01
Taehyung ese día se había levantado muy entusiasmado y feliz, pues hoy era su primer día en lo que la gente llamaba la mejor etapa de sus vidas, la universidad.
Estaba muy emocionado, pues esperaba tener una historia linda como la que vio en muchas películas románticas donde ocurren historias de amor en los pasillos y aulas de las universidades.
Y no solo eso, estaba feliz y orgulloso, pues no mentiría que fue muy difícil terminar el instituto, y no por que sea mal alumno, al contrario era el mejor de su clase, pero esto mismo traía consigo problemas como el estrés que generaba exigirte tanto a ti mismo.
Pero después de una lucha ardua, mucho empeño y esperanza, terminó el instituto con honores y ahora estaba a minutos de comenzar la siguiente etapa en su vida.
Aparte, de que siempre le dijeron que la universidad es donde mayormente las personas conocen a su pareja predestinada, y el con mucha sabiduría cree en esa teoría, pues así fue como sus padres se conocieron. El quería encontrar a su alfa, quería que este fuera un chico lindo, sensible, tierno, inteligente, responsable y romántico, que lo tratara bonito y le diera muchos mimos. Confiaba plenamente en que fuera así, pues si la madre luna decidió que sus lobos fueran almas gemelas, es por que se complementaban y eran muy parecidos.
Entrando en detalles el quería tener todo por primera vez con su alfa y esperaba que este también pensará así. Quería ser la primera y única persona a la que le entregará su cuerpo y quería también ser la primera vez del alfa, le parecía muy romántico. Tenía altas expectativas en cuanto a su relación con quien sería su alfa destinado.
—Suerte príncipe, ¡estamos muy orgullosos de ti! —dijo Baek, el padre omega de Taehyung.
—Recuerda hijo, ¿cuál es nuestro lema? —preguntó Young-min, el padre alfa del pequeño.
—Los Kim nunca nos rendimos —respondió Taehyung con una bella sonrisa rectangular. Llevando una mano a su frente, como si fuera un soldado haciéndole caso a su superior.
Baek y Young-min abrieron sus brazos en dirección a su hijo y en menos de un segundo ya tenían a su osito bebé en sus brazos, dándose un bonito abrazo familiar.
—Te amamos, corazón —habló Baek, dejando un beso en la frente de su cachorro.
—Suerte hijo —dijo el señor Young. Desordenando un poco los cabellos de su bebé.
Después de otro abrazó y muchos consejos, los señores Kim subieron a su auto y se fueron del lugar.
Taehyung se dirigió a la entrada del plantel, atravesó todo el extenso jardín en el cuál había estudiantes tirados en el pasto bajo un árbol, otros abrazándose, o algunos más desagradables que se encontraban fumando. Frunció un poco su ceñito ante ese imagen.
Una vez estuvo frente a la gran puerta transparente, suspiró, junto sus manitas pidiéndole buena suerte y sabiduría a su ángel de la guarda, y sin más entro a la universidad.
Había un gran pasillo con muchos casilleros, había estudiantes caminando de aquí para allá, más adelante habían varios pasillos que te dirigían a distintas direcciones. Todo estaba muy limpio y en orden.
Saco un papel del bolsillo de su pantalón color celeste, leyéndolo para ver la dirección en la que estaría su salón. Aún leyendo el papel comenzó a caminar, eso hasta que chocó con un cuerpo, haciéndolo levantar la mirada.
—¡Oh, lo siento mucho cariño! No me fije por donde caminaba —se disculpo un chico pelinaranja, que a juzgar por su aroma dulce y sueve, Taehyung supo que era un omega.
—No pasa nada, no nos hicimos daño —respondió el peligris restandole importancia, sonriendo en dirección al otro omega.
—Es que ¡dios! Estoy muy perdido, todo esto de la universidad esta muy difícil y aún ni siquiera tomo mi primera clase.
—¿También eres de primer año? —dijo Taehyung emocionado y con sus ojitos brillando.
—Si, aunque si no encuentro mi salón pronto seguro me regresaran al instituto —rió un poco—. ¿A que salón vas tú? —preguntó el pelinaranja.
—Al 63, ¿y tú?
