La suave brisa movía las hojas del árbol con tranquilidad. El cielo estaba despejado y a lo lejos podía escuchar la manera en que los demás jugaban a la orilla de la pradera. Sus pequeños piecitos descalzos se apoyaron suavemente contra el césped y Dust soltó un pequeño suspiró mientras acariciaba un poco al pequeño conejito en su regazo.

"¿Y Bien? " escuchó de repente. Abrió los ojos sin darse cuenta de cuando los había cerrado y simplemente sus ojos entrecerrados observaron al ajeno colgando de cabeza frente suyo. Killer parecía una de esas arañas que tanto odiaba cuando hacía eso "¿Qué?" fue la simple y suave respuesta que este obtuvo.

El peligris simplemente soltó una risa antes de dejarse caer con facilidad. Incluso de manera inconsciente, Dust no podia evitar fruncir ligeramente el ceño cada vez que observaba las incontables vendas que cubrían los brazos del otro junto a las curitas adhesivas.

Se escondió un poco más entre la sombra del abrigo que era demasiado grande para él una vez que el otro niño se acercó. El mayor tenía esa sonrisa grande y brillante que usaba cada vez que había hecho alguna travesura "¿Te gustó entonces?" Killer prácticamente lo acorraló contra el tronco en ese instante. Y Dust ni siquiera se movió.

Sus ojos regresaron hacia la pequeña criatura que permanecía dormida encima suyo. Se quedó pensativo por algunos segundos antes de encogerse de hombros y asentir ligeramente "Es bonito y suave. " admitió entonces. Una de sus manos pasó hasta acariciarlo de nuevo.

Killer simplemente se acercó más. A veces lo hacía preguntarse si es que no conocía el concepto del espacio personal o sencillamente no le importaba, en cualquier caso simplemente lo observó "¿Y....?" repitió este alargando la letra de manera juguetona.

Se quedó callado por algunos segundos, antes de negar ligeramente con la cabeza para si mismo. Sus mejillas se sonrojaron ligeramente cuando entonces tomó el rostro del mayor "Y.." completó entonces. Sus miradas se encontraron por algunos cuantos segundos "Me gustó. Gracias kills. " dijo al fin y entonces se acercó lo suficiente para que sus labios se rozaran en un pequeño beso casto.

Era un gesto ingenuo e infantil, sin ninguna clase de malicia por parte de ninguno de los dos. Una vez que se separaron Killer tenía la sonrisa más brillante que Dust había visto en su vida y este simplemente se acurrucó junto al otro, apoyando su cabeza entre sus propios brazos "Feliz cumpleaños, Dusty. " finalizó con simpleza.