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08

Taehyung como siempre, había llegado demasiado temprano a la universidad. Ya era Lunes nuevamente y decir que su fin de semana no fue una montaña rusa de emociones no sería exagerar. Por un lado estaba su lobo, quien le pedía entre aullidos lastimeros que aceptara el cortejo de su alfa, por otro estaba su parte racional, quien se negaba aceptar a Jeon Jungkook como su alfa destinado, y por ultimo estaba el alfa, con quien platicó todo el fin de semana por mensajes. Jungkook era muy atento y lindo, pero no bajaría la guardia.

Volviendo al presente, se encontraba muy concentrado guardando unos libros en su casillero, una vez terminó cerro la puerta de este y pego un brinquito del susto al ver a Jungkook mirándolo fijamente.

—Buenos días, miel.

Taehyung gruño tiernamente ante el apodo que el alfa tan insistente le ponía.

—Buenos días y ya te dije que no me llames así —dijo entre dientes, haciendo al alfa sonreír de ternura, pues de verdad en vez de verse intimidante se veía como la cosita más tierna y sensible del mundo, Jungkook solo deseaba abrazarlo y llenarlo de besitos y mimos por horas enteras.

—Te traje esto —esta vez le tendió una cajita con muchas fresas. Todo el enojo que el omega sentía se esfumo y abrió su boquita y ojitos en total emoción.

Agarro la cajita de fresas y dio saltitos emocionado.

—Tienes el permiso de decirme bonito por todo el día —concedió el omega, sacándole una escandalosa risa al alfa.

—Vamos a las canchas —dijo él mayor, Taehyung asintió y Jungkook rápidamente le quito su maleta para cargarla él.

El peligris parecía estar en otro mundo, pues solo se dedicaba a admirar sus ricas fresas como si de un tesoro se tratara. Así que Jungkook aprovechando esto, tomo disimuladamente la pequeña manita del omega y este no pareció inmutarse en ello, pues al contrario de enojarse, afianzó el agarre. Jungkook quiso pegar un grito emocionado ante eso.

Caminaron por los largos pasillos sin decir palabra alguna, solo Jungkook con su corazón latiendo a mil por hora al estar sosteniendo la pequeñita y suave mano de su omega mientras este estaba embelesado admirando sus fresas.

Llegaron a las solitarias canchas y fueron a tomar asiento en las gradas, Taehyung inmediatamente rompió el contacto de sus manos para abrir la cajita y comenzar a degustar las fresas. Hizo soniditos de satisfacción mientras tenía sus mejillitas llenas de la rica fruta.

—Bonito —llamó el pelinegro al menor, el cual hizo un sonido para decirle que tenía su atención—. ¿Quieres ir al centro comercial hoy? —preguntó, fue entonces que Taehyung dejo sus fresas de lado y masticaba lentamente la fresa que yacía en su boquita hasta pasarla por completo.

—¿Qué pretendes Jungkook? —cuestiono, mirándolo acusadoramente. Él alfa levanto sus manos en señal de que él era inocente.

—Nada, solo quiero estar contigo —respondió y las regordetas mejillas del omega se pintaron de un lindo color carmín.

Taehyung apartó la vista nervioso y tomo otra de sus fresas, llevándola directo a su boquita mientras pensaba. La idea no era tan mala, después de todo él también quería estar cerca del alfa.

—Acepto solo si me dices de donde conseguiste estas deliciosas fresas —propuso y él mayor sonrió en grande.

—No será necesario, te traeré una cajita cada día —dijo y a Taehyung le brillaron sus ojitos color miel, asintiendo rápidamente.

Pronto los murmullos cada vez más cerca se comenzaron a escuchar, anunciando la llegada de nuevos alumnos. Ambos se levantaron de las gradas. Jungkook le entrego su mochila a su omega.

—Te veo en la salida bonito —se despidió y aprovechando que el omega estaba tomando otra fresa, dejo un rápido y corto beso en la mejilla del menor.

Taehyung chillo sorprendido y antes de si quiera poder reclamar o hacer algún berrinche, él alfa ya se encontraba corriendo hasta desaparecer de su vista. Sin querer, una sonrisa se dibujo en sus labios en tanto comenzaba a caminar para ir a su clase mientras seguía comiendo las fresas que el mayor le había traído.


—¿Listo? —pregunto Jungkook, dejando de recargarse en su motocicleta para ir hacia su omega y quitarle su pesada maleta.

Ya era hora de salida, tanto los amigos del alfa como los de Kim ya se habían marchado y ya el lugar estaba desolado. A decir verdad a Jungkook no le gustaba la idea de tener que esconderse, pues en realidad no estaban haciendo nada malo, pero Taehyung le había dicho que lo quería así y bueno, no es como si el estuviera en posición de poder quejarse.

