2°- "Viviendo como un humano"
— P-Plagg... ¡Eres un humano!— exclamó sorprendido el rubio. ¿Cómo era eso posible?
— ¡¿s-soy... Un humano?!— gritó asustado y empezando a correr por todo el cuarto. Adrien se abalanzó sobre él y le tapó la boca.
— ¡shh! ¿Quiéres que los demás descubran que hay otro chico aparte de mí en esta mansión?— le sermoneó algo molesto. El rubio pensó de inmediato en el maestro fu, de seguro él sabría que hacer.
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— ¡maestro fu!— exclamó el chico entrando rápidamente con el chico de cabello negro, quien se le veía molesto.
— oh, Adrien. ¿Qué te trae por aquí?— preguntó el anciano con su tono amable de siempre.
— maestro, Plagg se transformó en un humano— respondió con preocupación. Se sentía agobiado de que su kwami le pasara esto y peor aún, que él no pudiera evitarlo.
— ¿mhm?— musitó confuso. Miró al otro chico que lo acompañaba. Él estaba jorobado y se le veía enojado. Observó bien sus ojos, dándose cuenta de que sus pupilas eran alargadas.
— ¿por qué estás enojado?— preguntó el guardían de los Miraculous. Su respuesta definiría si de verdad era Plagg o no.
— ¡tengo hambre! ¡Quiero queso, maestro!— contestó algo exasperado— ¡me siento tan débil!— dijo con un tono drámatico y sobre-actuado.
— ¡Tch! ¡Toma!— el oji-verde le lanzó un pedazo de queso. Sí, definitivamente ese era Plagg.
— ¿cómo sucedió esto?— preguntó el veterano comenzando a preocuparse.
— estabamos luchando contra un nuevo akuma, se llamaba Humanizator, él lanzó un rayo que cayó sobre los aretes de Ladybug y mi anillo— explicó tratando de ser lo más claro y breve posible.
El viejo pensaba y pensaba, nunca había visto algo así en todos los años que llevaba cuidando los Miraculous. Hasta que finalmente se le vinó una idea.
— talvez cuándo el rayo tocó el Miraculous, también tocó a Plagg. Ya qué el poder de ese akumatizado era humanizar cosas, supongo que humanizó a Plagg y posiblemente a Tikki— comentó y explicó siendo breve y tratándo de ser entendible.
— ¿Tikki?— preguntó confuso el rubio.
— ese es el nombre del kwami de Ladybug— contestó el maestro fu.
— ¿y qué se puede hacer ahora?—
— realmente no creo que haya un remedio para esto. Y en caso de que lo hubiera tardaría un tiempo en conseguir todos los ingredientes— expusó tocando su barba, auqella acción le daba un toque a su personalidad interesante y cómico.
— ¿entonces?— intervinó el de cabello negro.
— Adrien, tendrás que vivir con Plagg como si el fuera un humano mientras busco una solución— respondió tranquilamente.
— ¡¿eh?!— músitaron los dos al mismo tiempo.
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Ambos estaban en el cuarto del modelo. Se encontraban sentados cada uno en un extremo de la cama. Se veían molestos.
— ni siquiera sé por qué estamos molestos el uno con el otro, si soy yo quien tiene la culpa— comentó el oji-verde de repente y bajó la cabeza.
El chico con orejas de gato cambió su semblante. Lo único que conservaba de su forma de kwami eran las orejas, las pupilas y las garras.
— Adrien, no es tu culpa— dijo acercándose y dándole palmaditas en la espalda.
— tengo que hacerme cargo de esto, es mi responsabilidad— masculló el modelo— Plagg, ponte de pie y derecho— pidió el chico. El ex-kwami obedeció. El otro muchacho se paró al lado.
Evidentemente, Plagg era más alto, tal vez unos veinte o treinta centímetros; no, más bien una cabeza. Era bastante alto.
— ¡qué molesto! ¡Eres más alto qué yo!— exclamó cruzándose de brazos.
— y mayor que tú— añadió burlesco.
— ¿eh?—
— sí. No olvides que tengo unos cuántos miles de años, al menos unos 10.000 diría yo— dijo sonriendo ladinamente. — ¡eres el menor!— resaltó riendo como loco.
— pareces de 16 o 17 años— comentó— voy a intentar inscribirte en mi instituto, así te tendré bien vigilado—
— sí, sí. Lo que digas—
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— ¡ahh! ¡Déjame ir!— gritaba tratándo de no entrar al baño el chico de cabello negro mientras el rubio lo empujaba.
— ¡tienes que bañarte!—.— ¡tienes que verte bien mañana!—
— ¡no, no quiero!—
A Adrien se le estaba acabando la paciencia. Se remangó la chaqueta y dió unos pasos hacía atrás, para después correr y empujarlo con todas sus fuerzas. El chico de cabello negro cayó en la tina llena de agua fría. Sus ropas se empaparon. El oji-verde se acercó.
