-Ya está.- Asentí en silencio mientras Azusa ataba la venda en mi espalda.- no tardará... mucho en sanar- dijo y volví a asentir.- Ten- le miré- Llévaselas... a YoonAh- recogí las vendas que me tendía y me levanté de la cama.

Sin despedirme salí de la habitación

Caminé con prisa a la habitación de Jennie, justo donde después de curar sus heridas, dejamos a YoonAh, llevaba ya bastantes horas inconsciente, pero al menos no estaba muerta.

Sabíamos que pasaría esto, sabíamos que Ruki haría algo así, si YoonAh no llega a salir de esa habitación la habría matado; cuando llegué a la habitación me encontré a MinHa y a Yuma discutiendo en la puerta, sin querer entrar en su conversación ingresé en la habitación, saludé a Jennie que estaba sentada en un escritorio enfrente de una ventana y yo tomé asiento en la silla al lado de la cama de YoonAh.

Agarré su mano, estaba fría, así que la puse entre mis dos manos para darle algo de calor, aunque eso fuera algo que mi salud de este momento no me permitiera.

Oh, Yoonnie, las dos estamos para el arrastre.

-¿Te encuentras bien?- Jennie se acuclilló a mi lado, asentí. No tenía ganas de hablar. -¿Tus heridas están bien?- asentí- ¿Te quieres venir conmigo a mi apartamento?- negué, Azusa era como una lapa, si me voy a un sitio que conoce, me seguirá.- Cómo tú veas, confío en ti.

<<Y yo en tí>> le quise contestar, pero a cambio yo le sonreí, entonces YoonAh comenzó a abrir los ojos.

-Hola- le susurré y acaricié su mejilla. Jennie y MinHa se acercaron a nosotras- Azusa me dio vendas para ti- le sonreí.

-Yuma te trajo comida, frutas- MinHa señaló un pequeño  bol encima del escritorio en el que estaba sentada Jennie, entonces todas la miramos esperando que dijera algo.

-A mí no me miréis, Kou quiso cantarte, pero más que cantar, incordia, así que le eché de aquí- todas sonreímos.

-Gracias- murmuró Yoonnie al borde del llanto- gracias por salvarme, os quiero mucho- entonces me lancé a abrazarla.

-Nosotras también te queremos- dijo Jennie abrazándola.

-Te queremos mucho- dijo MinHa apuntándose al abrazo también.

-Mucho mucho- murmuré contra el pequeño cuerpo de YoonAh, que volvía a ser cálido.