— ¿de verdad quieres qué lo haga?— preguntó seriamente. Era tan serio que causaba un escalofrío en el chico de cabello negro.

— ¿enserio lo harías?— preguntó el de ojos gatunos retadoramente, no iba a perder, esto había dejado de ser una conversación "normal" y pasó a ser un juego de quién podría cumplir.

— ¿quieres comprobarlo?— dijo con un toque de picardía y burla.

— hazlo... Si es que puedes— dijo tomándolo del cuello de la camisa y acercándolo a él. Sus narices ya rozaban, ninguno se movía pero se miraban retándose entre sí.

El chico de cabello negro sintió unos dedos tocando su bulto por encima de la ropa, se sorprendió pero nunca se negó. El rubio se alejó del rostro del otro y se fijó en el gigantisco bulto en el pantalón del mayor. Desabrochó los botones de dicho pantalón y los bajó.

— ¿puedo bajar el boxér?— preguntó algo sonrojado, no hacía falta preguntar pero lo hizó para que Plagg no se sintiera incómodo.

— hazlo— dijo y pasó su mano por los cabellos dorados del otro. Plagg se sentó en el orillo de la cama y Adrien se arrodilló en el suelo; antes de empezar la verdadera diversión se aseguraron de cerrar la puerta con seguro.

El oji-verde estaba nervioso, era la primera vez que hacía algo así. Bajó poco a poco la ropa interior de Plagg, revelándo la enorme erección que tenía. Adrien se asustó un poco, era muy grande, esperaba que el tamaño fuera así porque estaba levantado, nuestro querido risitos de oro es tan inocente.

— ¡¿cuánto mide esto?!— exclamó sorprendido y mirándolo de arriba a abajo.

— 22 centímetros— respondió el chico que se encontraba sentado en la cama, por alguna razón se sentía orgulloso de ello.

<<¿Así se sienten los hombres que tienen penes grandes?>>

Pensó con una sonrisa orgullosa y contenta.

— es... Muy grande— masculló, apenas se le entendió lo que había dicho.

El muchacho tomó el miembro del otro, era grueso, tan grueso que no alcanzaba a rodearle el pene con toda su mano. Comenzó a mover la mano de arriba a bajo, al principio lento y después rápido.

— ah...— jadeó con una voz ronca.

De repente, el menor detuvó su movimiento, él otro estaba a punto de refutarle pero este presionó con su dedo pulgar la glande del peli-negro.

— ¡ah!— gimió, sentió una descarga eléctrica pasar por toda su columna.

— parece que te gusta ahí— susurró con una voz lasciva, Plagg no se podía sentir más excitado como ahora, era tan extraño escuchar ese tono en el rubio, pero le pareció tan sensual que era como escuchar la voz de un ángel susurrándole en el oído.

Siguió tocando la glande para después presionar la punta y masajear por último los testículos del mayor. Él gruñía por el placer que estaba sintiéndo en su cuerpo. Quería venirse, quería que ese espeso líquido salpicara en la cara del modelo.

— perdón por esto— dijo por adelantado y acercó la boca del rubio e introdujó su pene de una sola estocada, no lo introdujó todo ya que no cabía en la cavidad bucal del menor. Adrien se atragantó e hizó una mueca de dolor, inmediatamente Plagg sacó su longitud de la boca del contrario, el oji-verde toció un poco y tomó aire.

— lo siento, ¿fue muy repentino?— preguntó preocupado el mayor.

— sí, deja que yo lo haga. Si querías que lo metiera en mi boca sólo debiste decírmelo— mencionó con un tono compresivo, no iba a regañarlo por algo así.

— ¿podrías lamerlo?— preguntó tomándo una de las mejillas del que se encontraba arrodillado en el suelo con la palma de su mano.

— con gusto— aceptó con una sonrisa pícara.

