? —se burla Jake, sin quitar la vista de su celular. Quiero responderle, pero no sé qué decir. Alza la vista de la pantalla, solo para encontrarme con una expresión ofendida y la boca abierta, sin palabras, y se ríe sin intentar contenerse.

Obviamente quería los puntos extras, aunque Hanbin me dijo una y mil veces que ni siquiera los necesito. Y tiene razón, porque mi promedio en Literatura (aún con los métodos estúpidos e insufribles de Bang) es muy bueno. Un 98.5. Mierda, está muy por encima que cualquier otro promedio de todo el salón, e incluso está en mi Top 3 de mejores calificaciones en mi libreta (solo superada por el 99.7 de Anatomía y el, sorpresivo, 100 en Matemáticas), pero nunca está de más un par de puntos extras. Los quería guardar en caso de emergencia para los últimos dos parciales, porque son los últimos dos parciales de toda mi trayectoria educativa en el Saint Clair y quiero hacerlo bien.

Pero Hanbin tiene razón. Y Jake. Y todos.

Solo estoy exagerando.

Pero quiero hacerlo bien.

Todos en el patio se animan un poco cuando empieza a sonar música, y logro ver a Lee Minho frente a una consola de DJ sobre el pequeño escenario que armaron. El Saint Clair es enorme (realmente enorme. Antes era utilizado como la Biblioteca Municipal, pero ésta se trasladó a otro edificio y la familia Jung compró las instalaciones para convertirla en un colegio). Desde lejos parece un castillo, o una academia prestigiosa como la de una película, y un tercio de todo el lugar está destinado al patio. Me sorprende un poco que lo que resuena desde las bocinas es Wolf Like Me de TV On The Radio. Me pregunto si Minho le dio la lista de canciones a la vicerrectora o si solamente está poniendo lo que le plazca. Su cabeza se mueve de atrás hacia adelante al son de la música, largos mechones de cabello negro rebotando sobre sus hombros. Cuando nos logra divisar, a través de manojos de cabello negro y sus gruesos lentes, nos saluda con la mano.

Los cuatro lo saludamos también.

Dios, realmente me voy a derretir debajo de este abrigo.

—¿Dónde están los demás? —pregunta Hanbin, mirando a los alrededores en busca de un grupo de tres muchachas haciendo cosplay de los signos matemáticos. Recordando los temas que recibieron los demás, me alegra un poco que nos tocara los tiempos verbales— Yuqi debería estar con Minho ahí arriba.

—Uh, riesgoso —responde Sunghoon con una mueca—. Ya sabes que la señora Kang los obligó a sentarse separados solo porque estaban demasiado cerca durante el horario escolar. ¿Qué crees que hará si vuelve a verlos juntos?

—Detención. O llamar a los padres de Yuqi —dice Jake, aún en su celular, alzando las cejas.

—Eso sí es exagerado. Digo, es nuestro último año. Es normal que busquemos una novia —digo yo. Carraspeo al recibir una mirada de Hanbin—. O un novio. Las políticas de este colegio son una mierda. Ni siquiera es uno religioso para que actúen así —me levanto de la silla, porque no aguanto más. Siento que empiezo a apestar por el sudor. Los tres me miran—. Iré a cambiarme, y también voy a ir a buscarlas —señalo con el mentón a Jake y su celular—. Avísenme si las encuentran. Vuelvo enseguida.

—Llámame si necesitas ayuda con el traje —dice Hanbin, y puedo jurar que se está tragando las ganar de soltar una carcajada. Pongo los ojos en blanco y empiezo a alejarme.

—¡Recuerda que lo haces por los niños! —grita Sunghoon con las manos hechas un megáfono.

Me abstengo de levantar el dedo medio mientras me arrastro hacia los baños. 

¡Enemies to Lovers y Teacher/Student Romance! (pero legal c:)

¡Bienvenidos a THUMP!! ♡♡

¡Espero que la disfruten, y nos leemos luego!

[ Noduru, 2023 ]