—¡Oh por dios! ¡cariño vamos al mismo! —exclamó emocionado—. Vamos cielo, seremos los mejores amigos del mundo, nos contaremos nuestros secretos, haremos pijamadas seguido, nos pintaremos las uñas y cuando nos sintamos solos nos besaremos para reconfortarnos. Por cierto, soy Park Jimin —se presentó. Para este punto Taehyung ya estaba riendo a carcajadas y tenía su rostro rojito producto de reír tanto.
—Soy Taehyung, Kim Taehyung, un gusto —se presentó de igual forma.
Sin más ambos nuevos amigos comenzaron una búsqueda con el objetivo de encontrar su salón. Platicando de distintas cosas y conociendose mejor.
—¡Jungkook! —gritó SoMin, entrando a la gran habitación de su hijo.
Desesperada quitó las mantas que tenía encima y tomo una de las tantas almohadas, comenzando a golpear con esta todo el cuerpo de su hijo alfa, hasta lograr que este empezará a removerse.
—M-mamá, ¿q-qué pasa? —habló adormilado Jungkook, tapando su cuerpo nuevamente con las mantas.
—¡¿Qué pasa?! ¡pasa que eres un holgazán! ¿ya viste la hora que es? —preguntó histérica.
Jungkook a regañadientes tomo su celular de la mesita de noche a lado de su cama y vio la hora, 10:54 a.m, mierda.
De un salto se levantó de la cama, corrió a su armario donde tomo lo primero que encontro, no tenía que preocuparse por combinar su ropa, ya que casi toda era ropa oscura. Corrió a su baño y se metió en el para darse una ducha rápida. Iba más de dos horas tarde a su primer día en segundo año de universidad.
SoMin solo suspiró estresada y salió de la habitación para hacerle un rápido desayuno a su hijo. Ella había salido a hacer las compras de la semana, esperando que cuando llegara su hijo ya se encontrará en la universidad, vaya decepción se llevó.
El alfa pelinegro corría por los pasillos desolados del plantel educativo, y como no, si todos los estudiantes habían iniciado sus clases hace casi tres horas.
Llegó al salón que le habían asignado, el número 102.
Abrió la puerta sin permiso respirando agitado, atrayendo rápidamente las miradas de todos.
Se gano miradas de todo tipo, pero las que más destacaban eran esas miradas deseosas que le dirigían las y los omegas. Le giño el ojo a unas cuantas chicas y a unos chicos omegas mientras se dirigía hacia el profesor que lo miraba enfadado.
—El famoso Jeon excusas Jungkook, ¿ahora que tienes para decir? —habló el profesor, cruzándose de brazos una vez el pelinegro llegó junto a el.
—En mi defensa querido profesor, la universidad queda muy lejos de mi casa y había mucho trafico —dijo lo primero que se le vino a la mente, las dos cosas siendo totalmente mentira.
—Si vas a dar excusas baratas asegurate de que por lo menos sean creíbles Jeon. A esta hora en ningún lugar hay tráfico. Ve a sentarte —ordenó y sin más giró su cuerpo de nuevo al pizarrón para seguir anotando algunas cosas.
Al ser el primer día en su segundo año en un salón totalmente diferente, Jungkook tenía la libertad de escoger cualquier asiento, más ya no había muchas opciones gracias a que llegó tarde. Pero la suerte le sonrió al ver un asiento donde estaría rodeado de chicas y chicos omegas, ya que los alfas normalmente se sentaban juntos para platicar cosas estúpidas.
Fue a sentarse y rápidamente una omega frente a el se giró.
—Hola, guapo —saludó coquetamente la chica, tomando un mechón de su cabello y jugando con él.
Jungkook le sonrío y le guiño un ojo.
Sería un largo y divertido año.
-Nana.☁️
.•.•.•.•.•.🧸🧸🧸.•.•.•.•.•.
Al final me decidí y
empezaré con el fic desde
ya¡! Tengo unos caps adelantados
por lo que no se me dificultará
actualizar♡
Igualmente las actualizaciones
diarias empezarán cuando
terminé con "Feel Special"💟
Gracias por las 100 lecturas<3
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