Narrador omnisciente:

"Fecha: 04 de mayo del 2015

Nombre del paciente: Ciel Vincent Phantomhive

Edad: 7 años

Enfermedad: Esquizofrenia paranoide

Parientes cercanos: Vincent Phantomhive (padre)
                                  Rachel Phantomhive (madre)
                                  Lapiz Phantomhive (hermano)

Otros: Francis Midford (Tia)
           Alexis Leon Midford (Tio)
           Angelina Dalles-Burnett (Tia)
           Elizabeth Midford (prima)
           Edward Midford (primo)
           Tanaka (mayordomo)

Piso asignado: 3

Habitacion: 15-D

El paciente será cuidado por medio del hospital... Al tratarse de un menor de edad, no se tomará ninguna decisión de medicamentos o tratamientos sin el consentimiento de su, o sus tutores.
La persona responsable del paciente tiene que estar de acuerdo con cada una de las instrucciones y reglas que el hospital pone.

Firma del tutor: "

En conde Phantomhive tenia la lapicera en la mano... Estaba apunto de firmar para todas las condiciones.
Con mucho dolor y tristeza... Aún sabiendo que era lo mejor para su hijo.

Vincent: ¿Él estará bien?

Sr.Johnson: Por supuesto que si... el Hospital Real de Bethlem es el mejor en cuanto a enfermedades se trata. Cuidaremos muy bien de él y nos encargaremos de todas sus necesidades.

El señor Jeremy Johnson, uno de los encargados del hospital de Bethlem, era un hombre muy profesional... Pero claro, cuando estas apunto de llevarte a un integrante de una de las familias más importantes de todo Londres, lo único que te interesa es lo famoso que seras. No era capaz de comprender ni un poco del sufrimiento del conde... Y claro, este solo pensaba que el señor Johnson era un total idiota.
Sin dar más vuelta al asunto, ni atrasar lo inevitable, el señor Vincent firmó los papeles y se los entregó al contrario para que los guardase.

Vincent: ¿Puedo verlo?

Sr.Johnson: Pero claro, usted y su familia pueden ir cuando deseen.

Vincent: Me refería, a ahora.

Sin siquiera dejar que su compañero le contestara, este se puso de pie y salió de aquella habitación... Camino hasta la entrada, se quedó posado por un segundo en la puerta observando el auto que estaba estacionado afuera.
Bajo los escalones de la entrada y se acerco hasta aquel Bentley Continental GT Speed color negro. La puerta trasera estaba abierta, y es donde se encontraba el pequeño azulino sentado mirando hacia sus pies. Se percató de la presencia de alguien junto a él, así que volteó a ver para encontrarse con la mirada de su padre. El mayor se puso de todo para estar cerca de él, las pequeñas manos de menor acariciaron el rostro de su padre con inocencia y dulzura.

Vincent: Vas a estar bien ¿Si? Nosotros te iremos a visitar muy a seguido.

Ciel: Papá...

Vincent: Estarás devuelta con nosotros en menos de lo que crees.

Ciel: Papá, te juro que no mentí.

El mayor inhaló profundamente, tratando de mantener su compostura ante su hijo. Se sentía mal, no solo de dejarlo ir, sino de haberse enojado con él tantas veces, sin saber que su hijo estaba enfermo.

Vincent: Ya se... Pero esto no es un castigo, es por tu bien.

El señor Johnson salió de la casa con una valija del menor que traía alguna de sus pertenencias.

Sr.Johnson: Bueno, hora de irnos. No queremos que se haga más tarde.

El conde acarició a su hijo y le dio un beso en su frente antes de alejarse de él.

Ciel: Papi... Lo siento.

Sabia que mirarlo sería rendirse... Así que se limitó a hacerlo. Cerro la puerta del auto, sabiendo que no había vuelta atrás.
El azulino dejó correr una silenciosa lágrima por su mejilla, apoyo su frente en el frío vidrio de la ventana y susurró.

Ciel: Lo siento tanto... De verdad.

