11
YoonGi se separó de mi y reparó en JungKook quién estaba a la entrada del aula con los brazos cruzados y una pesada sonrisa en los labios.
¿Qué fue lo que dijo? ¿Está loco? Cómo va a pensar que YoonGi y yo podemos tener esa relación, el es mi amigo. Y los amigos no hacen eso.
— ¿Necesitas algo? — preguntó tranquilamente, y se acercó al castaño.
— Por supuesto, vengo a inscribirse en su clase ¿Se puede profeso Min? — alzó sus cejas y lo miró. Ambos se estaban viendo a los ojos, muy fijamente.
Tal parece que a los chicos les es muy fácil mantener la mirada así, yo no puedo. No si me siento nerviosa ante alguien.
— Claro — dijo, y dio media vuelta para buscar algo en su escritorio.
Ellos siguieron hablando acerca de la inscripción, así que decidí irme. Menos mal que JungKook no siguió con su insinuación, creo que YoonGi no lo escuchó.
— ¿Jimin? — me lo encontré sentado en el suelo del patio. Había decidido salir un rato a tomar aire — ¿Qué haces?
Parecía triste, y lo comprobé cuando me miró y vi sus ojitos así. Me senté a su lado y tomé su mano, solo para que supiera que estaba aquí y que podía contar conmigo, espero que no sea nada relacionado con lo que vi.
— SuMin, la vida es tan difícil. — suspiró — ¿Por qué tenia que ser así? ¿Por qué tenia que ser yo?
— No lo sé Jimin. Supongo que las cosas que pasan es porque así deben ser, pero siempre puedes seguir adelante lo sabes.
— Voy a perder a mi mejor amigo, y solo por un capricho de la vida — contó — Y al final para nada.
— ¿A qué te refieres? No puedo entenderte si no sé de qué me hablas — dije — Aunque está bien si no quieres decirme.
— La razón por la que quise que te hicieras pasar por mi novia, es por esa razón que estoy así. Todo es por ella, por Rosé — ¿qué pasa entre ellos? La verdad no puedo entenderlo — Está enamorada de mi, y me lo dijo estando con Kook, es mi mejor amigo así que no haría nada para dañarlo. Por eso le dije que se alejara, que no dijera esas cosas a nadie. La rechacé... y después de eso, comenzó a inventar cosas de mi. Que era gay, que era un estúpido que nunca tendría una novia. Todo lo hizo por venganza y la verdad eso no me importaba, a mi solo me importa que Kook no salga herido porque él la ama mucho, ella es como su mundo. Por eso dije frente a Rosé que eras mi novia, para ver si se alejaba de mi de una vez. Pero no funcionó y ahora me dijo que le dirá a JungKook todo, le destrozará el corazón, y me odiará.
Dios mío, esa chica es una bruja ¿Cómo es capaz de hacer eso con Jimin? Si lo ama cómo ella dice, no debería estar haciendo eso, es muy egoísta su amor. Puedo entender que le duela que Jimin no la ame, pero no hay razón para que haga algo así.
Pobre JungKook, he visto como habla de ella. Aquella vez en la fiesta, lo vi besarla y abrazarla. De verdad se veía completamente enamorado. Si ella le dice eso, sé que saldrá herido.
Tomé la pequeña mano de mi amigo y la entrelacé con la mía.
— Jimin pero... tienes que hablar antes tú con JungKook. Decirle todo, tal vez se moleste. Pero va a ser mejor, él sabrá que tu no tuviste nada que ver con ella — o si. El beso, pero ella fue la que lo besó. Jimin no tiene la culpa.
— ¡Jimin-shi! — ay en serio. Creo que JungKook me sigue — ¿Que haces?
Le preguntó y luego me miró. Ambos volteamos los ojos al hacer contacto visual.
— ¿Te pasa algo? — Jimin negó — ¿De verdad? Te veo algo...
— Estoy bien — se levantó — Me tengo que ir, hasta luego — se despidió y se alejó rápidamente.
Mejor me voy antes de que JungKook recuerde mi presencia y comience con sus pesadeses. Hice amago de irme pero...
— Alto ahí — dijo, me detuve y lo miré. Se acercó a mi hasta quedar frente a frente. No quiero que JungKook sufra, ni tampoco Jimin — Está bien, te voy a dejar estar en nuestro grupo. Pero no te hagas ilusiones, no es porque me agrade la idea, es solo porque el profesor lo quiso así y los chicos también. Solo te voy a decir una cosa — acercó su rostro al mío y abrí mis ojos muy grandes. Esta cercanía me pone mal — Mejor hazlo bien, no quiero que nos rebajes.
Parpadeé varias veces. Sí, al parecer para Jeon JungKook soy la persona más estúpida del mundo ¿Acaso no ve algo más en mí?
— Sí, Señor — respondí y me di la vuelta para irme a clase.
— Es por este lado — retrocedí y pasé por su lado con las mejillas a punto de estallar.
Si sigo comportándome así no haré que cambie su opinión acerca de mi. Espera... ¿me importa que cambie la manera de verme? Mm... creo, creo que sí. Sería genial si JungKook me pudiera ver como alguien capaz.
(...)
¡Sí! Al fin las clases habían terminado, libre al fin. Pero tengo que ir a trabajar, que malo. Recogí mis cosas y me fui al baño. Me daría una ducha antes de irme. En estos días hace mucha calor.
Me duché rápido y me cambié de ropa, salí revisando mi celular para ver los mensajes de YoonGi Oppa ¡Se había ido pensando que yo lo había hecho! Mala suerte, ahora tendré que caminar.
— SuMin, todavía estás aquí — al llegar fuera de la academia me encontré con Jimin, Hoseok y JungKook.
Este último me estaba mirando con una sonrisa, podía decir que era la de siempre. Pero no lo era, algo estaba diferente, ¿que era?
— Sí — contesté al fin — Quería ducharme antes de irme a trabajar.
Expliqué y Hoseok me dedicó una sonrisa antes de subirse al auto de Jimin. Ya me iba, incluso había dado un paso hacia atrás. Pero al escuchar a JungKook me detuve.
— ¿Por qué no la llevamos Jimin? Es casi de noche y su trabajo está algo lejos.
Parpadeé más de cien veces, no daba pie con bola con lo que habia escuchado ¿Estaba yo alucinado? Al parecer el calor me habia quemado los cables y ahora escuchaba a JungKook ser amable, JungKook preocupándose por mi.
¡Alto ahí vida!
— Si SuMin, anda sube. Te llevaremos — Jimin me sonrió tan ampliamente que sus ojitos desaparecieron haciéndolo ver muy tierno.
Caminé indecisa al auto, no por Jimin obvio sino por el conejo, ¿qué se traía entre manos? ¡Ay espera! No me digan que ya le caigo bien, ¡que bueno! Soy feliz.
Bien, ahora no sabia para donde mirar. Jimin estaba conduciendo, Hoseok iba en el asiento del lado y JungKook y yo detrás. Esto se habia puesto muy incómodo y es qué; habiendo tanto espacio aquí: JungKook estaba casi encima de mi. O sea, su perfecto y bien trabajado cuerpo estaba pegado al mío. Por Dios ayuda.
Sentía su mirada sobre mi y ni loca me iba a mover, si lo hacia iba a tocar algo que no debía. Relamí mis labios y al hacerlo me maldije.
— ¿Te pongo nerviosa? — susurró muy bajito en mi oreja.
Ahora sí, morí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro