Es lunes por la mañana y siente que está nadando sobre una burbuja de paz, su estómago no se siente pesado y su cuerpo no se siente cansado en lo absoluto. Decidió que no haría una gran fiesta por primera vez en años y se siente extraño.

Liam no se lo tomó muy bien, dijo que estaba loco y que de seguro Louis lo hechizó o le lavó el cerebro, pero a decir verdad siente que un nuevo mundo de oportunidades se abrió en su vida. Sí, aún tiene en mente acostarse con ese omega porque ¿por qué no? es agradable, peculiarmente atractivo y tiene el leve recuerdo de que huele bien.

Su madre lo obligó a lavar las sábanas el sábado por la mañana y le fue demasiado difícil dormir gran parte del fin de semana, pero convenció a su lobo de que pronto podrían olfatear al omega y es tan extraño decirlo o siquiera pensarlo. Nunca antes había tenido la necesidad de olfatear a alguien y mucho menos de hablarlo con su lobo, pero Harry llegó a la conclusión de que se está volviendo loco y todo esto pasará ni bien se acueste con Louis.

— Es tan extraño que te fijes en él. — Niall dice y niega con una expresión confusa en su rostro. — Recuerdo que un día de lluvia él llegó todo mojado y oliendo a perro. ¡A perro! Harry, eso no es algo normal.

— Tal vez sacó a pasear a su perro temprano por la mañana y no tuvo tiempo de cambiarse de ropa antes de venir a clases. — dice de forma pensativa, más como una duda que como algo obvio. — Ni siquiera sé por qué tú y Liam se empeñan tanto en hablar de él.

— Porque es uno de los nerds y porque es un pobre omega al cual no deberías desecharlo como si fuera nada. — el beta dice con obviedad y se encoge de hombros. — Además ni siquiera es tu tipo, siempre dices lo mucho que odias a las personas mucho más inteligentes que tu porque te tratan de idiota.

— Es estúpido que lo defiendan tanto, solo me acostaré con él y luego todo esto quedará en el olvido. — se encoge de hombros con molestia y cierra la puerta de su casillero provocando un ruido molesto que hace que el beta le da una mala mirada.

— Ese es exactamente nuestro punto, Harry. — Niall hace señas molestas con sus manos y peina sus cabellos rubios hacia atrás. — Louis es diferente, casi especial, no parece el típico omega que solo quiere una noche de sexo y ya...

— ¿Te gusta Louis? — pregunta de forma acusatoria, sus ojos se entrecierran.

Su pecho arde en un murmullo de gruñido y siente como si su alfa estuviera presionando sus costillas. Niall lo mira extrañado y frunce su ceño casi en una expresión de terror. Ni siquiera entiende la razón de su propia actitud, pareciera fuego quemando en la boca de su estómago.

— ¿Qué demonios te sucede, Harry? — Niall se exalta y lo empuja por el pecho apenas cuando comienza a acercarse a él y a acorralarlo contra los casilleros. — Estás actuando como un alfa compulsivo, hazte ver, idiota.

Niall se va y lo deja solo en su lugar, algunos estudiantes que pasan lo miran de forma extraña. Sus uñas se están clavando en las palmas de sus manos y todo indica que se está conteniendo de gruñir y actuar como un completo loco. Ni siquiera está cerca de su celo, no debería estar actuando de esta forma tan animal.

[...]

— Los lobos se despiertan desde que el cachorro nace, con la educación y el cuidado ideal serán capaces de aprender a conectar con su parte animal y poder transformarse...— Louis lee el libro en voz alta, es algo baja y suave a la vez porque no quieren molestar a los demás estudiantes en la biblioteca.

— ¿Eso es posible? — pregunta, interrumpiendo al omega en su lectura. — Quiero decir, si tú y yo tenemos un cachorro y lo enviamos a una manada...— Louis enrojece frente suyo y Harry tiene que toser de forma torpe para soltar el gruñido que su alfa crea en su pecho.

— No funciona de esa forma, pero sí...— él asiente de forma distraída y busca algo más entre las páginas del libro.

— ¿Qué es más antinatural un cachorro nuestro a una manada? — bromea con una sonrisa en su rostro, evitando que su alfa lo hago largar feromonas fuertes.

— El cachorro definitivamente. — Louis lo corto y se acomoda en su asiento. — ¿Ya terminaste con las consignas? — él dice, precionando sus finos y delicados labios mientras sus suaves cejas se elevan hacia arriba.

— Bueno si no tuviera una distracción tan linda frente a mi...— muerde sus labios y le regala una sonrisa de hoyuelos al omega, Louis rueda sus ojos y da un gran suspiro.

— Entonces le diré a Marie que se cambie de lugar. — él dice de forma casi amarga y Harry frunce su ceño.

— Me refería...— Louis levanta su mirada y recorre su rostro detenidamente por un momento.

— Lo sé, Harry, pero estamos aquí para estudiar. No para que intentes meterme bajo tus sábanas...— él dice y vuelve su vista al libro entre sus manos.

La siguiente hora continúa de la misma forma, Louis leyendo de fondo con Harry admirando su peculiar belleza, bajo las gafas que de vez en cuando no están hay unos zafiros que lo encandilan, una suave sonrisa entre lectura lo recibe con arruguitas a los costados de sus bonitos ojitos. Sus finos y delicados labios lo encantan con cada ojeo y lo hacen preguntarse si los llegó a probar y por alguna extraña razón no lo recuerda.