Taehyung asintió a lo preguntado por el alfa y este mismo se acerco para colocarle el casco justo como lo había hecho hace unos días y después se puso el suyo. Una vez listos ambos subieron a la motocicleta y Taehyung por el latente miedo que sentía, nuevamente abrazo al alfa por atrás. Jungkook sonrío, traería más seguido al omega a su moto.

Sin más puso en marcha su motocicleta, listo para pasar una tarde completamente con su osito bebé.


—¿Comemos pizza o te gustaría algo más? —preguntó el alfa, caminando junto a Taehyung por todo el centro comercial.

Taehyung detuvo su caminar y frunció su ceñito, pensando seriamente en que deberían comer.

—La pizza esta bien. Que sea con mucho pepperoni y extra queso por favor —pidió, ambos comenzando a caminar nuevamente.

—Lo que el niño bonito pida —dijo el pelinegro con una sonrisa, haciendo sonrojar al más bajito.

Entraron a un gran local de pizza que allí había, viendo como quien atendía era un chico omega.

—Espera aquí bonito, iré a pedir la pizza —habló el pelinegro y Taehyung asintió, tomando asiento en una de las tantas mesas. Una vez lo hizo el alfa comenzó a caminar hasta la caja.

Momentos después Taehyung miro en dirección a la caja donde se encontraba el alfa con él omega que atendía, viendo como el chico le estaba coqueteando a su alfa. Su lobo inmediatamente se puso a la defensiva. ¿Por qué su alfa destinado tenía que ser tan guapo?

Refunfuñando se levantó de su asiento y fue a paso rápido hacia Jungkook quien se encontraba viendo el menú que estaba pegado en la pared, sin prestar tanta atención a su alrededor.
Sin decir nada Taehyung abrazó al alfa y escondió su carita en su pecho.

Mío —habló el más pequeño, Jungkook salió del trance en él que estaba por la acción del omega y fue entonces cuando se dio cuenta.

Él que estaba hablando no era Taehyung, era su lobo, quien estaba reclamando al alfa como suyo al estar impregnando su aroma en él.

—Bonito, cálmate, todo esta bien —decía Jungkook al omega que se encontraba llorando desde hace un rato.

Luego de lo sucedido, Taehyung había salido corriendo de la pizzería y el alfa lo había perseguido preocupado. Ahora mismo se encontraban en una fuente de agua que había en el centro comercial. Taehyung se encontraba sentado mientras Jungkook se encontraba arrodillado frente a él sosteniendo su rostro entre sus manos.

—E-es que y-yo no se que m-me paso, no debí hacer eso —respondió el menor, sollozando quedito mientras el alfa limpiaba las lágrimas que caían sin parar.

—No tienes por que estar así, bonito. No estoy molesto contigo, jamás podría estarlo —aclaró, sosteniendo aún el rostro del pequeño, intentando buscar su mirada. Taehyung conecto sus ojitos miel con los oscuros del alfa, rápidamente un destello azul apareció en los ojos del omega y un destello rojo en los del alfa, anunciando la presencia de sus lobos.

—Tú m-me tratas tan bonito y yo te trato muy mal s-solo por que no cumpliste con lo que quería de m-mi alfa destinado —habló entre tartamudeos por el llanto—. Y de la nada v-vengo yo y hago eso, no e-es justo para ti —dijo sollozando, desviando su mirada para no ver al alfa frente a él, este sonrió un poco, después de todo el omega si se preocupaba por él y sus sentimientos.

—Bonito, mírame por favor —pidió y el peligris obedeció, mirándolo con sus ojitos llorosos—. No importa, yo no estoy molesto, al contrario estoy feliz al saber que tu lobito ya me reconoce y me reclama como su alfa. Estoy feliz por que se que una parte tuya ya me acepta, solo falta ganarme la confianza y el amor de la parte restante —le regalo una cálida sonrisa.

Taehyung sin poder evitarlo sonrió y abrazo a Jungkook, este se sorprendió pero inmediatamente rodeó con sus fuertes brazos al más pequeño, quien pronto fue dejando poco a poco de llorar.

Su cita no había salido como él alfa la planeó, pero no se quejaba, por que después de todo lo que sucedió, una luz de esperanza de poder conquistar al niño bonito llegó a él.

-Nana.☁️

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El fic esta avanzando
muy rápido pero
equis estamos aquí
por el kooktae y
ya quiero escribir
cosas bonitas y tiernas
sobre ellos así que sip,
esta historia avanzará rápido<3

¡Muchísimas gracias
por las 900 lecturas!,
no saben lo feliz que estoy
al ver el apoyo en este y en
todos mis fics, me hacen muy
muy feliz♡

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