Bien, si el omega quería a un alfa bueno y responsable, eso era lo que Jungkook le daría.

Ya habían pasado 3 días desde la platica con su omega y le había dado su espacio puesto que en cierta parte entendía la decepción que Taehyung estaba sintiendo.
Así que, para no perder el tiempo estos 3 días se puso a organizar una lista de cosas que haría para ganarse primero la confianza de su omega, y después vendría el enamoramiento y cortejo.

Había bloqueado el número de todas las chicas y chicos con los que tenía encuentros y cancelado las citas que tenía para follar. Por algo se tenía que empezar.

Él muy bien pudo haber ignorado el hecho de que había encontrado a su pareja destinada y pudo haber seguido con su vida que solo se basaba en follar, dormir, comer, hacer ejercicio y volver a follar. Pero no, pues había quedado enamorado del pequeño omega a primera vista, era tan lindo y tierno incluso cuando le gritaba "Idiota" o cuando tenia sus cejitas fruncidas en señal de que estaba enojado. La sola idea de abrazarlo todo el tiempo y llenarlo de besitos y mimos lo entusiasmaba mucho.

No lo conocía, apenas y sabía su nombre, pero iba a luchar por él.

Era viernes, el último día de clases en la semana y hoy el alfa comenzaba con su plan.

Se había levantado muy temprano para poder llegar a la universidad cuando el peligris llegara.

Se dio una ducha para luego vestirse con unos jeans negros, una camisa negra y encima su chaqueta del mismo color y sus botas negras. Amaba ese color.

Tomó sus pertenencias y la caja de fresas con chocolates que había comprado el día anterior para obsequiarsela a su omega.

Bajo a la primera planta, y vio a su mamá dándole la espalda. Fue hacia ella y dejo un beso en su mejilla.
—¡Buenos días mamá! —saludó energético.

SoMin abrió sus ojos a más no poder al ver a su hijo despierto tan temprano. Parpadeo un par de veces viendo como el alfa se movia de un lado a otro en busca de lo necesario para hacerse un cereal.

Sin decir nada se quito su pantufla y fue sigilosamente hasta su hijo, y una vez estuvo ahí comenzo a pegarle con su "arma mortal".
—¡¿Quién eres y qué le hiciste a mi hijo?! —medio grito en tanto Jungkook trataba de detener los golpes.

—¡Mamá! ¡Soy yo! —gritó de igual manera y SoMin detuvo los golpes solo para verlo acusadoramente.

—¿Cuál es la capital de Estados Unidos? —preguntó la mayor y Jungkook palidecio.

—¿Justin Bieber?—Dudo y SoMin por fin pudo respirar tranquila.

—Ah, si eres tú, idiota —dijo SoMin abrazando a su hijo después del susto que se llevo al pensar que se lo habían cambiado.

Ambos se dispusieron a tomar su desayuno. Aún faltaba 1 hora para la hora de entrada en la universidad, así que Jungkook se levantó de su asiento, llevo los trastes al fregadero y tomo sus cosas.

—Me voy ahora mamá —se despidió dándole otro rápido beso en la mejilla a su progenitora y sin más salió a paso rápido de la casa.

SoMin solo se quedo viendo por donde su hijo había salido, investigaría más a fondo el caso.

Jungkook se encontraba en la entrada de la desolada universidad esperando por el niño bonito.

Había llegado muy temprano y se encontraba muy nervioso pero emocionado.

A lo lejos pudo ver como un auto se estacionaba y de los asientos traseros bajaba su omega. Vio como él pequeño se despidió de las personas que iban en los asientos delanteros y comenzó a caminar hacia la entrada del plantel.

Él omega caminaba con su mirada en el piso puesto que trataba de no pisar las líneas que este tenía, se le hacía muy divertido. Jungkook se preparo una vez Taehyung estaba cerca y este había levantado la mirada encontrandose con la suya, pero él peligris volvió a bajarla e intento pasar de largo pero lo detuvo.

—Buenos días, Tae —saludó con una sonrisa.

