Y bueno, aquí estamos, en mi casa, en silencio y yo con los nervios a mil. Es tan vergonzoso, al menos para mí. Suspiré tratando fallidamente calmarme.

— ¿estás bien? Estás sudando mucho, chico— dijo pasándome un pañuelo, maldito... Si supieras lo que quiero decir pero no soy capaz, ¡agh, qué estrés no poder decir las cosas como quiero!

— s-sí, estoy bien— contesté tomando el pañuelo y secándome la frente. Plagg se sentó en el sofá y sacó unos refrescos enlatados de su mochila, abrió uno y tomó de él.

— ¿quieres?— preguntó, asentí, él me lanzó la bebida y yo la tomé fácilmente, la destapé y bebí. Esto me calmó un poco. Me senté a un lado de él, voy decirle pero no puedo mirarlo a la cara, así que escondí mi cabeza entre mis piernas y comencé a hablar.

— ya estoy listo. Puedes hacerlo—

Mi novio estaba atónito, me observaba con atención, no hagas eso por todos los cielos, sólo me haces sentir más avergonzado e incómodo, inevitablemente me sonrojé y tapé aún más mi rostro.

— lo siento, no pude oírte. ¿Podrías repetir?— dijo con un tono arrogante y burlón, desgraciado... ¿Disfrutas molestarme, verdad? Te daría una gran insultada pero eso sería pasarme de la raya.

— ¡pues que ya puedes cogerme, idiota!— exclamé tomándolo del cuello de la camisa y mirándolo algo furioso. Ahh, qué fastidioso; tenía una sonrisa arrogante y algo lasciva.

— con gusto. Pero déjame hacer algo primero— dijo, ¿hacer qué? ¿Buscar condones? No lo sé, pero estoy feliz de finalmente haberlo dicho. Estoy ciertamente emocionado.

POV PLAGG

¡Sí, aceptó! ¡Por fin podré saber que se siente tener sexo! Ya quiero escuchar sus gemidos como en esos vídeos. Pero... Quiero qué lo que hagamos sea algo romántico y no algo forzado. Sé que Adrien puede llegar a ser muy, muy cursi, y por eso mismo tengo que prepararle algo romántico, quiero que él recuerde ese momento para siempre.

Y cómo llevo tiempo esperando esto, ya tenía todo casi listo. Fui al cuarto de él rápido, cerré las ventanas junto con las cortinas, con este clima es mejor, coloqué rosas por todos lados, no, no pétalos de rosa, sólo rosas rojas y blancas, también puse unas cuantas velas aromáticas, no sólo daban un delicioso aroma a vainilla, sino que también le daban un toque más glamuroso e iluminado. Dejé lo que necesitaba cerca y tomé una caja de chocolates y un ramo con flores, elegí tres tonos para las rosas: negras, blancas y rojas. Sé que a Adrien le gusta ese tipo de películas y series donde el protagonista es súper cursi y detallista con la enamorada del mismo. Bueno, cumpliré uno de sus deseos. Caminé de nuevo hasta la sala y me hice delante de él.

— ¿podría recibir este humilde obsequio, mi amado príncipe?— dije con un tono de "caballero" y le hice una reverencia, le mostré las flores y la caja de chocolates. Quisiera decir que estoy siento totalmente serio pero estoy que me cago de risa.

— oh, sí, mi leal plebeyo— dijo siguiéndome el juego con un pequeño enrojecimiento en sus mejillas.

— ¡oye!— ¡¿por qué "plebeyo"?! ¡¿Yo intentando ser romántico para ti y me sales con eso?! Me ofende muchísimo.

— sólo bromeaba— su risilla era evidente, no creo que sigas riendo cuando te penetre.

— sí, sí—

Él las tomó y las dejó en un florero vacío qué se encontraba cerca. Me besó la mejilla con cariño y me sonrió.

— oh, te tengo otra sorpresa— mencioné con emoción, lo tomé de la mano y lo llevé hasta su propia habitación— cierra los ojos— dije, él hizo lo que le pedí y abrí la puerta. El aroma de vainilla llegó a nuestras narices de inmediato, delicioso. Le susurré que abriera los ojos y lo hizo, su rostro se iluminó, se veía tan emocionado.

— Plagg, es hermoso...— comentó mirando todo el lugar, ahora se viene la acción, estoy tan emocionado como nervioso. Él se acercó a mí y me besó con ternura, casi al instante lo convertí en un beso apasionado, se estaba comenzando a convertir en un beso violento, como si buscáramos devorarnos mutuamente. Lo cargué, él enrolló sus piernas en mi cintura y se dejó cargar, claro, sin dejar de besarme. Lo deposité suavemente en la cama y continué con el movimiento de nuestros labios, me mordió con algo de fuerza el labio y yo introduje mi lengua en su boca hasta encontrarme con la lengua de él, las entrelazamos apasionadamente, por la orilla de la boca de mi príncipe recorría un hilo de saliva; nos separamos y respiramos profundamente.