Tomó el falo y lo lamío desde la punta hasta la base, metió la punta en su boca y chupó hasta donde pudó, lo cual no era ni la mitad de aquel miembro.

— Adrien, hazlo más rápido, eyacularé pronto—pidió, el muchacho sólo asintió y siguió chupando, el de ojos gatunos tomó con algo de rudeza los cabellos rubio del muchacho y movía la cabeza de este hasta donde podía. Ya sentía su pene a punto de explotar, necesitaba sacarlo todo, quería llenar la cara del contrario con ese líquido blanco.

— ¡ah...!— gimió con algo de fuerza y salió disparado el semen de la punta de este. Por suerte, Adrien había alcanzado a sacar el falo antes de que este se viniera. El semen cayó en todo su rostro.

— ¡¿por qué te corriste en mi cara?!— exclamó apretándo el miembro de Plagg con fuerza.

— ¡auch! ¡Duele, duele! ¡Suéltalo!— exclamó haciéndo gestos de dolor, Adrien lo miraba esperando una respuesta— ¡porque me parecía más excitante!— contestó finalmente, sintió como su pene era liberado y suspiró con un toque de paz.

El rubio solo se fué al baño a limpiar su rostro, ¿pero a quién quería engañar? Antes de lavarse la cara lamió un poco de aquel líquido de su mejilla.

<<Es dulce, pero también tiene un toque amargo>>

<<Plagg, me encanta tu miembro. Esto sólo es una prueba más de que soy gay>>

✖✖✖

Ambos chicos estaban acostados en la cama, estaban muy aburridos. Pero los dos sólo pensaban en lo que había pasado en la mañana.

— oye, Adrien—

— ¿mhm?—

— me encantó la mamada que me hiciste, gracias— agradeció con una sonrisa pervertida. Adrien se sonrojó estrepitosamente.

— por nada. Cuando quieras otra me avisas— bromeó para después dejar escapar una risilla.

— con gusto lo haré— siguió el juego y ambos ríeron. Están hechos el uno para el otro.

El fin de semana transcurrió con normalidad, al Padre de Adrien, Gabriel Agreste, se le hacía extraño que su hijo no saliera del cuarto, suponía que podría ser la adolescencia o estaba descansando de todo.

Ya era lunes, por lo tanto las clases volvieron, Plagg se negaba a ir pero al final terminó sucumbiendo a las plegarias del rubio. Ahora mismo se encontraban caminando a la escuela, el peli-negro solo pensaba en por qué había a ceptado.

<<¿Por qué no me negué? ¡Es que su cara adorable pidiéndome que fuera fué más fuerte que mi fuerza de voluntad!>>

Pensaba mientras caminaba.

El sonido de la campana inicial avisaba que las clases comenzarían. Todos los estudiantes estaban en sus respectivas aulas a ecepción de unos pocos que se escondían solo por no querer ir a clases. Adrien y Plagg ya estaban sentando en sus asientos esperándo que la maestra llegará a explicar el nuevo y muy probablemente aburrido tema.

La azabache que se encontraba sentada en frente de él se giró y le sonrió nerviosamente, al modelo no le quedó más que devolverle la sonrisa con amabilidad y cortesía. La oji-azul parecía buscar impacientemente una nota de papel rosa que se encontraba en su mochila, tomó aire y miró fijamente a el oji-verde. Plagg estaba cauteloso y curioso a lo que preguntaría la muchacha.

<<Se ve muy nerviosa y está sonrojada. ¿Le va a pedir qué sea su novia? ¡Ja! ¡Querida Marinette, si supieras que él es gay!>>

Plagg no hacía más que burlase de la azabache mentalmente y reír en sus adentros.

— ¿A-Adrien, te g-gustaría salir c-conmigo?—

💫💫💫

¡Hola! ¡Nuevo cap! Una mamadinguis bien rikolina 7u7
Vamo' a calentar un poco las cosas por aquí ;v
Si les gustó el capítulo regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)