El pequeño suspiro pero de igual manera devolvió el saludo cortésmente.
—Buenos días —dijo e intento seguir con su camino pero el alfa lo detuvo tomando su mano—. N-necesito ir a dejar u-unas cosas —habló nervioso y el alfa asintió, soltandolo.

—¿Me dejas acompañarte? —preguntó el pelinegro, Taehyung solo asintió comenzando a caminar hacia su casillero con el mayor siguiendolo.

Una vez llego guardo sus cosas, cerro la puerta de su casillero y miro de nueva cuenta al alfa quien lo miraba con sus ojos brillando.

—¿Qué tanto ves? —preguntó el peligris.

—Eres demasiado lindo —dijo, viendo como las mejillas del más pequeño comenzaron a colorearse de un color carmín.

—Jungkook, ya te deje en claro que yo... —la voz del pelinegro lo interrumpió.

—Te traje esto —mostro la caja de fresas con chocolates y al omega le brillaron sus ojitos al ver eso—. Espero que te gusten —le dio la cajita y Taehyung la tomó entusiasmado.

—¡Me encantan! —medio gritó emocionado, pero poniendose al margen al instante—. Es decir... muchas gracias —habló nervioso, sacándole una risa al alfa.

—¿Quieres ir al las bancas? Por favor... —pidió, rogando en su interior que su omega aceptará.

Taehyung se puso nervioso al instante, aún faltaba un rato para que los estudiantes comenzaran a llegar, pero ese no era el punto, tenía miedo, ¿y si Jungkook solo quería jugar con él? Quitó esas ideas de su mente al ver como él alfa lo miraba en espera de una respuesta.

—Y-yo... —habló nervioso y dio una profunda respiración tratando de calmarse—. Esta bien —aceptó y él alfa frente a el sonrió a más no poder.

Caminaron fuera del plantel y se sentaron en una de las tantas banquitas que había en el patio frontal de la universidad.

Se quedaron en un incómodo silencio y Taehyung con tal de dejar su nerviosismo abrió la cajita de fresas, tomo una y se la llevo directo a su boquita, haciendo un sonido de satisfacción por lo rica que sabía. Jungkook lo miro con ternura y sonrió.

—¿Te gustan? —preguntó, viendo como él omega asentía eufóricamente.

—Me gustan mucho, gracias —dijo para luego llevarse otra fresa con chocolate a su boquita.

Jungkook suspiró, preparándose para hablar.
—Taehyung —llamó y el peligris lo miro—. Yo de verdad lamento haber roto tus ilusiones. Pero si tan solo... —él más pequeño lo interrumpió.

—Jungkook, ya te dije que no. Todo lo que se sobre ti no es nada bonito y yo no quiero salir lastimado —explicó en tanto tomaba otra fresa y la comía pero esta vez con una cara de tristeza.

—Por lo menos seamos amigos.

—¿De verdad crees qué podremos ser amigos sabiendo que somos pareja destinada? —preguntó irónico, comiendo otra fresa por que a pesar del momento no iba a negar que estaban deliciosas.

—No, pero me conformó con eso —dijo, viendo con ternura el puchero que el omega hacía ya que se había acabado las fresas—. Vayamos a tomar un café después de la salida, si después de eso decides alejarte de mi yo respetaré tú decisión y no volveré a molestarte.

Él omega miro dudoso al pelinegro frente a él. Estaba en una batalla mental ya que su lobito rasgaba su interior por querer tomar el control de la situación y saltar a los brazos de su alfa. Pero también estaba él, que se negaba rotundamente por la decepción y más que nada por miedo a que el alfa solo lo quiera para eso.

—¿Lo juras? —cuestionó, extendiendo su dedito meñique en espera de que él alfa entrelazara su meñique con el de él para sellar el juramento.

Jungkook muy emocionado asintió y entrelazo su meñique con el contrario. Ambos sintieron una corriente eléctrica por el pequeño contacto entre sus cuerpos y sus lobos aullaron de felicidad.

Jungkook iba a luchar por conseguir el corazón de su omega.

-Nana.️☁️

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Ya me quede sin caps
adelantados aaaaㅠㅠ

¡Gracias por las 500 lecturas!<3

Espero que este siendo de su agrado el fic ^^