Capítulo 3: Disputa entre hermanos.
Thor se levantaba confundido, observando como el vil asesino al cual estuvo a punto de matar se sujetaba el cuello mientras se ocultaba tras el dios de las mentiras, quién sostenía su cetro dorado con fuerza y miraba con furia al dios del trueno.
-Loki ¿Que crees que haces?- pregunto terminando de reincorporarse, haciendo que el mencionado diera un paso adelante y le apuntara con su arma.
-¿Qué hago? ¡¿Qué hago?! ¡¡Protego a mi hijo de tu barbarie!!- estallo Laufeyson.
-La protección es para los niños, tu hijo a cometido atrocidad tras atrocidad en Midgard y cada ocasión escapa impune, ya me canse de eso-
-¡Es tu sobrino! Y tu estabas dispuesto a matarlo, y lo que es peor, planeabas dejarlo a merced de los mortales-
-¡Mis acciones son consecuencias de las tuyas! Nunca lo reprendiste, nunca hubo el menor de los castigos, ahora ya es tarde para eso- afirmo el pelirrojo, afirmando el agarre sobre su martillo, mientras el artefacto místico desprendía electricidad -Así que hazte a un lado- amenazo, avanzando lenta pero decididamente.
-¡Un paso más! ¡¡Un más maldito paso más!! ¡¡¡Y te asesinare!!!- Thor se detuvo un momento, entrecerrando los ojos. Loki apretaba los dientes, tanto que sentía como si fueran a romperse, mientras sus ojos emanaban un potente brillo verde, estaba más que decidido a hacer lo necesario y Thor lo sabía. De forma desafiante, Odinson dio un paso más.
Laufeyson disparo un potente rayo mágico, acompañado por el grito que daba libertad a toda la rabia comprimida en su interior. Aunque Thor puso a Mjolnir frente a si, este no pudo contener tanto poder, generando una explosión que lanzo al dios cientos de metros, destrozando arboles y rocas con su cuerpo hasta caer en una laguna, rodeada por elevaciones de terreno, como si estuviera dentro de un gran pozo en medio del bosque. Por su parte, ambos gigantes resultaron ilesos, gracias a un escudo mágico generado por el progenitor.
El hijo adoptivo de Odín observa el rastro de destrucción dejado por su hermano, esperando unos segundos antes de reaccionar, dándose la vuelta y sujetando a su hijo del hombro para llevárselo de ese lugar. Es cuando escucha un sonido, uno que en particular ha escuchado muchas veces antes.
De inmediato empuja a su hijo a un costado, dándose la vuelta en un intento de evitar lo inevitable. Sin nada que hacer para impedirlo, recibe el impacto de Mjolnir en el pecho, que lo arrastra por el suelo varios metros mientras lo electrocuta, haciéndole grita y provocando que se transforme, de manera involuntaria, en distintas bestias y criaturas durante el recorrido, hasta terminar como el más rastrero de los animales.
-¡Padre!- Vali corre a auxiliar a la ahora serpiente, pero frenando en seco al escuchar un golpe seco a sus espaldas. Voltea de reojo, encontrando a un empapado Thor, quién de un salto había salido de aquel agujero, lanzandole al gigante un rayo desde la palma de su mano, tirándolo al suelo.
El Jotnar, adolorido y aturdido por el shock eléctrico, se arrastra haciendo uso de toda su voluntad, en camino a su padre, más antes de llegar recibe una patada en el estomago, que lo hace rodar hasta quedar boca arriba. Al intentar reaccionar, su pecho es aplastado por el pie de Thor, quién escucha los quejidos del helado ser, el crujir de sus costillas y el incesante sisear de la culebra a unos metros de él.
-No se a que le temes tanto, tu propia hija es la reina del Hellheim, seguramente le dará un lugar privilegiado a su hermanito, quién sabe- Vali intento golpear el tobillo de Thor y en respuesta este le pisa la mano, fracturandole la muñeca y dirigiéndole ala palabra a él -Tal vez te haga príncipe, o te convierta en el guardián, ya lo descubrirás- Odinson descendió, golpeando con su rodilla el pecho de su "sobrino" y cargando su puño derecho de poder eléctrico. Por un momento, al escuchar los sonidos emitidos por Loki -que a pesar de no ser más que el sisear de una serpiente denotaban desesperación- pensó en perdonarlo, realmente no quería lastimar a quién el consideraba su hermano, pero estaba muy convencido de que Hela daría trato especial a Vali, de que lo trataría como rey, a pesar de que la diosa hacía tiempo tomo distancia de su familia para enfocarse totalmente en sus deberes y objetivos propios, volviéndose totalmente fría e indiferente.
Convencido de que era su deber, lanzo su puño, pero...