Su celular suena en un mensaje y Louis levanta su mirada por un segundo cuando lo escucha resoplar de forma molesta. "Te recogeré en diez." El mensaje dice y tiene de remitente el nombre de su padre.

— ¿Tienes algo que hacer en la semana? — pregunta, su tono es suave y pretende ser distraído, mirando al omega de reojo.

— Sí, mi padre tiene cosas que hacer durante esta semana y mi hermana mayor tampoco estará en la ciudad así que debo cuidar de mis hermanas y de...— él se corta de repente y boquea por unos segundos, se aclara la garganta y Harry siente esta inexplicable sensación de incomodidad en su pecho. — Estaré ocupado.

— Podría ir a tu casa y ayudar con tus hermanas y podríamos estudiar un poco más...— se encoge de hombros, restándole importancia de forma estúpida y puede ver de reojo como Louis se tensa en su lugar.

— No lo creo, mis hermanas suelen ser algo... bueno ya sabes son cachorras y son demasiado rebeldes y revoltosas. — él arruga su nariz de forma adorable y Harry tiene que morderse los labios para no sonreír como un idiota.

— No es como si fueran a convertirse en monstruos de dientes afilados y quieran sacarme un brazo. — Louis se ríe, casi de forma nerviosa, Harry frunce su ceño, pero justo cuando está por preguntar una voz lo interrumpe.

— La señorita Liv dice que tus hermanas mordieron el brazo de un niño hoy. Debemos irnos ya, Lou. — el alfa alto deja una mano de forma cuidadosa sobre el hombro del omega y él levanta su cabeza de forma suave hacia su padre.

— Dioses, esas niñas necesitan una correa anti pulgas o se volverán salvajes. — Louis ríe suavemente y niega.

Pero Harry no puede concentrarse en el bonito omega frente suyo ni aunque así lo intentara, el alfa frente suyo tiene esos inigualables ojos azules que tiene el omega y parece juzgarlo completamente, el solo estar respirando parece molestarlo completamente. Él parece estar escaneandolo con su mirada y Harry podría jurar que él y su lobo se sienten completamente intimidados, si pudieran huir lo harían.

— Bien, ya nos vamos. — él dice y Louis asiente mientras guarda sus cosas. — Adiós muchacho. — el alfa se dirige a él y Harry apenas puede murmurar un saludo.

Su padre le envía otro mensaje avisando que está fuera y parece que sus pulmones exhalan todo el aire que no sabía que estaba conteniendo. Toma sus cosas y tira todo de forma descuidada en su mochila, Louis y su padre se están despidiendo de la bibliotecaria y Harry hace lo mismo cuando pasa delante de ella. Pero nada lo prepara para cuando sale de la escuela y su padre mantiene una conversación con el padre de Louis. El omega está pegado a su progenitor mientras mantiene una postura tensa y parece ser casi molesta.

— ¡Harry! — su padre saluda, parece casi aliviado de verlo. Lo que es extraño en su opinión, considerando que apenas en su vida le demostró algo de interés hacia él. — Te estaba esperando, ¿ya nos vamos?

— Claro. — Asiente y se posiciona junto a Louis que está atento a la despedida de sus padres. — ¿Nuestros padres se conocen? — Susurra a su lado, demasiado cerca del espacio personal del omega y él gira a mirarlo con su ceño fruncido.

— Cómo no hacerlo, joven Styles. Su padre siempre parece aparecer en los momentos más inoportunos. — él gran alfa habla, incluso parece ser más grande que su padre si lo mira detenidamente. Definitivamente emana más poder que el tan aclamado empresario Anthony Styles. — Como sea, espero no volverlo a ver en un largo tiempo, que la Diosa Luna les brinde salud.

El alfa saluda y Louis sigue su paso sin decir palabra alguna, su padre saluda al alfa con una sonrisa tensa y una inclinación de cabeza. Harry no puede creer lo que está viendo, su padre jamás inclinó la cabeza ante alguien mucho menos ante otro simple alfa, ¿y qué demonios fue esa maldita despedida? ¿que la Diosa Luna qué?

— ¿De dónde conoces al padre de Louis? — pregunta finalmente cuando están dentro del auto de su padre y él comienza a conducir con la mirada en el camino.

— Estoy intentando comprar las tierras de su manada, tengo la esperanza de que cuando su hija tome el poder quiera venderlo, pero...— él dice con la mirada hacia adelante.

— ¡¿Louis es parte de una manada?! — exclama con incredulidad y su padre lo mira con completa confusión por unos segundos. — ¡¿Por qué no me lo dijo?! ¡¿No se supone que las malditas manadas son un mito?! — su lobo se altera en su pecho y su padre lo mira sin comprender su sorpresa.

— Bueno si te interesaras más por el futuro de la empresa esto no sería una sorpresa para ti. — él se encoge de hombros y mira la hora en su estúpido reloj caro. — Hay un acuerdo de silencio, algo acerca de que la gente le teme a los lobos puros o una de esas mierdas tradicionales que tienen...— él se encoge de hombros, quitándole importancia a todo el asunto.

Y Harry no puede pensar ni por un segundo cómo todo esto es irrelevante.