— ¿puedes hacer desaparecer tus orejas?—
— no lo sé—
El chico lo intentó y para su suerte sucedió lo que Adrien quería que sucediera. Desaparecieron.
— bien. Bien—
Aún con la ropa puesta le lavó el pelo. Al otro chico que se encontraba en la bañera, disfrutaba del masaje de cuero cabelludo que le estaba brindando el contrario.
— listo. Báñate el resto del cuerpo tú solo— dijo.
— ¿y por qué no lo haces tú?— preguntó mirándolo suplicante. En las mejillas de Adrien apareció un pequeño rubor y desvió la mirada.
— no. No puedo. Punto— aclaró y salió.
Después de quince minutos salió el otro. Plagg tenía descubierto todo de la cintura para arriba, y de la cintura para abajo estaba cubierto con la toalla. Pequeñas gotas rebalaban por su cabello negro y desordenado.
<< ¡¿por qué tiene más abdominales que yo?!>>
Se preguntó el oji-verde en su mente.
— toma. Son boxérs—dijo y le pasó la ropa interior.
— ¿son tuyos? ¿Los haz usado?— preguntó curioso.
— ¿qué? ¡No! Me los dió mi padre el mes pasado, pero nunca los usé porque no me gustaron— respondió aclarando todo y haciendo ademanes con sus manos algo nervioso.
— ya veo—
— y también toma esto. No soy tan grande como tu, pero conseguí ropa grande para que lleves mañana— le pasó un conjunto de ropa bastante lindo, unos jeans algo ajustados, unos tenis y una chaqueta negra con toques verdes.
— ¡me gusta! ¡Gracias!— agradeció con una gran sonrisa el chico que aún se encontraba mojado. Adrien miró la sonrisa del mayor, era linda, tenía unos largos colmillos.
— ahora lo siguiente— dijo y cogió una lima de uñas— abre tu boca— ordenó. El otro se sentó en la orilla de la cama e hizó lo que se le fue ordenado. Adrien se acercó bastante y con la lima comenzó a limar los colmillos del otro.
— a-auch, ¡eso duele!— se quejó cerrando de inmediato la boca.
— por favor resístelo. Si mañana llegas con las uñas así de largas al igual que tus colmillos podrían sacar conclusiones descabelladas— dijo el menor. El otro muchacho suspiró molesto y abrió de nuevo su boca. Adrien continuó limando hasta que ya no se notasen los colmillos. Ahora se veía totalmente normal.
— dame tu mano—
El de pupilas alargadas obedeció y pasó su mano derecha. Limaron sus uñas hasta volverlas a las de un humano promedio.
— ya estás listo—
— ¿y mis pupilas?—
— si te preguntan, les dices que llevas lentes de contacto—
— está bien—
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— Plagg, ya duérmete— le pidió el rubio.
— ¡este sofá está muy duro! ¡Yo acostumbro a dormir contigo!—
— eso era antes. Antes eras pequeño, ahora eres grande, incluso más que yo—
— Adrien, por favor— rogó el chico con una voz adorable. Una voz qué enterneció al oji-verde.
— ¡está bien!— dijo finalmente. El peli-negro corrió y se acostó al otro lado de la cama. Estaba duermiendo solo con boxér mientras le conseguian más ropa.
El rubio trató de darle la espalda, se sentía avergonzado. De repente, sintió un brazo al rededor de su cintura. Un sonrojo apareció en sus mejillas. A pesar de que estaba tan oscuro, Adrien podía jurar que sus mejillas estaban rojas.
— Plagg...—
Lo llamó intentando que despertara para que él pudiera moverse. Quedaron cara a cara. El oji-verde observó la cara de su contrario, se le veía tan tranquilo.
<< a decir verdad, tiene un rostro lindo>>
<< espera, ¡a mí me gusta Ladybug! ¡Aparte, no soy gay!>>
Pensó y se regañó a sí mismo.
La piel del mayor se sentía fresca, era fría, no emanaba calor. Se sentía bien. El modelo miró a todos los lados asegurándose de que nadie lo estuviera viendo (aunque no había nadie, pero por si algo), undió su rostro en el pecho desnudo de Plagg. El peli-negro al sentir la calidez de su portador lo atrajó hacía él y lo abrazó aún más fuerte.
Sería una noche en la que Adrien no se sentiría solo físicamente en su cuarto.
💫💫💫
¡Hola! Segundo cap. Espero les esté gustando. No iré directamente al lemon, me tomaré el tiempo de desarrollar los sentimientos de los personajes.
Si les gustó el cap regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)
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