Una vez Jeremy estuvo dentro, arrancó y salió de la propiedad Phantomhive para iré en dirección a Bedlam. 
El viaje fue silencioso. Ciel solo pensaba, en sus padres, en su hermano, en su tía Ann y en lo mucho que la extrañaría. Comenzo a ponerse nervioso, por lo que llevo su dedo pulgar a su boca y comenzo a morder levemente la punta de este... Algo que solía hacer cuando se sentía estresado o alterado. Muchas personas confundieron este comportamiento como su estuviera chupando su dedo, pero en realidad usaba los dientes.
Una vez estuvieron frente al hospital, este solo se sorprendió de el bonito jardín que tenía. Un edificio grande y al parecer viejo. Bajaron del auto y encontraron algunos doctores se sorprendían de ver a alguien entrar de manera tan tranquila.
Uno de los doctores lo llevó hasta su habitación,  un cuarto de cuatro paredes mucho más pequeño de lo que solía ser la de  su casa... Paredes blancas, sábanas blancas, un ropero y una mesa de luz blancas. Todo de ese mismo color.

Doctor: Si necesitas algo, solo avisa.

Ciel: Gracias.

El mayor salió de la habitación y cerró la puerta con llave.
Se quedó solo, algo a lo que realmente no estaba costumbrado. Nunca había estado totalmente solo, y sintió miedo. Se sento en el suelo, con la espalda contra la pared, abrazo sus piernas y comenzo a mirar a todos lados, sentía como sus lágrimas salían sin control alguno. Seria una noche realmente larga

Mientras tanto, en la mansión Phantomhive, las cosas no estaban realmente tranquilas.
Ella tiró un florero contra el espejo de su habitación, haciendo que ambos se rompieran en pedazos, casi tantos como los que ella se había roto. Se arrodilló en el suelo, sollozando y abrazando su panza.

Rachel: ¡Aaaahh!

Gritaba ella en el piso.
Su esposo se arrodilló a su espalda y comenzó a acariciarla en silencio, tratando de consolarla.

Rachel: ¡¿Como pudiste?! Con mi pequeño...

Nada en la mansión estaba tranquilo.
Mientras en la habitación principal el amo trataba de consolar a su esposa... En la habitación de los niños, el mayordomo estaba parado junto a el pequeño de ojos azules. El menor estaba sentado en la cama de su hermano... A quien se habían llevado.

Lapiz: ¿Cuando volverá?

El hombre anciano solo dio un suspiro, acarició la espalda del niño y respondió.

Tanaka: No tengo una respuesta exacta para esa pregunta.

Lapiz: Tanaka ¿Tu...? ¿Tu crees que él realmente esta loco?

Tanaka: ¿Quiere mi sincera opinión?

El jovencito solo afirmó con la cabeza.

Tanaka: No. No creo que su hermano esté loco.

Lapiz: ¿Entonces porque se lo llevaron? ¿Porque nones pudo quedar en casa?

Tanaka: Señorito... Aún si su hermano no está loco, no significa que no hay cosas que nosotros no podamos entender de él. Por más que lo intentemos, no somos capaces de entender su mente, porque es más complicada que la nuestra. Y le voy a decir algo muy importante.

El mayor se arrodilló frente a el joven, quien daba media vuelta para poder observar al hombre japonés.
Tomo sus pequeñas manos, y con sus pulgares lo acariciaba.

Tanaka: El señorito Ciel volverá... Porque si lo hará. Pero se sentirá mal, ya que en donde está lo harán sentir diferente.

Lapiz: Ciel es diferente.

Tanaka: Correcto, y que lo sepa es bueno. Pero lo harán ver como si fuera algo malo. Y él se sentirá culpable... Por no ser normal, por pensar distinto, por ser "malo". Y usted, como su hermano tiene que hacerle ver que ser distinto es bueno... Y que es una persona especial y amada.

El menor comenzó a sollozar mientras se escapaban unas lágrimas.

La noche seria larga y dura para todos los integrantes de la familia Phantomhive. Pero con la diferencia que, mientras en la mansión sufrían todas juntos... En el palacio de Bedlam, el joven Ciel la pasaría solo.

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Hospital real de Bethlem: Hospital psiquiátrico ubicado en Londres, Inglaterra... Fundado en 1247. Lamentablemente ya no se encuentra en su ubicación original. Es reconocido como la primera y más antigua institución especializada en enfermos mentales. Se lo puede conocer con los nombres: "Santa María de Bethlem", "Hospital de Bethlem", "Hospital de Bethlehem" y "Bedlam"