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—Ese cariño... ¿Es igual al que sientes cuando me veo como tu mascota? —preguntó Lapis.

Peridot se quedó perpleja ante la situación. Lapis al no tener respuesta se levantó de la mesa para subir a la habitación y hacer como si nada estuviera pasando pero la rubia era consciente de que no estaba bien dejarlo así.

—¿Qué ocurre, Lapis? —se quedó en el asiento mostrándole a ella que no se iba a mover de ahí hasta que hablaran.

Pero Lapis aseguró que no pasaba nada.

—Parece que sí ocurre algo —insistió al ver aquella sonrisa forzada.

—Quizás he pensado en cosas que no debo —dijo volviendo a la mesa con un semblante preocupado.

—¿Como cuáles?

—En la forma en que me miras... Pero tal vez es la forma en que yo te veo...

Aquellas palabras provocaron un cosquilleo que recorrió la parte baja de su cuerpo.

—¿Y de qué forma es?  —se atrevió a preguntar antes de bajar la mirada para que la chica no notara el enrojecimiento de sus mejillas.

Escuchó a Lapis hablar sobre besarla para poder hablar el mismo lenguaje y pensó que era un truco sucio, después habló de besarla de nuevo y señaló la posibilidad de que ella sintiera atracción por Lapis.

Peridot no podía verla a la cara porque era cierto que se sentía atraída por su apariencia humana; además ya lo había confesado con anterioridad...

Quedó absorta con el tema, dándole vueltas en su cabeza y sin hacer ningún comentario.

—No tienes qué comprarme nada... Yo estoy diciendo cosas tontas, no merezco tus atenciones... —dijo Lapis para romper el silencio antes de levantarse de la silla.

—Tal vez tienes razón... —se atrevió a decir de entre todas las ideas que iban y venían a su cabeza. —Tal vez sí es distinto el cariño que siento ahora —añadió.

Era obvio que no era capaz de sentir lo mismo cuando la veía en su forma felina como cuando la veía con aquella apariencia humana.

—Y quizás sí correspondo a ese beso hipotético... —terminó diciendo pero incapaz de afrontarla cara a cara.

—Pero aún no estoy segura... ¿Está bien sentir eso? —levantó la mirada—. ¿Ésto es correcto?

—Yo... —los nervios hacían que sus piernas y su voz temblaran. —Siempre me has gustado... Y si pudieras verte a través de mis ojos podrías entender por qué lo digo... Eres todo lo que necesito y...

—Eso es porque no conoces a otras personas —dijo con un nudo en la garganta. —Hay personas que son maravillosas, hay mejores opciones...

—¿Crees que no conozco el mundo exterior? —la interrumpió molesta—. Conozco más de lo que tú imaginas pero como te dije allá afuera, mi corazón está aquí contigo, en ésta casa... A tu lado y de la forma que sea.

—¿Entonces por qué nunca dijiste nada? ¿Por qué tuve qué descubrirte para saber quién eras? —reprochó de pronto. De verdad había algo dentro de ella que le molestaba la idea de haber sido engañada por tanto tiempo.

—No podía hacer eso... Temía a la reacción que pudieras tener y porque se supone que no debemos hacer eso, porque si los rumores son ciertos, puedo desaparecer, ¿lo olvidaste? ¡Es cuestión de lógica, Peridot! ¡Yo debo cuidar cada paso que doy para que nadie me aleje de ti! ¿Entiendes?

...

*Yo escribiendo los diálogos*