14
Oh no, esto no está pasando. Dios y ahora que va a pasar, no quiero verlo. JungKook sigue mirándolos completamente destrozado, sus manos están apretadas hechas puños.
Jimin se dio cuenta de nuestra presencia y parecía estar igualmente herido y lo sé, sé cuanto hizo para que esto no sucediera, pero al final pasó y no creo que vaya a salir bien. No al ver así a JungKook.
– ¿Qué... qué es esto? – habló con la voz entrecortada. Miró a Rosé y luego a Jimin – Dime Jimin, ¿¡qué demonios es esto!?
– JungKook... no, no es lo que estás pensando. Puedo explicarlo, te lo juro hablemos – se acercó a Kook pero éste lo empujó hacia atrás tan fuerte que lo hizo caer.
– Jimin – corrí hasta él para ayudarlo, sus codos estaban sangrando por el golpe. Él no se merece esto, no hizo nada – ¿Por qué no dejas que te explique? ¿No es tu amigo? Deberías confiar en él antes que todo, no te ciegues pensando que es el culpable.
– ¿Quién demonios te pidió que te metieras? Esto no es asunto tuyo, piérdete antes de que pierda la cabeza – me amenazó, pero yo no me asusté. Me quedé allí.
– JungKook – al fin la chica habló – Me gusta Jimin, siempre me ha gustado. Por eso es que me hice tu novia, para estar cerca de él.
Por Dios, ella de verdad que no tiene corazón, ¿cómo es posible que diga eso así como así frente al chico que la ha querido tanto? JungKook la miró con sus ojos llenos de lágrimas y mordió su labio. Rió.
– Así que eso es todo, nunca me quisiste – sus palabras eran más duras para él de lo que quería demostrar.
– Sí.
JungKook se dio la vuelta para irse sin decir una palabra más y mi corazón se rompió al ver su espalda, ¿por qué me duele tanto verlo así? No es mi problema, JungKook no es nada mío y además me odia, entonces, ¿por qué siento que su dolor es mi dolor?
– Tengo que ir a hablar con él – Jimin se levantó del suelo – Yo... tengo que explicarle, él me tiene que creer – sus manos estaban temblando y lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas.
– Está bien Jimin, él te creerá – sequé sus lágrimas – No llores, ¿sí? Todo se arreglará.
Y lo abracé, sé lo que es sufrir por creer que perdiste a tu mejor amigo. Lloré muchas veces cuando pensaba que jamás volvería a ver a YoonGi y era realmente doloroso así que puedo imaginar como se siente Jimin.
– ¿Es ella no es cierto? – Rosé preguntó y Jimin la miró con odio.
– Vete de una vez – le dijo – Ya conseguiste hacer que JungKook me odiara, ¡largo de aquí! No te quiero ver más en mi vida, aguanté todo este tiempo tus cosas por él y porque me dabas lástima, pero ya no. No pienso seguir aguantándote ¡No me gustas! ¡Eres la peor persona que he conocido, me das asco!
Terminó de decir y se marchó dejándola ahogada en llanto, no voy a decir que estuvieron bien todas las cosas que Jimin le dijo, pero estoy segura de que se las merecía, por hacer sufrir a dos personas sin importarle nada más que ella. Espero que aprenda la lección y no vuelva a hacerlo nunca.
Caminé por los pasillos buscando a JungKook por todas las aulas, pero ni rastro de él. Espero que esté bien.
– ¡SuMin! – Hoseok me llamó, fui corriendo hacia él – ¿Sabes que pasó con JungKook y Jimin? No vinieron a la clase y tu tampoco, ¿sabes algo verdad?
Le conté todo a Hoseok y me dijo que iba a buscar a Jimin porque sabía que de los dos, él era el que más iba a sufrir con todo esto. Así que se marchó y me pidió ir en busca de JungKook, pero no lo encontré en ningún lugar. No respondía su celular y después estaba apagado, busqué su dirección pero tampoco estaba en casa.
Ya no sé que más hacer ni donde buscar. Estoy muy preocupada, tanto que estoy a punto de llorar, quiero ver a JungKook y saber como está.
Mi celular comenzó a sonar y al ver la pantalla era YoonGi Oppa.
– Sí – contesté.
– ¿Dónde estás? Es hora de que te vayas al trabajo, te puedo llevar si quieres.
– No, estoy cerca. Puedo ir sola – colgué y seguí caminado.
Llegué a la puerta trasera y me impresioné al ver a JungKook ahí sentado, mi corazón dio un vuelco y se descontroló.
– JungKook – me agaché frente a él – Al final te encontré.
Alzó su rostro para mirarme, sus ojos estaban tristes y llenos de lágrimas. Alcé mi mano para acariciarlo pero me detuvo.
– No estoy aquí para ver tu lástima – dijo tan frío que me dolió – Abre esta mierda para que me vendas alcohol.
Se levantó y golpeó la puerta.
– ¿¡Qué esperas!? – me gritó.
– No voy a venderte nada, no puedes beber en tu estado – lo enfrenté – ¿Crees que bebiendo lo vas a resolver? Sí, es cierto. Lo olvidarás por unas horas, pero cuando el efecto pase, todo volverá. Dime, ¿tiene sentido que lo hagas?
– ¿¡Y a ti que te importa!? – me empujó contra la puerta haciendo mucho ruido – Eres una maldita estúpida, no te hagas la inteligente conmigo.
Mi corazón estaba latiendo muy rápido, JungKook me había empujado tan fuerte que me había hecho daño y ahora, me lo estaba haciendo más al decirme todo eso.
– ¿Por qué eres así conmigo? – no puede aguantar mis lágrimas – ¡Dime JungKook! ¿Que te hice para que me trates de esta manera?
Y comencé a llorar sin poder aguantar más, pensé que había cambiado conmigo, incluso pensé que le gustaba un poco. Pero ya veo que solo se estaba divirtiendo.
– SuMin.
YoonGi.
Oppa me miró y al ver mi estado dirigió su vista a JungKook enfadado. Caminó hacia él, sabía que lo iba a golpear así que lo detuve.
– No Oppa – lo abracé para que no siguiera caminado hacia Kook – Estoy bien, JungKook ya se iba. No es su culpa que yo esté así – miré a JungKook quién seguía allí – Vete.
Y se marchó, te odio JungKook. No quiero verte nunca más.
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