SOSPECHA
Al día siguiente*
Sanae no durmió nada esa noche, estuvo sentada en su cama con miedo, aunque sus ojos estuvieran rojos y con ganas de cerrarse ella no lograba poder dormir, el miedo la invadía.
- Hija, bueno dí. - la madre se quedó plasmada al ver a su hija asustada. - Hija, ¿Que ha pasado?, por qué estas con los ojos rojos.
- Ma-mamá tengo miedo, mi-mira. - le da el teléfono en el chat del número desconocido.
- Pero que!
El mensaje del número extraño mostraba fotografías de Sanae en la secundaria, con sus amigos, en la calle, a todos lados donde ella iba, pero eso no fue lo más aterrador, pues había fotos más perturbantes, como... Sanae con toalla en su habitación incluso vistiéndose.
Sanae le contó lo que pasó en la noche, la Sra. Nakazawa llamó a su trabajo para poder pasar el día con ella, afortunadamente le dieron el permiso. Así que ambas se alistaron para ir a la comisaría a hacer la denuncia, mientras caminaba con su madre sentía que la estaba siguiendo, pero cuando miraban por todas partes no había nadie, Sanae estaba muy asustada. Llegaron a la comisaría a hacer la denuncia, demoró como 1 hora para que sea su turno pues había otros casos, cuando les tocó su turno, Sanae le contó todo lo que pasó ayer, los policías mandaron a un serenazgo para que vigile esa zona, y pusieron a investigar el número a la policía cibernética.
Por el momento era lo único que podrían hacer, pues no había más información de aquel tipo hasta que la policía cibernética pueda rastrear aquel número, ambas se fueron a casa, Sanae estaba totalmente mal, no podía dejar de pensar en eso, su madre empezó a cocinar con ella para que se distrajese, además que cambiaron las cortinas a unas oscuras para evitar que se pueda ver desde afuera, luego de una horas tocaron la puerta de la casa de Sanae, eran los policías cibernéticos, quienes pasaron y tomaron asiento.
- Sra., no tenemos buenas noticias. - Dijo la oficial
- mm?, ¿Qué es lo que está pasando?, por favor cuéntenos que encontró en ese número. - dijo la madre de Sanae
- Bien, hemos hecho una investigación profunda, el dueño del número no existe, pues es de un tal Yumiko Ferschall, pero esa persona no existe.
- Identificación falsa ha usado entonces. - dijo la Sra. Nakazawa.
- A sí es, hemos revisado las cámaras de seguridad de ayer, pero no hay nada extraño, no hemos visto nada fuera de lo común.
- É- Él estaba frente a mi ha-habitación. - decía Sanae con miedo
- Entiendo, entonces hemos mandado un vigilante que estará en estas calles y en otras para que pueda ver lo que pasa en las noches.
- Por el momento, será mejor que Sanae no salga sin supervisión o sola. - dijo el oficial.
- Esta bien, muchas gracias.
- Igual cualquier cosa estaremos en contacto.
Ambos oficiales salieron de la casa.
- Bueno hija, solo esperemos que esto se pueda mejorar.
- Si mamá
Sanae se dirige a su habitación a dormir pues no había dormido toda la noche,
Pasada las horas, Sanae se despierta, mira su reloj que marcaba las 11 pm, pues se había dormido varias horas, prendió su teléfono y empezó a chatear con sus amigas, contándoles lo sucedido, también habló con su "novio" contándole lo que le pasó, a lo que él la ayudaba con palabras. Se sentía muy feliz por tener a una persona que le entendía y la apoyaba en todo incluso sin estar presente.
Sanae se cambió su pijama, se lavó los dientes y se fue a su habitación, tenía miedo ver por la ventana, pero quería saber si ese tipo seguía ahí, cuando abrió su cortina se dio cuenta de que no había nadie, solo el de seguridad, se quedó un rato viendo hasta que se metió a su habitación ya para dormir, los días pasaban y otros números comenzaron a enviarle mensajes constantemente a Sanae, lleno de comentarios inapropiados y sexuales.
Sanae se sentía atrapada y asustada, no sabía cómo hacer frente a la situación y tenía miedo de que empeorara y le pasara algo terrible. Su rendimiento académico comenzó a deteriorarse debido al estrés y la ansiedad que le causaba el acoso de estos números.
Luego de que Sanae estuviera ya mejor y que la policía hiciera una investigación más profunda, los números extraños empezaron a dejar de mandar mensajes, por lo que Sanae volvió a su vida como lo era antes, una banda de trata de personas cayó en el aeropuerto cuando intentaban huir a España, la policía los encerró y Sanae con su mamá estaba más aliviadas, pues esta banda mandaba mensajes desde números extraños a varias chicas, por lo que fueron los principales sospechosos. luego de 3 meses y ninguna presencia de números extraños su novio ke dijo a Sanae que iría a visitarla a Japón pues este ya quería estar con él, y Sanae muy enamorada de él, aceptó que venga, Sanae le contó a su madre que un amigo iría a visitarla, no le dijo nada de que lo conoció en alguna app por que creyó que no era importante a lo que su mamá aceptó.
Sanae muy feliz empezó a hablar con sus amigas sobre ello, y también con sus otros amigos de la app, en especial con su amigo coreano Seokjun, que también se contaban muchas cosas.
En el parque*
Dos chicos se encontraban sentados en el césped
- Oye Kisugi, ¿no crees que Sanae ha estado rara?, luego de los acosos que estaba recibiendo, la he visto feliz. – preguntó Izawa
- Está tratando de olvidar todo lo malo.
- SI, pero se me hizo extraño, al principio tenia la sospecha de que era algún acosador de esa app que las chicas estaban usando.
- Yo también pensé eso al principio, pero a Yukari, Kumi y a otras compañeras no les ha pasado nada de eso. – dijo Kisugi
- Ya ni siguen usando eso creo, ya no he escuchado decir a las demás sobre aquella app.
- Solo a Sanae yo le escuché sobre un italiano, pero fue hace semanas.
- A si, yo también la escuche, pero luego ya no. – dijo Kisugi arrancando algunos pastos y colocándolo en su pantalón
Ambos chicos seguían conversando hasta que se hacía tarde y regresaron a sus casas cada quien, Kisugi en el camino se encontró con Yukari quien regresaba de su taller.
- Hola Yukari, oye una pregunta, ¿Sabes que pasó con ese italiano de Sanae? – preguntó Kisugi
- ¿Y porque quieres saber? – preguntó Yukari de manera bromista
- Solo me dio curiosidad ahora habla.
- Pues vendrá acá a Japón, eso nos dijo Sanae supongo que la tora semana será, estamos tan emocionadas queremos conocerlo, supongo que el coreano vendrá algún día
- ¿coreano? – preguntó Kisugi
- Si, su otro mejor amigo, bueno nos vemos – se despide de Kisugi y se va.
Kisugi siguió su camino, estaba muy pensativo, pues estaba muy preocupado por su amiga Sanae, así que al escuchar sobre que vendrían aquellos dos, le hizo sentir un escalofrío en todo el cuerpo.
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