— Adrien...— susurré cerca de él, me besó con amor y se separó, acarició mi mejilla y mi cabello. Él asintió, me estaba dando permiso de seguir, lo besé de nuevo con la misma pasión de antes, creo que hasta más. Descendí mis manos por debajo de su camisa y toqué sus pezones suavemente.

— ah...— jadeó casi inaudible, qué lindo, es sensible ahí. Le quité la camisa y la arrojé por algún lado del cuarto, pellizqué sus sensible pezones con algo de rudeza— ¡ah...!— gimió de nuevo pero un poco más fuerte, tapó su boca apenado y miró hacía otro lado, me acerqué a su oreja y la mordí.

— déjame escuchar tu voz, por favor— dije con una voz ronca y sensual. Adrien tragó saliva pesadamente, debe de sentirse intimidado por mi tono, acaricié sus dorados cabellos con ternura, su cuerpo se destensó un poco y se dejó llevar.

Continué pellizcando sus botones rosas, incluso se pararon, no sabía que los hombres podíamos hacer eso. Lamí la punta, lo metí en mi boca y mordí uno de ellos, Adrien parecía resistirse, oh querido, no podrás por mucho. Seguí descendiendo por su abdomen hasta llegar a su parte baja, le quité los pantalones al mismo tiempo que me deshacía de mi ropa, sólo quedé en boxér, se veía claramente ese bulto y no solo yo, Adrien también estaba excitado. Bajé su boxér y miré su miembro, debe de medir al menos 18 centímetros, nada mal, lo metí en mi boca y lo lamí, Adrien me ha hecho mamadas al menos tres veces, no puedo ser tan torpe en esto. Chupé con algo de fuerza, él tenía sus dedos enredados en mi cabello controlando mis movimientos. Estaba tan excitado que en menos de cinco minutos se vino, ¿hace cuánto no se masturba? ¿Tres, cuatro meses? ¿Estaba tan contenido?. Salió mucho semen, el cual me tragué, Adrien respiraba algo agitado, se ve tan lindo. Pasemos a lo más interesante, saqué un lubricante de uno de los cajones de la mesita de noche.

— ¿ah?— estaba confundido, parecía que no se esperaba esto.

— lo compré recién leí que para le preparación necesitaba dilatarte la entrada— contesté, aunque no hizo la pregunta directamente sé qué se lo estaba preguntando mentalmente.

Abrí sus piernas lentamente, lo miré un momento a la cara, se estaba tapando el rostro con sus manos.

— tranquilo, tendré cuidado— mencioné con un tono amable, él se destapó el rostro y me sonrió, dándome la aprobación de proseguir.

Ahh, su entrada. Me coloqué un poco del lubricante en los dedos, era un líquido muy espeso, supongo que eso lo hace más manejable. Pasé mis dedos alrededor de su ano y poco a poco introduje el primer dedo, mi dedo índice.

— ugh, está frío, se siente raro— comentó con las mejillas rojas.

— meteré el segundo, ¿listo?— pregunté, sólo por si las dudas, él asintió y con cuidado ingresé el segundo dedo, comencé a moverlos lentamente, Adrien hacía gestos que sólo hacía que me excitaran aún más, quiero verlo hacer más de esas deleitantes expresiones así que los comencé a mover más rápido en un vaivén, los sacaba y los metía.

— ¡mhn...!— el sonido de su voz llega hasta lo más profundo de mí. Es tan lindo. Hice un movimiento de tijeras con mis dedos, ya comenzaba a dilatarse más, así no le va a doler tanto. Quiero meterlo de una vez pero debo prepararlo bien, demonios. Moví mis dedos de manera rápida, de la punta de su pene comenzaba a salir pre-semen; palpé hacía arriba, sintiendo algo suave.

— ¡AH!— gimió sorprendido— ¿qué... Dónde estás tocando?— preguntó confuso y respirando entrecortado.

— oh, ¿te gusta aquí?— dije arrogantemente y volví a presionar hacía arriba, el gimió de nuevo con fuerza— parece que aquí está es tu próstata— comenté.

— ¿c-cómo sabes de eso?— tartamudeó, está tan excitado que apenas puede hablar correctamente. Seguí tocándolo allí repetidas veces, incluso temblaba del placer. Su cuerpo ya se estaba acostumbrando a mis dedos, lo cual es algo bueno para ambos. Saqué mis dedos y bajé mi boxér..

— ¡espera, aún no lo metas!— pidió con ojos suplicantes y una voz temerosa.

— ¿eh? ¿Por qué? — pregunté confuso, he esperado tanto para esto que quisiera metértelo de una vez pero eso te lastimaría.

— es muy grande, me da... Miedo— susurró, con cada palabra que decía se iba haciendo su tono de voz más bajo pero entendible para mí.