-¡Alto!- la imponente voz del padre de todo hizo eco kilómetros a la redonda y el puño de Thor, paro a un centímetro de la cabeza Jotnar.
-¿Padre?-
-Vuelvan los tres, de inmediato- ordeno, desvaneciendo su proyección de aquella isla.
Odinson estaba confundido, pero obedeció, levantándose para alivio de Vali y recogiendo su martillo para liberar a Loki, quien recupero su forma más habitual. Tenía un deseo inmenso de arrancar la cabeza de Thor, pero ahora el padre de todo exigía su presencia y no era casualidad que fuera justo un segundo antes de que la cabeza de su hijo se hiciera picadillo. Loki sacudió el polvo de su ropa y ayudo a su hijo a levantarse para después, con mucho recelo, caminar hasta la par de su hermano, dejando que este alzace su martillo y convocara al guardián del Bifrost, para así llegar los tres al reino dorado.
Una vez llegar, Thor pareció olvidar todo lo acontecido, saludando a Heimdall de manera habitual, como cada vez que regresaba de una de sus aventuras por Midgard o alguno de los otros reinos.
-O cierto, Heimdall, deje un dragón en la aldea de los mortales, ¿crees que podrías...-
-Ya me encargue de ello-
-Te lo agradezco amigo- termino el pelirrojo, caminando en silencio por el puente arcoiris y luego con total calma y aparente alegría por las calles de su pueblo, cosa que ponía furioso a Loki, a quién le costaba ocultar su desagrado y aún más mantener la compostura para no atacarlo en ese mismo instante.
Tras minutos de caminar, llegaron al palacio real, observando en sus escaleras como un par de Einherjar sostenía las cadenas que ataban el cuello del Skrill. La bestia tiraba y lanzaba dentelladas pero los hábiles guerreros la mantenían a raya y lo más quieta posible, a la espera de alguien. Thor se le acerco y el dragón de inmediato intento atacar, pero las cadenas se lo impidieron, gracias a una poderosa magia, estas evitaban que el reptil usara su poder de manipular la electricidad. El dios del trueno se mostró más calmado que la ultima vez, acercándose de a poco y calmando un tanto a la bestia, tomando la confianza para acercar la mano a su morro, pero retirándolo al poco tiempo para evitar ser mordido.
-Tu espíritu es fuerte, espero ser capaz de domarte- le hablo sereno, recibiendo un bufido molesto. Fue entonces que las enormes puertas se abrieron y por ellas cruzaron los reyes de tan majestuoso reino, Odín, dios de la magia, la guerra, la caza, la muerte y la sabiduría, y Frigg, diosa del cielo, el amor, la fertilidad y esposa de Odín. La presencia del supremo dios asgardiano fue suficiente para hacer callar al dragón, el cuál pudo sentir el inmenso poder de la deidad y se mostró sumiso.
-Es un bello ejemplar el que tienes aquí hijo mío- expreso la diosa, acercándose para acariciar el lomo del Skrill, quién lo permitió por temor al esposo de esta.
-Llévenlo a los corrales, donde no pueda dañar a nadie, pero trátenlo con respeto-
-Si gran Odín- respondieron ambos Einherjar, obedeciendo la orden y alejando al dragón, quien ya no opuso resistencia y camino de forma tranquila.
-Ahora, a lo que nos compete- dijo Odín, mirando a Loki, con una mezcla de decepción y tristeza en su mirada. Se dio media vuelta para ingresar a su castillo, siendo seguido por su esposa, hijo y nietos. Adentro, los esperaban guardias reales y todas las Valkirias existentes.
Los dioses y gigantes caminaron hasta llegar frente a un gran trono, donde Odín se sentó e hizo una seña con su mano. En consecuencia, los guardias se acercaron a Vali y lo inmovilizaron rápidamente, mientras a la vez, Thor y Frigg mantenían a Loki en su lugar, evitando que hiciera algo al respecto.
-Por favor hijo, no lo empeores- suplico la reina de los dioses.
Vali no pudo mostrar mucha resistencia, siendo reducido y acabando de rodillas unos metros frente a padre de todo, siendo mantenido en esa posición por dos guaridas que lo sostenían de los hombros, evitando que volviera a estar de pie.
-Vali Lokison, por mucho tiempo he tolerado tus ataques e invasiones al reino de Midgard, bajo las falsas promesas de que nunca se repetirá o que un castigo apropiado te espera, todas provenientes de tu padre pero nunca cumplidas- Odín se mantenía frío y pese a que quisiera protestar, Vali temía a la reacción que provocaría una contradicción -Y no solo me han mentido, me han tratado de idiota- la voz del padre de todo se volvió más profunda agrietando el descansa-brazos de su trono al apretar sus dedos -Afirman que las incursiones gigantes a la tierra no son orquestadas por ti. Bien sabes niño, que tengo ojos en todos lados- en ese instante, mientras el ambiente parecía oscurecer y la gravedad aumentar, dos cuervos llegaron volando, reposando sobre los hombros de su amo.
