Día 20

Steve viene a buscarme por la mañana para llevarme a clase, esa dichosa furgoneta vuelve a estar ahí.

- Oye Steve, desde hace unos días esa furgoneta está ahí parada - la señalo- cuando llego a casa, ella se va y por las mañanas está siempre ahí.

- De acuerdo, avisaré a Furia.

Cuando vamos camino al entrenamiento me pongo a pensar que pasaré unos días sola con Steve, es algo que tengo que aprovechar para acercarme a él.

- Bien, al igual que la agente Romanoff, te enseñaré a luchar cuerpo a cuerpo.

- Vale - le sonrío.

Nos situamos y empezamos, es un buen profesor, se toma su tiempo y sobre todo, tiene paciencia.

Luego de eso decide que salgamos a correr un poco, me cuenta cosas de él, y me dice quién es en realidad, ya que para mí solo son agentes, simples personas como yo, bueno sin poderes claro.

- Yo soy el Capitán América como bien sabes, SHIELD me encontró, estuve congelado en el hielo cerca de setenta años.

- ¿ Qué te pasó?

- No podía alistarme en el ejército, antes de esto - se señala a sí mismo - era un tipo que podias derribar con un solo puñetazo, pero un científico vio algo en mí, y me dio la oportunidad de entrar, probaron conmigo un suero experimental, para crear supersoldados y así poder combatir al ejército alemán. Pero cuando hicieron el experimento uno de los agentes de HYDRA, mató al científico y con él la oportunidad de crear más supersoldados. Luego de eso, decidí combatir contra ellos, y no me quedó más remedio que estrellar el avión en el que iba para poder salvarnos de la destrucción total.

- Vaya..... Steve, eso es increíble, sacrificaste tu propia vida por la de millones, eso es muy valiente.

- Gracias - me sonríe.

Al día siguiente, Steve me comenta que la matrícula de la furgoneta era falsa y que Furia pondrá una patrula en mi casa.

En el entrenamiento seguimos con la lucha cuerpo a cuerpo.

Intento golpearle con mi puño derecho, él bloquea mi golpe y con su pie golpea el mío, haciendo que pierda el equilibrio y me caiga.

- Vamos te ayudo a levantarte - me tiende la mano, la agarro y tiro por él, haciendo que caiga sobre mi, un movimiento que él no se esperaba.

- ¿ Nunca te han dicho que no te fíes del enemigo ?

- Me lo han dicho muchas veces - me sonríe.

Nos quedamos así unos segundos, nuestros ojos se miran y me acuerdo de lo que dijo Tony >.

Lo hago, lo beso, le coge de sorpresa, tarda un poco en responder, pero pronto me sigue. Me acaricia la mejilla, de pronto, se separa de mí, nos miramos, le sonrío pero él no me corresponde.

- ¿ Qué ocurre ?

- Se acabó el entrenamiento por hoy - coge sus cosas y se va.

Me quedo sentada un rato en el suelo, no creí que fuera a reaccionar de esa manera ante un beso, me siento mal, me siento rechazada.

Llevo ahí un buen rato y las lágrimas no tardan en salir.

- ¿ Oye, que haces todavía aquíe enana ? - Me pregunta Barton se acerca a mi y me ve llorando - Ehhh, ¿ que te ocurre ?

- He besado a Steve - digo entre sollozos.

- ¿ Y ?

- Se ha ido, no lo entiendo, puede que lo le haya gustado el beso, o yo.

- No es eso, creeme.

- ¿ Y entonces ? ¿ Por que se ha ido así ?

- Porque él... Perdió un gran amor en el pasado. Y no quiere pasar por lo mismo, sé que le gustas y mucho, le hemos intentado convencer de que dé el paso pero no se decide.

- Mañana lo hablaré con él, si es que aparece - digo eso último por lo bajo - ¿ y tú que haces aqui ?

- Aparecerá creeme - me abraza - solo venia a entrenar un rato, a veces me ayuda a relajarme un poco, pero mejor te llevo yo a casa, Steve no creo que lo haga, y asi de paso veo si sigue ahí esa furgoneta.

Nos vamos, por el camino ninguno de los habla, y cuando llegamos a mi casa ahí está la camioneta, otra vez.

- Informaré de esto, buenas noches pequeña.

- Buenas noches, Clint - le doy un beso en la mejilla y me bajo del cohe.

Durante la noche, me cuesta dormir, la situación con Steve sigue dando vueltas en mi cabeza y no se como afrontarlo y explicarle las cosas, termino derramando algunas lágrimas, porque siento que me ha rechazado, que no le gusto, y él a mi me gusta, y mucho.

A la mañana siguiente, él está ahí.

- Buenos días, Steve, quería explicarte lo que pasó ayer...

- Katya, lo hablamos luego - su tono de voz y su cara están serios - antes del entrenamiento, yo tambien tengo algo que hablar contigo.

- De acuerdo.

Nos vamos, las clase de hoy son eternas, estoy deseando poder hablar las cosas y solucionarlo todo. Cuando llegamos a la sala de entremaniento nos sentamos en las colchonetas para hablar.

- Oye, Steve lo de ayer fue...

- Lo de ayer fue genial - le miro sorprendida - verás, simplemente, me acobardé, mira, yo en pasado lo pasé mal, conocí a una mujer que lo era todo para mí y la perdí y no quiero volver a pasar por lo mismo.

- Steve, mira, creo que ya es hora de que mires hacia adelante - le agarro la mano y él las entrelaza - sé que has sufrido, ¿ y quien no ha sufrido por amor ? - le sonrío - pero si quieres ser feliz debes abrir tu corazón. Debes avanzar.

- Lo sé, quiero pedirte disculpas por la manera el que me fui ayer.

- Disculpas aceptadas. - Le beso la mejilla y me sonríe.

- Quiero hacer las cosas bien, ¿ que te parece si mañana vamos a cenar ?

- Eso suena genial.

- Bien, pues entrenemos un rato, no quiero que Furia se enfade.

Estoy realmente nerviosa, en una hora saldré a cenar con Steve y no sé que ponerme, me he probado de todo, al final me decido por un vestido.

- ¿ A donde vamos ? - le pregunto a Steve en el coche.

- Ya lo verás, es una sorpresa.

- ¡ Steve, me voy a caer ! - nos reímos, él está detrás de mi, tapándome los ojos y me guía por unas escaleras.

- Tranquila, yo te llevo confía en mí.

Al fin llegamos, el sitio en el que estamos hace viento, es extraño, pensé que iríamos a un restaurante.

- ¡ Sorpresa ! - Quita sus manos de mis ojos. Estamos en la azotea de un edificio, hay una mesa para dos decorada de una forma muy romántica y al lado hay un pequeño jardín.

- ¡ Guau, Steve, esto es impresionante ! ¿ Donde estamos ?

- En la azotea de mi edificio, esto es más especial y romántico que un restaurante y con mejores vistas.

- Ya lo creo, gracias.

Durante la cena, charlamos y nos reímos, todo es genial, la noche pasa volando, Steve, cada vez me gusta más. Cuando terminamos de cenar, nos acercamos al jardín.

- Esto es precioso.

- A que sí, es un sitio en el que suelo relajarme, cuando necesito pensar o desconectar, subo aquí.

- Gracias por enseñarme esto, Steve - él me abraza por detrás, y apoya su cabeza sobre mi hombro izquierdo, yo agarro sus manos que rodean mi cintura y las entrelazamos. Unos minutos despues, me giro y él me rodea la cintura mientras yo subo mis brazos a su cuello, esta vez es él quien me besa.

Despues de un rato de charla, risas y besos me lleva a casa.

Hoy es mi último día de guardia con Steve, no sé como haremos para vernos.

- ¿ Qué te ocurre ? Estás muy callada.

- Es que hoy acaba tu guardia, y no nos veremos tanto, o incluso puede que no nos veamos.

- ¿ Por eso estás así ?- Asiento - No te preocupes, eso lo solucionaremos, ya verás, puedo llevarte e ir a buscarte yo, luego tendrás entrenamiento con quien te toque y en el descanso podemos vernos, ¿ que te parece ? - me dice entusiasmado.

- Me parece bien - lo beso.

En el entrenamiento, Selene se presenta para ver como van mis progresos, y no parece gustarle, no sé cual es su problema, pero pienso solucionarlo.