— prometo cuidarte— dije besándolo tiernamente en su frente. Acerqué mi pene a su entrada y lo restregaba con ansiedad, poco a poco fui introduciéndolo.

— ¡a-ah, espera!— pidió con sus ojos cristalizados.

— apenas va la cabeza, sé que puedes soportar más— dije sonriéndole calmadamente.

— ¡a ti no es al que le está doliendo!— exclamó haciendo un puchero bastante adorable a mi parecer.

— buen punto— concordé relajado, seguí metiéndolo cuidadosamente, Adrien estaba mordiendo una almohada para reprimirse sus gritos— ya voy en la mitad; te meteré el resto algo brusco, lo siento— mencioné, él estaba confundido y sorprendido, y justo como dije metí la otra mitad de golpe, de una sola vez.

— ¡AHHH!— gritó, unas lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas, de seguro le dolió, ¡¿por qué no me pude controlar?! ¡Plagg, ubícate, necesitas cuidarlo! Pero por otro lado, su interior se siente espectacular, era tan húmedo y apretado.

— lo siento, lo siento— me disculpé, Adrien intentó calmarse y casi lo logró, de no ser porque me moví un poco, respiró hondo, me hizo un gesto de que no me preocupara.

— no te muevas aún— dijo suspirando, estaba encima de él observando cada una de sus expresiones y acciones. Después de unos minutos intenté moverme pero no pude.

— oye, Adrien. Me agrada que me aprietes pero no puedo siquiera moverme— mencioné haciendo evidentes esfuerzos de moverme— relájate— dije, si no se relaja esto será imposible, por lo visto, destensó su cuerpo lo que me facilitó las movidas, comencé con embestidas suaves, soltaba uno que otro jadeo pero yo quería escuchar sus gemidos. Prepárate Adrien, te daré tan duro que mañana no podrás ni levantarte de la cama, me moví con fuerza y bruscamente.

— ¡UGH!— exclamó arqueando su espalda mientras yo soltaba gruñidos por el placer, se aferraba a las sábanas de la cama como si su vida dependiera de ello. Empecé a darle fuertes embestidas, tanto que hasta la cama ya rechinaba. Qué imagen tan hermosa, su cuerpo estaba sudando, su cabello estaba desordenado de tanto movimiento, sus mejillas estaban rojas y sus ojos llorosos. Gemía y gritaba.

Me detuve de repente y saqué mi miembro, lo metí de golpe y hasta el fondo. Un gran grito de Adrien resonó en la habitación, que bueno que nadie está aquí más que nosotros.

— Ahh... Eso me... Gustó— susurró. Pasó sus brazos por mi cuello y me besó apasionadamente mientras se lo metía y sacaba. En un momento le dí una estocada que toco su punto P y tembló, incluso rasguñó mi espalda.

— Plagg...— me nombró cuando se estaba corriendo, oh, segundo orgasmo. Y solo bastó con meterlo y moverme dentro de él. Su cuerpo hace que quiera saborearlo hasta la última gota, devorarlo. Se ve tan indefenso ahora que quiero darle más fuerte. Me quité de encima de él, tomé sus caderas y lo atraje a mi con fuerza, podría decirse que le estaba partiendo hasta el alma, sus gemidos llegaban a mis oídos y se esparcían por cada rincón de la habitación.

— ¡PLAGG!— gritó, sonreí con lujuria, se siente bien, realmente bien. Su interior es estupendo, la sensación que me causa es de querer venirme de una vez— más...— dijo con un hilo de voz. Tus deseos son órdenes, mi príncipe. Lo penetré bestialmente mientras lo masturbaba, su cuerpo temblaba y su espalda se arqueaba, sin decir las cantidad de rasguños que tenía en mi espalda por las uñas de él.

Dejé bastantes marcas en su cuerpo y él en mi cuello, me mordió la clavícula con fuerza, hasta sacarme un poco de sangre. Finalmente me vine dentro de él, saqué mi pene con cuidado y me acosté a un lado de él.

— fue asombroso— comentó besándome con la poca energía que le quedaba, tal vez en la próxima pruebe otras posiciones con él.

— definitivamente— concordé respirando profundo. Todo eso me dejó sin aliento.

— gracias por esta nueva experiencia. Plagg, te amo— agradeció mientras se quedaba dormido encima mío.

— yo también te amo, Adrien— dije acariciándole su despeinado cabello. Me quedé dormido abrazándolo, estamos desnudos pero... ¿Eso importa ahora? Ya ví cada rincón de su maravilloso cuerpo, no tiene nada que ocultarme. El sexo entre hombres es estupendo y glorioso, deseo repetir esto contigo, mi adorado príncipe.

💫💫💫

¡Hola! Nuevo cap, finalmente lemon 7u7 es la primera vez que escribo una escena sexual entre hombres, no me juzguen. Siento que me quedó del asco pero ya qué, mejoraré poco a poco. Si les gustó el cap regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)