-Padre, por favor...-
-Silencio- mando callar Odín a su hijo adoptivo, sin dignarse a verlo -El castigo por atacar a los mortales bajo mi protección, mentirme y faltarme al respeto, es la muerte inmediata- sentencio, poniéndose de pie y señalándolo con el dedo.
-¡No!-
-Loki- Thor sujeto a su hermano, quién se había abalanzado para salvar a su hijo-
-¡Suéltame!-
-Pero- el gran y poderoso dios tomo asiento nuevamente -Por el gran amor que siento por mi hijo, e decidido perdonar tu vida- Vali exhalo aliviado de igual forma que su padre, pero aquello no era el final -Más de tu libertad, a partir de hoy quedas despojado, pasaras el resto de tus días en el calabozo, sin ningún privilegio. Pueden llevárselo- los guardias acataron la orden, llevándose a rastras a Vali, quién exigía ser liberado.
Loki no pudo hacer nada y solo se quedo parado, procesando lo que acababa de pasar. Poco a poco, la sala se fue vaciando, hasta que solo quedaron el, su hermano y sus padres.
-Lo disfrutas ¿no es así?- pregunto con la mirada baja.
-Se más claro hijo mío- pidió Odín. Loki apretó los puños y levanto la mirada, una de total furia y a pocos momentos de liberar lagrimas.
-¡Te divierte arrebatarme a mis hijos! Juzgarlos cual bestias y torturarlos frente a mi-
-Hago esto porque es mi deber, no lo disfruto en lo más mínimo Loki y me ofende que lo creas-
-Claro, todo trata ti, cuando alguien hace algo que te moleste en lo más mínimo, lo arrojas a los calabozos, a la inmensidad del mar ¡o a pudrirse entre los muertos!- la lanza de Odín golpeo el suelo, sacudiendo a toda Asgard.
-Por el contrario, les he dado un trato especial a todos y cada uno de tus engendros, he permitido ofensas graves de tu persona y de ellos y he omitido castigos más que merecidos, solo por ti. Pero esas bestias no saben controlarse, tu no haces nada para evitarlo y por más que trato de educarlos, nada funciona. Ya me canse, esta es la última vez que te doy a ti y a tu familia un trato preferencial- Odín observo a su impotente hijo adoptivo, quien con el orgullo herido, ya no supo que responder, a lo que el mayor solo suspiro cansado -Retírate Loki, podrás visitar a tu hijo a partir de mañana, ahora tengo algo más importante que atender-
-"Algo más importante"- susurro ofendido el dios de las mentiras.
-Si, eh de dar un anuncio sobre tu hermano, un hijo del que verdaderamente se puede estar orgulloso- menciono Odín, ahora con toda la intención de lastimar a Loki. El dios de casco dorado se dio media vuelta dispuesto a retirarse, sintiendo como su madre lo detenía al sujetarlo tiernamente de la mano, a la par que Thor se acercaba.
-Por favor hijo, tu padre solo...-
-Ni siquiera intentaste objetar- dijo dolido y decepcionado Loki, soltándose del agarre de forma brusca para largarse.
-----------------------------------------------------------------------
-¡Pueblo de Asgard! ¡¡Es un honor y un privilegio para mi anunciarles, que finalmente encontramos la manera de evitar el Ragnarok!!- anunciaba Odín horas después, desde un balcón de su palacio, hablando a toda su gente -¡Como sabrán, la señal que anunciaría la llegada de nuestro fin, sería la muerte de mi amado hijo Baldur, pero gracias a su bella reina, ahora nada sera capaz de hacerle daño! ¡¡JAMAS!!-
Baldur y Thor, que se encontraban a espaldas de su padre, avanzaron y saludaron, recibiendo la señal para actuar. Ambos hermanos se pusieron frente a frente, el dios del trueno alzo su martillo, convocando a los rayos para que lo impactaran, mientras el dios más bello solo saco el pecho, y para horror de todos, el asesino de gigantes golpeo con todas sus fuerzas al más amado de los dioses, generando un poderoso destello. Pero cuando todos pudieron ver nuevamente, quedaron atónitos, Baldur estaba intacto e incluso el mismo Thor parecía sorprendido, mientras que la reina dejaba ver lagrimas de alegría y Odín solo mostraba una sonrisa de orgullo y satisfacción.
Los asgardianos de inmediato celebraron aquello, su futuro lucía brillante por primera vez en mucho tiempo.
-Tus hijos reciben invulnerabilidad mientras los míos se pudren en sus prisiones. Pagaras por esto padre, pagaras-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro