16
Salí temprano de casa, pasé por la escuela a arreglar las cosas de la matrícula con mi mamá y después llamé a Jimin para que me dijera donde estaba. Me había dicho que cuando terminara lo llamara.
Bien, está un poco lejos pero si tomo un taxi no tardaré más de quince minutos en llegar.
Estoy triste, YoonGi Oppa no contesta a mis llamadas. Creo que de verdad se molestó mucho conmigo, pero es que no es justo lo que me pide. Jimin no es mala persona y yo lo quiero. Me bajé del taxi y vi a Jimin parado cerca de mi, me saludó con una sonrisa y yo corrí hasta él.
– Hola Jimin.
Le dije y sin previo aviso sentí sus brazos rodearme, Jimin me estaba abrazando. Alcé mis manos y lo abracé, pobre, debe estar muy triste y desanimado. Yo me siento igual al saber que las cosas entre mi mejor amigo y yo no están bien.
– Está bien – le di palmaditas en su espalda – No estés triste – al fin pude ver su rostro luego de que se separara de mi. Estaba llorando, Jimin es un chico muy sensible – ¿Qué tal si vamos y compramos helado? ¿Quieres?
No dijo nada y tomé su mano para comenzar a andar, él apretó mi mano y susurró algo.
– Lo siento – fue lo que escuché. Me giré para mirarlo y me estaba viendo – Siento mucho que tengas que pasar por un mal momento por mi culpa. JungKook... hablaré con él y le diré que te deje en paz. No me importa si nunca me perdona, pero no voy a permitir que te trate mal.
¿Qué? ¿Cómo Jimin sabia lo que me había hecho JungKook? Espera... ¿YoonGi? ¡No puedo creer que haya hecho eso!
– ¿YoonGi te dijo cosas feas? – apreté mis puños, él no tenia el derecho de hacer eso.
– SuMin – Jimin se acercó y me vio a los ojos – Te quiero, de verdad te quiero mucho. Eres una gran amiga para mí, pero es mejor que ya no lo seas.
– No... Jimin, no le hagas caso a YoonGi. Él no sabe lo que dice, ¿por qué te quieres alejar de mi? ¡Somos amigos! – mis lágrimas estaban a punto de salir.
– Ya no quiero ser tu amigo... la... la verdad yo nunca quise ser tu amigo – ¿qué? ¿De qué habla? Jimin está muy raro.
Volvió a tomarme de la mano y me llevó hasta su auto, abrió la puerta y vi las flores que había visto y la cajita. Las tomó y me las extendió.
– ¿Ves esto? – las miré – Las compré para ti, no porque seamos amigos, sino porque me gustas y quería dártelas y pedirte que fueras mi novia.
¿Novia? ¿Le gusto a Jimin? Pero... ¿cómo sucedió esto? Desde cuando le gusto y por qué yo no me había dado cuenta. Esto no puede ser real, Jimin es mi amigo y lo quiero como tal.
– Esa es la razón del por qué ya no podemos ser amigos – habló y tiró las flores y el regalo a la basura – Lo siento.
Entró al auto y sin decirme nada más se marchó.
Jimin...
(...)
No entiendo, ¿¡por qué me pasó esto!? ¿Acaso hice algo para que se fijara en mi? Yo siempre lo traté como un amigo. Y quiero que vuelva a ser mi amigo porque me siento mal si no está. La clase de danza terminó y lo vi alejarse sin mirarme siquiera una vez. Tampoco habló con JungKook quién se había quedado de último conmigo en el aula.
Mala persona, lo miré con resentimiento y recogí mi mochila para irme.
– Oye SuMin – me llamó he intentó tomar mi mano pero lo empujé.
– ¡Suéltame! – grité y me soltó – Ya no me hables nunca JungKook.
Seguí mi camino mientras aguantaba las ganas de llorar. No quería decirle eso, pero él había sido muy malo conmigo y con Jimin.
¡Además de que no me quiere y me trata mal!
Llegué al aula de piano y allí estaba Oppa con los demás, detrás de mi llegó JungKook, había olvidado que él también vendría a esta clase.
– YoonGi – lo llamé.
– ¿Qué? – respondió.
– ¿Por qué no respondes mis llamadas?
– ¿Para qué? De todas formas no te importa lo que yo diga – se alzó de hombros.
¡Me dan ganas de jalarle los cabellos! ¡Por su culpa Jimin tampoco me habla!
– Perdón – pedí y me miró.
– Voy a comenzar la clase, después hablamos de esto.
La clase estuvo bien, en ningún momento YoonGi Oppa miró a JungKook, el problema vino después de la clase.
– ¿Tienes algún problema conmigo? – preguntó JungKook luego de ver su nota del día.
– Por supuesto, y cómo tú no sé dividir las cosas y la tomo con cualquiera en cualquier momento – respondió acercándose a él.
Esto no me gusta.
– ¡Ya! – grité cuando los vi casi al pelear.
(...)
Shh no los soporto, debería tener amigas. Aunque dicen que son más complicadas que los chicos.
Llegué al trabajo y vi a alguien frente a mi, era una chica. Era coreana pero su piel era más dorada y tenia algunos rasgos americanos.
– Hola – saludé.
– Hola, tu debes ser SuMin, ¿verdad? – asentí y ella sonrió – Mucho gusto, mi nombre es Lizi Jung y trabajo aquí a partir de hoy, el turno antes que el tuyo así que nos veremos mucho.
– Mucho gusto – sonreí también. Me cae bien y su sonrisa me es conocida – Me alegra tener una compañera aunque nos veamos solo unos minutos – reí.
– ¡A mi también! – chilló – Bueno te dejo que tienes que trabajar, hasta mañana.
– Hasta mañana.
Comencé a trabajar y casi al cerrar llego él. De nuevo aquí pidiendo bebida. Se las di y las bebió sentado en el banquillo de la tienda por fuera. Cuando llegó la hora de cerrar, cerré todo y me dispuse a irme.
Pero JungKook no me dejó, estaba frente a mi, tan cerca que todo mi cuerpo tembló.
Oh Dios mío, ¿que está pasando? ¿Por qué JungKook está tan cerca de mi y mirándome así? Sus ojos están clavados en los míos fijamente, trago en seco y desvío la vista.
– Mírame – dijo, y con su mano alzó mi rostro para que lo mirara.
JungKook es tan hermoso, me gusta. Pero yo no le gusto a él.
– Déjame, tengo que irme.
Lo empujé para quitarlo de encima de mi, él se alejó y yo intenté caminar para irme. Pero me tomó del brazo y me volvió a acorralar contra la pared.
– ¿Te gusto? – preguntó y yo abrí mis ojos muy grandes.
Mi corazón comenzó a palpitar como loco, estaba en lo cierto. Él me gustaba. Suspiró al no recibir respuesta y sentí el olor a bebida. Está así por culpa de ella, no quiero que JungKook esté así.
– Vamos, te ayudaré a ir a casa – tomé su mano – Voy a llamar a YoonGi Oppa.
– ¡No lo llames! – me arrebató el celular de las manos. Su cuerpo se pegó mas al mío y su mano estaba detrás de mi cabeza – No llames a nadie.
En un solo momento sus labios estaban sobre los míos, JungKook me estaba besando nuevamente, tal y como la primera vez. Sin delicadeza, sin dulzura y sin amor. JungKook nunca me besará con amor, el nunca me amará.
– JungKook... – traté de hablar en sus labios, pero no me hizo caso. Simplemente apretó más su agarre y me besó más intensamente.
Cerré mis ojos y me dejé llevar por él, abrí mi boca y lo besé también tratado de seguir su beso, sus labios saben tan bien y son muy suaves, me gustan. Me encantan, desearía que me besara de verdad, con amor y deseándolo.
Sus manos descendieron hasta mi cintura y allí las dejó, atrayendo mi cuerpo hacia el de él. Mi corazón volvió a dar un vuelco al sentir su cuerpo contra el mío de esa manera.
JungKook siguió basándome, pero de un momento a otro sus labios ya no estaban en los míos sino en mi cuello y sus manos habían llegado a parar a mi trasero, me estaba tocando y esto ya me estaba asustando, ¿qué le pasa? ¿Por qué está haciendo esto? Yo no quiero.
– Basta – traté de detenerlo con mis manos – Ya... JungKook no quiero.
Se detuvo, y todo quedó en silencio nuevamente. No sé cómo está, no quiero mirarlo.
– Estúpida.
Fui lo último que dijo y se fue sin más, dejándome allí sola. Si, eso es lo único que soy para él: una estúpida.
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